El amor en la verdad


“El amor en la verdad”

Es el título de la Encíclica “Caritas in veritatem” del Papa Benedicto XVI para responder a la coyuntura actual que acentúa el desarrollo humano integral. El amor y la verdad son valores que sostienen a la Doctrina de la Iglesia Católica. Un amor lleva a la verdad, la verdad da sentido al amor. Un amor falso se reduce al sentimentalismo y al egoísmo que corroen los corazones y a la sociedad actual. No olvidar que la caridad es la síntesis de toda ley.

El desarrollo humano integral trae como consecuencia el desarrollo de los pueblos (Populorum Progressio, otra Encíclica de Pablo VI- 26 de marzo de 1967). La Iglesia, estando al servicio de Dios, está al servicio del mundo en términos de amor y verdad. Toda la Iglesia, en todo su ser y obrar, cuando anuncia, celebra y actúa en la caridad, tiende a promover el desarrollo integral del hombre. Hay que notar que sin la perspectiva de una vida eterna, el progreso humano en este mundo se queda sin aliento.

Podemos saborear las palabras del Santo Padre en dos temas transversales en la Encíclica: el desarrollo humano y la economía. También toca el tema de la ecología. Por ejemplo, no es un secreto que hay una contrariedad de desarrollo cuando hay sociedades opulentas que se contraponen a la carencia de comida, agua potable, instrucción básica o cuidados sanitarios elementales,… miremos nuestra realidad.

El verdadero desarrollo no esta en trabajar sin descanso, producir, consumir, también se debe captar el significado pleno del trabajo humano. La fe también ayuda a comprender al hombre en su totalidad, con sus complejidades y riquezas, como ser biológico, psicológico, social y espiritual.

En este sentido, sería triste que los profesionales tengan sólo una formación técnica, necesitan también la formación en ciencias sociales que les ayuden a comprender los grandes problemas de las comunidades - tenemos en Bagua un caso cercano- La justicia se entiende y aplica mejor con una formación humana.

Benedicto XVI nos recuerda y quiere sensibilizarnos respecto a que Dios nos regalo la naturaleza para cuidarla no para destruirla, no es sólo para nosotros sino también para las generaciones que vienen, él las llama: “solidaridad y justicia intergeneracional”.

En el tema de la economía, en nuestro mundo confundimos la felicidad con el bienestar material, creemos que mientras más bienes acumulemos más felices seremos। La Economía no debe desvincularse de la Ética. La matemática en la vida es necesaria para la justicia en el camino a una mejor calidad de vida de todos no de pocos. Volvamos a Bagua, una política económica que atenta contra la dignidad del ser humano y sus derechos fundamentales.

DOCUMENTO DE APARECIDA
“Con mucha frecuencia se subordina la preservación de la naturaleza al desarrollo económico, con daños a la biodiversidad, con el agotamiento de las reservas de agua y de otros recursos naturales, con la contaminación del aire y el cambio climático… La región se ve afectada por el recalentamiento de la tierra y el cambio climático provocado principalmente por el estilo de vida no sostenible de los países industrializados.” (Documento de aparecida n° 66)

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