sábado, 28 de enero de 2023

IV Domingo del tiempo ordinario (A): "Bienaventurados …" Bienaventuranzas

Bienaventuranzas

Le sermon sur la montagne (El sermón de la montaña, 1895-1897), obra del francés James Tissot (1836-1902). Acuarela opaca sobre grafito en papel vitela gris. Museo Brooklyn.

 IV Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A)

 9 claves de vida 

El cristianismo ha visto en las bienaventuranzas como la nueva constitución de fundación; es la nueva ley escrita ya no en tablas de piedra o pergaminos sino en el corazón. El corazón guarda su sed de libertad y amor, por ello puede resultar vulnerable, pero no hay nada mejor personalizado que tener una hoja de ruta desde el corazón del mismo Jesús al corazón del mismo hombre.

 

La primera estrategia es que cada bienaventuranza es un motivo de contemplación, plantea preguntas, las respuestas son complicadas y están siempre un paso adelante. Mucha fe.

 

La segunda estrategia es orar con cada bienaventuranza, dedicada a cada hombre en sentido pasivo, pero de lucha incansable; dirigida de manera personal, pero sin dejar de caminar en comunión, dirigida a la actitud ante la problemática cotidiana, pero sin dejar de proponer soluciones para acercarnos a lo divino.

 

  1. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

El primer ejercicio de la vida es el de la fe. Los grandes santos y los mejores testimonios en la historia son de personas humildes. Humildes para aceptar que hay un Dios providente. Capaces de contemplar desde su corazón el Espíritu transformador e inspirador. ¿Si el Espíritu te inspira el amor, la fe y la bondad cómo no podemos tener esperanza en el Reino de Dios? 

 

2. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.

Prueba a ofrecer tu corazón como si fuera una tierra fértil. Con humilde alegría, la contemplación adquiere fuerza porque tiene una meta: contemplar a Dios cara a cara. Esa es la gran alegría. La mansedumbre es la capacidad de vivir en paz. No es un mero quietismo, sino una continua profundización y cuidado del agricultor para hacer germinar la Semilla con los dones del mismo Dios, cual lluvia y sol, aire y agua, espíritu y vida.

 

En la virtud de la humildad podemos seguir el consejo de Santa Catalina de Siena"Oh Trinidad eterna, eres un mar sin fondo en el que cuanto más me sumerjo, más te encuentro, y cuanto más te encuentro, más te busco. De ti nunca se puede decir: 'Ya basta'" (Oraisons 22, 10).

 

3.    Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

Llorar y llorar, suena a tragedia. Tenemos tantos abusos y tragedias que llorar huele a cobardía, no sensibilizarse a dureza e indiferencia. Sin embargo, nos hace falta llorar, tenemos muchos motivos: la soledad, el desamor, las frustraciones, los conflictos, etc. Quien llora es porque le queda sensibilidad, capaz de condolerse y alegrarse. Lloras cuanto se ausenta una persona amada, cuando muere un ser irremplazable. Tus ojos son esas ventanas que irrigan/fluyen caudalosas desde el manantial de tu alma. Piensa en la mujer que enjugaba sus lágrimas a los pies de Jesús, no dejaba de sufrir prejuicios, mala fama, marginación, ‘impureza’,… 

4.   Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.

Los cristianos no podemos quedar pasivos ante las injusticias. El hambre y la sed son la búsqueda de la justicia como alimento. ¿Cuál es tu actitud ante las injusticias? Identificarse con quienes buscan la justicia es luchar contra lo que nos trae las injusticias: inocentes condenados, educación costosa y de mala calidad, atención indigna de la salud, abusos de autoridades, robos de dinero, más pobreza, hambre, desigualdad social,…

5.   Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Las entrañas del mundo, de la naturaleza, del ser humano, están hechas por el amor del mismo creador. Por ello, tenemos esa capacidad para ponernos en los ‘zapatos de otros’. Compartir el dolor, la alegría, la misión, la aventura, el pecado, la tristeza, la duda,… Esa realidad nos lleva a no ser ligeros al juzgar, a la virtud de la prudencia, a escuchar con fina atención los problemas de quienes sufren, a decir con caridad lo que piensas, a buscar la verdad. Si nunca pasaste por un dolor de muela, si nunca pariste, sin nunca pasaste hambre, si nunca te decepcionaron, si nunca experimentaste la difamación, entonces quizá cometas el error de ser egoísta, de engañar, de difamar, …  

 

6.   Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

La virgen María guardaba las experiencias con su hijo Jesús en el cofre de su corazón. La transparencia, la honestidad, la disponibilidad es una garantía de la contemplación de Dios. Este trabajo de autentificar nuestros sentimientos es una tarea cotidiana. Además, el acto trasparentar nuestras intenciones es una proclamación de la riqueza que llevamos dentro. En un contexto de malas intenciones, los limpios de corazón serían protagonistas de transformaciones significativas en las personas y familias. ¿Cómo ver a Dios si maltratas a tu prójimo? En ese corazón, en esa identidad única y divina radica el derecho natural, la dignidad, los derechos inalienables. 

 

7.   Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Si eres una persona de paz vas en buen camino. Comenzar por la propia paz implica ya una higiene mental y emocional. La paz es también una acción perseverante en las relaciones humanas, el respeto y la cordialidad. La paz es una necesidad social. La paz teje relaciones, encausa posibilidades de desarrollo. ¿Quiénes no quieren la paz? Los que venden armas, los que ponen el dinero sobre el derecho a la vida, los gobernantes que enajenan los recursos de sus países y agudizan el hambre de sus compatriotas. La paz ya no la quieren las mentes atormentadas. La paz tiene un termómetro que se llama justicia humana, justicia social.

 

8.    Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Los perseguidos por la justicia tienen el coraje de ver más allá del telón mediático. La justicia es cada vez más escasa en las instituciones que deberían defenderla. Los poderes judiciales son tomados por los económicos y así los justos terminan encarcelados y los criminales acumulando dinero. La corrupción es un acto injusto que ha matado el futuro de muchas naciones.

 

Dios puede dar la fuerza al corazón de quienes luchan por la justicia, denuncian las injusticias, las evidencian, las dicen con la fuerza de la verdad. La justicia de Dios llega, la justicia en los tribunales está en un expediente del fondo, sigue ciega, también la tienen como reciclable, la usan para la injusticia.

 

La persona justa es un gran testimonio de que la paz y la verdad están presentes en su vida. En su corazón palpita Dios.  

 

9.   Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

La alegría del evangelio conlleva una actitud profética. Es de toda la vida. Es un testimonio a todas luces, ante los ojos de los demás, sin marcha atrás. Es la plena convicción de que las bienaventuranzas tienen un valor más grande, son la constitución fundamental de la vida de los cristianos. Son la ruta a seguir pese a todas las burlas, los insultos, los gritos. Hay una convicción de su valor fundamental sería de mucho aporte y nutritivo al corazón de quienes no las conocen o no las aceptan.

 

El Evangelio, es la Palabra de Jesús, es el camino, la verdad y la vida. Se oponen quienes se auto-proclaman dioses, les gusta embaucar y prefieren la muerte; dicho de otro modo, se oponen porque no les importa la dignidad, ni la vida, ni el futuro de la sociedad.

  

Palabra del papa Francisco

El mundo, con sus ídolos, sus compromisos y sus prioridades, no puede aprobar este tipo de existencia. Las “estructuras de pecado”[1], a menudo producidas por la mentalidad humana, tan ajenas al Espíritu de verdad que el mundo no puede recibir (cf. Jn 14,17), no pueden por menos que rechazar la pobreza o la mansedumbre o la pureza y declarar la vida según el Evangelio como un error y un problema, por lo tanto como algo que hay que marginar. Así piensa el mundo : “Estos son idealistas o fanáticos...”. Así es como piensan.

Si el mundo vive en base al dinero, cualquiera que demuestre que la vida se puede realizar en el don y la renuncia se convierte en una molestia para el sistema de la codicia. Esta palabra “molestia” es clave, porque el testimonio cristiano de por sí, que hace tanto bien a tanta gente porque lo sigue, molesta a los que tienen una mentalidad mundana. Lo viven como un reproche. Cuando aparece la santidad y emerge la vida de los hijos de Dios, en esa belleza hay algo incómodo que llama a adoptar una postura: o dejarse cuestionar y abrirse a la bondad o rechazar esa luz y endurecer el corazón, hasta el punto de la oposición y el ensañamiento (cf. Sab 2, 14-15). Es curioso, llama la atención ver cómo, en la persecución de los mártires, la hostilidad crece hasta el ensañamiento. Basta con ver las persecuciones del siglo pasado, de las dictaduras europeas: cómo se llega al ensañamiento contra los cristianos, contra el testimonio cristiano y contra la heroicidad de los cristianos.

(Audiencia General 29 de abril de 2022 )

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12a

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».


Pintura:

Le sermon sur la montagne (El sermón de la montaña, 1895-1897), obra del francés James Tissot (1836-1902). Acuarela opaca sobre grafito en papel vitela gris. Museo Brooklyn.

sábado, 21 de enero de 2023

Domingo de la Palabra De Dios: "Os anunciamos lo que hemos visto"

III Domingo del tiempo Ordinario: Domingo de la Palabra de Dios 


Palabra de Dios wiki

  • Lema: «Os anunciamos lo que hemos visto» (1Jn 1, 3).
  • Jornada instituida por el papa Francisco (30 de septiembre de 2019)
  • Carta apostólica en forma de Motu proprio Aperuit illis, con el fin de dedicar un domingo completamente a la Palabra de Dios.

Materiales para profundizar:

-       Motu proprio " Aperuit illis "

-       El papa celebrará el domingo por la Palabra de Dios (Dicasterio para la Evangelización)

-       Material de la Conferencia Episcopal Italiana, Milano (Descargar)

-       Materiales de la Conferencia Episcopal Española (Descargar)

El lema de esta edición está tomado del Evangelio de Juan: "Os anunciamos lo que hemos visto" (1Jn 1,3). A las 9.30 horas del próximo domingo, el Pontífice presidirá la celebración en la Basílica de San Pedro y, a continuación, con el objetivo de reavivar la responsabilidad que los creyentes tienen en el conocimiento de la Sagrada Escritura, entregará a los presentes el Evangelio de Mateo. Durante la celebración se conferirán los ministerios de Lector y Catequista a laicos y laicas, en concreto tres personas recibirán el ministerio de Lector y siete el de Catequista. Son fieles laicos que pretenden representar al Pueblo de Dios, y proceden de Italia, Congo, Filipinas, México y Gales.


III Domingo del tiempo ordinario (A) “Conviértanse, porque está cerca el reino de los cielos”

¿Dios cercano, hombres lejanos?


Conversión


III Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A)

Es ya usual que mucha gente desestime la Palabra de Dios para su vida. No intento encontrar una justificación como tampoco es una novedad. En la historia de la religión el hombre busca encontrarse con un ser más allá de su mera realidad; en la historia del cristianismo, hay una relación de Dios con el hombre, con signos precisos, pero el ser humano se resiste, mata a los profetas, persigue a los cristianos, etc. En el fondo, se valora mucho las Palabras de Jesús, aunque pocos quieran seguirle o ver en él a la verdad, el camino y la vida; y más en el fondo, necesitamos de una dimensión espiritual, nuestro espíritu revoluciona en el interior y no sabemos canalizarlo; le necesitamos, pero no le buscamos. He aquí el juego del sentido existencial.

Sin miedo a las tinieblas

Hoy, Jesús se aleja de Jerusalén; Juan Bautista ya ha sido encarcelado y pronto martirizado. Es un signo que marca el inicio del ministerio de Jesús y lo hace desde una tierra pagana, Galilea de los gentiles, la luz de la verdad inicia en una tierra considerada en tinieblas. Necesitada y hambrienta de la Verdad. Se podría decir más fértil que las ciudades “no paganas”, allí lo crucificarán. No es un buen marketing pero sí un mensaje preciso, coherente con las profecías, teológicamente motivador, judíos y paganos, en su sentido universal.

En Galilea Jesús llamó a sus cuatro discípulos: Simón, Andrés, Santiago y Juan. “Marginales”, curioso, pues no les sacó de las mejores escuelas rabínicas. Su llamado es sencillo, directo y personal. Caminaba a orillas del lago, Cafarnaum, signo de un mundo oscuro y misterioso, como las tierras dónde deberán ir de misión. El gancho es convertirles a los pescadores de peces en pescadores de hombres; las redes abandonadas sólo son una muestra de la red universal fortalecida por los finos hilos de las Palabras de Jesús.

Sencillez e inmediatez

El mensaje es preciso y único por toda Galilea, en las sinagogas y con los enfermos: “Conviértanse, porque está cerca el reino de los cielos. Los discípulos respondieron “inmediatamente”. Lo anunciado por Juan Bautista ahora tiene rostro propio.  

Las redes de la comunidad

 Una pregunta frecuente en las pequeñas (y grandes) comunidades es ¿qué hacemos con los disfuncionales? Disfuncional se entiende a una persona que vive sin agenda ni horarios, todas las actividades las dirige a su propio provecho, no cuida los bienes comunes (los saquea), se debate entre el autoritarismo y la ignorancia, y “nuca” querrá una misión (no se expone ya).

La pregunta podría ser ¿cómo convertimos a una comunidad disfuncional? Una comunidad sin una misión precisa, se siguen aferrando a sus redes, absorbida por el lodo de la complicidad y corrupción. Algunas ideas que nos puedan alertar:

-       En la vida humana y normal se comparten experiencias. Por ejemplo, los casados expresan sus alegrías y frustraciones en el trabajo; sin comunicación se divorcian. Los religiosos, tienen historias de experiencia pastoral, profesional, sencillas, pero las tienen. Hablan, escuchan y son escuchados. Los autorreferenciales matan las comunidades y la sazón de los alimentos.

-       Escuchan la Palabra de Dios. Da alegría escuchar un testimonio de vida a la luz del evangelio. No una catarata moralizante, sino las motivaciones encarnadas de Jesús en la sencillez de la vida. Los predicadores tenemos la tentación de ‘iluminar’ la Buena y fresca Noticia del Evangelio con los defectos del hermano; más que ir a la fuente de “radio lengua” es mejor ir a las fuentes exegéticas.

-       Escucharnos. Cómo hacen algunos que tienen (o creen tener) las respuestas antes de terminar la pregunta o el comentario. El respeto desde quien habla y quien escucha. Se necesitan mensajes claros. Los discursos tendenciosos, largos, repetitivos, violentan la fraternidad y restan fuerza a la alegría de compartir. Si Jesús llamó a sus discípulos para ser amigos por qué no somos amigos, o al menos hermanos. 

Esta reflexión se publica en el contexto del “Domingo de la Palabra de Dios”, motivado por la Semana de oración por la Unidad de los cristianos, un momento para la actitud de la escucha, sólo así se puede llegar a la unidad. Puede ver el material catequético y descargarlo en diferentes idiomas (ver)


Palabra del Papa Francisco

“dialogar con Dios, en la oración, que es también un éxodo de nuestro ego para acogerle, mientras Él habla en nosotros y escucha nuestra voz”. Y luego “el diálogo fraterno, en una apertura radical al otro”. En este sentido recuerda que San Juan Pablo II nos enseñó que el diálogo debe ser el estilo propio del misionero y señala que “el mundo necesita diálogo, necesita paz y necesita hombres y mujeres que sean sus testigos”. “Os animo a poneros en la escuela de esos "mártires del diálogo" que, incluso en algunos de vuestros propios países, han recorrido valientemente este camino para ser constructores de paz. No tengáis miedo de recorrerlo también hasta el final, yendo a contracorriente y compartiendo a Jesús, comunicando la fe que Él os ha dado” concluye.

 Características para ser misioneros y discípulos


Lectura del santo evangelio según san Mateo 4, 12-23

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
«Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles.
El pueblo que habitaba en tinieblas
vio una luz grande;
a los que habitaban en tierra y sombras de muerte,
una luz les brilló».
Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
«Convertíos,porque está cerca el reino de los cielos».
Paseando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores.
Les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.


Pintura

Primeros discípulos y la pesca milagrosa

La vocación de los apóstoles es un término que alude a un conjunto de episodios evangélicos, un tema iconográfico propio del arte cristiano.

Son los momentos en los que se produce la vocación (es decir, el llamamiento de Cristo) a los apóstoles para que le sigan; su reclutamiento como primeros cristianos (discípulos de Cristo). El ejemplo de los apóstoles se suele aplicar a las vocaciones religiosas (véase orden sacerdotalvotos monásticos, etcétera).

sábado, 14 de enero de 2023

II Domingo del Tiempo Ordinario (A): “Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios”

Quien ama lo grita

Amor
Adoración del Cordero Místico, con la sangre brotando, detalle del Políptico de Gante, de Jan van Eyck, c. 1432.
 

II Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A)

 

Desde los 12 años hasta los 30 sabemos muy poco de Jesús ¿Quieres conocer los detalles? Yo también. Juan Bautista dice no conocerlo o no comprender bien, aunque luego lo proclamará como el Cordero de Dios. Pero el objetivo del evangelio no es ser una crónica histórica, sino mostrarnos, revelarnos su misión más importante para nuestra vida. Definitivamente Dios es fundamental en la vida del ser humano y la creatura late por conocer a su creador.

 

Agua y Espíritu

Esa es la dinámica que emprende Dios, hacerse conocer. Por ejemplo, el mismo Juan el Bautista, sabe que Jesús viene a quitar el pecado del mundo con alguien más fuerte que el agua: el Espíritu Santo. El agua es signo de vida, necesaria para la fertilidad, para calmar la sed, para “purificarse”, lavarse; pero es muy débil para purificar los corazones, allí se necesita al Espíritu Santo, capaz de transformar los corazones de piedra. Lo cual ya es una gran esperanza de curación cuando padecemos de enfermedades cardio-espirituales, o sangre-arrogantes.

 

Sedientos versus saciados

A la fecha, en la web o en las “érase una vez” bibliotecas se puede encontrar mucha información de Jesús, su contexto histórico, su lenguaje. Tenemos más información que Juan el Bautista y muchos de los profetas. La crisis está en el nivel de interés. Si Jesús es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, aplacas el tema si no te interesa tener el corazón limpio, o decir la verdad. Lo paradójico es que los estudiosos de la antropología detectan la necesidad espiritual de la humanidad, nuestros ánimos parecen mutilados por muchos factores o agentes interesados en alejarnos de Dios. Es decir, tenemos la posibilidad de mejor información pero no la buscamos.

 

Qué significado puede tener para ti cuando el sacerdote dice: “Este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor”. En la historia el Cordero es una ofrenda a Dios, signo de liberación, para compartirlo, para la comunión. Jesús mismo lo instituye en la última cena. El cordero ofrenda de purificación es el mismo Cristo ofrenda para liberar a hombres y mujeres. Es decir, no sólo el sentido teológico sino también el histórico de Jesús Cristo ha revolucionado la historia y no lo valoramos. 

 

Messi versus Mesías

Después del mundial 2022 era casi idolátrico ver en las Redes Sociales la figura de Lionel Messi. Muchos cristianos destacaban sus tatuajes religiosos. Algunos conventos coreaban su nombre. Postergaban las misas para no cruzarse con el mundial. Aparecieron fotomontajes del papa Francisco con la camiseta albiceleste. ¿Qué hizo Messi para merecerse todo ello? Ser genial jugando fútbol. Si los cristianos ensalzan así a Messi entonces podemos esperar algo más grande respecto al Mesías, el coro de los conventos corea a todo pulmón, visten la camiseta de un Jesús que quiere la paz, la justicia, desterrar el hambre y la ignorancia. ¿Qué hace Jesús para merecer todo ello? Ser el camino, la verdad y vida, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Si Messí se tatuó un Cristo y Rosario, tú puedes llevar a Cristo tatuado en tu corazón y vida.

 

Misión versus públicos

Hoy, como Juan el Bautista puedes exclamar, “Este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Las Redes Sociales se han convertido en una gran oportunidad para llegar a los millones de personas conectadas. Si es una Buena Noticia para la vida, por qué no decirlo o proclamarlo en el nuevo continente. Piensas en estos datos científicos del uso digital: Más de 12 billones de horas pasadas en línea, nuevos hitos en el acceso a Internet, récord tras récord de las plataformas sociales... a mediados de 2023 se calcula que 8mil millones de personas estarán usando internet. Entre las principales historias que surgen a nivel mundial:

  • Crecimiento de dos dígitos de los usuarios sociales.
  • Mayor crecimiento de YouTube, Instagram y TikTok

¿Te desafían en algo estos datos?

 Juan Bautista inicia humildemente por el no conocer todo, no comprenderlo pero termina proclamando con toda convicción.

Palabra del papa Francisco

La Iglesia, en todos los tiempos, está llamada a hacer lo que hizo Juan el Bautista, mostrar a Jesús a la gente diciendo: «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo». ¡Él es el único Salvador! Él es el Señor, humilde en medio de los pecadores, pero es Él. Él, no hay ningún otro, poderoso, que viene. No, es Él. ¡Ay de la Iglesia cuando se anuncia a sí misma! Pierde la brújula, no sabe dónde va. La Iglesia anuncia a Cristo; no se lleva a sí misma, lleva a Cristo. 

(Ángelus del 15 de enero de 2017)

 

 

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 29-34

En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
«Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».
Y Juan dio testimonio diciendo:
«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
“Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”.
Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».


Pintura

Adoración del Cordero Místico, con la sangre brotando, detalle del Políptico de Gante, de Jan van Eyck, c. 1432.

El retablo la Adoración del Cordero Místico, también conocido como Altar de Gante, es un políptico de doce tablas al óleo realizado por los hermanos Hubert y Jan van Eyck, por encargo de Joos Vyd y su esposa, Elisabeth Borluut. Fue pensado para la iglesia de San Juan de Gante (actual Catedral de San Bavón), donde aún permanece.

El panel inferior central muestra la escena principal, la Adoración del Cordero Místico, representando al Hijo de Dios y su Eucaristía. Se trata de una obra fundamental en la historia de la pintura ya que ofrece un nuevo campo de visión naturalista, resultado de ampliar sobre una tabla escenas y representaciones que hasta entonces solo fueron accesibles a los conocedores de las miniaturas. La composición está basada en un pasaje del Apocalipsis de San Juan:

Después de esto vi una grande muchedumbre, que nadie podía contar, de todas naciones, y tribus, y pueblos, y lenguas, que estaban ante el trono y delante del Cordero, revestidos de un ropaje blanco, con palmas en sus manos
Apocalipsis (7,9)

La sangre de Jesús es recogida en la copa, lo que se relaciona con el mito del Santo Grial.11​ En el cielo surge la paloma, símbolo del Espíritu Santo, que ilumina la escena. El Cordero está rodeado por catorce ángeles, algunos de ellos con los símbolos de la Pasión (la cruz, la columna, la corona de espinas, la lanza, la esponja).11​ Delante, la fuente de la vida de la que nace un arroyo, cubierto de joyas.

En la escena se observa una campiña con una ciudad al fondo. Esta campiña presidida por el trono del Cordero es un espacio que alberga un despliegue de numerosas figuras y detalles prodigiosamente concretos. Una ola de luz penetra toda la naturaleza, liga sin brusquedad todos los ambientes y une armoniosamente todas las materias, desde las telas de los ropajes y los metales de las hebillas y coronas hasta la piel de los rostros, las hojas de los árboles y los edificios del fondo.

El paisaje representa el Jerusalén celestial. Hay plantas parecidas a las mediterráneas. En el horizonte se ven colinas, montañas y ciudades, creyéndose reconocer en la torre que queda detrás del altar el campanario de Utrecht.