sábado, 30 de mayo de 2020

Domingo de Pentecostés

¡Ven Espíritu Santo!

 
De Juan Bautista Maíno, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8482707

El les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que Yo les he dicho” (Jn. 16, 12 y 14, 26)

Homilía y Reflexión
Pentecostés
Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)

“¡Ven Espíritu Santo! Por favor, te lo pido, por qué andas tan silencioso y escondido, mi corazón como tierra reseca necesita de tus aguas vivas.” 
Esta es mi oración en Pentecostés, porque no quisiera celebrar la fiesta como una Navidad sin Jesús.

Los discípulos, durante su vida con Jesús en la tierra, están animados, prendidos por la fuerza de la Palabra de Dios. Sin embargo, la muerte de Jesús les causa decepción y tristeza. Después, se abren las esperanzas con los testimonios de las apariciones del resucitado. En seguida, van confirmando la Resurrección, pero especialmente, fortalecen su entusiasmo en Pentecostés con el envío misionero.

Y ahora, necesitamos una “ayudadita” de ese “Espíritu de la Verdad”. A continuación, trataré de hacer un acercamiento humilde:

Les cambia la vida a los apóstoles. El miedo y la tristeza son superados gracias a las palabras de Jesús: “Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo”. Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”.

La experiencia es comunitaria y personal. Jesús envía su Espíritu en medio de una comunidad con gente de diversos lugares y por tanto se necesita ser tolerante y comprensivo. Los idiomas son distintos, pero el lenguaje de alabar y agradecer a Dios, el de sintonizar, el de admirar, del entendimiento. Lo grande para Dios es que la sociedad multicultural se entienda. (Cfr. Hechos, 2, 1-11).

Romper el egoísmo y generar solidaridad. Cada ser humano tiene dones maravillosos, gracias a ellos hemos escuchado canciones, leído novelas y visto audiovisuales de la genialidad humana. Y con escándalo, todavía necesitamos superar el egoísmo en las familias, en las comunidades religiosas y en cada país. No vale buscar la diversidad sin la unidad, ni la unidad sin la diversidad.

Sanarse con el perdón. “el hombre es el lobo del hombre” decía un filósofo expresando la crueldad humana. Pedimos el espíritu del perdón al Hombre que libero a la humanidad, Jesucristo. Sin el perdón, hoy las familias incrementan la violencia. Sin el perdón nuestro corazón se atrofia y nuestros sufrimientos son estúpidos. Necesitamos del espíritu del perdón y del amor cada día, para iniciar, reiniciar,… Con la alegría de los apóstoles.

El Espíritu de la alegría. Reconocer a Jesús en el camino de Emaús causa tanta alegría. Hablar con Jesús aquella mañana triste iluminó la vida de las mujeres en el sepulcro. La alegría de Pedro y de Juan al comprender que todo ya tiene sentido. La confesión de fe de Tomás, “Señor mío, Dios mío”. La alegría de comprenderse en sus idiomas naturales en Pentecostés. La alegría de la madre a desatar los secretos de su corazón.

 Gracias a esa alegría generada por el Espíritu, la misión sigue provocándonos, nuestros corazones tienen esperanza y nuestros caminos necesitan de gente como tú. Al leer esta reflexión estás uniéndote a mi oración:

“¡Ven Espíritu Santo! Por favor, te lo pedimos, por qué andas tan silencioso y escondido, nuestros corazones como tierra reseca necesitan de tus aguas vivas.”

Homilía y Reflexión

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Homilía y Reflexión

54 Jornada Mundial de las Comunicaciones

Mensaje del santo padre Francisco para la 54 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Resumen

La Jornada Mundial de las Comunicaciones se celebra reflexionando y orando el papel de los comunicadores. El 2020 el Papa Francisco dedica su mensaje a la “narración” invitando a “respirar la verdad de las buenas historias”. En este sentido el lema es: “Para que cuentes a tus hijos y a tus nietos” (Ex 10:2) La vida se hace historia”.

El Papa plantea la misión del comunicador para tejer la historia de la humanidad. Y va precisando en 5 puntos, teniendo como referencia la tentación en el Edén (Ref. Gen. 3).

1. Tejer historias: el hambre de la historia fluye y ayudan a plasmar convicciones y comportamientos, incluso a comprender quiénes somos. El tejido de la historia muestra referentes y motivadores de la vida, aunque tiene la tentación de contar mentiras o tejer el mal.

2. No todas las historias son buenas, y algunas rompen los hilos de la convivencia, despojan al hombre de su dignidad, manipulan (deepfake). Ante ello necesitamos de la sabiduría que ayude a encontrar las verdaderas novedades en la vida cotidiana.

3. La Historia de las historias. Llamados a seguir tejiendo las historias de la obra admirable que es la persona humana, la historia de amor entre Dios y la humanidad. El comunicador cuenta y graba los episodios que han dado sentido a lo sucedido. Ya Jesús lo hizo narrando parábolas para transformar la historia.

4. Una historia que se renueva.  Las historias se escriben no sobre piedras sino sobre corazones de carne. Cada uno de nosotros conoce diferentes historias que huelen a Evangelio, que han dado testimonio del Amor que transforma la vida. Estas historias requieren que se las comparta, se las cuente y se las haga vivir en todas las épocas, con todos los lenguajes y por todos los medios.

5. Una historia que nos renueva. Al leer las historias las vemos reflejadas en la nuestra. La historia en la que triunfa el amor, la misericordia. Es una historia que la necesitamos todos, conocerla para cambiar. Esta historia es la nuestra, de dónde venimos, a dónde vamos, quiénes somos a los ojos de Dios, cómo el Espíritu va transformando los corazones dóciles y duros.  

Modelo de comunicadora: María, madre de Dios.

“Nos encomendamos a una mujer que tejió la humanidad de Dios en su seno y —dice el Evangelio— entretejió todo lo que le sucedía. La Virgen María lo guardaba todo, meditándolo en su corazón (cf. Lc 2,19). Pidamos ayuda a aquella que supo deshacer los nudos de la vida con la fuerza suave del amor”:

Oh María, mujer y madre, tú tejiste en tu seno la Palabra divina, tú narraste con tu vida las obras magníficas de Dios. Escucha nuestras historias, guárdalas en tu corazón y haz tuyas esas historias que nadie quiere escuchar. Enséñanos a reconocer el hilo bueno que guía la historia. Mira el cúmulo de nudos en que se ha enredado nuestra vida, paralizando nuestra memoria. Tus manos delicadas pueden deshacer cualquier nudo. Mujer del Espíritu, madre de la confianza, inspíranos también a nosotros. Ayúdanos a construir historias de paz, historias de futuro. Y muéstranos el camino para recorrerlas juntos.

(Roma, junto a San Juan de Letrán, 24 de enero de 2020, fiesta de san Francisco de Sales).

⤋Lea el mensaje completo.




sábado, 23 de mayo de 2020

Pascua VII, A: Ascensión del Señor Jesús

Eres testigo

¿Qué haces mirando al cielo?

Ascensión del Señor (Antonio Lanchares).jpg



 VII Domingo de Pascua
Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)

 Homilía y Reflexión,
Somos testigos de cómo la amenaza de la muerte nos ha ido mostrando nuestros límites. La pandemia de carencias. Cuando la desesperación puede más, el valor simbólico de la Ascensión, es para nosotros la clave de nuestra esperanza. Como dice el Papa Francisco:"testigos generosos de Cristo Resucitado", conscientes de que El, yendo al cielo, no abandona a nadie, de hecho "siempre está con nosotros y nos apoya en el camino". (Ed Langlois /Catholic Sentinel).

Somos testigos de las estadísticas de contagiados, recuperados, agravados, muertos, desobedientes, desempleados, … ¿Miramos al cielo y queremos que llegue el Espíritu Santo y nos regale mayor sabiduría para identificar las verdades, la tercera verdad de los intereses reales?

Somos testigos de cómo la corrupción da de comer gorgojos a los pobres. De cómo, en plena pandemia, las empresas han monopolizado los medicamentos, los bancos no son solidarios, y los políticos se tapan la boca. ¿Miramos al cielo y olvidamos, o recordamos las enseñanzas de Jesús ante las injusticias, y qué haremos?

Somos testigos del dolor de los familiares de los muertos por Coronavirus, de la soledad de los ancianos, de la violencia familiar, de las manifestaciones del estrés en adolecentes y jóvenes, del sentimiento de miseria, de la necesidad de unión y solidaridad dentro de las familias, … ¿Miramos al cielo, y nos replanteamos la vida, la familia y contaminamos con el amor que Jesús nos enseñó, estamos ya convencidos de ello?

El éxtasis colectivo de los discípulos fue despertado por unas palabras que nos marcan la misión. Y la esperanza nos dé el optimismo de pentecostés: una sociedad de iguales, con mejores servicios públicos, entusiasmada por la misión de mejorar su casa común; unos líderes y científicos responsables que plantean nuevos modelos de desarrollo y cuestionan el actual modelo de globalización. Una iglesia convencida de su mensaje, entusiasta y segura de la presencia de Jesucristo en su trabajo pastoral cotidiano.

Los cuarenta días, la cuarentena sirva para el aprendizaje integral de mejores humanos, hijos de Dios, ciudadanos, personas de buen corazón. ¿tienes proyecto de vida? ¿tienes nuevo proyecto pastoral? El cielo existe, pero primero trabajemos por los demás, sin miedo, Jesús nos prometió un lugar y no nos abandonará (Jn14,2-3). Buena jornada, testigo, el mundo te espera y le entusiasma “ser discípulo”. Testimoniar.


Conclusión del santo evangelio según san Mateo 28, 16-20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».

Homilía y Reflexión,

sábado, 16 de mayo de 2020

Pascua VI,A: “ Que esté siempre con ustedes el Espíritu de la verdad ”

“No les dejaré huérfanos”

Pentecostés en una representación ortodoxa
Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=67995


VI Domingo de Pascua

Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A) 


¿Cómo se llama lo que está matando hoy a las personas? 


Las respuestas pueden ser diversas: Covid-19, guerra, corrupción, egoísmo, desobediencia, etc. Si te concentras en tu país: el sistema de salud, el sistema laboral y el sistema educativo. De esto no se salva ninguno, los más pomposos y soberbios terminaron igual con fosas comunes y/o encerrados. En este contexto, los gritos de esperanza parecen un autoconsuelo, un “resistiré”, el temor sigue, tanto como el de la muerte buscando su propia mascarilla. 

Replanteo la pregunta, a un mundo ansioso de “reconocimiento” y plagado de “invisibles”, normativo de sus fronteras y con “manías” globales, seguro de su desarrollo pero estupefacto ante sus enfermedades. ¿Te da miedo tu mundo?

Disculpa mi persistencia, pero quiero replantearlo con más preguntas: ¿Se sigue vendiendo la Amazonia? ¿Los bancos cobran impuestos a los subsidios de los pobres? ¿Continúa el negocio de las armas? ¿Los políticos hacen campañas sobre los cadáveres de sus compatriotas? ¿Los servicios públicos cuestan mas caro para los pobres? ¿El gobierno ya tendrá planes para evitar excluidos?  Ahora sí, tus respuestas, ojalá, no sean temerarias.

A pesar de todas las pandemias, queremos que la muerte también recicle su mascarilla junto a los cientos de toneladas (artesanales y Made in China) que ahora vagan babosas por el mundo. Queremos sembrar esperanza y ésta fundarla en la fe. “para Dios la vida nunca muere” (Papa Francisco. La vida después de la Pandemia).

El Covid-19 afecta sin discriminación. Y juntos, sin excepción, estamos llamados a sembrar esperanza. Seguimos vivos y quizá mañana nos atrape la muerte. Y vivimos, aunque parece que la muerte ha ido haciendo invisible la efectividad del Espíritu, la generosidad del amor. Sin amor, el ser humano ya está muerto. Por eso, si amas, vives y si te encanta vivir abundantemente, tienes esperanza y pasión por la justicia. ¿Y si le falta el amor a los políticos, empresarios, a mi, a ti, …?

En definitiva, entiendo que somos unos discípulos turbados. Y ahora, son oportunas las palabras: 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
“Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque. no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él”. (Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 15-21).


➽Homilía y Reflexión:

Te puede ayudar en la Lectio Divina: 



Homilia (Resumen de homilia)


Ya se encuentra disponible la versión en español del libro publicado por la Librería Editora Vaticana que recoge ocho intervenciones del Papa Francisco en los primeros meses del año marcados la pandemia de coronavirus.


La lectura es guiada por el prefacio del cardenal Michael Czerny, subsecretario de la Sección de Migrantes del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que ilustra el pensamiento unitario del Pontífice, su visión del futuro de la humanidad, lleno de amor y esperanza.
La vita dopo la Pandemia (Pdf)
Descargar libro del Papa Francisco en pdf : 

La vida después de la Pandemia (español)

La vita dopo la Pandemia (Pdf italiano)
Homilía y Reflexión

miércoles, 13 de mayo de 2020

El mensaje de la Virgen en sus apariciones a los niños en Fátima

Nuestra Señora de Fátima

Fátima

Fray Manuel Gonzalo Rivero, O.P. desde la Catedral de Saint-Denis, saludó a sus seguidores en su Facebook: "Bonita fiesta de Nuestra Señora de Fátima", y destaca el poder de la oración. Con su autorización presentó esta traducción del Francés.

El poder de la oración

El padre. Manuel Rivero O.P. Catedral de Saint-Denis 
¿Cómo defines la vida? ¿Cómo definir la realidad? Michel Henry (+2002), que dejó su huella en la filosofía contemporánea, llamó "los nuevos bárbaros" a aquellos que reducen la realidad a lo cuantificable. 

La historia del hombre contradice regularmente a aquellos que excluyen de la vida el poder de la oración. La fe en Dios manifestada en el acto supremo de la oración es uno de los parámetros y variables que actúan en el mundo.

Aquellos que se han burlado de ella a menudo se han decepcionado. Aquellos que han confiado en la oración han recibido maravillosas gracias para el asombro de los escépticos. 

Lejos de ser una droga blanda o una muleta para los débiles, la oración se manifiesta como una revuelta contra la disminución de la grandeza de la persona humana llamada a compartir la vida de Dios. "Capax Dei", "capaz de recibir a Dios", el hombre supera sus medios al recibir la gracia divina.

Las apariciones de Nuestra Señora de Fátima


En este mes de mayo, "el mes de María, el mes más bello", la Iglesia recuerda las apariciones de Fátima en 1917 a tres niños, pastores de la campiña portuguesa: Lucía, de 10 años, Francisco, de 9 años, Jacinta, de 7 años.

Recordemos que nuestro santo Papa Juan Pablo II, víctima de un grave atentado el 13 de mayo de 1981, pidió que se colocara la bala que había atravesado su cuerpo en la corona de Nuestra Señora de Fátima, en señal de gratitud. 

¿Cuál es el mensaje de Fátima?
Las apariciones de la Virgen fueron precedidas por las apariciones de un ángel que se dirigió a los tres niños, haciéndoles repetir esta oración: "Dios mío, creo en ti, te adoro, espero en ti y te amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman". 

También les pidió que ofrecieran oraciones y sacrificios al Señor, evocando la misericordia de los corazones de Jesús y María hacia ellos. 

El 13 de mayo de 1917, Nuestra Señora se les apareció, vestida de blanco, más brillante que el sol. Les pidió que fueran a Cova da Iria seis meses seguidos el 13 de cada mes a la misma hora. La Virgen los insta a rezar: "Rezar el Rosario todos los días para obtener la paz para el mundo y el fin de la guerra"

El 13 de junio de 1917, Nuestra Señora reveló a los niños que Jesús quiere establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María. Este Corazón de María está rodeado de espinas, símbolo de los pecados de los hombres. 

El 13 de julio de 1917, Nuestra Señora pidió la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. También dio una nueva oración que se añadirá al Rosario: "Oh Jesús mío, perdónanos, sálvanos del fuego del infierno; lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a las más necesitadas".

El 13 de octubre de 1917, un sábado, Nuestra Señora pidió que se construyera una capilla en su honor, diciendo: "Soy Nuestra Señora del Rosario. Quería que se rezara el Rosario todos los días. Ese día tuvo lugar el milagro del sol anunciado cuatro meses antes. El sol se giró sobre sí mismo tres veces, lanzando rayos de luz por todos lados. 

Pandemia de Coronavirus (covid-19)

En este tiempo de pandemia, el Papa Francisco exhortó a los fieles a rezar a Jesús que vive con su madre, la Virgen María, recorriendo los misterios del Rosario (gozoso, luminoso, doloroso y glorioso) que iluminan el misterio de cada hombre.

Además, debido a la pandemia de Coronavirus que está enlutando al mundo, el Alto Comité de la Fraternidad Humana ha llamado a todos los líderes religiosos a un día de oración el 14 de mayo de 2020.

Este Alto Comité nació del Documento de Abu Dhabi sobre la Hermandad Humana, para la Paz Mundial y la Convivencia Común, firmado el 4 de febrero de 2019 por el Papa Francisco y el Gran Iman de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyib.

Como dijo el cardenal Jean-Louis Tauran (+2018): "Las religiones son parte de la solución, no parte del problema»
Foto: Inmaculado Corazón de María (Córcega). 

Iglesia y Sociedad,

domingo, 10 de mayo de 2020

Poesía a mi madre: Mila Silva Zelada

¡Feliz día mamá, madre, mami!

Victoriano Abanto y Maximila Silva. San Marcos 2018.


Querida mamá, hoy te abrazo con la fuerza del amor,
Querida madre, hoy te beso como cuando yo era un bebé,
Querida mami, hoy te saludo con la seguridad de tu confianza.

Querida mamá, valoro tu vida, tus consejos y tu perseverancia,
Querida madre, recuerdo cada palabra y consejo de la vida,
Querida mami, celebro tu día con amor y miles de oraciones.

Querida mamá, perdona los malos momentos,
Querida madre, alégrate de nuestros buenos momentos,
Querida mami, celebra que te amamos cada día más. ¡Felicidades!



Literatura

Pascua V,a: "¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí?"

Jesús es: el camino, la verdad y la vida

¡Necesitamos de estas pandemias!

De El Greco - 7QFG_T532yg-_A en el Instituto Cultural de Google resolución máxima, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=21865874

Homilía y Reflexión,
V Domingo de Pascua
Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)

El camino es “pandemia de la solidaridad” porque sin la verdad de la ciencia y la de la fe la vida pierde oxígeno. Gracias a la solidaridad el Covid-19 no ha herido tanto los corazones de ancianos y vulnerables. ¿Y dónde quedará la multiplicación de los panes?

El camino es la “pandemia de la fraternidad” porque sin la inteligencia emocional la vida se hace corrosiva. Sin la calidad humana y sin la verdad científica el Coronavirus tendrá la vacuna más cara y las pandemias llegarán más amenazantes. ¿Y dónde quedará el amor?

El camino es la “pandemia de la servicio” porque sin la honradez la corrupción mata a los pobres con pausas y en las tinieblas y la vida se hace injusta. Sin la honradez, la economía seguirá manipulando la política y éstos a los medios de comunicación y así la cadena nos trasladará a ser prisioneros de falsas noticias. ¿Y dónde quedará el lavatorio de pies?

El camino es la “pandemia del respeto” porque sin la tolerancia no nos entendemos y la vida se llena de traumas insuperables y las estadísticas de suicidio juvenil crecen. Sin la tolerancia las minorías serán mayorías y las heridas el cáncer social con mucho dolor. ¿Y dónde quedará el amor a los distintos?

El camino es la “pandemia del diálogo” porque las decisiones verticales te llevan a clasificar “perdedores” y “ganadores”. Ni Jesús se hace camino por su cuenta propia sino la de su Padre. Sin el diálogo crecerán los “invisibles” en las comunidades y los divorcios en las familias. ¿Y dónde quedará tu ofrenda?

El camino es la “pandemia del perdón” porque el odio hace de tu vida resentida una pasión inútil. Sin el perdón, los que se sintieron amenazados serán la amenaza del futuro. ¿Y dónde quedará “yo te perdono”?

El camino es la “pandemia de la alegría” porque la tristeza encoge tu corazón y hace de tu vida una planta sobreviviente del desierto. Sin la alegría los demás sentimientos habrán muerto, y el amor a Dios será un palpitar deprimente. ¿Y dónde quedarán las Bodas de Caná?

El camino es la “pandemia de aceptarnos como somos” en nuestros aciertos y equivocaciones, porque sin la apertura al espíritu marginaremos y excluiremos. Entonces, los divorciados, los homosexuales, los migrantes,…”los pecadores” serán privados del punto de referencia de la misericordia de Dios. ¿Y dónde quedará Pentecostés?

El camino de “regreso a casa” es la esperanza en la fertilidad de la tierra porque la frialdad de la injusticia ha hecho que muchos carguen la maleta de excluidos y desamparados. 

El camino es “regresar a casa”, de allí de donde salimos, a donde vamos y donde estaremos: Dios.

El camino es “regresar a casa”, de allí de donde salimos cual hijos pródigos, a donde vamos cual hijos cumplidores y donde estaremos, a la mesa de una padre y madre que nos perdona y ama sin condiciones ni límites.

El camino es la “pandemia de la verdad”, somos la verdad, pero no la única. La verdad es la luz del camino, no somos el camino, pero sí compañeros en salida. Una vida, sin camino y sin verdad está en el cementerio o ya llegó a la verdad eterna. ¿Y dónde quedará Jesús, el camino, la verdad y la vida?

Homilía y Reflexión,


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 1-12
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre».

viernes, 8 de mayo de 2020

Poema: "A mi madre"





¡Oh, cuan lejos están aquellos días


en que cantando alegre y placentera,


jugando con mi negra cabellera, 


en tu blando regazo me dormías! 


¡Con que grato embeleso recojías 


la balbuciente frase pasajera 


que, por ser de mis labios la primera 


con maternal orgullo repetías! 


Hoy que de la vejez en el quebranto, 


mi barba se desata en blanco armiño, 


y contemplo la vida sin encanto, 


al recordar tu celestial cariño, 


de mis cansados ojos brota el llanto, 


porque, pensando en tí, me siento niño 


Un golpe dí con temblorosa mano 


sobre su tumba venerada y triste; 


y nadie respondió ... Llamé en vano 


porque ¡la madre de mi amor no existe! 


Volví a llamar, y del imperio frío 


se alzó una voz que dijo: ¡Si existe! 


Las madres, nunca mueren ... Hijo mío 


desde la tumba te vigilo triste ... 


¡Las madres, nunca mueren! 


Si dejan la envoltura terrenal, 


suben a Díos, en espiral de nubes... 


¡La madre, es inmortal!

Autor del poema: Vicente Riva Palacio
Literatura

martes, 5 de mayo de 2020

Oración: Las manos de Cristo (Pandemia en el Monasterio)

                                                                                                                                                                                                                         Literatura

EL TESTIMONIO DE NUESTRAS MANOS




El toque salvífico de Jesús lo podemos prolongar con nuestras manos:

Deben ser, como las de Cristo, 
serviciales, amistosas, generosas.

Deben estar, como las de Cristo,
 dispuestas por amor a dejar clavarse.

Deben abrirse, como las de Cristo,
 para repartir sin pedir nada a cambio.

Deben moverse, como las de Cristo,
 sin desesperar aunque parezcan no hacer nada.

Deben regalar, como las de Cristo, 
ofreciendo el ciento por uno.

Deben caminar, como las de Cristo, 
acogiendo y no juzgando.

Deben abrazar, como las de Cristo, 
perdonando y no llevando cuentas de atrás.

Deben utilizarse, como las de Cristo, 
para acompañar y no para condenar.

Deben emplearse, como las de Cristo,
 para sanar y no para guardarlas.

Deben sacarse, como las de Cristo, 
para enseñar y no para predicar.

Deben levantarse, como las de Cristo,
para bendecir y no para maldecir.

Deben ofrecerse, como las de Cristo, 
para empujar hacia el cielo sin olvidarse de la tierra.

Deben acariciar, como las de Cristo, 
para compartir sin esperar recompensa.

Deben airearse, como las de Cristo,
 para levantar y no para humillar.

Deben juntarse, como las de Cristo,
 para pregonar y no para ocultar.

Deben desplegarse, como las de Cristo,
para abrazar y no para odiar.

En la Pascua de Resurrección 
hay que hacer una firme promesa ante el Señor:
 ¡Aquí tienes mis manos, mis pies y mi voz 
para dar testimonio de tu resurrección!


Y ahora les decimos: 
¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡No la calles!
Con cariño fraternal.
Sus Hermanas:
Monasterio "Vble. Catalina de Jesús Herrera"
Guayaquil - Ecuador


Literatura


Esta oración está presentada por las monjas dominicas en medio de la Pandemia del Covid-19 que azota Ecuador.

Literatura