domingo, 31 de marzo de 2019

"El creador no te ha dado el anhelo de hacer algo de lo que no eres capaz".-Orison Swett Marden.


La nostalgia por Dios

Londres, 2018. Foto: Javier Abanto.


Su amor y pedagogía al borde de lo trágico,
Un hijo emprende caminos y el otro, ritos;
Uno, melancólico, descartable entre puercos,
Otro, miserable, entre becerros y cabritos.
El menor, ha preparado ya discursos,
El mayor, sus actos litúrgicos,
Uno lloró desconsolado en paternales brazos,
Otro, reclamó justicia ante entrañables ojos.  

El Padre ha encontrado a uno lejano,
Seguirá buscando al otro cercano;
Esta fiesta de suculento encuentro,
con un padre rogándote ser hermano;

La fiesta y el banquete preparado, hermanos;
Corazones escribas, gritan ¡crucifícalo!
Quien cuidó y vigiló de los toros cebados,
Pasa la peor hambre, de cerdos impuros.
Y quien comió junto a los restantes paganos, come junto al padre y sin su hermano.

¡Qué tragedia!
Tener casa, afortunado, infeliz y huraño;
Resentido, tacaño; 
La misericordia no lo ha heredado.
Sirve a Dios y no a su hermano.
¡La melancolía lo regresará a ser amado! 

Tener y placer en un lugar lejano,
Desechado y hambriento,
Anhela, cual jornalero, comer pan sudando.
Le duele. Dejó a Dios y a su hermano.
¡La melancolía lo regresará a ser amado! 






Literatura/ Poesía
(Autor: Laepi) (Calle 7)

Meditación de: San Lucas 15, 1-3. 11-32 El hijo pródigo.

Justicia sin misericordia es crueldad (Santo Tomás de Aquino)

¿Los idiotas se encuentran?


misericordia


Murmuran y califican desde su corazón,
Clichés y alienaciones circulan su mesa,
Disciernen cual “señor” en su sillón,
Sus rostros muestran: “oh qué sorpresa”.

Calificar al prójimo conlleva analogía,
Con uno mismo u otro paradigma,
No autoevaluarse es hipocresía
Y “Juzgar”, ya ni tu Dios lo legitima.

Quizá tú perteneces a los “puros y elegidos”
Dios te ha hecho único e irrepetible;
Mas para tu cristal los otros son: “forajidos”,
Paganos, impuros; te suena “insostenible”

Este corazón ilustrado, cual escriba;
Esta boca orante, cual fariseo;
Insensibles, hijos, la codicia arriba,
Retan al amor con su vil deseo.

Estas manos ´puras´, cual Pilatos;
Estos pies caminantes, cual Herodes.
Incapacitan abrazarnos hermanos,
Regresar, celebrar, … misericordes.

Los idiotas, alienados, siguen sus círculos,
El amor Paterno acompaña a estos hijos
Observa y respeta a estos libertinos,
Aquellas dudas deben resolver ellos mismos.

No hay culturas superiores,
No hay continentes mejores,
Sólo hay hermanos y servidores,
Peregrinos y limpios corazones.
Jesús trazó una iglesia peregrina,
Una misión de la anunciación,
Una conversación Samaritana,
Con los magos universal adoración.
La alegría por una oveja descarriada,
El compartir la moneda en vecindad,
Darlo todo por un tesoro escondido,
Celebrar la mejor fiesta por un hijo.

Comprende, somos de Dios dignos,
Un lenguaje de encuentro sin prejuicios,
Con gestos cristianos e inclusivos, 
No mires quién es, sino sus servicios.


Literatura/ Poesía
(Autor: Laepi) (Calle 7)


Meditación de: San Lucas 15, 1-3. 11-32 El hijo pródigo.

Se acercaban a Jesús los publicanos y pecadores para escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: “Ése acoge a los pecadores y come con ellos”.

sábado, 30 de marzo de 2019

Cuaresma 4 C. Dios Padre Misericordioso, El hijo pródigo

Rembrandt. El retorno del hijo pródigo. Hacia 1662 . Museo del Heritage. San Petersburgo.




























IV Domingo de Cuaresma
Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)


Murmuran los idiotas

Homilía y Reflexión, 
La parábola del Hijo pródigo o del Padre amoroso es una de las historias mejor contadas y comentadas en la historia. De hecho que tú también tendrás tus simpatías e interpretaciones.

Esta vez quiero que te fijes en lo que provoca a Jesús narrar esta parábola: Se acercaban a Jesús los publicanos y pecadores para escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: “Ése acoge a los pecadores y come con ellos”.

“Si me mordiera la lengua” decimos porque hacer juicios es natural, por ello, cada día luchamos por educarlos; por hacerlos honestos y objetivos. 

Cuánto daño nos hacen los juicios corrosivos, están metidos de lleno en el hijo menor y en el mayor, en el liberal y en el conservador, en los lejanos y en los cercanos, en las minorías y en las mayorías.

La gran preocupación es responder a nuestra tendencia farisea y escriba de sentirnos los puros o la de hacer lobby de nuestros pecados. Los grupos, las ideologías, las tendencias, etc. son dañinas cuando sólo tiene boca y no orejas, prejuicios y no apertura.

Por medio de la parábola, Jesús, les traslada, inmediatamente, a la esfera del hogar: papá, mamá, hijos, familiares. La tragedia que vive la mamá y/o el papá es que a pesar de dar amor a sus hijos no logra unir una familia en el amor, sino en intereses. Ambos, preocupados por su herencia. La envidia y codicia hace que uno regrese y el otro se aleje, un círculo trágico.

El Papá y/o la mamá siguen derrochando amor y los sinvergüenzas, manganzones, no lo valoran. Los padres tienen la paciencia de respetar su independencia, su aislamiento, pero no dejan de preocuparse por ambos, pues los hijos no logran encontrarse con sus padres, ni consigo mismos. 

Dios Padre, Madre, esperan pacientes, no les molesta repartir la herencia, sino el uso que hacen los idiotas de su fortuna. Al estilo de una mente corta y una fe seca, más puede el prejuicio que la verdad, lo material que lo espiritual, la mentira a la sinceridad, el orgullo al encuentro. 

En esta crisis, la lejanía y la cercanía fundadas en el amor de Dios generan una nostalgia de ese gran amor paterno. La paciencia de Dios no aparta la mirada en el camino. Su amor germinará el regreso : aunque los hijos sigamos siendo idiotas reflejados en el discurso comodín del hijo menor y la factura larga e infeliz del hijo mayor.  

Hijo menor : « Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros ». 

Hijo mayor : « Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado. »

Ese amor, les ha desnudado. Somos seres que reposamos la cabeza en el amor. Puedes derrochar tus riquezas pero sin amor, seguirás en tierras lejanas, o sin perdonar a tu hermano.

La tragedia de Dios sigue : sus hijos no se han encontrado, no han celebrado juntos. El Padre ha derrochado amor con el lejano en la fiesta y con el cercano fuera de la fiesta. 

Dios sigue esperando que sus hijos dejemos de ser idiotas y no derrochemos nuestra herencia : nuestro hermano, la creación, uno mismo. Espera que celebremos juntos con pan, vino, danzas, música y cantos. Derrochemos ser hijos y nos alimentemos de su amor en la fiesta  de esta vida.

 

Bartolomé Esteban Murillo. El hijo pródigo abandonado.1660 – 1665. Museo del Prado. Madrid.
Homilía y Reflexión, 

Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 15, 1-3. 11-32


Bartolomé Esteban Murillo. El hijo pródigo recoge su legítima.
1660-1665. Museo del Prado. Madrid.
Bartolomé Esteban Murillo. La despedida del hijo pródigo

1660 – 1665. Museo del Prado. Madrid.



En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los letrados murmuraban entre ellos:
–Ese acoge a los pecadores y come con ellos.
Jesús les dijo esta parábola:
Un hombre tenía dos hijos: el menor de ellos dijo a su padre:
–Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país, que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer.
Recapacitando entonces se dijo:
–Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros.»
Se puso en camino adonde estaba su padre: cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y echando a correr se le echó al cuello y se puso a besarlo.
Su hijo le dijo:
–Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.

Pero el padre dijo a sus criados:
Bartolomé Esteban Murillo. La disipación del hijo pródigo.
1660 – 1665. Museo del Prado.
–Sacad en seguida el mejor traje, y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete; porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado.
John Macallan Swan. The Prodigal Son

1888. Tate Gallery. Londres.
Y empezaron el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba.
Este le contestó:
–Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud.
El se indignó y se negaba a entrar pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Y él replicó a su padre:
Bartolomé Esteban Murillo. Regreso del hijo pródigo.
 1668. National Gallery. Washington.
–Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado.
El padre le dijo:
–Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, estaba perdido, y lo hemos encontrado.

La vuelta del hijo pródigo

BASSANO, FRANCESCO,BASSANO, JACOPO
Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado
Homilía y Reflexión, 


sábado, 23 de marzo de 2019

CUARESMA 3 C. La paciencia de Dios

Homilía III Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)
La pobreza es obra del demonio




Hay que echarle a culpa al demonio, dios debe tener paciencia.
“Lleven su coquita (hojas verdes) y su trago (licor) para alejar los malos espíritus” decía uno de los guías, y continuaba con su colección de historias de pescadores y caminantes que murieron por causas extrañas.
Con los cabellos erizados, y con oraciones personales, nos mostrábamos agnósticos, pero no dudábamos en llevar la mochila con comida, bebida y el “traguito” para alejar cansancio y malos espíritus.
Esta recomendación es común en el desierto peruano de Paracas, en el de Paiján, y se extiende a la costa y sierra norte del Perú. Son historias fantásticas narradas en las caminatas, los velorios, a los “huaqueros” y otros eventos comunitarios.
En realidad, muchos caminantes han sido asesinados en el desierto. Y muchos pescadores sufrieron algún accidente. No es porque no llevaron sus armas secretas contra los malos espíritus.
Otra costumbre consiste en cambiar de lugar los corrales de animales para que no les llegue los malos espíritus ni la envidia del vecino. Especialmente en la zona de la jalca, a 3000 msnm, suelen criar corderos, vacas, conejos, cuyes. Con frecuencia, cercan corrales móviles, les van dando de comer, los animales van dejando sus eses y cambian de faena. Esta práctica permite fertilizar la tierra, mantener limpios los espacios y cosechar mejores pastos.
Pero no sólo la sabiduría de los caminantes, de los agricultores, sino también en las ciudades, gente que no quiere salir de casa los martes o viernes 7; no permiten que sus visitas toquen las puertas, no barren en horas nocturnas porque les llega la pobreza.
En realidad, quieren discernir sobre: ¿Quién te guía en tu vida? ¿Qué caminos recorres? ¿Cómo tratas a los animales? ¿Cómo tratas a tu familia?
Eres la zarza ardiendo de la presencia de Dios o eres la higuera estéril bajo la mirada y paciencia de Dios. Este desierto de la vida, no tiene malos espíritus, tiene malas personas y uno debe cuidarse de no incrementar la maldad en su vida.
¿La pobreza es obra del demonio? El demonio puedes ser tú o yo cuando somos parte de la injusticia. El demonio tiene nombre, apellido, fama, representación, y es muy conocido, pero lo dejamos obrar en nuestra vida.

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 13, 1-9

En aquella ocasión se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó:

–¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no. Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.
Y les dijo esta parábola:
Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador:
–Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?
Pero el viñador contestó:
–Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás.


Homilía y
Reflexión

sábado, 16 de marzo de 2019

No te rindas (Benedetti?)



No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.

Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás solo, porque yo te quiero.



https://tiempodelametamorfosis.wordpress.com/category/poesia/benedetti/

¿Qué bien se siente aquí?

¿Qué bien se siente aquí?

¡Qué bien se siente aquí!




La misma casa, siempre en el bus 7 y en un escritorio,
Arroz y papa, novela y café, sin una mirada tuya,
Una ducha y un pijama como en un rito mortuorio,
Cada día el mismo grito, dejamos que nos destruya.

¿Qué bien se siente aquí?

La misma casa refresca  nuestra historia
Son almohadas velando nuestros sueños
Cada ducha, llantos y risas, haz memoria
no dejamos que alguien nos  la destruya.

¡Qué bien se siente aquí!

Esperas cobre y risa; sólo eso valdrías?
Te maquillas para allá, y acá…? Asfixias;
Te decepciona un juguete sin plusvalía
Decides descartar engalanando tiranías.

¿Qué bien se siente aquí?

Auténtica necesidad y auténtica cartera,
Amor transparente se comunica,
Enamora cada baile aunque sobre estera,
Miras las fortalezas y eso sí edifica.

¡Qué bien se siente aquí!

La culpa es mía, mejor morir que dar pena,
No valgo, me comparo y soy un bajo perdedor
Lo pienso y se traduce densa y amarga la flema
No valgo, no puedo, no quiero, soy de lo peor.

¿Qué bien se siente aquí?

No desmayes, mira la larva se hizo mariposa,
Vales mucho, y si vales también valgo,
seamos camiseta, el agua, la miel y la rosa,
en este zoológico de consumo, sin ti no salgo. 

¡Qué bien se siente aquí!


El amor no paga las deudas y sé de matemáticas,
Si cambia la historia, pero debe seguir brillando el cobre,
Todo por amor, pero del impuesto no te salvas,
Tarde o temprano, en efectivo, a la cuenta o en sobre.

¿Qué bien se siente aquí?

No te preocupes por el tener,
Aprendamos primero a ser,
El billete aunque doblado, valor no va perder,
Tú, aunque sin espada, hijo de Dios siempre vas a ser.

¡Qué bien se siente aquí!

Nadie me va a cambiar, orgulloso de lo que soy,
Mira yo, por ejemplo yo, cómo yo, así soy yo;
Mi sacrificio, actos inmorales, sé por dónde voy,
Yo sé lo que digo, calculo mucho, así soy yo.

¿Qué bien se siente aquí?


Dios nos hizo perfectos, tenemos errores,
Además, perfectibles, iguales, inteligentes,
Con voluntad para entendernos, vulnerables, 
Aprendamos día a día a ser emprendedores.

¡Qué bien se siente aquí!


Mi amor es así, se expresa temeroso en la dureza,
Mi querer es así, se fortalece en mi belleza,
Eres el rostro de amor grabado en mi cabeza,
Encarnas la historia consecuente de alguna torpeza.

¿Qué bien se siente aquí?


Mi amor está entrampado en la desconfianza,
Rescatemos dosis de ternura en nuestras historias,
No seremos el rostro del desamor que nos jala,
Con amor divino vivamos más experiencias.

¡Qué bien se siente aquí!





Literatura/ Poesía
(Autor: Laepi) (Calle 7)