sábado, 30 de noviembre de 2019

I Domingo de Adviento (A): “Estén siempre preparados, porque a la hora que menos piensen viene el Hijo del Hombre”


La Esperanza en la llegada de Dios


«Adoración de los pastores» de Francisco de Zurbarán

I Domingo de Adviento
Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)

- “Aló, hola papá ¿cómo te va?”

- “Bien hijo, con la esperanza de verte”

Mi padre suele saludarme así, pronuncia risueño: “esperanza”. El quiere decir: te espero, estoy vigilante a tu llamada, me gustaría que estés acá, te extraño. Su esperanza no se desliga de su alegría, menos del amor. Cada día en mis oraciones y yo en las suyas fortalecemos la esperanza de volvernos a ver, de tener buena salud, de unirnos en los momentos cruciales de este mundo. Estos tiempos nuevos van retando nuestra fe.

Y sólo mira a tu vida, al mundo, el enemigo siempre ha sido el egoísmo, la división, las guerras. Por eso, es siempre necesario y urgente caminar con el optimismo de un de nuestros maestros espirituales de adviento: Isaías. A la luz del Señor ya no habrá guerra: “De las espadas forjarán arados,de las lanzas, podaderas.No alzará la espada pueblo contra pueblo,no se adiestrarán para la guerra.”

En esta experiencia regreso a mi padre, a veces hablamos de la muerte. “Yo ya estoy viejo” y le respondo: “yo camino hacia allá”. De la muerte nadie se escapa, joven o viejo, sólo Dios sabe. En este sentido, los nuevos tiempos no esperamos a las catástrofes, ni a lo peor de esta existencia. Esperamos realmente una familia peregrina del entendimiento, una sociedad en búsqueda de la justicia, un corazón amoroso y generoso. Es decir, en justicia y en paz nos preparamos para la fiesta. (Isaías 60, 1-22; 62 1-12; Amós 9, 11-15; Miqueas 4, 1-5; Sofonías 3, 14-20; Apocalipsis 21, 1-8; 22, 1-21).

En diciembre celebraremos navidad, pero ese nacimiento no servirá de mucho si no has pasado por un corazón esperanzado, una inteligencia emocional y justa (Isaías y otros profetas); por el sacrificio perseverante de buscar la coherencia entre tu mente, tu corazón y tus actos (Juan el Bautista); por la alegría de esperar un bebé, por entregar tu vida a que se transforme, desgaste, disponerte totalmente al cambio radical de un pequeño ser (Virgen María).

Recuerdo los momentos ingenuos del noviciado, por fiesta nacional el maestro nos permitió visitar la ciudad de manera deliberada; eran las 19 hrs. y un novicio no llegaba. Pasó la cena y comenzamos a preocuparnos, al salir de la oración de completas  (21 hrs) el novicio llegó muy contento. A nuestras preguntas, respondió: “es fiesta nacional, hoy no se reza, ya rezamos todos los días”. El maestro le dijo: “¿esta nación se cae por la corrupción y crees que no necesitamos rezar?”. Nunca más tuvimos días libres, se ajustaron las lecturas espirituales y también los cursos de realidad nacional. Mi compañero novicio se ríe todavía y, como entenderás, sigue rezando “a tiempo y a destiempo” 

Que este día de la esperanza, pienses en las alegrías que traen los frutos del amor y la justicia. Entonces, alegres, 
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 “estén siempre preparados, porque a la hora que menos piensen viene el Hijo del Hombre”


Homilía y Reflexión, 


Lectura del santo Evangelio según san Mateo 24, 37-44

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.
En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán.
Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».

Francisco de Zurbarán (1598-1664) fue un eximio pintor del barroco español. Algunos rasgos de su estilo fueron la resistencia a la perspectiva y la proyección geométrica del Renacimiento y la falta de coherencia espacial, que arrojaron como resultado espacios que carecían de profundidad y orden. Todos estos aspectos fueron compensados por el sobrio realismo con que logró plasmar los diferentes objetos, la forma expresiva con la que caracterizó los rostros de los personajes y la intuición para utilizar colores que se consideraban contrarios pero que el pintor lograba armonizar.
Todas estas cualidades se traslucen en su «Adoración de los pastores» donde el artista logra confeccionar un ambiente oscuro y misterioso. La luz parte del Niño Jesús y alumbra la escena mientras la Virgen María descubre suavemente el paño que lo envuelve para que los pastores y ángeles lo adoren. Todos los personajes visten ropajes humildes que sirven de marco para la situación, mientras los objetos cotidianos como jarros y canastas otorgan realismo al suceso.

«La adoración de los pastores» de Rembrandt

Rembrandt van Rijn (1606-1669) fue un genio de la pintura barroca holandesa. Se destacó frente a la mayor parte de los artistas holandeses que se especializaban en una temática particular, como retratos, paisajes, etc., practicando todas las modalidades, incluso los temas religiosos, pese a ser rechazados por el protestantismo. Dentro de este último género se inclinó por las escenas bíblicas, que le permitían expresar mejor los graves problemas del alma humana.
La pintura de Rembrandt es de una enorme sensibilidad y se basa en los efectos de la luz y las sombras graves y profundas en las que se pierden los límites del espacio. Esta cualidad se manifiesta en su «Adoración de los pastores» de 1646, en la que apenas se logran distinguir las figuras que componen la escena. La escasa luz que alumbra el establo está focalizada sobre el Niño Jesús y contribuye a subrayar la atmósfera de intimidad. A su alrededor la Virgen María, san José y los pastores observan con devoción al pequeño. En la pintura se revela que el pintor es amante de los efectos nocturnos.
https://catholic-link.com/10-pinturas-bellas-navidad/

Homilía y Reflexión, 

domingo, 24 de noviembre de 2019

poesía. Dimas: "No me olvides".


“No me olvides”

Hoy mismo me robaste el corazón, 
tu paraíso me llegó en tu pasión.

Mis venas quedan ya vacías esta tarde,
Mis esperanzas han muerto,
estos golpes y gritos, fríos como nieve,
golpean mis recuerdos, mi vicio,
muy dentro la voz cálida de mi madre,
talvez la fragilidad de algún hijo,
quizá, la pena impotente de mi padre,
los tragos añejos de un encanto,
y esas voces cercanas disturbándome.

Hoy mismo me robaste el corazón, 
tu paraíso me llegó en tu pasión.

Abro mis ojos para lanzar mis palabras,
Me indigna el coro de burlas macabras,
No temes a este Dios, por qué no te callas,
camarada, él es justo y nosotros, canallas.
La muerte tornará para reyes y guardias,
“Señor, no me olvides” En tu reino salvas.

Hoy mismo me robaste el corazón, 
tu paraíso me llegó en tu pasión.

Estoy muriendo, pensaba: esta vida ya se acaba.
Y en esta cruz, te encuentro, mira bien mi alma,
Las burlas y vinagre no te detienen y me salvas;
Hoy mi vida es eterna, de ese reino tú predicabas.

Hoy mismo me robaste el corazón, 
tu paraíso me llegó en tu pasión.

Aunque presumiera de robarte la salvación,
tú, misericordioso, me robaste el corazón;
te reconozco nuestro Rey y yo soy ese ladrón,
compañeros crucificados,  amas la conversión.

Hoy mismo me robaste el corazón, 
tu paraíso me llegó en tu pasión.

Literatura/ Poesía
(Autor: Laepi) (Calle 7)


* Jesús y el buen ladrón en la cruz. Tiziano (1563).
El Buen Ladrón, conocido como San Dimas, fue el primer santo de la historia de la Iglesia. Este fue crucificado a la derecha de Jesucristo, al cual reconoció como Hijo de Dios diciendo: “Acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino”, y Cristo le prometió algo que a nadie más: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lucas 23, 39-43).


Literatura/ Poesía
(Autor: Laepi) (Calle 7)

sábado, 23 de noviembre de 2019

XXXIV Domingo del tiempo ordinario (C): Jesucristo, Rey del Universo, "hoy estarás conmigo en el paraíso”

Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”

¿Por qué se dice que Jesús es el Rey del Universo? La iglesia celebra la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo el último domingo del Tiempo Ordinario como una oportunidad para apelar a su misericordia ya que tiene la palabra definitiva para la vida

Cristo Rey
Crucifixión de Jesucristo. Cranach, Lucas, el viejo.*

C

XXXIV Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)
Homilía y Reflexión


Este ladrón logró “robarse” la salvación el último minuto de su vida. Tú y yo quisiéramos saber cómo lo hizo. Y aunque parezca contradictorio, es como un modelo de cómo avivar la esperanza, reconocer al verdadero Rey.

El ladrón reconoce las barbaridades cometidas en su vida y siente que la justicia le ha capturado y lo eliminará como a una escoria social. Este ladrón, sin posibilidad de escapar, habrá querido tener silencio los últimos minutos de su vida, hacer su oración, encomendarse a todos los santos, al Dios de los cielos; y de pronto, la bulla lo atormenta, las burlas de su compañero sobrepasan su paciencia, lo enfrenta y abre los ojos para reconocer al Dios que está tan cerca, es su compañero en la muerte o de “suplicio”, y en esos minutos ya va faltando el oxigenó, desangrado hace esta petición, propia para nosotros: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.»

Los tres en la cruz, expuestos a las murmuraciones. Los dos ladrones como escarmiento. Y Jesús, con un slogan errado, sin ganas de corregirlo, “lo escrito, escrito está”: INRI. Jesús es el centro de las burlas, de las miradas vigilantes, no quieren que se imponga ese modelo de Rey, matando al Rey quieren asegurarse de que el reino de la justicia y el amor sea una farsa. El ladrón, se sigue burlando, se pone del lado de las autoridades y soldados, lo trata a Jesús como a un tonto o mentiroso: “Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”, sus palabras parecen seguidas de carcajadas, quiere ser simpático con sus matones y parece despreciable. 

Este ladrón y “burlón”, está renegando de su suerte, los clavos no le han hecho pensar en la oportunidad de su vida; recibe una catequesis y un fuerte llamado a la conversión. El “buen ladrón” le está exponiendo la justicia de los hombres y también la de Dios. El 2burlón” tiene la oportunidad de estar del lado de las víctimas y se ha convertido en victimario de su propia vida, una realidad no lejana para soldados y autoridades. “¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada.

Estos últimos minutos dolorosos y eternos, quizá sublimes, dependerá del ladrón, y de manera especial de Jesús. El rey, burlado y desangrado, sólo le queda oxigeno para escuchar, mirar a los ojos y salvar. El Reino de Dios predicado ha comenzado a tener un trono contradictorio al confortable de los reyes, el Rey insultado ha perdonado, los últimos minutos ya son eternos. Desde el trono de la cruz no posterga: “Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso”.

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 23,35-43

En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús, diciendo: «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido.» Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.» Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: «Éste es el rey de los judíos.» Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.» Pero el otro lo increpaba: «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada.» Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.» Jesús le respondió: «Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso.»
 Homilía y Reflexión, 
 *

Crucifixión de Cristo

Autor:
Origen:
Donación Hirsch (Quentin, Claudia Leonor Caraballo de- Hirsch, Sarah Saavedra Guani de- Caraballo, Octavio Alfredo y Hirsch, Mario). 1983
Fecha:
Comienzos del siglo XVI
Período:
Arte Siglo XII al Siglo XVIII
Escuela:
Alemana S.XVI
Técnica:
Óleo
Objeto:
Pintura
Estilo:
renacimiento
Género:
religioso
Soporte:
Sobre tabla
Medidas:
85,5 x 62 cm. - Marco: 100 x 75,5 cm.


sábado, 16 de noviembre de 2019

XXXIII Domingo del tiempo ordinario (C): La destrucción del templo, "Con su perseverancia salvarán sus almas"

"No quedará piedra sobre piedra"


Se refiere a la destrucción del templo, de las construcciones bellas, del orgullo y centro espiritual para los judíos. El auténtico centro no son los edificios, sino el corazón. Es una invitación a descubrir a Dios en el templo, en la fe y el arte que lo inspiraron.

Autor: POUSSIN NICOLAS Fecha 1638. Material: Oleo sobre lienzo. Estilo: Barroco Francés. Dimensiones :148 x 199 cm. Museo: Kunsthistorisches Museum

XXXIII Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)

Parece que esta vez Dios no está en el lindo templo, o no es el centro. Dios está hablando que esa belleza es pasajera, la autentica belleza es la piedra angular: Jesucristo.

La recuerdo como una persona optimista, ilusionada. Cada día se buscaba el pan, tenía sus padres, pero ella debía trabajar, era tan joven y juiciosa, a veces me avergonzaba de que yo no sea tan perseverante. La última vez que la vi, caminaba feliz, como llevando un trofeo, acariciaba a su bebé; por varios intentos no lograba tener un bebé; ella no se rindió, oró tanto a Dios y pidió las oraciones de sus amigos para recibir lo que ella llama: “el gran premio de Dios”.

He visitado muchos templos, procuro tener un pequeño momento de oración. En algunos, como otro turista, admiro la historia, el tamaño, la distribución, etc. He caminado tratando de decodificar el mensaje catequético del artista. Aunque la cultura es muy importante, hay una pregunta que me flecha: ¿descubrimos la presencia de Dios en el templo? Los rastros de su amor son claros, pero la presencia de él. Son lugares sagrados de este mundo caduco disponibles para contemplar la sed de eternidad, el amor a los eterno, las ansias de la superación de la muerte.

Recuerda, llegaron las tribulaciones a tu vida, pero no el final, como aquellos templos, sobrevivieron los egoísmos, tú puedes testimoniar la perseverancia en la fe.  “Pero Yahveh dijo a Samuel: (...) La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero Yahveh mira el corazón» (1 Sam. 16, 7).

Nuestras oraciones suelen acompañar situaciones personales y sociales. Donde está Dios, de seguro el corazón, la mente y la inteligencia emocional podrán conducirnos a la comunión.

En la vida hay luchas interminables, pero no se debe bajar la guardia. Seamos vigilantes, cuidado nos vendan “gato por liebre”.

Por ejemplo, la lucha que han emprendido los campesinos de San Francisco Vicentillo, la Culebra, de El Seibo (República Dominicana) es una lección de perseverancia. Por años vienen reclamando dignidad, una noche les sacaron con violencia de sus casas y tierras. Fray Miguel Ángel Gullón, O.P. consecuente misionero en la búsqueda del Reino y su justicia, respalda y acompaña en su lucha. La fe y la esperanza crecen, alzan su voz, cada día más fuerte. Aunque el poder es “un monstruo grande y pisa fuerte”, por el derecho a la tierra, los campesinos del Seibo seguirán peregrinando.

En el Perú, 15 de noviembre (2013), año 2013, ocho periodistas interpusieron una acción de amparo para evitar la concentración de medios, de acuerdo al articulo 61 de a Carta Magna. Durante 6 años el juez encargado no ha respondido. El grupo empresarial sigue concentrando el 80% de lectoría y publicidad de prensa escrita y por el momento sólo queda levantar la voz en el desierto judicial e insistir, como la viuda ante el juez injusto, hasta el aburrimiento.

Puedo terminar con una historia: un sacerdote misionero que regresaba a casa después de muchos años, contento de su labor y anhelaba tanto encontrar a su familia y amigos. Al llegar al aeropuerto de su ciudad había mucha gente esperando con carteles y músicos, era una fiesta. Salió con su maleta llena de expectativas, porque en la misión solo podía completar para los pasajes. Miró atentamente, la fiesta era para el artista de moda, a él no le esperaba nadie. Entonces, en su tristeza, le dijo a Jesús: “Señor, nadie ha venido a buscarme, a pesar de todo mi trabajo salvando vidas”. Jesús, respondió: “hijo, todavía no has llegado a casa”. Es decir, nuestra casa está más allá de estos fríos edificios y alienante fama. 

Entonces, mira el futuro, sin dejar de trabajar hoy; el futuro es sólo una especulación, el presente es una realidad. Ilusiónate con las mejores metas, pero no dejes de realizar las más pequeñas. Vive hoy como Dios quiere. Sobre la señal de la destrucción, sólo abre los ojos, antes todavía tienes la vida, persevera en tu fe, Dios haga su voluntad, cuidado te engañen.   

Cada uno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis representa diferentes aspectos de la limpieza de la tierra, por el pintor ruso Viktor Vasnetsov








 Homilia y Reflexión

 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 5-19

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo:
–Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.
Ellos le preguntaron:
–Maestro, ¿cuándo va a ser éso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?
El contestó:
–Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usando mi nombre diciendo: «Yo soy» o bien «el momento está cerca»; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.
Luego les dijo:
–Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio.
Haced propósito de no preparar vuestra defensa: porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá: con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.





Esta obra fue encargada por el Cardenal Barberini, quien había de remitirla en 1638 al conde de Eggenberg, embajador del Sacro Imperio ante el pontífice Urbano VIII, con destino al emperador Fernando III. La tela está firmada, lo cual es inusual, como puede verse en el borde del segundo escudo, a la derecha: "NI.PUSIN FEC(it)". Poussin ya había representado el asunto doce años antes para el mismo Barberini, lienzo que terminó en manos del poderoso Richelieu. La escena está tomada de la historia del romano judío Flavio Josefo, sus "Antigüedades Judaicas". Poussin sitúa el suceso ante la columnata del Templo. En el contexto de las guerras judaicas, a fines del siglo I, el emperador Tito (cuyo signo distintivo es el caballo blanco en que aparece montado), derrota a los habitantes de Jerusalén y ordena una feroz represión. Por ello, el suelo aparece sembrado de cabezas y cuerpos de civiles. El gesto de Tito corresponde a otro pasaje de Flavio Josefo. El victorioso Tito, que había tratado de salvar de la destrucción al Templo, llega tarde para evitar que las llamas se alcen desde su interior. La arquitectura, fiel al gusto de arqueólogo de Poussin, está representada con sumo detalle, cooperando a su juego equilibrado de perspectivas. De este modo, su rigor matemático atempera la crueldad de la escena. En cuanto al fin último de la obra, ¿era una advertencia del Pontífice sobre el poder de Dios ante los monarcas de la tierra?

domingo, 10 de noviembre de 2019

XXXII Domingo del tiempo ordinario (C). Los saduceos y la Resurrección

“ No es Dios de muertos sino de vivos ”

Para hablar de la resurrección, la trama de la controversia está en conocer a los Saduceos, Eran conservadores y mantenían una postura estricta en cuanto a la interpretación de la Torá (la ley judía escrita), rechazando cualquier interpretación oral o tradicional de la misma.


Jesús y los saduceos
Pintura antigua. La resurrección. Escuela Española

XXXII Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)

domingo, 3 de noviembre de 2019

Zaqueo y Jesús Poesía: amigo, somos hijos de Abraham

"Hoy quiero quedarme en tu corazón"

La historia de Zaqueo puede cautivar por su sencillez y su perseverancia por encontrarse por Jesús, termina siendo llamado a ser parte de los seguidores de Jesús y a vivir una experiencia de conversión y salvación.


Murillo y Justino de Neve. El arte de la amistad. Museo Nacional del Prado. Madrid. 26/06/2012 - 30/09/2012


El mar, los caminos, el oro, la oliva,
Aroman Jericó y ávidos corazones;
Crece la bolsa y la balanza se inclina,
En un flujo de ira y tantas decepciones.

Y yo, disfruto de mi puesto, lo puedes ver,
Y finjo alegría, no ves, escondo el dolor,
Me desprecian, a veces injusto llego a ser,
si tu bolsillo está gastado, de eso soy gestor.

Y yo, pequeño tirano, te distingo lejos en el fulgor,
La gente me pisa con su desprecio, me desoriento,
Un árbol trepo, te veo, digo: ¿serás tú mi salvador?
¿De mi pequeñez, mi avaricia y de este sentimiento?

Cual águila sigo tu paso, sin saber, ya me tenías el camino,
Como cazador te busco, sin saber, ya me has encontrado,
Y yo, man business reparo, sin saber, la gracia del Verbo,
Perseguido por esta tristeza, sin saber, hoy me has alegrado.

Y yo, salto de este árbol, algo grande acontece,
Y para ellos, tu presencia mi vida no merece,
Tu amistad me trae de vuelta, mi corazón crece,
Mi casa es tu casa, y si la tuya es mía, a nadie le pese.

Señor, y yo, pido el perdón, tuyo y el de aquel pobre,
Le robé cada cobre, le dejé sin pan y sin aceite,
Impuestos y murmuraciones, excluido y rebelde,
 Y si somos Hijos de Abraham, eso más importante. 


Francisco Laso, peruano (1823-1869) "Las Tres Razas"

Literatura/ Poesía
(Autor: Laepi) (Calle 7) 

Antoine de Saint-Exupéry (autor del Principito)

Amigo mío, tengo tanta necesidad de tu amistad. Tengo sed de un compañero que respete en mí, por encima de los litigios de la razón, el peregrino de aquel fuego.

A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el calor prometido Y descansar, más allá de mi mismo, en esa cita que será la nuestra.

Hallo la paz. Más allá de mis palabras torpes, más allá de los razonamientos que me pueden engañar, tú consideras en mí, simplemente al Hombre, tú honras en mí al embajador de creencias, de costumbres, de amores particulares.

Si difiero de ti, lejos de menoscabarte te engrandezco. Me interrogas como se interroga al viajero,

Yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido, me siento puro en ti y voy hacia ti. Tengo necesidad de ir allí donde soy puro.

Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas las que te informaron acerca de lo que soy, sino que la aceptación de quien soy te ha hecho, necesariamente, indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas.

Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy. ¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga?

Si todavía combato, combatiré un poco por ti. Tengo necesidad de ti. Tengo necesidad de ayudarte a vivir.


Literatura/ Poesía

San Lucas 19, 1-10

En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
–Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.
El bajó en seguida, y lo recibió muy contento.
Al ver ésto, todos murmuraban diciendo:
–Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.
Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor:
–Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.
Jesús le contestó:
–Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido