miércoles, 24 de mayo de 2017

La tumba y la celda


Santo Domingo “Evangelio Viviente”
22-24 de enero 2017

La misericordia de Dios posibilitó viajar a la Clausura del Jubileo de la Orden de predicadores, 800 años de “Enviados a predicar”.(enero 2017)

Me sorprendió la cantidad de Obeliscos y torres imponentes. Bologna es una ciudad diseñada con corredores amplios y cubiertos de arquerías para proteger a sus peatones. El frío europeo y las lluvias se explican por ubicarse entre el río Reno y el río Savena, cerca de la cadena montañosa de los Apeninos.


¿Por qué Bologna? Albergó a Santo Domingo y sus frailes. La calidad de sus universidades hizo que Domingo de Guzmán valore la irradiación intelectual que se forjaba en derecho y teología, pues la Bolonia de los albores del s. XIII ya ofrecía un ámbito intelectual privilegiado para la formación de los frailes, además era atractiva la “licentia docendi” (voluntad expresada del Papa Honorio III en su carta de junio de 1219) (Borgi, 2014).

Aquella fría mañana (1°C) llegamos a las puertas de la Basílica de San Domenico, sobre la puerta está la figura del fundador en el momento de la glorificación. Ingresar a la basílica traslada a la espiritualidad fundante, a la celebración del primer Capítulo General Dominicano. Acá nace la gran contemplación que originará la predicación dominicana.

Intento fotografiar cada escultura, pintura, etc. También darle tiempo a la oración. Deposito 5 Euros como limosna y me llevó un libro de la historia de Santo Domingo. Cercana a fiesta de Santo Tomás los frailes ofrecían ponencias especiales a los universitarios.

Sigo el recorrido hasta el altar mayor. Me siento para contemplar el coro para las oraciones litúrgicas, diseñado en media luna con una sillería muy parecida al coro alto del convento del Rosario en Lima. En este coro Santo Domingo junto a su pequeña comunidad, al inicio de la Orden, oraban de manera personal y comunitaria. Muchos frailes salían de la sutilidad del estudio para acostar su alma en los salmos y el evangelio, por algo se le dice a Domingo, Un hombre “evangelio viviente. Es mi convicción quien no estudia ni ora es violento.

El atractivo para todos es la tumba de Santo Domingo de Guzmán (+1221).  Es un monumento para la peregrinación a donde fue trasladado en 1267. “El monumento está decorado con episodios de la vida del santo, es obra de Nicola Pisano y de sus discípulos Fra Gugliemo Agnelli y Arnolfo di Cambio.  Luego será modificado por Niccolo da Bari, hizo estatuas de los cuatro evangelistas, de San Francisco de Asís, Santo Domingo de Guzmán, San Floriano, San Vitale y un Cristo muerto adorado por los ángeles, todo coronado por la imagen de Dios Padre” (Wikipedia, 2015).

Muere Niccolo y se recurre al hoy famoso Miguel Ángel -1494- para terminar las imágenes de San Petronio, San Próculo y un Ángel porta candelabro haciendo pareja con el de Niccolo dell’Arca. Lo peculiar es que el Ángel es la única alada en toda la escultura de Miguel Ángel Buonarroti. El año 1531 hizo el escultor Alfonso Lombardi, los bajo relieves para la predela de mármol del Arca con Escenas de la vida de Santo Domingo de Guzmán y la Adoración de los Reyes Magos. Hacia 1539, Jerónimo Coltellini labró la última escultura, de las veintiuna proyectadas por Nicoló dell'Arca.

Ante la tumba de Domingo era inevitable orar y tomar fotos, por momentos rompíamos el silencio especialmente ante el relicario dorado que hoy contiene el cráneo de nuestro padre Santo domingo. La historia data un 15 de febrero de 1383 se abre el arca sarcófago para extraer el cráneo y se coloca en un relicario de plata dorada, obra del orfebre Jacobo Roseto y el 11 de noviembre de 1411 son trasladadas dichas reliquias para su veneración en la actual capilla. Esta capilla nos hace mirar al cielo, en la concha absidal, o cúpula, para observar un fresco muy colorido de la “glorificación de Santo Domingo” pintado por Guido Reni en 1617.

Se acercaba el regreso, 24 de enero. Me desperté temprano, sentía un imperativo de orar ante la tumba de Santo Domingo. Camine desde la hospitalita por el camino interno y antes de entrar la tumba pregunté en pésimo italiano que sólo capté “Celda”. Así es cómo el sacristán me guía hasta una celda pequeña al fondo del pasillo. Es la celda de Santo Domingo de Guzmán.

Estar sólo en la celda, sin ruidos, allí Domingo oró, soñó, lloró por los pecadores (como yo). No pude orar, sólo lloré. Muy agradecido con Dios.

 Un altar, leccionarios antiguos, la Bula de aprobación, y otras pertenencias estaban allí como testimonio de vida itinerante.



Fue el momento de mayor impacto espiritual. Carlos, Héctor y Martín me esperaban para desayunar y continuar esta peregrinación por los lugares históricos y significativos dominicanos.

lunes, 17 de abril de 2017

"Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu"

Séptima Palabra:


A su eterno Padre, ya el espíritu encomienda;
si mi vida no se enmienda,
¿en qué manos parará?
En las tuyas desde ahora
mi alma pongo, Jesús mío;
guardaría allí yo confío
para mi última hora.

"Era ya eso de medio día, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra hasta la media tarde; porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente dijo: ´Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu´. Y  dicho esto expiró:" (Lc 23, 46) "Al ver el centurión lo sucedido, glorificaba a Dios diciendo: «Ciertamente este hombre era justo.» 48. Y todas las gentes que habían acudido a aquel espectáculo, al ver lo que pasaba, se volvieron golpeándose el pecho."

Padre:
-         Se dirige al “Padre”: con la seguridad de un niño, Jesús ofrece un grito muy fuerte con lo último del aliento que le quedaba: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lc. 23, 46). Cuando tenía sólo 12 años, Jesús dice a sus padres que lo habían estado buscando durante tres días: “¿No sabíais que es preciso que me ocupe en las cosas de mi Padre?” (Lc 2, 49).
-         Abbá Padre: es una expresión aramea, (Mc. 14, 36 Gal. 4,6 Rom. 8, 15).   “Abbá” expresa no sólo la alabanza tradicional de Dios “Yo te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra” (cf. Mt 11, 25), sino que, en labios de Jesús, revela asimismo la conciencia de la relación única y exclusiva que existe entre el Padre y Él, entre Él y el Padre. Extraordinarias palabras conservadas por Mateo (Mt 11, 27) y también por Lucas (Lc 10, 22): “Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quisiere revelárselo”.
-          “Abbá”  testimonia esa particular comunión de personas que existe entre el padre y el hijo engendrado por Él, entre el hijo que ama al padre y al mismo tiempo es amado por Él. Cuando, para hablar de Dios, Jesús utilizaba esta palabra, debía de causar admiración e incluso escandalizar a sus oyentes. Un israelita no la habría utilizado ni en la oración. Sólo quien se consideraba Hijo de Dios en un sentido propio podría hablar así de Él y dirigirse a Él como Padre. “Abbá” es decir, “padre mío”, “papaíto”, “papá”.
-         Abbá: en la oración en Getsemaní, Jesús exclamó: “Abbá, Padre, todo te es posible. Aleja de mí este cáliz; mas no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras” (Mc 14, 36).
-         Al final de su vida, en la oración sacerdotal con la que concluye su misión, insiste en pedir a Dios: “Padre, ha llegado la hora, glorifica tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti” (Jn 17, 1). “Padre Santo, guarda en tu nombre a éstos que me has dado” (Jn 17, 11). “Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te conocí...” (Jn 17, 25). Ya en la parábola sobre el juicio final, proclama: “Vengan a mí, benditos de mi Padre...” (Mt 25, 34). Luego pronuncia en la cruz sus últimas palabras: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46). Por último, una vez resucitado anuncia a los discípulos: “Yo les envío la promesa de mi Padre” (Lc 24, 49).
-         Padre: “Ego et Pater unum sumus”  “somos una misma persona” “somos uno”, en la teología trinitaria se entiende “para que conozcan y sepan que el Padre está en mí y yo en el Padre”. La unicidad con el Padre mostrada en el diálogo con Felipe: “Señor, muéstranos al Padre, y nos basta” (Jn. 14:8)  Jesús le dijo: “¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿Cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?” (vs.9).
-         Jesucristo “conoce al Padre” tan profundamente, ha venido para “dar a conocer su nombre a los hombres que el Padre le ha dado” (cf. Jn 17, 6) Un momento singular de esta revelación del Padre lo constituye la respuesta que da Jesús a sus discípulos cuando le piden: “Enséñanos a orar” (cf. Lc 11, 1). Él les dicta entonces la oración que comienza con las palabras “Padre nuestro” (Mt. 6, 9-13 Lc. 11, 2-4).  
En tus manos:
-         La mano de Dios es la de la justicia, la del amor. Ante un Dios justo y amoroso sólo nos queda confiar, abandonarnos a sus manos. Dejar nuestra vida en sus manos.
-         La mano creadora, es remontarse al creador del mundo, del ser humano. Reconocer que es la mano que amasa la vida de cada uno.
-         Es la mano que muchas veces sanó al paralítico, devolvió los ojos al ciego, resucitó a la Hija de Jairo, al hijo de la viuda, a su amigo Lázaro. Es la mano que puede restaurarnos interiormente.
Encomiendo mi espíritu:
-         El último aliento de Jesús. La oblación de su propia vida, a disposición de su Padre.
-         La oblación de la propia vida, que Jesús pone a disposición del Padre. Invoca el salmo 30,6, en que el justo atormentado confía su vida al Dios bondadoso y fiel:
-         ¡Sálvame, Señor, por tu misericordia! Sácame de la red que me han tendido, porque tú eres mi refugio. Yo pongo mi vida en tus manos: Tú me rescatarás, Señor, Dios fiel. Oigo los rumores de la gente y amenazas por todas partes, mientras se confabulan contra mí y traman quitarme la vida. Pero yo confío en ti, Señor, y te digo: “Tú eres mi Dios, mi destino está en tus manos”. Líbrame del poder de mis enemigos y de aquéllos que me persiguen.

Finalmente, 
El Unigénito de Dios no estuvo exento de la muerte.
Nació humanamente y murió humanamente.
Su madre lo vio nacer y también lo vio morir.
Sin su muerte la expiación jamás se hubiera llevado a cabo.
Jesús fue el cordero escogido desde la eternidad. (1 Pedro 1:19-20)
Jesús fue el cordero mudo que se dejo llevar al matadero. (Isaías 53:7)
Jesús fue el cordero inmolado. (Apo. 5:12)
Jesús fue el cordero de Dios que quita el pecado. Juan 1:29.


Gloria de su Gloria, Dios de Dios,
de siempre igual a El,
Tú has venido del Padre.
Y ahora al Padre vuelves
desde nosotros, igual a nosotros,
Dios y Hombre para siempre.

En el seno del Espíritu
el Padre te acoge, Hijo Bienamado,
Amén de su Amor ya satisfecho.

La Muerte ha sucumbido en tu Muerte
como un fantasma inútil, para siempre.
Y en tus Manos reposan nuestras vidas,
vencedoras de la muerte, a su hora.
En tu Paz descansa esperanzada
nuestra agitada paz.

Descansa en Paz, por fin,
en la Paz del Padre, eterna,
Tú que eres ¡nuestra Paz!

(Casaldáliga, Pedro.)

viernes, 14 de abril de 2017

Ayúdame a vivir el Triduo Pascual

SOS

¡Ayúdame a vivir la Semana Santa!


Es una petición expresada con el corazón contrito. Si no crees, respeta. Si crees y no vives tu cristianismo, humildad. Si no te interesa no tienes autoridad para opinar. Pero, puedo expresarme y contarte algunas pinceladas de la Semana Santa.

La Semana Santa es usada por muchos para descansar, aprovechada como vacaciones y algunos como la “semana tranca”. Como descanso o como vacaciones, igual podrías vivirla mejor. En todo caso, Dios te creó libre incluso para relativizarlo o negarlo.

¿No te interesa? De todas maneras te afecta, ya seas ateo, relativista, agnóstico, indiferente,... No puedes negar los más de 500 años de cristianismo en Latinoamérica, con su aporte a la música, a la pintura, a la educación y a la comunicación de la Palabra de Dios. El canto de los humildes al Dios de la vida tiene más de 2000 años. Cuidado, que tu antipatía no se agrave con la ignorancia.

Te cuento que la Semana Santa se inicia con el Domingo de Ramos, evocando aquel día en que Jesús ingresó montado en un asno, de manera triunfal en Jerusalén, y el pueblo lo aclama como el Rey de reyes. Montar aquel asno significa humildad, como protesta al carruaje lujurioso y soberbio de los gobernadores romanos. Para algunos, la experiencia más clara de un pueblo bipolar, obvio, no es raro, muchos de los que claman y  alaban al Señor el domingo, el viernes exclamarán: ¡Crucifícalo!

Te cuento que si tú ayudas a vivir la Semana Santa aportarás a la paz y ayudarás a tus amigos a tener sensibilidad cristiana. Sorpréndete como San Pedro ante un Jesús que te lava los pies como signo de servicio y humildad en un Jueves Santo. Lavar los pies es un acto de caridad, una expresión del puro amor. ¿Acaso no es urgente desarrollar esa capacidad de amar ante la violencia y de humildad ante tanta soberbia?

Sin este gesto de Jesús, muchos enfermos, ancianos, niños y pobres no tendrían alimento, educación, cuidado de su salud. Las obras sociales de la iglesia no serían un remedio ante la injusticia y corrupción. No hay comunión sin paz, sin perdón, sin amor. Jesús invitó a cenar a todos, a la comunión, pero unos deciden no ir porque quieren salvar sus negocios, otros no quieren mezclarse con la “chusma”, otros simplemente necesitan verse al espejo. El cristianismo no plantea acciones inhumanas.

Te seguirás sorprendiendo si valoras que ese Viernes Santo Jesucristo es traicionado por su discípulo, negado por otro discípulo, abandonado por algunos discípulos y amigos. Lo único que le fortalece es la mirada amorosa de su madre y de su discípulo Juan que impotentes no pueden hacer algo contra tanta injusticia. 

Es un tipo incómodo para muchos políticos y religiosos que tienen “rabo de paja” y le han planteado falsas causales para matarlo. La injusticia no triunfó, el egoísmo se consumió en su amor propio. ¿La justicia es un imperativo en nuestro Perú? Pues, el que ama pierde poder.

En el camino a la cruz con un cansancio hasta sudar sangre, hematidrosis; castigan a Jesús con las burlas, latigazos, escupitajos y corona de espinas. Jesús revoluciona tanta maldad con el perdón, incluso a sus enemigos. Si estas actitudes cristianas se darían en tu vida, en tu hogar, el perdón no germinaría violencia, las malas intenciones de los corazones se disiparían. Por la paz, el amor, la justicia ayúdame a vivir la Semana Santa.

El viernes de dolor los cristianos nos unimos al sufrimiento de muchos Cristos en la guerra, a enfermos terminales, a niños desahuciados, con personas en conflicto espiritual y psicológico, etc. Por ello, el jueves se inició la eucaristía, el viernes continúa con la pasión de Jesucristo, hasta la Vigilia Pascual que se llena de alegría por la resurrección.

Es como llover sobre mojado recomendarte que si tienes un amigo que vive este triduo no le hagas planes, déjalo recargarse espiritualmente, asegúrate de tener un amigo con espíritu, con buen corazón. No le pongas contra la pared, no seas una tentación, con tus propuestas porque él necesita vivir la Pascua. Si me invitas a una fiesta no podré ir porque Dios ha muerto, el sentido de mi vida ha perdido base.  

El sábado, es la vigilia pascual, es la fiesta de la resurrección de Señor. Esta fiesta sí podemos celebrarla, con música, bailando, aplaudiendo, cantando, expresándonos afectividad,... La resurrección es la pieza que falta al rompecabezas para despejar toda duda de que Jesús es Dios. Es más, la Pascua se sigue celebrando una semana.

Seguimos a un Dios hecho hombre, Jesucristo, para que el hombre camine a la divinidad. Resucitado aunque a veces no tengamos cara de resucitados. Redentor aunque existan quienes no necesitan ser liberados.

El aporte de la Semana Santa a mi vida es muy importante, me plantea una tarea humana sublime. Por ello, es un pedido de corazón que me ayudes a vivir la Semana Santa. 

domingo, 12 de marzo de 2017

Las tentaciones en el desierto (Mt 4,1-11)

¿Quién eres? ¿Eres lo que pareces?
Ciclo A, Cuaresma I
Mt 4, 1-11

La cuaresma es el tiempo litúrgico que nos dice “detente un instante” mira como el arroyo de tu vida fluye en esta existencia que de por sí es un regalo de Dios o al menos así la deberíamos valorar. Los diarios y muchos libros hablan de la complejidad del ser humano, de su ímpetu insaciable, de su insatisfacción permanente, de su esfuerzo por aparentar lo que no es. Así, la vida del hombre se convierte (no a Dios) en un acto de suplantación de Dios, en un rechazo e indiferencia al hombre como imagen y semejanza de Dios.
¿En este mundo caótico cómo, dónde, cuándo encontramos un hálito de esperanza y alegría?
En este desierto de carencias, el primer domingo de cuaresma se centra en tres tentadoras propuestas que hace el diablo a Jesús (cf. Mt 4, 1-11).

1.       El tentador se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.» Pero él le contestó, diciendo: «Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."
Tentadora propuesta que podría solucionar el hambre del mundo. Facilito. Automático. Con un click puedes solucionar el problema. La respuesta destierra todo tipo de pereza, indiferencia, facilismo. Jesús centra en la razón de ser de la persona humana. Cómo es posible que Dios te creo inteligente, con manos, piernas, corazón, etc. Y quieras que te solucione los problemas para los que ya tienes los instrumentos. El hambre de Jesús es voluntario, no una obligación. Sufre el hambre. El hambre actual es por el egoísmo de la persona. Cada céntimo injusto se traduce en desnutrición, en muerte, en ignorancia. El pan del pobre es el banquete indigno de cada operario de la corrupción.
Los pájaros del campo no se preocupan por el grano, no hay vacas acumulando pasto para asegurar su futuro, ni conejos haciendo planificación familiar. Es un grito a la providencia, al desapego de aquello que se interpone para la libertad, para la humildad.

2.       Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras."» Jesús le dijo: «También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios."» 
Jesús no necesita argumentos desesperados para dar seguridad de la existencia de Dios Padre, no tiene crisis de personalidad, ni su autoestima está en el nivel de la derrota para hacer uso de lo espectacular, de lo mágico, de efectos especiales.
La vida no depende más que de Dios. Los ricos aseguran sus bienes, los jugadores y modelos sus piernas y sus senos. Puedes asegurar que te pongan un ataúd de cedro (o color cedro) pero no la vida. Las aseguradoras ganan millones con la paranoia del abandono futuro.
La respuesta de Jesús apunta al límite del diablo, al límite de toda persona, aseguradora, bruja o algo parecido: No tentarás al Señor tu Dios porque de él depende la vida. El diablo sólo trae la muerte.

3.       Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adoras.» Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto."
Mucho se arrodillan por millones o por unos cuántos soles. Muy conveniente. Muy sabroso comer el pan del pobre. Viven la alienación de tener el mundo a sus pies. De solucionarlo todo con una tarjeta de crédito. Nos postramos ante lo indigno, lo sucio, la mentira, lo obsceno; pues “somos esclavos de nuestras pasiones”.

Está la búsqueda de otros dioses, el arrodillarse ante los reinos del mundo. Qué reina, qué te obsesiona, dónde está tu mayor riqueza. Las grandes capacidades de la justicia, libertad,  amor,   buena comunicación,   respeto,   consideración, la libertad de conciencia y otros valores que ya nos estamos olvidado ya no es parte importante de la vida sino algo para postergado porque saca alergia. El mal nos encanta aunque nos deje angustia y desolación. 

martes, 14 de febrero de 2017

El amor no es… y no te puedes escapar!

El amor no es… y no te puedes escapar!

La creación es el primer acto de amor por parte de Dios. Si somos  creados a su imagen y semejanza entonces Dios tiene complicada la situación del amor. Si nos comunicó lo que él mismo es en el soplo de vida, nuestra existencia sigue siendo un afán cotidiano por saber, experimentar, madurar, asumir, asimilar,… lo que es el amor. Un camino a  la libertad y una corazonada de amor nunca faltará.

De esta bondad nadie puede prescindir, dicho ensayo puede costar el sentido de la existencia, así de grave es bucear en el amor. Es divino pero también muy humano, puro y muy manchado, libre y esclavo, acarrea felicidad y profunda tristeza, ama la verdad y odia la mentira, es transparente y no se remite a pruebas.

El amor choca en el amor. La capacidad de amar se va diluyendo en su capacidad. El intento de amar va muriendo en su pasión. Pero nunca será victorioso si no tiene la voluntad de entregarse, de morir, de sacrificar muchos amores.
Así es, amamos con nuestra historia personal, con nuestras experiencias, con el amor paternal y/o maternal, con amor familiar, con nuestras convicciones, con nuestros egoísmos, queremos ese amor “a la carta” que no humaniza sino que cosifica a las personas. Pero esos somos y no podemos huir. Los inteligentes lo superamos, los necios damos todo de nuestro egocentrismo para seguir enfermando corazones y ciegamente lo llamamos “amor”.

Cómo amar a alguien que no escuchas, no dialogas, no admiras, no confías, no respetas, no la expresas palabras edificantes, no valoras,… Esa es la paradoja, te soporta, de pronto el amor, siendo maniquí o piñata de tus carencias, heridas, miedos, caprichos. El esquema del gamonal del amor, del machismo manipulador, del chivo expiatorio,… ya murió. Ya superamos las etapas de los Derechos Humanos.

No sé cómo iniciaría la “revolución del amor”. Jesús la propuso. Así sólo queda revolucionarse así mismo. Amarse, sanar, donarse, servir, amar, ilusionarse, compartir. El amor es un combustible insustituible para el desarrollo personal y familiar.

El amor no es… y no te puedes escapar!

Primera carta de San Pablo a los Corintios 13:4-14:5
Hermanos, el amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas. Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí. En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor. Procuren alcanzar ese amor, y aspiren también a los dones espirituales, sobre todo al de la profecía. Porque aquel que habla un lenguaje incomprensible no se dirige a los hombres sino a Dios, y nadie le entiende: dice en éxtasis cosas misteriosas. En cambio, el que profetiza habla a los hombres para edificarlos, exhortarlos y reconfortarlos. El que habla un lenguaje incomprensible se edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica a la comunidad. Mi deseo es que todos ustedes tengan el don de lenguas, pero prefiero que profeticen, porque el que profetiza aventaja al que habla un lenguaje incomprensible. A no ser que este último también interprete ese lenguaje, para edificación de la comunidad