sábado, 29 de octubre de 2011

Domingo XXXI Ordinario – Ciclo A (Mateo 23, 1-12) – 30 de octubre de 2011




“(...) ellos dicen una cosa y hacen otra”


“Como tú entenderás” el decir una cosa y hacer otra es muy común. El corazón no está en el espíritu de las fórmulas, las palabras lindas pero sin profundidad. Hoy quiero destacar
a los coherentes.

El vínculo entre lo que se piensa y lo que se hace suele dar puntos a la vida recta. Unos actúan por convicción y otros por responsabilidad. La convicción le lleva a decir lo que piensa y hacer aquello que cree sin medir las consecuencias, mientras que el hombre responsable sintoniza sus convicciones y principios en su conducta para medir las consecuencias.
Si Fr. Pedro de Córdova, Fr. Francisco de Vitoria, Fr. Anton de Montesino el día del famoso sermón hubieran querido luchar por los intereses de la corona Española no denunciaban en su prédica los abusos de los encomenderos españoles: “¿Acaso éstos no son hombres?

Fray Bartolomé de las Casas veía a la verdad más importante que el imperio español, por ello escribió sobre las iniquidades de la colonización de América con toda su fuerza.

Sartre, tantas veces criticado, no le importó denunciar, durante la guerra de Argelia, al ejército francés por practicar la tortura.

El Mons. Oscar Romero prefirió alzar su voz profética para denunciar la estructura de terror en el gobierno de Arturo Armando Molina. Se enfrentó con convicción a una dura realidad de la injusticia social en el Salvador.

Los diferentes sacerdotes, religiosos y religiosas que denuncian las concesiones de tierras nativas a empresas extranjeras, los daños contra el ecosistema, la corrupción entre otros problemas. Su ser cristiano no les permite callar. Una religión de cómplices se convierte en tibia y odiosa; no acerca a Dios, sino aleja.

Últimamente se intentó encarcelar al Mons. Francisco González por denunciar algunas injusticias: contra los bosques, los ríos y los nativos. Está convencido de que se debe saber la verdad del abuso sistemático y estructural en nuestro país.

Sólo he resaltado algunos modelos de coherencia, de entrega total, de responsabilidad con lo que hacen y dicen.

En el Evangelio Jesús desenmascara a los letrados y fariseos. No se preocupan por conocer y enseñar la ley de Moisés. Se preocupan de medrar con motivo de la ley de Moisés. Se preocupan de agradar a la gente y que la gente les reconozca un puesto de privilegio en la sociedad. Hacen lo contrario de lo que dicen. Dios no cuenta. Se diría que ellos han usurpado el papel de Dios.

domingo, 23 de octubre de 2011

LUCIÉRNAGA: XXX T. O. – Ciclo A (Mateo 22, 34-40) – 23 de octu...

LUCIÉRNAGA: XXX T. O. – Ciclo A (Mateo 22, 34-40) – 23 de octu...: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.” Entre las controversias candentes que se presentan...

XXX T. O. – Ciclo A (Mateo 22, 34-40) – 23 de octubre de 2011


 


“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.”

Entre las controversias candentes que se presentan en el evangelio, una de ellas es esta: el amor.

 
Las controversias no se sostienen con cualquier “vecino”, sino nada más y nada menos que con los doctores, especialistas, autoridades, jerarcas sobre lo fundamental de la ley.

Jesús, venido de un pueblo pequeñito, sorprende, ya ha hecho callar a los saduceos y los fariseos no dudan en unirse para plantearle un tema sensible: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?”.

Los especialistas son sacados de su cancha: la ley. Ellos, son especialistas argumentando con la ley, sus 613 preceptos les sumergían en especulaciones complejas y exasperadas. En esta controversia coinciden en la importancia del amor, y Jesús evita toda forma de legalismo.

El amor de Dios, semejante al amor al prójimo, le pone al hombre en el primer nivel. Si dices que amas a Dios y no amas a tu prójimo eres un mentiroso (San Juan). San Pablo refuerza, el que ama a su prójimo ha cumplido la ley entera. A los especialistas les está diciendo que el amor divino y humano se entrelazan, entrecruzan, implican, evalúan.

Si ambos se implican, entonces sentir amor, amar es un acto humano sin dejar de ser divino. No amas porque es un mandamiento, sino porque es una actitud que Dios te propone para darle sentido a tu vida. No es una norma hueca sino una experiencia que pone en buen camino nuestra existencia. Este amor, identifica al cristiano, lo caracteriza. Así es como la ley no está por encima del hombre, sino Dios.

La actitud de amar, el vivir para amar da sentido a los demás mandamientos. Así Dios se manifiesta con un amor nupcial, con el amor de madre que te siente en las entrañas y el amor del Padre misericordioso.

Domingo XXX Ordinario – Ciclo A (Mateo 22, 34-40) – 23 de octubre de 2011


“Amarás al prójimo como a ti mismo”

¿A quién amamos? ¿Por quién me siento amado?

Amar es una experiencia muy personal. Dios nos posibilita experimentarlo de manera única e irrepetible. Por eso puede ser tan exclusivo como tan generoso e inclusivo. Somos lo que amamos, lo hacemos en torno al acto de amar. Nunca hay error en el amor. ¡Atrévete!

El amor del que habla Dios está relacionado con el prójimo. Este amor mata todo afán egocéntrico, dominante, controlador,… ese llamado “amor” que es presionado con el puño se ahoga o escapa ante una realidad sofocante. Amar entonces sugiere respetar y valorar a la otra persona, con sus fortalezas y debilidades.

¿Qué hay en mí como para ser una referencia del amor al prójimo, y por tanto a Dios? De él viene y a él va. Existe la capacidad, la intención, alguna ilusión, intuición de algo bonito, quizá complemento; es romántico hasta que la realidad le da su verdadero temple.

El amor es una iniciativa de Dios, nos sigue amando, nos invita a amar. El amor y la fe son una buena combinación para avivar el alma, y tan fuertes como el rechazo y la desconfianza para matarlo.

El amor es una experiencia con Dios, similar a la del prójimo. Es amar al prójimo como a Dios. Dios mismo se presenta por medio del prójimo, su Imagen y semejanza, Dios se hace hombre y no muestra su rostro visible: Jesús.

Así pues, amar es una experiencia de hombres nuevos. Amar o aprender a amar es humanizar y también desarrollarse en todos los campos: moral, económico, político, social,… No debería enamorarme de mí mismo, pese a que el espejito sea mágico. La verdadera identidad está en el auténtico amor humano, humanizante, humanizador.

Este es el amor que se acerca, está a nuestro alcance, despierta ilusiones, mueve corazones, compromete vidas, rompe moldes, cambia esquemas, revoluciona sistemas,… Jesucristo lo hizo vida, ¿Podríamos hacerlo una experiencia propia?

Sal 17, 2-3a. 3bc-4. 47 y 51ab R. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

Yo te amo, Señor;
tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R.

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos. R.

sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido. R.

viernes, 14 de octubre de 2011

Domingo XXIX Ordinario – Ciclo A (Mateo 22, 15-21) – 16 de octubre de 2011


"Pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".




Siempre nos preguntamos si la variedad de candidatos que se presentan a las elecciones ¿es fruto de una conciencia profunda de responsabilidad social o de una nueva forma de invertir dinero? ¿Ganas de servir o de hacerse ricos?

Estos candidatos no dudan en desplegar la mejor imagen, el milagro del diseño gráfico hace de ellos unos divos o unas divas. Cuando están en el mando (Poder) se levantan bustos, graban su nombre en cada obra y la historia tiene que abrirles una página a su excelente o incapaz gestión.

Seguramente está experimentando ese rechazo que sentimos la mayoría de los peruanos ante estos comportamientos. Pero, así no nos guste son nuestras autoridades, quizá nos merecemos el gobernante que tenemos.

Esta comparación, odiosa, nos da una idea del sentimiento del pueblo judío frente a gobernantes que profanaron sus templos, les cobraban impuestos injustos y les despreciaban. ¿Quién no reniega cuando le cargan un impuesto o le descuentan una cantidad del miserable o jugoso salario a cambio de la “inseguridad social”?

Este resentimiento es un buen caldo de cultivo para las insurrecciones. Los jefes religiosos se allanan y pocos, muy pocos tienen voz profética, van más allá de sus apariencias e imagen y dicen la verdad a favor de la justicia.

En un contexto sería fácil arrancarle a Jesús críticas agudas contra los gobernantes. Pero, Jesús expresa una posición propositiva y fundamental para el orden social y religioso.

“Dar al Cesar lo que es del Cesar”, el pago de impuestos, el respeto a la ley romana, la responsabilidad social, el bien común,… son actos humanos, morales, consientes y con responsabilidad de ciudadanos. Aunque consideremos que nuestros impuestos no son bien invertidos.

“Dar a Dios lo que es de Dios” La imagen de Dios es el mismo hombre. Lo que Dios es no puede ser negado por su imagen. “A imagen de Dios lo creó…” (Gen 1,27), es decir, el hombre en su realidad más íntima está sellado por la pertenencia a Dios.

No hay medias tintas, ni extremos, cada quien tiene su lugar, su importancia. No se trata de pasar por el diseñador para tener un poster bonito para la sociedad y otro para Dios. La única candidatura que tenemos es a saber reconocer lo que le pertenece a Dios y lo que le pertenece al Cesar.

No se trata de simpatizar con el Cesar a costo de desvirtuar la imagen de Dios. Tampoco esconderse en las cosas de Dios para no cumplir con nuestras responsabilidades con la autoridad humana. Además, no olvidemos que la autoridad humana debería ser un servicio, motivado por el mismo Dios.

domingo, 9 de octubre de 2011

Domingo XXVIII Ordinario – Ciclo A (Mateo 22, 1-14) – 9 de octubre de 2011



El banquete

“Inviten a la boda a todos los que encuentren”

Tengo el gusto de saborear estas letras acompañado de un delicioso “pollito a la brasa”. Y no es que coma para vivir, sino que en nuestro querido Perú se puede vivir para comer. Qué tentación al ver servido en tu mesa un buen plato de “lomito saltado”, “carapulcra”, “shambar”, “cuy chactado”, “choclo con queso”, “puchero”, “rocoto relleno”, “papa a la huancaína” y cómo olvidarse del exquisito “Ceviche” (con ‘c’ de comida o con ‘s’ de sabor).

Y si estás pensando en que “el hombre es lo que come” ya sabes por dónde están mis debilidades. Esa debilidad que va más allá de un buen plato de comida peruana. Tales delicias terminan minimizadas si no son compartidas. No olvides: la comida es un gran instrumento de comunicación.

Recuerda y valora no sólo a tu madre patria, también a la que te trajo al mundo, ella, una santa, sazona la comida inspirada y motivada por el amor, la estima, la amistad, la ternura,… y te la sirve. Juntos a la mesa. Una comida que se convierte en un gran banquete gracias a los comensales que acuden hambrientos de comunión, de pan, de vino, de saber tu vida, de saborear juntos, de conocer tus ilusiones, incluso tus penas.

Los momentos fundamentales de la vida (nacimiento, cumpleaños, matrimonio, muerte) son exaltados por una cena, una comida que tiene el sentido de banquete. Es una petición expresada a toda voz: “Prepara Señor… para todos los pueblos, un banquete de carnes gordas, un banquete de vinos excelentes, de alimentos suculentos,…” (Is 25,6).
Todos estamos invitados. Pero, hay hijos que no acuden a los banquetes que promueven su madre; ella no desmaya en su convocatoria y aunque la envíen cartitas, la llamen por teléfono, o hagan silencio, ella seguirá. ¡Te buscará! Es un amor distante a los cálculos y conveniencias sociales, fuera trivialidades e intereses egoístas (mi campo, mis negocios, mis relaciones, mi agenda), no caben las vulgaridades y groserías.

Y como en todo banquete no sólo se lucen los mejores manteles, la vajilla fina, también se lucen los mejores trajes. De pronto, como entenderás, llega algún “paracaidista”, no preparado, incluso cree rebelarse no vistiéndose a la altura de las circunstancias. Llámale: “desubicado”.

Jesús está expresando sencillamente que cambiemos de vestido, de hábito, las malas costumbres. Y lo mejor, es que en su tiempo, para los grandes festines te recibían en la puerta, te lavaban los pies, te perfumaban la cabeza con bálsamo, te coronaban con flores (no espinas) y te daban un beso. Parece que no arrugaban la nariz.

Con tales atenciones que no quieras ir a la divina comida y no te pongas un buen vestido es un acto “…” llámale por su nombre. Todo ella comunica personalidad, espiritualidad, valores… Así que me despido. ¡Salud! Con un pisco sour, escoge: con una antiquísima “chica de jora” o “chicha morada”, un anisado o uno de los refrescos inolvidables de mamá.

domingo, 2 de octubre de 2011

Domingo XXVII Ordinario – Ciclo A (Mateo 21, 33-43)




“Flor dulzura mil”

“¿Qué creen ustedes que hará con esos labradores?”

Mujer amada, “viña en flor”, insignia significante para no quedarse sin piso. Toda la laboriosidad de un enamorado, el proteger a la amada, confiar pacientemente en el buen trato, entregarla lo más selecto,… tiempo, sudor, pensamiento, corazón, vida, proyección de futuro, pensar en una vida juntos, quererle bella, esperarla fértil, vestirla, alimentarla, contemplarla,… en fin tantos detalles para que al fin la amada no responda.

Aunque no debes esperar tanto porque la des todo. Pero es natural para quien cimienta una ilusión, un amor, un sentido… “ser agradecido es de bien nacido”. Pero como “de todo hay en la viña del Señor, menos uva” esta vez hay uva pero son agraces.

Esta es la amarga sorpresa de quien ama, su amada no le corresponde como espera. Dios expresa su desilusión, sigue esperando y esperando.

Tú y yo esperamos justicia, no herir, no sangrar ni “respirar por las heridas”. Esperamos honestidad y sinceridad. Paciente espera de un gran cambio, que los gritos de los oprimidos sean escuchados. Que las heridas sean curadas.

Somos quienes esperamos la flor, la dulzura, el amor. En las iglesias esperan a los fieles, seguidores de Jesucristo. Nadie se imagina a un párroco matando la fe de su iglesia. Ningún hombre iría matando el amor de su amada. Ningún superior podría ir matando la espiritualidad, la formación intelectual y humana de los miembros de su comunidad. Ningún director puede ir desestructurando sistemáticamente a su dirigida.

Si tú no te preocupas por tu amada a lo mejor termine descubriendo el amor. Si tu no cuidas tu viña quizá la den a otros viñadores. Si no cuidas a tu iglesia quizá tengamos una sociedad sin fe, individualista, seca y dura, injusta y asesina.

Se me acelera el corazón, me da miedo, qué sucederá. Es una oportunidad para mirar el pasado y proyectar el futuro. Cuidado con la sordera, la ceguera; hay audífono y gafas, pero sin música y paisajes, ¿de qué sirve tener ojos y oídos?

Preparémonos para morir, pero no la muerte. “Flor Dulzura mil”, “viña en flor”, amor Divino, ira, fertilidad espiritual. Tu emblema en el bien y en el mal, en la prosperidad y la pobreza.

“La tierra dará frutos, diez mil por uno. Toda vid producirá mil los sarmientos, todo sarmiento mil racimos, cada raimo mil pepitas, cada pepita exprimirá centenares de litros de vino” (el Apocalipsisi Siriaco de Baruc)




Domingo XXVII Ordinario – Ciclo A (Mateo 21, 33-43) – 2 de octubre de 2011




“¿Qué creen ustedes que hará con esos labradores?”

Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*

Quiero ofrecerles hoy algunos datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que me parece que pueden ayudar a pensar algunas cosas. En primer lugar, algunas cifras sobre la manera como ha evolucionado la distribución de los ingresos en los últimos dos siglos:

En 1820: el 20% más rico ganaba 3 veces más que el 20% más pobre.

En 1870: el 20% más rico ganaba 7 veces más que el 20% más pobre.

En 1913: el 20% más rico ganaba 11 veces más que el 20% más pobre.

En 1960: el 20% más rico ganaba 30 veces más que el 20% más pobre.

En 1990: el 20% más rico ganaba 60 veces más que el 20% más pobre.

En 1997: el 20% más rico ganaba 74 veces más que el 20% más pobre.

En segundo lugar, alguna información sobre la situación general de los países: De los 5.570 millones que habitamos el planeta, 1.150 millones viven en el norte, en países industrializados, mientras que 4.620 millones vivimos en el sur en países pobres, o como eufemísticamente se les llamó durante algunos años, países en ‘vías de desarrollo’. Se calcula que el 25% de la población mundial, es decir 1.442 millones de personas viven por debajo de los niveles de pobreza. 1.000 millones son analfabetas y la misma cantidad carece de agua potable. 1.300 millones de personas sobreviven con menos de 1 dólar diario, de los cuales 110 millones habitan en América Latina, 970 millones en Asia y 200 millones en África.

Anualmente, se gastan 35.000 millones de dólares en recreación las empresas japonesas. 50.000 millones de dólares se gastan en cigarrillos y 105.000 millones en bebidas alcohólicas los europeos. En el mundo se gastan 400.000 millones de dólares en drogas estupefacientes y 780.000 millones son los gastos militares en el mundo. Junto a esto, contrastan las tres cifras siguientes para garantizar el acceso universal a los servicios básicos en todos los países pobres: Bastarían 6.000 millones de dólares para garantizar la enseñanza básica. 9.000 millones para dar agua potable y saneamiento. 13.000 millones para ofrecer salud y nutrición básicas.

Aunque la parábola que nos cuenta Jesús este domingo está dirigida a los jefes de los sacerdotes, a los que Jesús quería cuestionar sobre su responsabilidad en el manejo de la obra de Dios, comparándolos con los labradores de una finca que les había alquilado un señor, estas cifras nos cuestionan como seres humanos, en la medida en que también a nosotros nos corresponde administrar correctamente este mundo, según la voluntad del Padre, que quiere que todos sus hijos tengan vida, y la tengan en abundancia.

En este contexto de desigualdad creciente, en el que los pobres han dejado de ser importantes para los dueños de este mundo, levantar la voz para reclamar justicia y denunciar el desorden establecido es un verdadero peligro. Como a los enviados por el dueño de la viña, los profetas de ayer y de hoy han sido asesinados, como fue asesinado el mismo Hijo de Dios. ¿Cuándo le daremos a Dios la debida cosecha?

sábado, 1 de octubre de 2011

Dia del periodista

Deseducados

Quiero felicitar a aquellos que en la tradición de tan profética misión han comenzado a deseducarse. No por calificarte como “académico” eres educado, sino que te deseduca la academia de la educación, de la costumbre y de la vida.
Quienes se han deseducado en pos de la honestidad más que la “objetividad”.

Quienes ya no se tragan el cuento de que el medio es el mensaje sino que ahora son el mensaje del medio; ¡Vaya, tremenda responsabilidad! Perdón ¡Retoooo!

Cada día es una gran oportunidad para aprender a desaprender. La comida chatarra, los refritos y los anticuchos,.. tan sabrosos pero desaprende comerlos y desintoxica el colon.

A quienes comen “pan de adultos” y dejan la papilla. Construyen la nota para que la orquesta no tenga que ser multada por “copia hay”. No voltea la tortilla para quemarla, sino para ver otros ángulos.

A ti que tienes un olfato de elefante, también su memoria, para desenterrar ríos profundos de la pacha mama y marcar las huellas indelebles del rostro viviente.

Deseducados que erigen una estatua con frente amplia porque han eliminado todo “rabo de paja”. Quien en su mano nunca dijeron “más vale pájaro en mano…” que pueden izar muchas banderas sin pensar en sus deudas internas…

Aquellos y aquellas que rompen el esquema de “más sabe el diablo por viejo…”, Al diablo viejos esquemas maleducados… ¡Innovación, aurora, amanecer, juventud, ilusión, entusiasmo… ¡

A ti que ves horizontes y abres caminos… este tartamudeo no te parecerá un homenaje, es un tímido reflejo de cuánto nos falta conocer la vida, describirla, iluminarla, ilustrarla, desaprenderla, deseducarla,… en todo es una misión profética que hasta Dios no se resiste a ser un Mensaje, una Palabra, Comunicación en acción.

Creo que ya te quité mucho tiempo, pero como nunca miras el reloj por respeto al guión y a tu público, pues tienes objetivos más altos que el targetero que ha puesto el jefe,... Gracias por perder tu tiempo, sigue deseducándote y si no has entendido, ponle humor...

Felicidades…!!!!!