domingo, 12 de septiembre de 2010

Domingo XXIV del tiempo ordinario .Ciclo C (Lucas 15, 1-32).12 de septiembre de 2010

“(...) hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte (...)”

Predicar la gracia

 
“Estoy feliz de que me aceptes como soy, de que perdones el daño que te hice y el que hecho a otras personas” son palabras de una persona que experimenta el perdón real. Alguna vez haz querido que todo lo que te trae resentimiento, remordimiento, rencor, malos recuerdos, melancolías sanen, hoy tienes una buena noticia, puedes dirigirte a Dios y decirle: ¿“lo intentamos de nuevo, me aceptas reiniciar mi vida”? ¡Pídele su gracia!
En este domingo tenemos una “oveja”, una “moneda” y un Hijo, perdidos, encontrarlos es pretexto para una gran celebración con los vecinos y toda la familia. A la oveja y a la moneda Dios las busca, sólo al hijo espera con paciencia, con los ojos “lagañosos” fijos en el camino de regreso, no hay mejor libertad que la de elegir el camino al Padre. Esperar a alguien con los brazos abiertos requiere de un gran corazón. ¡Desparrama la gracia con los brazos abiertos!
La generosidad de Dios y su gracia con los pecadores, está mostrada con generosidad. En la parábola del Padre Misericordioso hay un detalle: el auditorio. “Solían acercarse a Jesús los publicanos o recaudadores de impuestos y los pecadores para escucharlo. Y los fariseos y los escribas doctores de la ley murmuraban entre ellos: “Ése acoge a los pecadores y come con ellos”.
El auditorio (fariseos y escribas) critica, acusa al ver actuar, hace explícita su forma de entender a Dios y la religión. Ahora hay que ponerse en el papel de la “oveja perdida”, “moneda” o el del “hijo pródigo”. Si alguna vez has experimentado la crítica de tu misma familia, grupo e iglesia, seguramente te ha sorprendido porque no son críticas directas sino murmullos de callejón, que se esparcen en la sombra para atacarte por la espalda. Los doctores de la ley parecen tener oídos para tus defectos (en peruano “Serrucheo”) y no miran tus cualidades, se consideran poseedores de la verdad y de Dios que ya ni la verdad ni Dios les parece buena noticia... ¡La gracia es buena noticia!

Seamos directos, las críticas son de acuerdo a los comportamientos. ¿Cómo es un comportamiento lógico, legal, religioso? ¿Cómo es un comportamiento humano? Si el Reino de Dios llega de manera especial a los que no son tan puros, ni buenos, a los controvertidos, a los que son considerados “pecadores”,… ¿podemos decir que Dios favorece el mal? ¡Jesucristo desparrama su gracia!

¿Escandaliza dedicarse al trabajo con el pueblo o el trabajo que se aprovecha del pueblo? ¿Escandaliza decir la verdad o dices que dices la verdad pero cuando “las papas queman” te corres o no dices la verdad para mantener relaciones favorables (engañas)? ¿Escandalizas cuando dices al público que eres bueno pero lo que presentas como bueno lo has logrado con acciones malas? ¡Mi gracias es… (Complétala)!

En las parábolas Jesús está poniendo al descubierto al Dios de la religión oficial, sin corazón, sin vida, sin entrañas, sin misericordia. No es que se busque una religión que “alcahuetea” y te premia por ello, eso es un extremismo, si alguna vez te has sentido un hijo perdido o te han tratado como tal te darás cuenta de los motivos que buscas para confiar más en Dios. Si has experimentado la marginación aceptarás su misericordia, su amor, el saco abrigado, la fiesta. Seguramente también sentirás la frialdad del hermano “puro y bueno” que no se mescla contigo, que tiene “vergüenza ajena” de ti. Tú sabes los motivos, Dios te comprende y si te perdona ¡regresa a sus brazos!

Predicar la gracia de Dios es la identificación con los pecadores, perder fama, no avergonzarse de hablar con ellos, decir lo bueno de los demás, dejar tus intereses en tu cartera y sacar las cualidades de los demás. ¡Dios es gracia, amor y perdón!

domingo, 5 de septiembre de 2010

Domingo XXIII del tiempo ordinario. Ciclo C (Lucas 14, 25-33). 5 de septiembre de 2010

“Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar”
En las grandes ciudades y pueblitos se han iniciado muchas obras. El cerebro más lento se puede percatar de que las verdaderas intensiones son electoreras. Y aunque esta intención subterránea puede ser incluso beneficiosa, el problema es que las obras no se han podido terminar.

El impacto de este azar polvoriento lo viven los taxistas, los negocios y toda la población. Las obras aparentan ser un buen currículo pero no necesariamente apuntan al desarrollo de la ciudad. El futuro electoral así, es una construcción sobre arena, plagada de salitre y en un suelo sísmico.

Pero más que un futuro electoral nos preocupa el del bien común. Hasta cuándo sufriremos de amnesia al elegir y de optar por el menso malo. ¿Quién nos podrá iluminar para discernir y darle sentido al futuro?

Los candidatos explotan las obras que hicieron como currículo para ser favorecidos con el voto, pero hay valores más profundos, necesarios y urgentes que debemos observar en candidatos y candidatas. Si la vida personal se enfanga de seguro que sus obras serán enfangadoras.

Ese lado no ven las encuestadoras, pero sí la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), presenta unos criterios éticos para elegir mejor a nuestras autoridades: “honestidad, conocimiento de las necesidades de la gente, propuestas claras y realistas, diálogo con la población, comprometido con la reconciliación y la justicia, comprometido con el progreso y el bien común”.

El festival de ofertas seguirá, estos criterios le pueden ayudar a decidir su voto y a los candidatos a examinar su proceder. Según el libro de la sabiduría el hombre que va con Dios es más que los “dioses” y se deben tomar decisiones radicales.

Nuestra realidad no está para jugar con el sistema, sino proponiendo cambios radicales en nuestras formas de votar, discernir perspectivas de futuro. No queremos dolor ni pobreza. Queremos ver el desarrollo humano, implementar todo lo necesario y apuntar todos a un mismo objetivo.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Regla de oro, Los modelos se copian pero nunca con un “corta” y “pega”

Un padre se enojo con su hija porque la profesora le daba sus quejas: “¿Eres tan tonta de dejarte atrapar copiando? El padre estaba más preocupado porque atraparon a su hija y no tanto por el problema real de aprendizaje.

Es un caso modelo para decir que hay un problema ético y la dificultad de saber distinguir el bien del mal. El mismo Aristóteles reconocía que a la palabra “bien” se la ha identificado con el placer, con la utilidad, con la ausencia del dolor físico y perturbaciones anímicas. Por ejemplo podemos hablar del buen policía, del maestro bueno, del buen tiempo, del buen político, de la buena música y del “buen copiador (copión/a)”.

Para quienes ejercemos la misión de docentes nos llena de alegría ver un buen estudiante y luego un profesional de calidad. Pero también nos entristece comprobar en el buscador que un estudiante ha copiado textos completos de alguna página web y se atribuye su autoría, además sin entender lo escrito.

El castigo por unanimidad es “cero”. Es la nota para todos los que plagian o copian las ideas o las producciones literarias de otros. Pero el cero no es tan grave como las consecuencias que tiene este “mal” hábito en la calidad profesional. Los derechos de autor ya están legislados. Miren lo que sucede con algunos planes de gobiernos locales y sabrán lo que nos espera en los próximos años.

En el proceso de aprendizaje no debe haber síntomas de pereza mental porque impide procesar información y sistematizarla adecuadamente. Las tesis podrían ser un buen semillero de investigación. No es suficiente formar una colcha con retazos de otras telas, el aprendizaje real brilla en el punto con el que se teje.

Un escrito auténtico tiene propiedad y lleva impreso el carácter de su creador, sus emociones, sus dudas, incluso sus equivocaciones. El sello personal de una investigación es digno y merece respeto. Por eso hay normas exigentes en la metodología de la investigación científica.

La improvisación y el plagio te sacan del apuro pero te indisponen y te dan inseguridad. Es seguro que la incapacidad creativa no es igual a “criollada”, en los estudiantes y en todo profesional se debe evitar la sombra de la mediocridad, ésta no es una buena modelo, es un mal presagio profesional.