Dios ha elegido a los pobres de este mundo

Domingo XXIII del tiempo ordinario – Ciclo B (Marcos 7, 31-37) 9 de septiembre de 2012


Un sordo con política de inclusión

“Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad”

¿Será pedir demasiado o no hay capacidad/ voluntad política/filantropía/ de hacer algo por las personas que Dios las ha puesto en el camino de la vida? Sordo a su pueblo y mudo por añadidura.
“El, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo: –Effetá (esto es, «ábrete»)”.
Miles de estudiantes no van a estudiar porque sus maestros están reclamando justicia, miles de enfermos siguen postergados porque los médicos no son escuchados, y Conga: H2 (O)... El Perú necesita el doble de médicos para atender a sus más de 29 millones de habitantes. Por otro lado, no solucionar la situación de los maestros aportará a seguir en quinto o sexto lugar iniciando por el último en el ranking internacional
Los reclamos son razonables aunque el Ejecutivo quiera silenciar a un país que crece en reclamos debe mostrar su capacidad de acción para la solución inmediata. El gabinete de Jiménez pareciera ser la continuidad de los gabinetes: Lerner y Valdés; proyectando mano dura y sin diálogo. ¿Por qué subestimar los problemas reales? ¿Por qué no dialogar? ¿Por qué no involucrarse más y meter las manos al fondo del asunto?
¿Quién pide demasiado? Un estado con política de inclusión no debería escatimar esfuerzos en “tomar al toro por las astas”, sabiendo que es bravo y que puede patear en algún momento. Con claridad y sin “mecer” abrirse a un trato humano, donde los pobres y los sin tierra son importantes. La buena fe dice no a la exclusividad y a la marginación.
Romper la unidad y el diálogo es resquebrajar lo fundamental de una comunidad. Jesucristo es capaz de meter la mano en la sordera, aquella que no motiva manifestarse, aunque para sus contemporáneos es un acto escandaloso y contaminante.
Con una visión universal, sin perder el trato humano ni lo fundamental estamos todos invitados a un trato humano y a entrar en comunión y en diálogo con el Dios de la vida y de la esperanza: “Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la estepa; el páramo será un estanque, lo reseco un manantial”


Alaba, alma mía, al Señor
Sal. 145, 7. 8-9a. 9bc-10 R
Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos.

El Señor sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.




0 Comments