domingo, 30 de abril de 2023

IV Domingo de Pascua (A): Jesús, el buen pastor Vs. ladrones y bandidos

El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante 

El Buen pastor es una crítica aguda al “mal pastor”. Jesús entra por la puerta, él es el camino, la resurrección, la vida y también la Puerta de redil.

 

Jesús el buen pastor

El Buen Pastor, atribuido a José Vergara (Museo del Prado).jpg


IV Domingo de Pascua

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A)

 

domingo, 23 de abril de 2023

III Domingo de Pascua (A): Los discípulos de Emaús. Lo reconocieron al partir el pan

¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?

 

Los discípulos de Emaús somos nosotros en el camino de fe. Jesús ilustra nuestro camino para iluminar nuestros corazones y misión de predicación.


Discípulos de Emaús

Los discípulos de Emaús o Cena de Emaús (Cena in Emmaus)  Michelangelo di Caravaggio


III Domingo de Pascua

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A)

sábado, 15 de abril de 2023

II Domingo de Pascua (A): Santo Tomás Apóstol duda de la resurrección

“¡Señor mío y Dios mío!

La duda de Tomás es contrastada con la presencia de Jesús en cuerpo y espíritu. Jesús rompe los muros del miedo para traernos la paz y aclararnos la resurrección.


La duda de Tomás el mellizo
 

II Domingo de Pascua

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A)

 

jueves, 13 de abril de 2023

¿Qué es la resurrección? Cristianismo, judaísmo, islamismo

¿Por qué la resurrección es fundamental para los cristianos?

 Resurrección: es la acción de levantarse de nuevo o volver a la vida después de la muerte. En griego: “anástasis” (ponerse de pie de nuevo). En latín, “resurrectio” (levantarse de nuevo).

La resurrección de Cristo
La resurrección de Cristo (La Resurrezione)

domingo, 9 de abril de 2023

Domingo de Resurrección de Jesucristo. “Vio y creyó”

 "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto"

En este Domingo de resurrección los cristianos celebramos la alegría de la vida. La resurrección es fundamental y otorga sentido a la vida cristiana.

 

Las mujeres en la tumba vacía
Las mujeres en la tumba vacía, por Fra Angélico, 1437–1446.

 

Domingo de Resurrección

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A)

viernes, 7 de abril de 2023

Viernes Santo: La crucifixión de Jesús. «¿A vuestro rey voy a crucificar?»

No tendrías ninguna autoridad sobre mí si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor

Pilat muestra al Rey de los Judíos

Ecce homo by Antonio Ciseri


Viernes Santo

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A)

 

Hoy es viernes santo, y se caracteriza por el silencio de la muerte, por los gritos ante las injusticias y por la austeridad. Lo sobrio de una persona muestra quién domina en su vida, o también cuáles dioses la dominan.

En esa sobriedad, la cruz se convierte en el mejor signo del amor de Dios. Que alguien muera porque te prefiere viva o vivo es la mejor oportunidad para buscarle el sentido profundo de nuestra existencia.

 

Me quiero arriesgar a darle a un giro a la reflexión en este día de la pasión de Jesucristo. Tú sabes de todas las implicancias legales que llevan a un justo a la muerte. Tú también podrás identificar los lenguajes paradójicos de nuestras personalidades.

 

-       Líderes corruptos y con poco poder. Anás y Caifás. Anás estaba dominado por la codicia de poder. Y Caifás era el sacerdote legítimo. Casado con la hija de Anás y líder de la conspiración que logró condenar a Jesús. Esta es la incompetencia humana. El conflicto entre un Dios que quiere salvarnos y el hombre que quiere salvarse así mismo.

-       Los blasfemos se convierten en idólatras (cf. Jn 19,15). Hablan contra Jesús pero se unen a los invasores. Pilato dialoga con Jesús, pero no para salvarlo sino para justificar sus malas intenciones (cf. Jn 19,3). La burla de los soldados cuando le tejen una corona y le visten un manto púrpura. La burla continúa en la cruz – INRI- de la realeza de Jesús.  Jesús es repudiado por los judíos y acusado de blasfemo pero se doblegan ante la autoridad.

 

-       INRI la realeza está escrita, y se lee, en tres lenguas: hebreo, la lengua sagrada; latín, la lengua de los gobernantes del mundo; griego, la lengua más difundida en el mundo antiguo. Gracias a esa inscripción, el mundo entero puede recibir el anuncio de la realeza de Jesús.

 

-       La realeza de Jesús. Jesús es Rey en su trono la cruz, por orden de un pagano y desde lo alto de la cruz ejerce su soberanía. Los reyes terrenos quieren desaparecer al Rey, pero allí se cumplen las palabras que había pronunciado progresivamente a lo largo del evangelio. La cruz es el lugar desde el que atraerá hacia sí al mundo entero (cf. Jn 12,32). Es el lugar donde manifestará su realeza no como dominio, sino como servicio (cf. Jn 19,37). La referencia es a la profecía de Zacarías: "Aquel día me comprometeré a destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén. Derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de consolación: mirarán hacia mí, al que traspasaron" (Zac 12,9-10). La cruz es el lugar desde el que Jesús rescata a los hombres del veneno de su pecado que mitifica su existencia (cf. Jn 3,14).

 

La pasión de Jesús en la cruz según las profecías.

  • Nuestro salvador. "Fue traspasado por nuestros pecados, por nuestras iniquidades" (Is 53,5): por nuestros pecados fue traspasado y esto induce a la contrición.
  • Nuestro camino. "Todos estábamos perdidos como un rebaño, cada uno iba por su lado" (Is 53,6): en la cruz Jesús es plena y completamente el Buen Pastor, según la descripción que él mismo hizo de él (cf. Jn 10).
  • Nuestro restaurador. "Cuando se ofrezca a sí mismo como sacrificio de reparación, verá descendencia, vivirá mucho tiempo, se hará por él la voluntad del Señor" (Is 53,10): su pasión es ofrenda de sí mismo para cumplir la voluntad del Padre, es adhesión libre al plan de nuestra salvación en plena conciencia (cf Jn 18,4). 
  • Nuestro justificador. "Mi siervo justo justificará a muchos" (Is 53,11): por su pasión recibimos la justificación. La justicia de Dios, en Cristo, no justifica ejecutando, sino haciéndonos justos. En esto radica la esperanza de los creyentes ante la cruz.

 

Palabra del Papa Francisco

“De la cruz brota el perdón, renace la fraternidad: la cruz nos hace hermanos”, es el tuit del Papa Francisco para este 4 de abril, Martes Santo, en el cual nos recuerda que en el Calvario tuvo lugar el gran duelo entre Dios que vino a salvarnos y el hombre que quiere salvarse a si mismo. Los brazos de Jesús, abiertos en la cruz, indica el Pontífice, marcan un punto de inflexión, porque Dios no señala con el dedo a nadie, sino que abraza a todos. Porque sólo el amor deja lugar al otro. Sólo el amor es el camino para la plena comunión entre nosotros.

 

Homilía. Roma, Campidoglio, 20 de octubre de 2020.

  

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 18, 1 — 19, 42

Cronista:
En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el que lo iba a entregar, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando una cohorte y unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo:
+ «¿A quién buscáis?».
C. Le contestaron:
S. «A Jesús, el Nazareno».
C. Les dijo Jesús:
+ «Yo soy».
C. Estaba también con ellos Judas, el que lo iba a entregar. Al decirles: «Yo soy», retrocedieron y cayeron a tierra. Les preguntó otra vez:
+ «¿A quién buscáis?».
C. Ellos dijeron:
S. «A Jesús, el Nazareno».
C. Jesús contestó:
+ «Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad marchar a estos».
C. Y así se cumplió lo que había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me diste».
Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro:
+ «Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?».
C. La cohorte, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año; Caifás era el que había dado a los judíos este consejo: «Conviene que muera un solo hombre por el pueblo».
Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedó fuera a la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La criada portera dijo entonces a Pedro:
S. «¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?».
C. Él dijo:
S. «No lo soy».
C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose.
El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.
Jesús le contestó:
+ «Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que me han oído de qué les he hablado. Ellos saben lo que yo he dicho».
C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada a Jesús, diciendo:
S. «¿Así contestas al sumo sacerdote?».
C. Jesús respondió:
+ «Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?».
C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, sumo sacerdote.
C. Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y le dijeron:
S. «¿No eres tú también de sus discípulos?».
C. Él lo negó, diciendo:
S. «No lo soy».
C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le cortó la oreja, le dijo:
S. «¿No te he visto yo en el huerto con él?».
C. Pedro volvió a negar, y enseguida cantó un gallo.
C. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era el amanecer, y ellos no entraron en el pretorio para no incurrir en impureza y poder así comer la Pascua. Salió Pilato afuera, adonde estaban ellos, y dijo:
S. «¿Qué acusación presentáis contra este hombre?».
C. Le contestaron:
S. «Si este no fuera un malhechor, no te lo entregaríamos».
C. Pilato les dijo:
S. «Lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley».
C. Los judíos le dijeron:
S. «No estamos autorizados para dar muerte a nadie».
C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir.
Entró otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?».
C. Jesús le contestó:
+ «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?».
C. Pilato replicó:
S. «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?».
C. Jesús le contestó:
+ «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí».
C. Pilato le dijo:
S. «Entonces, ¿tú eres rey?».
C. Jesús le contestó:
+ «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».
C. Pilato le dijo:
S. «Y, ¿qué es la verdad?».
C. Dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo:
S. «Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros que por Pascua ponga a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?».
C. Volvieron a gritar:
S. «A ese no, a Barrabás».
C. El tal Barrabás era un bandido.
C. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, le decían:
S. «Salve, rey de los judíos!».
C. Y le daban bofetadas.
Pilato salió otra vez afuera y les dijo:
S. «Mirad, os lo saco afuera para que sepáis que no encuentro en él ninguna culpa».
C. Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo:
S. «He aquí al hombre».
C. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron:
S. «Crucifícalo, crucifícalo!».
C. Pilato les dijo:
S. «Lleváoslo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro culpa en él».
C. Los judíos le contestaron:
S. «Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha hecho Hijo de Dios».
C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más. Entró otra vez en el pretorio y dijo a Jesús:
S. «¿De dónde eres tú?».
C. Pero Jesús no le dio respuesta.
Y Pilato le dijo:
S. «¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?».
C. Jesús le contestó:
+ «No tendrías ninguna autoridad sobre mí si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor».
C. Desde este momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:
S. «Si sueltas a ese, no eres amigo del César. Todo el que se hace rey está contra el César».
C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y se sentó en el tribunal, en el sitio que llaman «el Enlosado» (en hebreo “Gábbata”). Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía.
Y dijo Pilato a los judíos:
S. «He aquí a vuestro rey».
C. Ellos gritaron:
S. «¡Fuera, fuera; crucifícalo!».
C. Pilato les dijo:
S. «¿A vuestro rey voy a crucificar?».
C. Contestaron los sumos sacerdotes:
S. «No tenemos más rey que al César».
C. Entonces se lo entregó para que lo crucificaran.
C. Tomaron a Jesús, y, cargando él mismo con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice “Gólgota”), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, e! Nazareno, el rey de los judíos».
Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y estaba escrito en hebreo, latín y griego.
Entonces los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:
S. «No escribas “El rey de los judíos”, sino: “Este ha dicho: soy el rey de los judíos”».
C. Pilato les contestó:
S. «Lo escrito, escrito está».
C. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:
S. «No la rasguemos, sino echémosla a suerte, a ver a quién le toca».
C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica». Esto hicieron los soldados.
C. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre:
+ «Mujer, ahí tienes a tu hijo».
C. Luego, dijo al discípulo:
+ «Ahí tienes a tu madre».
C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.
C. Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dijo:
+ «Tengo sed».
C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo:
+ «Está cumplido».
C. E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

Todos se arrodillan, y se hace una pausa.

C. Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura:
«No le quebrarán un hueso»;
y en otro lugar la Escritura dice:
«Mirarán al que traspasaron».
C. Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús aunque oculto por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mixtura de mirra y áloe.
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en los lienzos con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.


Pintura: 🎨

Pilato muestra a Jesús a la multitud

jueves, 6 de abril de 2023

Jueves Santo: El lavatorio de los pies. "Si no te lavo, no tienes parte conmigo"

Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros


Jesús lava los pies a sus discípulos

Jesús lavando los pies a PedroGiottoCappella degli ScrovegniPadua.


Jueves Santo

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A

 

 

Seguro te ha sucedido que cuando llega Jueves Santo y te piden ser voluntario para el lavatorio de los pies te causa extrañeza, lo quieres y no lo quieres, tienes un poco de vergüenza de mostrar tus pies, y cierto pudor que te lave un representante del mismo Jesús.

 

Pero te puedo contar la historia de manera trágica, no queremos más tragedia en este mundo, pero sólo para ver la importancia de la Cena del Señor: ¿y si te estuvieran lavando los pies para perfumarlos porque te espera la mortaja, y tus seres queridos derraman sus lágrimas en tu cuerpo muerto? La historia se da en un contexto de la cercanía de la muerte. 

 

Hoy es jueves Santo, en un día como hoy Jesús instituye la Eucaristía, el sacramento del orden sacerdotal. Por ello, cada bautizado, y en especial el sacerdote está invitado a tres momentos, actitudes, reflexiones.

  • Amar hasta el extremo: la muerte en la cruz
  • Reconocer lo que hacemos contra el amor de Dios: Pedro, Judas.
  • Amar como Dios nos ama. Lavar los pies

 

Amar hasta el extremo.

“Me amó y se entregó por mí” (Gal 2,20). Esta es la frase de San Pablo a los Gálatas que expresa la gran noticia del amor. San Juan nos narra el lavatorio de los pies en el contexto de que Jesús sabiendo que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. (Jn 13,1ss).

Es una bonita manera de hablar de la muerte. Regresas al Padre habiendo amado. Además, Jesús está haciendo la voluntad de Dios. Así, la muerte no es superior a los justos, no es el límite de lo bueno, no es el fin de la vida. La vida así con Jesús se hace eterna. Es decir, es la vida un camino a la vida eterna, no a la muerte como espectáculo. 

 

Jesús no lucha para no morir, sino para que su muerte tenga sentido y no sea ciega y absurda como la muerte que da el mundo.

 

Reconocer lo que hacemos contra el amor de Dios

En la cena también están Pedro, Judas y los otros discípulos. Están llamados al amor, pero no encuentran el sentido del amor. En su vida, la desconfianza, el apasionamiento, y otras manías les ha hecho duros, los ha llevado a esconderse. Se sienten amenazados por el mismo Dios.  Se dice que Judas ya estaba bajo el dominio del demonio y que Pedro bajo su lentitud para comprender.

 

El lavatorio es signo de esa purificación interior que se realiza con la pasión. Aquí, para Pedro -y para nosotros- surgen dos dificultades. La primera consiste en aceptar que hay que purificarse, es decir, en reconocer el propio pecado y la propia condición de pecador. La segunda, atestiguada por la resistencia de Pedro, es la dificultad de aceptar el ministerio mesiánico de Jesús tal como se realiza. Un mesías sufriente y derrotado. En los sinópticos, el mismo problema surge inmediatamente después de la confesión de Cesarea (cf. Mc 8,32 y paralelos). Por tanto, cuestionar el lavatorio de los pies es cuestionar toda la revelación de Jesús.

 

Amar como Dios nos ama.

Si Jesús se despojó, nosotros por qué no lo podemos hacer. Es la gran oportunidad amar como el mismo Jesús nos ama, para lavar los pies como Jesús nos lava sin importar cómo se vean nuestros pies.

 

Jesús deja a los discípulos la orden de repetir su gesto (cf. Jn 13,15). A partir de esta exhortación, hay que recuperar el verdadero sentido del rito. Celebrar el lavatorio de los pies en la Misa in Coena Domini, no puede ser una mera ocasión, sino que debe convertirse en una forma de vida para los cristianos. Toda la vida del cristiano debe estar marcada por el servicio.

 

Incluso cuando se desempeñan funciones de responsabilidad, deben vivirse como un servicio de autoridad. Seguro que el día en que las autoridades estén al servicio de su gente el mundo será más humano. 

 

Finalmente, el camino en este Jueves Santo inicia la pasión del Señor con tres tips para nuestra vida: Amar hasta el extremo de ser capaces de dar la vida, ser auténticos ante Dios aunque nuestros pies no recorran los mejores caminos, y amar como el mismo Dios nos ha amado, dejando todos los clichés sociales para ser mejores servidores. 

 

Palabra del papa Francisco 

El Papa invitó a “ayudarnos los unos a los otros, a darnos la mano con un corazón noble”. “Jesús sabe lo que tienes dentro y te quiere así y te lava los pies, Él no se asusta jamás de nuestras debilidades, solo quiere acompañarte, tomarte de la mano para que la vida no sea tan dura”. 

Papa Francisco. homilía. 6 de abril de 2023

 

Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 1-15

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
Estaban cenando; ya el diablo había suscitado en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, la intención de entregarlo; y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro, y este le dice:
«Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?».
Jesús le replicó:
«Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde».
Pedro le dice:
«No me lavarás los pies jamás».
Jesús le contestó:
«Si no te lavo, no tienes parte conmigo».
Simón Pedro le dice:
«Señor, no solo los pies, sino también las manos y la cabeza».
Jesús le dice:
«Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos».
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios».
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo:
«¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis»


Pintura:🎨

Jesús lavando los pies a PedroGiottoCappella degli ScrovegniPadua.

sábado, 1 de abril de 2023

Domingo de Ramos (A) Inicia la Semana Santa

"¡Hosanna!, bendito el que viene en el nombre del Señor. ¡Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!" (Sal. 118, 9-10). 

Domingo de Ramos

Entrada triunfal en Jerusalén, icono ruso, Catedral de la Anunciación (Moscú)

Domingo de Ramos

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A)

 

¿Qué es el Domingo de Ramos?

El Domingo de Ramos inicia la Semana Santa

El Domingo de Ramos, en la iglesia católica, la procesión de las palmas recuerda el día en que Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, montado en un asno, y la población lo recibió como a un Rey, alfombrando el camino, batiendo palmas y gritando:   "Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto".


Domingo de Ramos
Fresco ortodoxo oriental en la Natividad de la Iglesia Theotokos, Bitola , República de Macedonia del Norte


¿Cuál es el significado del domingo de Ramos?

-       Con el Domingo de Ramos se inicia la Semana Santa. (Lee la reflexión completa)

-  El color litúrgico es Rojo. Las estolas, las casullas y otros elementos litúrgicos son de color rojo. El color rojo significa la sangre y la fuerza del Espíritu Santo. Por ello, se usa en la Pasión del Señor, Pentecostés y en las fiestas de los Apóstoles, los Evangelistas y mártires cristianos.


-       Palmas: se usan las palmas o ramas de olivos, son llevadas por las personas durante la procesión al templo como lo hicieron en la entrada de Jesús a Jerusalén como Mesías, el Rey de los judíos. La procesión de las palmas es un anticipo de la alegría por la resurrección de Jesús como la victoria ante la muerte. Las palmas son guardadas en el templo hasta el próximo año para preparar las cenizas, las mismas que se usan en la ceremonia del “miércoles de ceniza” como inicio de la cuaresma, preparación para la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.


-       Jerusalén: es la ciudad más importante en el tiempo de Jesús. Además, es el centro de peregrinación para los judíos hacia el gran templo de Jerusalén. Es la ciudad santa, es el fundamento espiritual, tiene un sentido teológico en el misterio pascual de Jesucristo.


-       Asno: significa la humildad, paz ante la gran caballería usada por los Romanos para la guerra (Mt 21,2-7; Mc 11,2-7; Lc 19,30-35; Jn 12,14), Jesús montado en un asno quiere dar a entender que viene proclamando la paz y que El es el soberano de la paz.

-       Población: el pueblo identifica al Mesías, lo aclaman, baten las palmas y viven la alegría de una entrada gloriosa de Jesús en la ciudad de Jerusalén. Es la alegría de la entrada en la vida eterna, en la gloria de Dios Padre. Pero, lo sorprendente de la historia es que el mismo pueblo aclamará con fuerza contra Jesús: “crucifíquenlo”. Es la historia de nuestra vida personal ante Dios, lo alabamos y lo abandonamos, lo reconocemos y lo desautorizamos, es la historia que necesitamos cambiar en nuestra vida.


El Domingo de Ramos es el último de la Cuaresma, un tiempo para reflexionar y buscar una renovación espiritual. Los seres humanos necesitamos de un Espíritu que vaya transformando y renovando la vida interior. Es un tiempo que las personas pueden dedicar para encontrarse con su propia historia y ver de qué manera la puede mejorar y acercar al camino de Dios.

 

¿Qué día cae Semana Santa en el calendario?

 

Semana Santa y

Colores litúrgicos

2023

2024

2025

2026

Domingo de Ramos.

Color rojo

2 de abril

24 de marzo

13 de abril

29 de marzo

Lunes Santo.

Color morado

3 de abril

25 de marzo

14 de abril

30 de marzo

Martes Santo

Color morado

4 de abril

26 de marzo

15 de abril

31 de marzo

Miércoles Santo.

Color morado

5 de abril

27 de marzo

16 de abril

1 de abril

Jueves Santo.

Color blanco o dorado

6 de abril

28 de marzo

17 de abril

2 de abril

Viernes Santo

Color rojo

7 de abril

29 de marzo

18 de abril

3 de abril

Sábado Santo

Color blanco o dorado

8 de abril

30 de marzo

19 de abril

4 de abril

Domingo de Resurrección

Color blanco o dorado

9 de abril

31 de marzo

20 de abril

5 de abril

Lunes de Pascua

Color blanco o dorado

10 de abril

1 de abril

21 de abril

6 de abril

Domingo de Pentecostés

Color rojo

28 de mayo

19 de mayo

8 de junio

24 de mayo

 
Colores litúrgicos de Semana Santa 

Tres colores principales: morado (o púrpura), rojo, blanco y dorado (estos dos últimos de forma conjunta).

  • Morado/ púrpura. Significa la penitencia, reflexión, arrepentimiento. Se usa durante cuaresma hasta el miércoles santo. Lunes Santo, Martes Santo y Miércoles Santo.  
  • Rojo.  Es el color de la sangre y la fuerza del Espíritu Santo. Jesús nos ama tanto hasta morir en la cruz.  Se usa durante las fiestas de la Pasión del Señor como el Domingo de Ramos y el Viernes Santo.
  • Blanco y/o dorado. La pureza del oro, la limpieza del blanco. Simboliza la alegría, la paz, la pureza. Las fiestas más importantes se visten de color dorado, por ejemplo: la Vigilia de la Pascua de Resurrección. También el blanco es el color del Domingo de Pascua y el de Jueves Santo. Se usa durante la Misa Crismal en la que se bendicen los óleos que se utilizan durante todo el año para los sacramentos de la Unción de enfermos, para el bautismo, confirmación y Ordenación Sacerdotal.

Durante el Tiempo de pascua se usa el color blanco. Hasta la fiesta de Pentecostés, se usa el color rojo, símbolo del fuego del Espíritu Santo que inunda el corazón de los apóstoles y todos los que hemos recibido la confirmación.

Tiempo de pascua: es el tiempo litúrgico que va desde el Domingo de pascua hasta el Domingo de Pentecostés (50 días). En pascua celebramos que la vida ha vencido a la muerte, que todo renace, que florece nueva vida, la nueva vida que Jesús nos da.