domingo, 29 de abril de 2012

Domingo IV de Pascua – Ciclo B (Juan 10, 11-18) – 29 de abril de 2012



“Nadie me quita la vida, sino que yo la doy por mi propia voluntad”



Recuerdo con alegría a mis paisanos, varios dedicados al pastoreo de ovejas; muchos no saben leer, pero suelen darse cuenta - al vuelo- si les falta alguna oveja. La ignorancia no siempre significa falta de sabiduría. Identifican el tiempo de lluvia y pastos abundantes, de verano y de escases de comida, guardan la paja de trigo o cebada, muelen las yerbas que curan, las conducen por páramos y praderas, les dan sal. Las ovejas suelen encaminarse, dar saltos y valar cuando se acerca el ladrón o el zorro para llevarse a las débiles o a los corderos. Estos pastores viven con ellas.

Que los pastores protesten contra las amenazas de ausencia de pastos, de agua, de páramos y de praderas, incluso de zorros, significa que quieren cuidar sus ovejas, su redil, su vida misma, el sentido de su misión. Obviamente, los que están para servirse no prevén el futuro para sus ovejas, las esquilan, las comen, las venden,… y fugan, se hacen los sordos, se encierran,…

Esta imagen del pastor es también imagen de quienes tienen una vocación de servicio, especialmente para la vida religiosa y la sacerdotal. Ellos tendrán años de formación para asimilar su misión de pastores o para caer en la inmadurez, en la indiferencia. Se evaluarán luego qué tipo de pastores son: sirven a sus ovejas o se sirven de ellas. Por ello, quiero recordar en la historia algunos modelos que inspiran. Unos héroes.

El obispo P. Casaldáliga que renunció al báculo y al anillo, porque tampoco los cortadores de caña tienen esos arreglos. El obispo J. Galliot, obligado a dejar su diócesis y servidor de la comunidad de “Partenia”, diócesis virtual para la que no necesita báculo de mano sino palabras y gestos de acompañamiento. El obispo A. Labaka que se despojó de cualquier signo de mando hasta morir desnudo en las selvas del Amazonas. El Monseñor Romero que fue asesinado en el momento de la consagración eucarística. El P. Damian de Veuster (1840-1889), misionero en MoloKai, la isla de los leprosos.

Fr. Diego Ruiz Ortiz (protomártir Juan Batutista) predicó contra el adulterio de Tito Cusi con la Coya Angelina Polanquilaco y fue martirizado cruelmente. El P. Miguel Tomaszek y Sbigniew Adan Strzalkowsli no abandonaron a su comunidad de Pariacoto- Ancash frente a las amenazas terroristas, al juicio popular; los acompañaron hasta la muerte. El P. Alejandro Dordi formó comunidades, construyó canales de regadío, construyó un CEO a favor de la mujer, trabajó con los jóvenes, el terrorismo lo asesinó cuando se dirigía a celebrar la eucaristía en vinzos – Santa, cerca a Chimbote.

Últimamente fueron amenazados el Arzobispo de Huancayo, Mons. Barreto; el Obispo de Puerto Maldonado Francisco González, entre otros porque piden que no se rompa el ecosistema, protestan contra la esclavitud laboral.

Estos y otros ejemplos de pastores que entregan su vida pro sus ovejas. Así, sólo queda decir que quien tenga la vocación sacerdotal o religiosa deberá asumir que su misión es servir, amar hasta la muerte. ENTREGA TOTAL. ORACION POR LOS SACERDOTES.

domingo, 22 de abril de 2012

Domingo III de Pascua – Ciclo B (Lucas 24, 35-48) – 22 de abril de 2012



“¿Por qué tienen esas dudas en su corazón?”



¿A qué tenemos miedo? Al futuro, a las consecuencias de los propios actos, a la verdad, a la traición (traicionar). Los discípulos ya habían pasado por todos estos sentimientos, pero tenía más miedo porque no entendían mucho lo que estaba sucediendo.

¿Jesús es el resucitado? Este acontecimiento es central, importante, más allá de lo doctrinal es una experiencia y una gracia. Su muerte causó tristeza, soledad, confusión, miedo, decepción,… Resucitar y aparecer significa fortaleza, paz, alegría, resolución, claridad,… el rompe cabezas se ha completado.

Varios acontecimientos: se aparece a María Magdalena, la carrera de un Pedro cansado, Juan vio y creyó, hace renacer la fe de Tomás, los discípulos apresuran el paso gozosos después de escuchar y descubrir a Jesús en el partir del pan. Estos y muchos acontecimientos tienen sabor a victoria, a renacer, a vida eterna.

Los relatos de las apariciones son experimentados por personas concretas en un espacio y tiempo determinado. No son unos mitos, ni gestas victoriosas. Describen detalladamente el acontecimiento. Fueron experiencias fundamentales que los escritores sagrados las recogieron de la tradición oral.

La resurrección es el núcleo de la fe cristiana. No es lo mismo admirar a Jesús que ser su discípulo.

Ser admiradores de: su vida, su doctrina, su historia, su entrega. Admirarlo implicaría solo quedarnos en un Jesús histórico, un hombre admirable, un modelo ético. Pero no es suficiente, eso también hacen los judíos, los testigos de Jehová y de otras religiones.
Ser discípulos es: conocer su Palabra, creer en él, aceptar que es Dios, compartir la pasión de la construcción del Reino de Dios con justicia y paz. Él encamina la historia de la salvación, hizo la voluntad de Dios Padre.

Alegrarse como los discípulos: Resucitó, ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Jesús, no es un fantasma, ni una alucinación del miedo, él es el mismo Jesús, el que come con nosotros, comparte el pan, el misericordioso, nos perdonó hasta en el momento más difícil e la cruz, él envía a predicar por todo el mundo.

lunes, 16 de abril de 2012

Domingo II de Pascua – Ciclo B (Juan 20, 19-31) – 15 de abril de 2012


"¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto"

La duda suele ser la culpable de varias omisiones en la vida. Dudas qué carrera profesional estudiar, con quién comprometerte, el matrimonio, la consagración, un viaje,… Pero la duda se ha
ce más fuerte cuando no hay quién la aclare y se agudiza cuando uno mismo no quiere aclararla.

La duda, respecto a la otra persona y específicamente a la que amas, suele cocer prejuicios graves y hacen sufrir, sin misericordia, a las personas. Ante la duda, misericordia; el prejuicio, la claridad; la imaginación, la palabra; la tristeza, Dios.

Mucho se clarifica con el parecer de los demás, las personas solas suelen decidir bajo sus paciones y emociones pasajeras; de pronto asuman su error pero no serán felices. A Tomás, el Mellizo, le sucede que anda solo, miedoso, prejuiciado, decepcionado, triste, indeciso; él no cree en lo que le dicen los discípulos, quiere pruebas fehacientes.

Por andar solo, Tomás, desconectado de su comunidad se ha perdido la alegría de: “hemos visto al Señor”. Desconéctate de tu familia o de comunidad y verás cómo te pierdes las mejores alegrías. Las pruebas fehacientes pueden estar tan cerca, tan visibles que interiormente sólo podrás atinar a decir: “Dios mío, señor mío”. Mira en tu familia, quién tendrá el rostro del resucitado, quién tie
ne el de crucificado, o el de pura imaginación.

La duda va de la mano con la fe, sólo Dios conoce la interioridad de las personas, unas creen más que otras. Quiero creer más pero no puedo. Quiero dejar de dudar pero algo me desespera. Repito, la fe es un don de Dios. Unos tendremos que buscarla y pedirle a Dios que nos la dé, dichosos los que creen.


Con la resurrección todo parece hacerse de nuevo, pero con otra característica, Jesús no ha vuelto a vivir para morir, sino para vivir siempre. En esta pascua con rostro de mujer, María, María Magdalena, suelen ser las primeras mensajeras, Pedro y Pablo van atando cabos sueltos para descubrir la verdad,… No es suficiente, Jesús se hace el encontradizo en el camino a Emaús, les prepara un pescado asado en la misma orilla que les llamó, traspasa las puertas para ofrecerles la paz y superar el miedo, les envía a regar misericordia perdonando los pecados por todo el mundo,…

La duda nos ayuda a buscar la verdad, no debería profundizar el miedo, la decepción. La fe nos ayuda a no sentirnos solos, a confiar, a respetar la libertad, a no presionar, evita la desesperación. La misericordia lleva a amar a los demás con todas las entrañas… El amor, paradójicamente duele, aunque distinto. Misericordia Señor.

viernes, 6 de abril de 2012

«Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen»


"Cuando llegaron al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí, y a los dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Dividiendo sus vestidos, echaron suerte sobre ellos. El pueblo estaba allí mirando, y los príncipes mismos se burlaban, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo si es el Mesías de Dios, el Elegido. Y le escarnecían también los soldados, que se acercaban a Él ofreciéndole vinagre y diciendo: Si eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también una inscripción sobre Él: Este es el rey de los judíos (Lc 23, 33-38)".

Reflexión:

Jesús, traicionado, llevado a los tribunales como acusado y luego juzgado, cruelmente azotado, escupido, golpeado, maltratado, condenado a muerte, castigado a subir con su propia cruz, luego desnudado en público, tendido sobre la cruz, clavado a través de sus huesos de manos y pies, esta recibiendo las ofensas y burlas, y lo único que dice es: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".

Cómo podemos decir que no saben lo que hacen?

Le han escuchado en las plazas, en los templos, en las sinagogas… pero no te han comprendido.

Sus palabras de paz, justicia, perdón… no han calado en sus corazones. El Sermón de la Montaña, el Padrenuestro, tus mandamientos, la parábola del hijo pródigo… no han encontrado eco ni siquiera en los apóstoles que le abandonan.

- Todos tenemos que ser perdonados, porque ninguno sabemos lo que hacemos.

- No lo sabían los judíos que se cerraron a sus mandamientos y preceptos para no escucharte.

- No lo sabían los romanos que se divertían haciendo sufrir a un hombre destrozado, escupido, coronado, vejado, humillado.

- No lo sabían sus discípulos: Uno lo traiciona, otro lo niega, los demás lo abandonan…

- No sabe lo que hace este mundo: guerras, robos, pornografía, terrorismo, violaciones, mentiras, abusos de menores, drogas, insolidaridad….

- No lo sabemos tampoco nosotros con nuestras pequeñas o grandes infidelidades de cada día, con nuestras negaciones al evangelio, con nuestras cobardías, nuestras perezas, nuestro no complicarnos la vida y mirar hacia otro lado… Ninguno sabemos lo que hacemos.

¿Somos ignorantes que nos creemos dioses, que creemos que somos perfectos, ilimitados, los mejores….?

Nada de eso es verdad. La verdad es que le crucificaron y si volviera a venir quizá nosotros también le crucificaríamos.

Todos los días apretamos un poco más los clavos, te azotamos con nuestras debilidades, te ceñimos la corona de espinas para que se apriete mejor a tu cabeza. Siempre buscamos culpables fuera de nosotros, pero todos somos culpables. Tras la resurrección, los romanos culparán a los judíos y los judíos a los romanos. Adán culpó a Eva y Eva a la serpiente… Andamos sacando el cuerpo, no nos responsabilizamos.

Pero menos mal que tú nos perdonas a todos… Tú que dijiste que había que perdonar 70 veces 7, tú que defendías el perdón no solo a los amigos sino también a los enemigos, tú que nos mostraste que el perdón de Dios es infinito como el del Padre del Hijo pródigo… Ahora nos das la última lección, la de la acción, muy superior a la de las palabras… En el padrenuestro nos decías que le pidiéramos a Dios que nos perdonara como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

El infinito amor de Jesús es coherente con la novedad profética de su prédica: el perdón a los enemigos. Hoy Jesús mismo intercede el perdón para quiénes no saben lo que hacen.

¿No saben lo que hacen? No se refiere a la ignorancia del acto malo que realizan. Sino que no saben a lo que se someten: llevar en el alma la injusticia, la muerte, la maldad, el egoísmo, la ignorancia atrevida, la violencia ciega, …

¿Sabrán lo que hacen quienes explotan y no saben que en esa familia hay niños mal nutridos?

¿Las autoridades que trabajan por sus intereses y matan los sueños de jóvenes que quieren estudiar y desarrollarse?

¿Sabrán, los que acumulan fortuna y no ven que los niños ya no pueden jugar en el agua, los campesinos ya no pescan, el alcoholismo y la prostitución es un flagelo a la que fue una tranquila comunidad?

Pidamos a Dios con todas nuestras fuerzas el don del perdón. Dios nos ama, está vencido por la ternura, su Palabra irá restaurando la vida, incluso de los asesinos de sus hijos.

Creyentes, crucificadores, seguidores, agnósticos, ateos, relativistas,… Todos somos amados, llamados, perdonados; sólo necesitamos reconciliación con nosotros mismos, con nuestros hermanos y con Dios.

Súplica: La dirigimos por el mundo, por la nación, por nuestra iglesia que formamos y vivimos

- No sabemos lo que muchas veces hacemos cuando te ofendemos. Perdónanos señor.

- Te damos gracias porque nos abres las puertas del cielo, gracias porque en el sacramento de la reconciliación nos dices, tus pecados te son perdonados.

- Gracias señor porque en este viernes santo sentimos tu cercanía, tu aliento, tu ayuda, tu aliento.Desde la cruz tú nos miras con compasión y nos dices tus pecados te son perdonados.

- Cuantos hermanos nuestros vencidos por el desaliento te abandonan señor. Cuantos por el peso de sus problemas te dejan señor.

- En este viernes santo varios regresan a pedirte perdón y tú dirás: Padre perdónalos porque no saben lo que hacen. En este día experimentamos tu misericordia.

- Señor, eres lo más maravilloso, todo lo que te han hecho y no pides su castigo, no le guardas rencor, pides por ellos.

- Cuantas veces Señor, nos resentimos profundamente por un mal entendido no somos capaces de perdonar.

- Tengo que aprender eso de ti mi Señor, dame esa fuerza para no ser rencoroso, para tener esa capacidad de perdonar. Danos esa virtud necesaria para vivir sin odios y también perdóname Señor por no haber sido misericordiosos como tú lo eres.

lunes, 2 de abril de 2012

Domingo de la Pasión del Señor o de Ramos – Ciclo B (Marcos 14,1 – 15,47) – 1 de abril de 2012



“Salvó a otros, pero a sí mismo no puede salvarse”



El domingo de Ramos, celebrado con mucha emoción y devoción en la ciudad y en la zona rural de nuestro Perú.
En mi pueblo, había un burro que tenía el privilegio de tener a su disposición muchas invernas de pasto y que nadie monte en él, salvo la imagen de Jesucristo que entra triunfante en Jerusalén, hoy representada por el templo en el que se celebra.
La gran celebración de Semana Santa se inicia hoy. También se sintetiza o se unen la alegría y la tristeza, el amor y el odio, la alabanza y el desprecio, la compañía y la soledad, el Rey y el reo, la injusticia y el amor. Con tanta fuerza se puede aclamar la gloria del hijo de David o del salvador y con tanta fuerza la muerte de Dios.
En este ciclo B, según el evangelio de San Marcos, se pone de manifiesto la fuerza de las mujeres por amor a Jesucristo. Desde la unción en Betania hasta la resurrección las mujeres son grandes protagonistas, son las únicas que no se corren cuando “las papas queman”. Pero en todas las escenas aparecen los detractores, los prejuicios raciales, el machismo, el culto vacío, la manipulación del pueblo, el interés egoísta de los líderes.
Todos los actores, a veces se parecen a mí o a ti. Desde Judas, Pilato, El sacerdote, el Sanedrín, los discípulos, Pedro, … cada uno con su perfil psicológico, nuestra lejos de la realidad de cada persona.
Esta vida es una oportunidad para vivir cada día en camino a la resurrección. Por eso la vida es una valor universal máximo. Tenemos que superar, no podríamos seguir caminando como en un hilo. Vivimos entre la alabanza y la condena, lo hacemos rey a Jesús en nuestra vida pero luego estamos buscando cómo matarlo.
Esta semana santa, donde estés es una oportunidad para vivir un deporte extremo: amor extremo de Jesús.