Con sed de eternidad

Agua viva para la vida


En este caminar, mi vida es un desierto, me quema la sed del no sé qué. 
Busco algo que no sé qué es. 
A menudo, cuando me encuentro con alguien que no me cae, lo evito; 
pero yo no puedo evitarme.

Sólo quiero un poco de agua, 
tengo mi botella para acabar con esta sed, con esta ansiedad ... pero no logro saciarme.

Hoy me encontré sorpresivamente con un desconocido y,
 después de un diálogo dinámico me ha hecho pensar en el futuro, 
en la fuerza y tiempo que empleamos para dividirnos, 
en el turismo sentimental, en la insatisfacción, en la rutina, en mis miedos,...

Busco agua para mi vida y en el pozo sólo encuentro musgo, olor a humedad, insulto social y religioso. Es la profundidad de mi corazón no satisfecho. Voy descubriendo la verdad de mi historia y no la puedo encerrar en una botella ni en una idea.

En este caminar, mi vida es un desierto, una botella de agua no es suficiente para convertirla en un prado. La Palabra de vida, la sed de eternidad, la esperanza, la aceptación, el verdadero amor, la autenticidad, la dimención sentido,... son la Buena noticia de este día, son el “agua viva” para mi sed inevitable.




Javier Abanto Silva


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