domingo, 25 de abril de 2010

Conocer es amar

Conocerlas


El nombre denomina aquello que es en su esencia, por ejemplo: el amor, la paz, madre, padre, pastor,… Está ligado a lo que hace y se va haciendo, desarrollando. Otorga sentido el hacer lo que se es. Pero estos como otros han sido trivializados, relativizados, desprestigiados,…

El pastor, según mi experiencia, cuida sus ovejas, las conoce a detalle, sus señales, sus colores, su historia, su voz, sus gritos de lamento, identifica sus gestos cuando se asustan ante un peligro inminente, por eso los zorros caminan lentamente, los perros deben estar atentos.

Recuerdo las veces que mi madre me envió a pastar las ovejas, nunca se fijaba en la cantidad, las conocía por las orejas, las patas, la lana,… Había que caminar acompañado de un fiel amigo, el perro, no dejarlas comer cualquier yerba, vigilar que no se separen, no exponerlas a los abismos, ver si están llenas o con hambre. Incluso, los remedios caseros para combatir sus enfermedades frecuentes y los primeros auxilios en casos de “un empanzamiento”, o envenenamiento por comer una mala yerba.

Jugaba con mi perro, era un cazador, algunas veces por un pequeño descuido tenía que cargar una oveja con la pata rota, o entristecerme por su muerte. Apacentar un rebaño me permitía buscar un lugar apropiado para sentarme, pensar, soñar, aterrizar, mirar el horizonte, sentir el aire, preveer la lluvia, cantar, escuchar el eco, llorar, conversar solo, silbar, orar, correr, oler la “pacha mama”, amar.

Con voz en cuello:

"Además de la atención a las víctimas, es necesario (...) proseguir la colaboración con las autoridades civiles, competentes en los planos judicial y penal, teniendo en cuenta las especificidades jurídicas y de circunstancias en los diferentes países" (Federico Lombardi. Vocero del Vaticano)

Cuarto Domingo de Pascua. Juan 10,27-30.

“Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen”


El Buen Pastor es quien da la vida. Judea, a diferencia de la fértil Galilea, fue y sigue siendo una tierra estéril, con serias carencias de agua y de pastos. Por eso los pastores tenían que estar en continuo movimiento para que sus rebaños pudieran alimentarse. Durante esas largas jornadas se iba generando el conocimiento mutuo al que hace referencia Jesús.

En nuestra relación con los demás solemos cuidar las fronteras, de no pasarnos, de apreciar la mano que nos dan y no subirnos hasta el codo. Pero, una relación así roza con un fingido respeto que no mueve al amor, ni a la intimidad. Es decir, quienes se aman hablan el mismo lenguaje, están en comunión, se conocen la voz, la forma de caminar,...

Los judíos y paganos experimentan el beneficio de romper fronteras y comienzan a llamarse “cristianos”, se unen en torno a la misma mesa, les mueve el mismo objetivo, ya no son un grupo pequeño y cerrado. Con estas actitudes se destierran a los elitismos, autoritarismos. Las ideas enquistadas y posturas cerradas son más un signo de muerte.

Ante unas preguntas de muerte Jesús plantea la vida, el desprendimiento, las verdaderas revelaciones. Las dudas sobre el verdadero Dios son aclaradas por Jesús. Quien se encuentra de verdad con él se encuentra con Dios; si escucha nuestras súplicas, si nos ama, si se entrega hasta la muerte es porque Dios también lo hace.

¿Por qué es tan difícil creer en la oferta de la vida? ¿Por qué el hombre actual tiene dificultades para entender el Espíritu de Dios, carece de sentido? ¡Crisis del conocimiento mutuo! Jesús no teme porque nadie puede arrebatarle a su Padre, son uno. La unidad es la mejor defensa contra los lobos.

La seguridad que da Dios, el conocimiento mutuo, el amor hasta la muerte, la vida eterna sólo pueden ser aclaradas en comunión con Dios, no al margen de él. Dios nos da el abrazo seguro, nadie puede arrebatarnos de su mano.

Hoy que la figura del pastor está en crisis, muchos que por evitar el escándalo encubrieron delitos, otros sólo son una oportunidad para el desprestigio y sacar dinero. Queda mantenerse firmes, con mucha oración para que el servicio pastoral se realice cada vez con honestidad y verdad, respetando la dignidad de las personas en todo momento.

sábado, 17 de abril de 2010

Siempre está presente

Es Él

Desde que la memoria me alcanza su mirada, su expresión de sorpresa o de alegría, sus regaños, sus preocupaciones,… estaban fijas en mí; yo sólo veía a alguien que me despertaba temprano y me enseñaba la tabla de multiplicar.

Ellos y ellas preguntándome por mi salud, por mi vida. No dudaban en celebrar mi cumpleaños, invitarme un trago, el almuerzo, escribir una tarjeta, dedicar unas palabras,… yo sólo veía unos “metiches”

Hoy tengo la certeza que todavía celebramos, comemos, abrigamos el calor familiar. Incluso puedo adivinar qué cocinarán, que cuando preparan mi plato favorito yo estoy con ellos y ellos están conmigo.

Recuerdo la casa, los estudios universitarios, el hogar, el trabajo,… parecían ilusiones perdidas, hoy se va haciendo realidad de manera milagrosa. No es nuestro mero esfuerzo, es alguien que nos mueve, la Palabra que nos anima, la Luz que nos guía.

La vida no es el azar, ni la predestinación, ni una coincidencia. La vida es un milagro. En nuestro corazón podemos sentir el calor que da sentido a mi existencia, a mi familia, a mi trabajo, a mis estudios,…

¿Tantos gestos, expresiones de cariño y no sabes que es Él? ¿Sabes mi forma de expresarte el amor? ¿Cómo expresas tu amor? ¿Puedes sentir el amor sin que esté presente la persona?

 
Voz en cuello:

"Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva" (Deus Caritas est 01)

Hecho carne
Mira el video: Desayunando con los pescadores jubilados

viernes, 16 de abril de 2010

Domingo III del Tiempo Pascual - Ciclo C - Abril 18 de 2010

“Vengan a desayunarse”

Se me junta la saliva al escuchar que, después de una noche de arduo trabajo y sin éxito, Jesús me invite a desayunar, él mismo lo ha preparado. La imagen tierna del fogón caliente, el carbón al rojo vivo asando uno o muchos pescados y calentando el pan sólo expresan amor.

La experiencia de comer y beber tiene mucha importancia porque lo hace después de su resurrección. Es decir, una de estas mañanas puedes ser tú el elegido y ser invitado a desayunar, a compartir la luz del día, el infinito del mar, la brisa fresca y la alegría del encuentro. Son emociones intensas con Dios, se lo descubre a pocos.

Esto no es una fantasía, Jesús no ha resucitado como un fantasma sino que está presente realmente, para reconocerlo hay que poner mucho cuidado al buscarlo con la mirada de fe. Es saber que Jesús está presente, para lo cual no basta una visión física. Pasar de la red vacía, del fracaso, a la red repleta de peces es una actitud de escucha y obediencia a las palabras de Jesús.

La sensibilidad que debemos desarrollar para encontrarnos con Jesús no es una experiencia individualista, ni una búsqueda de superación del estrés, es más que ello: un encuentro con los demás. Compartir la amistad y el alimento supera todo individualismo, se carga de afecto, sin convencionalismos sociales.

Sentarse a la mesa no es una actitud improvisada, busca la leña, escoge el lugar, aviva el fuego, no deja que se queme el pan, calcula que alcance para todos. Ojo, la Eucaristía nunca debería ser improvisada en toda su dimensión comunicativa.

Jesús te pregunta: ¿me quieres?, hasta tres veces, las mismas que Pedro lo negó. Respóndele de corazón, resuelve cómo manifestar que amas a Dios, con tu vida, con tus palabras.

lunes, 12 de abril de 2010

II Pascua - Ciclo C (Juan 20, 19-31) 11 de abril de 2010

“Si no veo en sus manos las heridas (...) no lo podré creer”

 
Hoy, los discípulos están temerosos, con las puertas cerradas, llega Jesús para darles su paz, para fortalecerles en el envío a la misión, la misma que Jesucristo recibió de su Padre. Él es capaz de mostrar las huellas de su resurrección, sus nuevos símbolos para ser reconocido como el Resucitado. Así, en la experiencia de las primeras comunidades cristianas la fe está conectada íntimamente con la vida por medio de obras que generan desarrollo humano.
Los discípulos tienen la experiencia de ver al Resucitado, su corazón se va alegrando y abriendo con los diferentes testimonios de las apariciones de Jesús. Las experiencias, más que personales son comunitarias, por eso son fuerza, convicción y seguridad para la misión. Ya no hay que cerrar las puertas, la hostilidad y la muerte no podrán porque el Señor está en medio de su iglesia para abrirla al mundo.

Jesús ha resucitado no es lo mismo que decir que ha vuelto a la vida. Atravesar las puertas bien cerradas implica otra dimensión de su presencia. Un nuevo soplo, una nueva creación. Con el envío de los discípulos se inicia una nueva comunidad que cree en Jesús y testimonia su resurrección.

Nuestra humildad debería permitirnos pedir a Dios el don de la fe, necesitamos que ilumine nuestro entendimiento hasta decir: “Señor mío y Dios mío”. A veces preferimos “no complicarnos la vida”, el apóstol Tomás nos representa elegantemente. Tomás aparece alejado de su comunidad, no cree en la palabra de sus hermanos, está solitario, calculando sus seguridades, considera que tocando las llagas de Jesús va creer. Así, el camino de la fe es difícil, pero para Dios nada es imposible, Jesús se mostrará como Tomás quiere. Tomás, de todas maneras debe enfrentarse a la nueva realidad del resucitado, no solo, sino en comunid

Jesús se muestra a María Magdalena, a sus discípulos, a Tomás, y todas sus acciones se encaminan a mostrar a sus discípulos su nueva vida gloriosa, no condicionada por el espacio y el tiempo. A Jesús ya no podemos meterlo al laboratorio para sacarle muestras de su existencia, su presencia es experimentada por la fe, por la comunidad.

Sólo el Espíritu del Señor puede transformar tu vida, dinamizar tu fe, darle fuerza a la misión, disiparte las dudas, sacarte de la soledad, amar sin temor.

domingo, 4 de abril de 2010

Ya resucitó Jesús y tú, tu vida?

Nueva presencia
Sentirte presente supera las leyes de la física y se apodera tu espíritu trascendente para transformar lo cotidiano, lo temporal, lo inmediato,… Señor, en este día no cabe más que una realidad: Resucitaste. El luto y el silencio son desterrados por la fiesta: ¡Aleluya!

Eso que hiciste tú, dijiste que nosotros también lo hagamos. Tú eres el camino, la verdad y la vida. Para ello tenemos que ir detrás de ti, conocerte bien. Es optar por el ganador, descubrir la novedad y sanar el cáncer del conformismo.

Tu nueva presencia mata al gusano roedor de la desesperación. El derrotismo y la amargura, el cansancio, la soledad,… no son importantes a la luz de tu rostro. La tristeza es pecaminosa, tu alegría es virtuosa.

Así, la vida supone la abolición de la injusticia; hombres nuevos capaces de encontrar el seno fecundo de la esperanza, destellos de belleza y de bondad. Mejor dicho, poetas a lo divino, para encontrar luz y gracia donde otros ven malicia y perdición.

La nueva presencia es una nueva vida como la de los poetas santos, a entender la grandeza del amor de Dios, la belleza de la creación, el sentido redentor del sufrimiento, la riqueza de la humildad, la grandeza de la misericordia, el poder del perdón, la seguridad de una vida inacabable.
Desde el Vaticano:


“La violencia contra la mujer no es nunca tan odiosa como cuando se produce allí donde debería reinar el respeto y el amor recíprocos, en la relación entre marido y mujer. Es verdad que la violencia no es sólo de una parte, que se puede ser violentos también con la lengua y no solo con las manos, pero nadie puede negar que en la gran mayoría de los casos la víctima es la mujer.” (Padre Raniero Cantalamessa OFMCap . Predicación de viernes santo. 2 de abril de 2010).

Míralo acá en diapositivas.

sábado, 3 de abril de 2010

Domingo de Pascua – Ciclo C (Lucas 24, 1-12) – 4 de abril de 2010

“¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo?”
¿Cuántas veces una desilusión ha enterrado tus proyectos? ¿Quieres formar o eres parte de la mejor empresa, la mejor familia, el mejor equipo de trabajo y al final quien lidera parece desaparecer y/o acobardarse en el camino? Es un contexto cargado de pesimismo, tristeza, decepción,...

Ante tal situación hay que analizar el hecho, hilar ideas, unir cabos, buscar razones para creer, recordar las mismas palabras de Jesús. La mañana fresca alivia y estimula la esperanza para María Magdalena que va a visitar al sepulcro de Jesús. El hecho concreto es que encuentra movida la piedra del sepulcro, reacciona corriendo a casa para avisar a Pedro y Juan, los dos discípulos más cercanos a Jesús; ella interpreta como un robo la desaparición del cuerpo.

Ante la tumba vacía ingresa primero Pedro y queda perplejo, Luego Juan “vio y creyó” lo que Jesús ya les había anunciado antes de su muerte. Coinciden en que Jesús ¡Ha resucitado! La resurrección es el grito característico de todo cristiano, es la fuerza de la acción evangelizadora, es tener fe. ¡Percibir una nueva presencia!

Así, Jesucristo no está en la tumba vacía, muchos tienen la experiencia de comer y beber con él después de su resurrección. Compartir el pan y el vino en memoria de Jesucristo es experimentar la presencia del resucitado. Ya no es la presencia física antes de su muerte, sino una presencia espiritual que corresponde a una dimensión trascendente.

La experiencia del resucitado comenzó a difundirse hasta la actualidad y seguirá hasta la eternidad. La sed de eternidad que tenemos ya no puede nutrirse si no es de Jesucristo. Las realidades eternas superan lo efímero y lo frívolo de nuestra existencia, nos dan un modus vivendi: la vida triunfará sobre la muerte, la luz sobre la oscuridad, el gozo sobre el dolor, la fe sobre el pesimismo existencial, la resurrección sobre la muerte…