sábado, 31 de octubre de 2020

T.O. XXXI, A: Las bienaventuranzas. Todos Los Santos


Un mundano divino

Una divina mundanalidad

 

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Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)

Domingo XXXI Ordinario – Ciclo A (Mateo 23, 1-12) – 1 de noviembre de 2020

 

Tú vives acá, bajo el mismo sol, luna, aire, tempestad, … Pasan los años, tienes sentimientos, anhelos, y siempre el sueño de una “nueva humanidad”. Y, decides, a todo pulmón, realizar tus sueños, ser parte de las “personas buenas”.

 

Al ser parte de la construcción de una “nueva humanidad” sabes que no estás solo. Incluso, si por auto referencia te afanas en tu “propia humanidad” necesitas ser parte de: una comunidad, una familia, una sociedad.

 

En este valle de “dependencias” podrás caminar con tus propias piernas, pero sobre un camino, hacia un lugar donde te espera alguien. Eres libre de caminar a dónde quieras y con quien te dé la gana. Y te entusiasmas por los sueños de una nueva humanidad que también buscan sedientos los demás. Puedes correr, juntos, pero primero responde: ¿Qué le hace nueva a esa humanidad? ¿Quién te podrá acompañar?

 

¿El hombre es capaz de cometer horrorosas y terroríficas escenas? Sí. Pero tú decides usar bien tu inteligencia y tu corazón. Y te comprometes a trabajar para evitar todo tipo de violencia. Así, aseguras que mañana tus hijos puedan heredar la tierra en paz.

 

¿Mucha gente está llorando en este mismo momento? Sí. Pero tú decides limpiar lágrimas, consolarlos. Y te comprometes a evitarlas en los corazones inocentes, en los desnutridos y en los que están o se sienten más solos: enfermos y ancianos.

 

¿Muchas mujeres y migrantes son maltratados y víctimas de tráfico? Sí. Miles de ellos sólo significan millones para los traficantes. Y tú decides arriesgar tu vida para denunciar las injusticias, recuerda que los profetas nunca ven los frutos de su trabajo, no les interesa, pero responden a esa intuición, a su fe, a Dios. Mira Jesús y las vidas de los santos defensores de los pobres.

 

¿En tu casa sabes si alguien está triste, obsesionado, desesperado, …? Sí. NO. Allí comienza la “divina humanidad”. Allí puedes sacar brillo a: la mansedumbre, a la misericordia, a la limpieza de corazón, a la justicia, confianza, … Quizá, tú estás esperando una palabra, un abrazo, oxígeno fraterno, y obviamente, al gran Médico del alma.

 

¿Has descubierto a los santos y santas? Sí. No. Y decides identificarlos, valorarlos. Y te comprometes a la santidad, la “nueva humanidad”. ¡Feliz día! ¡procuraré que también nos veamos en el cielo! 

 

 

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12a

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».


domingo, 25 de octubre de 2020

TO XXX, A: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón”

Las 10 actitudes principales

 

Moisés recibiendo las Tablas de la Ley (pintado por João Zeferino da Costa, 1868)

XXX Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)

 


 

1.     Mirar. Si no miras a tu hermano que te habla, no finjas fijar tus ojos en Dios. Si Dios no es el foco de tus proyectos, tus esclavitudes, los pobres y los ricos, las llagas y las enfermedades en los pasos de tu camino, cómo peregrinar a la tierra de la verdadera libertad.

2.     Escuchar. El “shemá Israel”. Shemá Europa. Shemá América Latina. Shemá tú, yo. Porque quien escucha habla bien. Escucha el doble de lo que hablas. Quisiera promover una escuela de la escucha, quizá cada corazón tenga palabras transformadoras.

3.     Hablar. Nuestro primer desafío es lo que Dios hizo primero: la capacidad para traducir en acciones concretas las grandes intuiciones, en gestos significativos los latidos del corazón. Si hablas así, la autenticidad del ciego, del paralítico, de la viuda, … existen gracias a la Palabra salida de la boca del mismo Dios.

4.     Estate atento. Si estás atento a tus síntomas puedes identificar el Covid19, la gastritis, la baja de la hemoglobina, …Si estás atento al hermano posiblemente le salves del aislamiento. Atento a descubrir, no al sabio ni al que lo sabe todo en tu familia o comunidad, el sabiondo por lo general no quiere perder visibilidad, sino al hermano sobre la tierra, el que sufre las tristezas, las enfermedades y a veces sólo está físicamente.

5.     Comparte. Es posible compartir una sonrisa, un saludo, una palabra. También comparte lo que sabes, esto es difícil cuando inconscientemente terminamos mostrándonos como modelos. 

6.     Confía. ¿Si Dios no confiara en el hombre nos quedaría la esperanza y la fe? Cómo confías en Dios si no confías en las personas. Confiar no te convierte en incauto. Naturalmente, las injusticias y las decepciones de la vida quizá nos jugaron malas experiencias, pero nos han enseñado que sin la confianza no hay convivencia ni amistad auténtica.

7.     Sé libre. Las 613 leyes (365 prohibiciones y 248 prescripciones) tenían el objetivo de la perfección, muchas veces aparcada en el afán de controlar, de ejercer un poder religioso, de manipular conciencias. Cómo puedes ser fraterno si cada que hablas con tu hermana eres “la abuelita moralista”. Cómo puedes amar libremente si buscas que la otra persona sea lo que a ti te gusta, generando culpabilidades.

8.     Ora. Si eres una lumbrera intelectual te dará vergüenza decirlo. Si eres un santo no podrás presumirlo. Ambas son como el silencio, se pierden cuando las pronuncias. Es decir, eres un ser espiritual, y la clave de ésta es la oración.  

9.      Valorar. Las personas valoradas tienen rostros alegres, son parte de, viven con. Si no valoras a las personas estás sólo, con poca posibilidad de autoevaluación y superar. Recuerda, como únicos, todos tenemos algo para ser valorado. Si valoras a Dios, entonces te valoras y valoras a tu hermano.

10.  Amar: Si el amor viene de Dios, si te envuelve con el Espíritu Santo, entonces te mueve a mirar, escuchar, hablar, estar atento, compartir, confiar, ser libre, orar y valorar.

 

Finalmente te confieso, me falta trabajar en esta peregrinación al amor. Sí tienes alguna, agrégala. Con tu ayuda lo podré lograr, tus oraciones serán eficaces. Cuenta con las mías.

 


Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a
prueba:
«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?».
Él le dijo:
«“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”.
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».

sábado, 17 de octubre de 2020

TO, A, XXIX: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios ”

Dios no es dinero. El dinero no es Dios



XXIX Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)

 


 

No queremos que nos falte Dios, menos el dinero. ¡No seamos hipócritas! Mi boca está llena de plegarias a Dios para que no falte el trabajo y el dinero para cubrir las exigencias cotidianas. Y cuando tengo dinero me siento bendecido. Y si me falta el dinero oro a Dios para tener un mejor trabajo porque, ayer, hoy y mañana, todo se compra.

 

¿Tú crees que es justo pagar impuestos? O quizá debamos preguntar: ¿Es justo el manejo que dan a nuestros impuestos? La corrupción de los gobiernos en sus políticas económicas sigue, al estilo de los antiguos invasores, saqueando, sin importar el desarrollo de sus compatriotas. Éste tema es inagotable como las pocas soluciones que vemos.

 

El dios de los hipócritas

 

¿Tú crees que es legal pagar impuestos? Sí. Por ello, el mismo peso de la ley debe caer a los corruptos que hacen trampas para escapar. ¿Has escuchado del “vacío legal?

 

Durante la cuarentena se abrieron ofertas para ingresar a los museos más costosos, todos por Internet, con tarjeta de crédito. Los que no tenemos la “moneda electrónica” no nos beneficiamos con aquellas “ofertas” que chorrean en los correos. Ahora, imagino que estarás criticándome: ¿Cómo es posible que no tengas una tarjeta de crédito?

 

La razón es sencilla: no podemos escapar de este sistema de mercado. Miren cómo las plataformas y las redes está llena de pastores y pastoras pidiendo o exigiendo donaciones. El Papa está escandalizado de cómo algunos malos funcionarios se comen los fondos de los pobres. En justicia, todo obrero tiene derecho a su salario; sólo esperamos que éstos sean justos ante Dios y los hombres.

 

El dinero es una moneda para el intercambio. Con Dios no se negocia las penas ni los milagros. Dios no es dinero. El dinero no es Dios. No seamos hipócritas. 

 

La mala voluntad: conocían la ley de Dios y la del Cesar

 

Los religiosos conocían la ley divina del culto a un Dios celoso (Isaías 45,5) y tenían en su bolsillo la moneda del Cesar (“Tiberio César Augusto, hijo del divino Augusto”).  Esta escena les pone en evidencia: ¡tramposos!

 

Eran tibios críticos del imperio invasor, tenían claridad de la justicia y la ley, y por ello, les quemaba la conciencia (al menos a los de aquel tiempo) y reaccionaban contra Jesús. Es decir, piensan que la paz interior está en sacarse a Dios del camino, incluso llegan a matarlo, pero esos esfuerzos no les dio la libertad ni el culto verdadero.

 

 En este nivel, sólo vemos que, si estás entrampado entre la corrupción y el mal, no maldigas a Dios. Jesús, te pide regresar a Dios tu corazón, tus proyectos,… Dicho de otra manera, no puedes tener como alternativas a Dios o al dinero, no están en el mismo nivel, tu pregunta puede darte la respuesta.

 

En este tiempo de crisis sanitaria, volver a Dios, será poner los precios justos y no robar el dinero de quienes están clamando por un pan o un medicamento. Dar a Dios significará también ser solidario en todo nivel que se pueda con quienes lo necesitan tanto.

 

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 15-21

 

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta.


Le enviaron algunos discípulos suyos, con unos herodianos, y le dijeron:
«Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad, sin que te importe nadie, porque no te fijas en apariencias. Dinos, pues, qué opinas:
¿es lícito pagar impuesto al César o no?».

Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús:

«Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto».
Le presentaron un denario.

Él les preguntó:

«De quién son esta imagen y esta inscripción?».

Le respondieron:

«Del César».

Entonces les replicó:

«Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».

sábado, 10 de octubre de 2020

TO XXVIII, A: “Inviten a la boda a todos los que encuentren”

El banquete de los saciados

 

Aldersbach Pfarrkirche - Vorhalle 3 Fresko Mahl.jpg


XXVIII Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)


“Es fin de semana y el cuerpo lo sabe” solemos expresar como un anhelo de descanso, de vivir sin agenda y sin celular. Y entonces, siempre, aparece la pregunta: ¿Qué haré hoy? Ya quisiéramos obedecer a nuestras emociones (temporales). En seguida aparece otra pregunta: ¿Cómo aprovecho el tiempo hoy? En esa jerarquía de preferencias hacemos lo que personalmente nos es “justo y necesario”. Somos libres, a veces tontos, pero el “discernir” es ya el gran privilegio para superar nuestros complejos.

 

En este sentido, hoy estamos invitados a saborear el banquete de una boda. Cuando se casan los reyes y príncipes los invitados se sienten privilegiados. Son bodas lujosas y se gastan millones en la publicidad. En esa boda se forjan relaciones, negocios, fotos sociales, “clicks”, etc. Si un invitado desprecia dicha invitación es tomado como tonto y apático. 

 

Hoy, el evangelio de Mateo nos muestra el matrimonio de un Rey al que no acuden los “privilegiados” invitados. Por este motivo, la invitación se amplía a buenos y malos, pobres y ricos, extranjeros, famosos y anónimos.

 

Entonces, es fin de semana y estamos invitados al banquete de una fiesta del amor. Además, a una actitud donde la “cultura del encuentro” genera una mirada amplia de la vida, de la felicidad, del futuro, en el ámbito familiar y social. Es decir, en el encuentro de las diferencias, el intercambio de opiniones, puede superar los monólogos y la agresividad (cfr Fratelli Tutti 211)

 

De esta manera, el banquete tiene un trasfondo social. Hay muchos pretextos para no involucrarnos en las soluciones comunes. Al fin, siempre terminarás involucrado, en el grupo de los que participan de un diálogo por el bien común o en el de los “apáticos al diálogo”. Los bienes y males de la sociedad nos afectan a todos. (cf. FT 216-221).

 

Por ejemplo, si te afecta, ¿Cómo protegemos a nuestra familia de los que degradan la dignidad, atentan contra los Derechos Humanos y se comen el pan de los pobres? 

 

En los países que sufrieron las guerras internas, el abuso de fuerzas revolucionarias y de las policiales o militares se han forjado comisiones de reconciliación. Porque no se deben tapar las memorias de las fechorías humanas para que “nunca se repitan”. Pero es sintomático, cómo, todavía hay grupos políticos que quieren “pasar a página” y quitar la memoria. (cf. FT  241-249). No podremos ir al banquete si no superamos nuestros conflictos.

 

Finalmente, estamos invitados al banquete de bodas, al del diálogo, de la alegría, de los buenos deseos por la nueva familia. En este banquete que tiene por objetivo celebrar la fraternidad, no podemos “des-invitarnos” -seríamos tontos, apáticos- de superar lo que atente a la vida, de evitar la guerra, tan presente en nuestra historia.

 

El banquete está servido estás invitado, y seguro falta todavía ver o saborear más potajes con distintos ingredientes. Buen banquete en familia. ¿Algún pobre podría despreciar un banquete?

 

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 1-14

En aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:
«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados:
“Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda”.
Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron.
El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
Luego dijo a sus criados:
“La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda”.
Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:
“Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?”. El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores:
“Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”.
Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos».

 

Aldersbach Pfarrkirche - Vorhalle 3 Fresko Mahl.jpg

 

 

La abadía de Aldersbach (Baja Baviera). La iglesia parroquial de la Asunción de María: Nártex - Fresco (1760) que ilustra el Evangelio de Mateo 22, 7: "Mira, la comida está lista, ¡ven!"

Alemán: Kloster Aldersbach ( Baja Baviera ). Iglesia parroquial de la Asunción de la Virgen María: pórtico - fresco que ilustra el Evangelio de Mateo 22, 7: "¡He aquí la comida está lista, venid! 

 

 

 


sábado, 3 de octubre de 2020

T.O. XXVII, A: “ Tendrán respeto a mi hijo... ” Parábola de los viñadores infieles

  

Tutti i fratelli - Hermanos todos

Sorelle tutti - Hermanas todas


Parábola de los trabajadores perversos(Притча о злых виноградарях, 2013), del artista ruso Andrei N. Mironov. La obra pone de manifiesto la actitud conspirativa de los viñadores perversos frente al hijo del propietario de la viña.

 

XXVII Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)



Ustedes se preguntarán ¿Por qué los homicidios no han terminado? Quizá todavía nos falte ser más hermanos y comprometernos con esta carne y sangre que recorre nuestros impulsos de conflictos y sanarlos, evitar repetir esas historias de muertes en nuestras vidas.

 

El único “extremismo” que debería existir es el del amor. Pero, si vemos en el mundo, hay extremismos que cosechan votos electorales, simpatías, seguidores y muertes. En este sentido, se encienden las alarmas, el extremismo religioso termina matando al mismo Dios, con argumentos en nombre de Dios (o del dios que se crearon), desfigurando los rostros de Cristo y mutilando el futuro de muchos inocentes.

En esta reflexión sobre el talante ambicioso de los homicidas me atrevo a hacer eco de la nueva Carta Encíclica del papa Francisco, que se publica hoy (3 de octubre de 2020) en Asís: «Fratelli tutti», del Santo Padre Francisco sobre la fraternidad y la amistad social.

Por ello, planteo algunas preguntas que podrás despejarlas fecundamente en Fratelli tutti:

-       ¿Qué nos dice la esperanza cristiana en el contexto que vivimos?

-       ¿Cómo avivar la compasión cristiana en un mundo del dolor?

-       ¿Cómo ser promotores de los demás, de sus virtudes, de sus derechos?

-       ¿Cómo acogemos a los demás y también somos acogidos?

-        ¿Qué tipo de políticas (políticos) necesitamos? ¿Política de la caridad?

-       ¿Cómo forjar un diálogo y amistad social?  

-       ¿Cómo recomenzar a vivir la paz, la armonía, el diálogo, el perdón?  

El Papa Francisco cuenta una anécdota inspiradora de su Encíclica:

“Hay un episodio de su vida que nos muestra su corazón sin confines, capaz de ir más allá de las distancias de procedencia, nacionalidad, color o religión. Es su visita al Sultán Malik-el-Kamil, en Egipto, que significó para él un gran esfuerzo debido a su pobreza, a los pocos recursos que tenía, a la distancia y a las diferencias de idioma, cultura y religión. Este viaje, en aquel momento histórico marcado por las cruzadas, mostraba aún más la grandeza del amor tan amplio que quería vivir, deseoso de abrazar a todos. La fidelidad a su Señor era proporcional a su amor a los hermanos y a las hermanas. Sin desconocer las dificultades y peligros, san Francisco fue al encuentro del Sultán con la misma actitud que pedía a sus discípulos: que sin negar su identidad, cuando fueran «entre sarracenos y otros infieles [...] no promuevan disputas ni controversias, sino que estén sometidos a toda humana criatura por Dios».En aquel contexto era un pedido extraordinario. Nos impresiona que ochocientos años atrás Francisco invitara a evitar toda forma de agresión o contienda y también a vivir un humilde y fraterno “sometimiento”, incluso ante quienes no compartían su fe.” (Fratelli tutti, 3).


Verán hermanos y hermanas, habrá mucho para pensar. ¿Cómo podremos ser mejores hermanos y hermanas?

 

Sobre la tumba de San Francisco el Papa firma "Fratelli Tutti"

El papa Francisco fue motivado a escribir por la vida de San Francisco de Asis en el sentido de soñar con una sociedad fraterna, porque «sólo el hombre que acepta acercarse a otros seres en su movimiento propio, no para retenerlos en el suyo, sino para ayudarles a ser más ellos mismos, se hace realmente padre». (Fratelli tutti, 4)

En Fratelli Tutti, el papa Francisco plantea temas a lo largo de los 8 capítulos. En lo que se refiere a la tolerancia y a evitar los homicidios en esta viña del Señor les presento algunas preguntas y el llamamiento final que puede ayudar a la reflexión.

-       ¿Qué nos dice la esperanza cristiana? En un mundo que no aprende de su historia, un proyecto exclusivo y excluyente, los derechos humanos no llegan a ser universales, violento, capaz del auto desprecio 

-       ¿Cómo avivar la compasión cristiana? Ante nuestras actitudes capaces de despreciar y matar al hermano, al pobre, al migrante,… 

-       ¿Cómo ser promotores de los demás, de sus virtudes, de sus derechos? La tendencia a la realización personal nos hace evitar ya la realización común. “Por ello decía santo Tomás de Aquino —citando a san Agustín— que la templanza de una persona avara ni siquiera es virtuosa.69 San Buenaventura, con otras palabras, explicaba que las otras virtudes, sin la caridad, estrictamente no cumplen los mandamientos «como Dios los entiende».70 (Fratelli Tutti 91) 

-       ¿Cómo acogemos a los demás y también somos acogidos? El mundo está lleno de migrantes y las situaciones son distintas y poco favorables. «entre la globalización y la localización también se produce una tensión. Hace falta prestar atención a lo global para no caer en una mezquindad cotidiana. Al mismo tiempo, no conviene perder de vista lo local, que nos hace caminar con los pies sobre la tierra. Las dos cosas unidas impiden caer en alguno de estos dos extremos: uno, que los ciudadanos vivan en un universalismo abstracto y globalizante [...]; otro, que se conviertan en un museo folklórico de ermitaños localistas, condenados a repetir siempre lo mismo, incapaces de dejarse interpelar por el diferente y de valorar la belleza que Dios derrama fuera de sus límites».124 Hay que mirar lo global, que nos rescata de la mezquindad casera. Cuando la casa ya no es hogar, sino que es encierro, calabozo, lo global nos va rescatando porque es como la causa final que nos atrae hacia la plenitud.” (Fratelli tutti 142)

-        ¿Qué tipo de políticas necesitamos? Los políticos, desprestigiados, algunos  merecidamente, necesitan de la política de la Caridad.

-       ¿Cómo forjar un diálogo y amistad social? El consenso y la verdad, el reconocer y la amabilidad es una propuesta sostenible.

-       ¿Cómo recomenzar a vivir la paz, la armonía, el diálogo? Ante los conflicto, las luchas legítimas será importante proponer el perdón como estrategia de verdadera sanación y defensa de la vida.

 

LLAMAMIENTO 

285. En aquel encuentro fraterno que recuerdo gozosamente, con el Gran Imán Ahmad Al-Tayyeb «declaramos — firmemente— que las religiones no incitan nunca a la guerra y no instan a sentimientos de odio, hostilidad, extremismo, ni invitan a la violencia o al derramamiento de sangre. Estas desgracias son fruto de la desviación de las enseñanzas religiosas, del uso político de las religiones y también de las interpretaciones de grupos religiosos que han abusado —en algunas fases de la historia— de la influencia del sentimiento religioso en los corazones de los hombres. [...] En efecto, Dios, el Omnipotente, no necesita ser defendido por nadie y no desea que su nombre sea usado para aterrorizar a la gente».284 Por ello quiero retomar aquí el llamamiento de paz, justicia y fraternidad que hicimos juntos: 

286. En este espacio de reflexión sobre la fraternidad universal, me sentí motivado especialmente por san Francisco de Asís, y también por otros hermanos que no son católicos: Martin Luther King, Desmond Tutu, el Mahatma 

«En el nombre de Dios que ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos, para poblar la tierra y difundir en ella los valores del bien, la caridad y la paz.
En el nombre de la inocente alma humana que Dios ha prohibido matar, afirmando que quien mata a una persona es como si hubiese matado a toda la humanidad y quien salva a una es como si hubiese salvado a la humanidad entera. En el nombre de los pobres, de los desdichados, de los necesitados y de los marginados que Dios ha ordenado socorrer como un deber requerido a todos los hombres y en modo particular a cada hombre acaudalado y acomodado. 

En el nombre de los huérfanos, de las viudas, de los refugiados y de los exiliados de sus casas y de sus pueblos; de todas las víctimas de las guerras, las persecuciones y las injusticias; de los débiles, de cuantos viven en el miedo, de los prisioneros de guerra y de los torturados en cualquier parte del mundo, sin distinción alguna.
En el nombre de los pueblos que han perdido la seguridad, la paz y la convivencia común, siendo víctimas de la destrucción, de la ruina y de las guerras. 

En nombre de la fraternidad humana que abraza a todos los hombres, los une y los hace iguales.
En el nombre de esta 
fraternidad golpeada por las políticas de integrismo y división y por los sistemas de ganancia insaciable y las tendencias ideológicas odiosas, que manipulan las acciones y los destinos de los hombres.
En el nombre de la libertad, que Dios ha dado a todos los seres humanos, creándolos libres y distinguiéndolos con ella.
En el nombre de la justicia y de la misericordia, fundamentos de la prosperidad y quicios de la fe.
En el nombre de todas las personas de buena voluntad, presentes en cada rincón de la tierra.
En el nombre de Dios y de todo esto [...] “asumimos” la cultura del diálogo como camino; la colaboración común como conducta; el conocimiento recíproco como método y criterio».
285 




Lectura del santo evangelio según san Mateo 21, 33-43

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«Escuchad otra parábola: “Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon.
Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo diciéndose: ‘Tendrán respeto a mi hijo’.
Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: ‘Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia’.
Y agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?».
Le contestan:
«Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo».
Y Jesús les dice:
«No habéis leído nunca en la Escritura:
“La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente”
Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos».