sábado, 28 de diciembre de 2024

La Sagrada Familia (C): no comprende a su hijo pero es la familia

«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?»


Tu familia también es modelo, mira a tus padres, a tus hermanos, tenerlos es ya un gesto divino. El reto seguirá siendo la comprensión, el entendimiento.


Sagrada Familia

Archivo:Sagrada Familia con San Juan Bautista y Santo Domingo (Angelino Medoro)


La Sagrada Familia

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

Una familia en la que el hijo es comprendido paulatinamente

La comprensión es el desafió actual para todo miembro de una familia. Parece fácil porque a un hermano le conoces al menos los años que tienes, pero es difícil comprender el por qué de algunas actitudes. El padre y la madre que lo engendraron, lo vieron nacer y crecer, no comprenden al hijo. La complejidad de caracteres no debe apagar las carcajadas que también se generan en las conversaciones. De seguro, el lugar más auténtico e íntimo es el hogar, la familia, por ello es un imperativo humano y divino cuidarlo.

Los desesperados padres, María y José, buscan a su hijo Jesús. Te imaginas todo lo que puedes andar pensando, revisando cuál fue el momento que viste a tu hijo, las palabras que dijo, si había algún sospechoso, si puede hacer algo la policía, si tienes una foto reciente del niño,… María y José buscan a Jesús durante tres días. Más que una noticia desesperante, las palabras del niño Jesús son una aclaración de la escena, una fijación de que es hijo, Hijo de Dios. Para Jesús parece evidente y natural ir a la casa de su padre, el templo. Sus pasos no se pierden en el camino de búsqueda de su Padre, al tiempo sus padres van comprendiendo.

Familias diversas y poco convencionales

La familia está diversificada actualmente. No entro en detalles, sólo que el ser humano necesita de una familia. Y si alguien quiere formar una, lo hace por amor, confiamos. ¿Cómo se conforma tu familia? La misma Familia Sagrada no es convencional, José no es el padre de Jesús, María es esposa pero no tienen más hijos, sigue Virgen por un acto milagroso de Dios. María y José huyen a Egipto para evitar que Herodes mate a Jesús, son migrantes, José, obrero, trabaja para mantener al hijo de Dios, José tienen placenteros sueños para recibir orientaciones del mismo Dios.

Familia modelo como la tuya

Entonces, ¿qué caracteriza a una familia modelo? Es una familia original, sólo Dios sabe cómo la va guiando. Tienen una historia llena de desafíos, emprendedores de un camino juntos para preservar la vida, para compartir las alegrías, para unirse en las preocupaciones. José habla poco, pero está cuidando de la Virgen; ella confía en Dios y persevera en su fe, se alegra con Isabel por los frutos que llevan en su vientre: Jesús y Juan el Bautista. 

Tu familia también es modelo, mira a tus padres, a tus hermanos, tenerlos es ya un gesto divino. El reto seguirá siendo la comprensión, el entendimiento. Todos quieren la felicidad y la alegría, la paz y el amor divinos. Al final de la vida, recordar los momentos de emociones fuertes llenos de vitamina de amor te hará sentir el milagro de vivir, la esperanza en tu hermano, tu hermana es como una madre, y tu hermano como un padre, es el abrazo de Dios.

La Navidad en tu familia

En este misterio de Navidad, si alguna vez fallas, te conviertes en motivo de desunión, regresa, tu familia te tolera; si te equivocas pide perdón y sé una persona nueva; si sientes que tu carácter y los conflictos internos, tus propias frustraciones, etc te han convertido en una pesadilla para tu familia, por favor, busca la salud espiritual, psicológica, emocional. A Jesús le llamaron loco, avisaron a sus padres para ir por él; pero ellos guardaron prudente distancia, respetaron su propia decisión, y dejaron seguir el misterio de Dios en su vida.

En esta Navidad, abre la puerta de la casa de la Sagrada Familia, déjate atrapar por su misterio que en el fondo es tu propio misterio. Están José y María, está el niño, acércate, su sonrisa tierna y su fragilidad te pueden iluminar la vida. Esta familia no te ofrece un banquete porque su país está en guerra, no te regala vestidos de las mejores marcas porque también tienen frío, no te da los mejores dulces porque su austeridad de migrantes les posibilita sólo una tizana. En ese silencio, esta familia, te abre la puerta, te da la mano, de saluda, te sonríe, y te pide contemplar el misterio de la esperanza, de la justicia, de la paz. Esta familia es tu familia.

Palabra del papa Francisco

En el Evangelio vemos que incluso en la Sagrada Familia no todo va bien: hay problemas inesperados, angustia, sufrimiento. No existe la Sagrada Familia de las estampitas. María y José pierden a Jesús y lo buscan angustiados, luego lo encuentran después de tres días. Y cuando, sentado entre los maestros del Templo, responde que debe atender los asuntos de su Padre, no lo entienden. Necesitan tiempo para aprender a conocer a su hijo. Así es también para nosotros: cada día, en la familia, hay que aprender a escucharnos y comprendernos, a caminar juntos, a afrontar los conflictos y las dificultades. Es el reto diario, y se gana con la actitud adecuada, con pequeñas atenciones, con gestos sencillos, cuidando los detalles de nuestras relaciones. (…)  ¡Cuántas veces, por desgracia, nacen conflictos dentro de las paredes del hogar como resultado de silencios demasiado largos y egoísmos no curados!  (…) esto rompe la armonía y mata a la familia. Pasemos del “yo” al “tú”. Lo que debe importar más en la familia es el “tú”. Y cada día, por favor, recen un poco juntos, si pueden hacer el esfuerzo, para pedir a Dios el don de la paz en familia. ¡Y comprometámonos todos padres, hijos, Iglesia, sociedad civil a apoyar, defender y proteger la familia que es nuestro tesoro! Que la Virgen María, esposa de José y madre de Jesús, proteja a nuestras familias. 

(Ángelus, 26 de diciembre de 2021)

 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2, 41-52

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.

Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.

Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».

Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».

Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.

Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.

Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.


Pintura

Archivo:Sagrada Familia con San Juan Bautista y Santo Domingo (Angelino Medoro)

domingo, 22 de diciembre de 2024

IV Domingo de Adviento ( C): María en la visita a su prima Isabel, el silencio y la alegría

"¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!"

 

Hoy podemos percibir la alegría de Isabel al escuchar el saludo de María. Las palabras de Isabel son inspiradas por el Espíritu Santo. María, la bendita entre las mujeres, la Madre del Señor, permanece en silencio arrollador lleno de acciones.


La Visitación de la Virgen María

 

IV Domingo de Adviento

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

 

El silencio de María

Ha descubierto en su joven caminar las acciones de sus paisanos, las costumbres del judaísmo, el camino delgado “moralista” que sostiene a una mujer. En esa dimensión contemplativa de la vida diaria ha descubierto que existen sentimientos y misterios más profundos. Por ejemplo, es una alegría saber que su prima está embarazada, pero responde a un valor profundo de la humanidad y emprende su camino de prisa a la montaña. Comprende el desafío humano al que se enfrenta su prima y además, el divino, el embarazo que parecía imposible es ahora una bendición de Dios, la cual debe crecer y por ello participar en su cuidado.

 

Del camino de María a la ciudad de Judá es pura acción en sintonía con su misión. Sus acciones convierten al silencio en un efecto comunicativo relevante, decodificante, no se trata solo de un mero embarazo, sino especialmente del misterio de la Encarnación. María y su prima Isabel son mujeres temerosas de Dios y a la vez fortalecidas por el mismo Dios, el ángel repite: “no temas”.

 
La alegría de María.

Su alegría está llena de gracia, el Dios al que presenta sus oraciones está ahora con ella. Su gran argumento es la obediencia. Los rumores se esfuman. Es honesta ante Dios y esa transparencia la ubica como gran modelo de fe. El centro de su fe es Dios. Dios en su vientre. Su alegría, su silencio, su fe configuran su humildad, su servicio. Así, la Virgen María se regocija en su ser de madre, en la promesa de Mesías que lleva en su vientre. Una mujer, la Virgen María, entrada en el misterio de Dios para que sea humano sin dejar de ser divino.

 

El nacimiento del hijo de María es el nacimiento del Hijo de Dios. O el nacimiento es el momento culmen de la revelación de este misterio. El sí de María en el anuncio del ángel llega a su momento estelar: el misterio de la Encarnación. Dios se hace hombre para que los hombres vuelvan a Dios. 

 

El niño Jesús es Hijo de Dios, es el Mesías esperado, nace entre los pobres, entre quienes no le abrieron las puertas de sus casas, menos sus corazones, entre las autoridades ebrias de poder. El mesías nace en un mundo humano, al borde de lo inhumano, para devolverle su dignidad, su unidad, su identidad. 


Esa es la paradoja, la alegría de María es también su tristeza, su silencio; dicho de otro modo, la contemplación entre su fe y el frío, entre la promesa y el sin techo. No le abren sus puertas ni sus corazones a quién les creó por amor, les acompañó como una madre, y viene con lo más profundo de sus entrañas a mostrarles los caminos de la vida, a liberarlos.

 

Alégrate en este domingo, ya va nacer el Hijo eterno del Padre, el Hijo de María, nuestro hermano Jesús. En esta navidad recuerda que de tras de cada acción puedes encontrar un gesto divino, el silencio comunica mucho, la disponibilidad hace posible lo imposible. Pero en todo el misterio, no olvides de fortalecer la alegría de la fe. Hoy, el gran evento del Salvador inicia con un gesto de caridad por parte de María.

 

Palabra del papa Francisco:

Este dinamismo es obra del Espíritu Santo: el Espíritu de amor que fecundó el seno virginal de María y que la instó a acudir al servicio de su pariente anciana. Un dinamismo lleno de alegría, como vemos en el encuentro entre las dos madres, que es todo un himno de júbilo alegre en el Señor, que hace grandes cosas con los pequeños que se fían de él.

 

Ángelus, 23 de diciembre de 2018 | Francisco

 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 39-45

En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a un a ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del 
Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

sábado, 14 de diciembre de 2024

III Domingo de Adviento (C): Domingo Gaudete, la alegría que viene de Dios

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
«¿Entonces, qué debemos hacer?».

Él contestaba:

«El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo»

Hay más alegría en la bondad que en el egoísmo, en la paz que en la violencia, en la justicia que en el hurto, en la verdad que en la mentira, en el nacimiento que en la muerte. La alegría interior ante Dios como inspirador de las mejores acciones.

 

Alegría

Adorazione del Bambino, 1619- 1620, Firenze, Galleria degli Uffizi

 

III Domingo de Adviento

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

El nacimiento de Dios es el motivo principal de la alegría. Es el personaje principal en esta historia de amor. La trama de nuestra relación con él cada uno lo sabe, pero sólo Dios puede visionar el desenlace.

 

Alegría y paz

Cada mañana tenemos la alegría de la lluvia y del canto de los pájaros. Cada día suena la voz de alguien que quiere tu bien y pregunta por cómo te va la vida. El sol, los amigos y otros signos de paz alegran tu existencia.

 

Pero tú dirás que no siempre sucede así y tienes razón: ¿qué o quién rompe el corazón de la alegría en tu vida? Seguramente quien no te respeta ni te valora, te tiene envidia. Aunque cabe también la pregunta en el sentido inverso: ¿por qué siento que no soy bien aceptado en este grupo de amigos? ¿Soy sembrador de alegría?

 

Alegría y justicia

El profeta Sofonías (640-609 a.C.) comunicador de Dios y defensor del pueblo, busca que su pueblo tenga alegría; pero se choca contra la historia adversa que rompe la dinámica de la paz: el fanatismo, el fundamentalismo, el abuso. Los fanáticos que hacen sufrir las consecuencias de las guerras; los fundamentalistas van fisgoneando y condicionando la vida de los demás; los abusivos dejando a los pobres sin pan ni futuro. Esta misión del profeta de la alegría en un mundo caótico es la de los cristianos, los judíos y los musulmanes; un solo Dios, el mismo Dios. Las tres religiones monoteístas deberían unirse por la paz, y despertar la alegría en su territorio que tanto lo necesita.

 

Es claro, puedes ser profeta de alegría. La consecuencia lógica es ser heraldo de la paz. Es antimoral, un golpe a la conciencia estar en el lado de los que roban el pan del pueblo. No se puede conjugar la avaricia con la generosidad, las migajas económicas no deberían comprar conciencias. Una vida invadida por el dinero injusto es una puerta abierta a la violencia, tristeza.  Es “natural” (incoherente) entonces, pensar mejor en una navidad llena de regalos y de luces artificiales para maquillar la incoherencia, la fragmentación interna, el dolor silencioso, lo insípido del interior, la necesidad de perdón. ¿Allí está la alegría del nacimiento de Dios?

 

Alegría y vida

Con la alegría hasta las arrugas y las canas son simpáticas. Significa disfrutar de la buena vida y vivir bien. Más allá de lo estético y de lo psicológico, los beneficios de la alegría en Dios son necesarios. Lo estético lo maquillas; lo psicológico depende del enfoque, hay gente que se alegra haciendo el mal, la depravación es casi signo del abuso de autoridad y empoderamiento. 

 

La alegría en Dios tiene ese clima de la espera, de estar a la expectativa por conocer el color de ojos, por tenerlo en tus manos apenas nazca. Es la serenidad del corazón al saber que Dios va cuidando de su hijo y de sus hijos. La alegría que te libera de todo pesimismo, de los temores futuros, de las malas intenciones. La alegría de que tu vida tiene sentido porque buscas en tu corazón a Dios, lo encuentras en el compartir con los demás y lo esperas en el mundo futuro más allá de la muerte. Es la alegría que siente el hombre al ser humano, al saber que tiene inteligencia, voluntad, corazón, conciencia, espiritualidad, sangre, huesos y vida. Si eres un ser alegre, eres un ser humano, forjador de humanidad.

 

Alegría y compartir

Produce más alegría el compartir que el acumular. Los ojos no están para la mezquindad. Es parte del mensaje expresado por Juan el Bautista a quiénes le preguntaban: “Entonces, ¿qué debemos hacer?”. El llamado a compartir el pan el vestido, a no exigir al prójimo más allá de sus fuerzas, a ser justos, a no robar, a evitar la violencia.

 

Pero, no nos quedemos sólo en el mensaje un tanto moralizante, veamos más allá, el compartir evidencia un corazón que goza de alegría abundante, una persona tolerante suele disfrutar del respeto a las personas, la justicia ennoblece la conciencia, y el no robar produce la paz ante Dios. En el fondo, está el corazón grato ante Dios, una vida acorde a la fuente de la alegría, que con sus actos genera paz, esperanza, alegría.

 

Feliz domingo “Gaudete”, que tu alegría provenga de un corazón lleno de Dios y del amor a los demás.

 

Palabra del papa Francisco

La alegría cristiana, al igual que la esperanza, tiene su fundamento en la fidelidad de Dios, en la certeza de que Él mantiene siempre sus promesas. El profeta Isaías exhorta a quienes se equivocaron de camino y están desalentados a confiar en la fidelidad del Señor, porque su salvación no tardará en irrumpir en su vida. Quienes han encontrado a Jesús a lo largo del camino, experimentan en el corazón una serenidad y una alegría de la que nada ni nadie puede privarles. Nuestra alegría es Jesucristo, su amor fiel e inagotable. Por ello, cuando un cristiano llega a estar triste, quiere decir que se ha alejado de Jesús. Entonces, no hay que dejarle solo. Debemos rezar por él, y hacerle sentir el calor de la comunidad.


(Ángelus, 15 de diciembre de 2013 | Francisco)

 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 3, 10-18

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
«¿Entonces, qué debemos hacer?».

Él contestaba:
«El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».

Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:
«Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?».

Él les contestó:
«No exijáis más de lo establecido».

Unos soldados igualmente le preguntaban:
«Y nosotros ¿qué debemos hacer?».

Él les contestó:
«No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga».

Como el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga».

Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo el Evangelio.


Pintura:

Adorazione del Bambino, 1619- 1620, Firenze, Galleria degli Uffizi

- Gerard van Honthorst - Adoration of the Shepherds

domingo, 8 de diciembre de 2024

La Inmaculada Concepción (C) La vida puede ser mejor y no lo aprovechamos

“porque para Dios nada hay imposible”

 

En la solemnidad de la Inmaculada Concepción es bueno descubrir que no hay nada imposible para Dios, incluso en tu propia existencia, puedes ser inmaculado en lo que eres, haces, dices, pregonas,...

 

Inmaculada Concepción
La Inmaculada. Bartolomé Esteban Murillo

La Inmaculada Concepción

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

 

Hoy celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción de Santa María Virgen. La primera noticia de este día es que nada es imposible para Dios. Nuestra humanidad está en guerra permanente, desde Adán y Eva, con el mal que llega adquiriendo rostro de bien. Solo el auténtico rostro de Dios, el Mesías, es capaz de revelarse y revelar el engaño, poner en evidencia el maquillaje artificial, la aparente victoria del mal.

 

La mujer que se dispone a lo posible es la Virgen María, ella se convierte en Madre desde el momento de la Encarnación. La primera mujer, Eva, en la muerte de sus hijos vio el éxito del mal; ahora una mujer joven de una aldea se desconcierta al escuchar al Ángel y pregunta cómo puede suceder aquello de ser madre si ha conservado inmaculado su cuerpo, su corazón, su vida. 

 

La sabiduría. Eva, Virgen María

Tanto Eva como la virgen María quieren saber más, la sed de sabiduría está presente en todo ser humano. Pero hay un detalle, buscas la sabiduría y pierdes a Dios, o buscas la sabiduría con humildad y cercanía a Dios. La sabiduría sin Dios suele tener delirios de grandeza y soberbia, en cambio la auténtica sabiduría, al estilo de Salomón, Abraham, la Virgen María, tiene a Dios en el centro del servicio. Por ello, la Inmaculada tiene al centro de su existencia al Hijo de Dios, a la Palabra o Sabiduría que se hizo carne.

 

En este sentido, la Madre Inmaculada tiene la responsabilidad de cuidar el corazón y el cuerpo de su Hijo. De la calidad de madre puede salir un gran Hijo. La madre es la fuente de muchas capacidades que ayudan a enfrentar la vida, el amor, los conflictos. La Inmaculada es la madre que pisotea el mal en todo lo que existe bajo la luna y las estrellas. Por ello, el corazón que recibió la fuente de amor de Madre sólo encuentra sentido a sus acciones cuando hace bien. Ahora podemos comprender mejor las relaciones afectivas de Jesús con las mujeres; Jesús busca sanar, perdonar, encaminar, enviar como discípulas.

 

Madre de la humanidad

Dios en la Inmaculada encuentra un vientre seguro para su hijo. Lo saben mejor las mujeres, no sólo les comunican su sangre, sino todos los elementos para su desarrollo, también la pureza. Las madres incursionan en los métodos pedagógicos, en las terapias físicas y psicológicas, son las impulsoras y motivadoras primarias de sus hijos. Esta delicada misión les pone en la fuente del cambio humano, social, eclesial. 

 

El Papa Francisco en su ensayo "Sei unica" (Eres única) sobre el genio femenino, escribe: 

"Tú eres armonía, tú eres poesía, tú eres belleza. Si queremos tejer los hilos de nuestros días con la humanidad, sólo podemos partir de ti. Vuestro 'genio' puede aportar una contribución decisiva en la vida pública y tiene un papel indispensable en el ámbito familiar. No cabe duda de que hay que hacer mucho más en su favor. Es importante que su voz se oiga más, que tenga más peso. Es necesario que se reconozca su autoridad'.
 (octubre, 2024)

 

Pero el mensaje no va sólo a las madres, ellas como la Virgen María lo hacen con el corazón amoroso por sus hijos, va también a los hijos que ya olvidaron el amor del vientre, la paz del regazo materno, el calor del abrazo de una madre. Hablar de la Madre en buena forma no hay otra que en referencia a su Hijo Jesucristo. En esta relación íntima de madre-hijo-madre se aprende la alegría, la sencillez, la humildad, el perdón, la sinceridad. Los hijos tenemos que cuidar de estropear el corazón inmaculado de una Madre, como una Madre no puede afectar el cuerpo y alma inmaculados de sus bebés.

 

No es imposible para Dios:

Motivar a un corazón soberbio a pedir perdón,

Que la mente verduga y violenta busque la paz,

Recobrar la salud del cuerpo y del alma,

Impulsar el espíritu fraterno y humano,

Forjar vida 

 

Todos estamos invitados a aprovechar las grandes oportunidades que nos regala Dios para mejorar nuestros corazones, mentes y almas. Que tu corazón inmaculado reciba a Dios con alegría, y seguro expresándole tus desconciertos.

 

Palabras del papa Francisco

Entonces, preguntémonos: ¿creo que lo importante, tanto en las situaciones cotidianas como en el camino espiritual, es la fidelidad a Dios? Y, si lo creo, ¿encuentro tiempo para leer el Evangelio, para rezar, para participar en la Eucaristía y recibir el Perdón sacramental, para hacer algún gesto concreto de servicio gratuito? Son esas pequeñas opciones de cada día las que resultan decisivas para acoger la presencia del Señor.

Que María Inmaculada nos ayude a asombrarnos ante los dones de Dios y a responder a ellos con fiel generosidad cada día.

(Angelus, 8 de diciembre de 2023)

 

 

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».

Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.

El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».

Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».

El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».

María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Y el ángel se retiró.


Pintura:

Esta obra es una de las Inmaculadas de Bartolomé Esteban Murillo con aspecto más juvenil, lo que la vincula con la tradición sevillana del también pintor sevillano Francisco de Zurbarán, y con las recomendaciones sobre la representación de este tema manifestadas por Francisco Pacheco en su Arte de la pintura, que escribió en 1649. Además, hay varios dibujos preparatorios para esta obra ejecutados por Murillo, lo que demuestra que el pintor sevillano se preparó concienzudamente para ejecutarla, y es conocida como Inmaculada del Escorial porque aparece citada por primera vez en las colecciones reales del monasterio de El Escorial en 1788, durante el reinado de Carlos IV de España.

sábado, 30 de noviembre de 2024

I Domingo de Adviento (C): signos de Esperanza y amor

Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación

 

Jesús vendrá y nos debe alegrar, no tener miedo. El primer domingo de Adviento es una invitación a mantener la esperanza firme en Jesús que viene a liberarnos.

 

Virgen de la esperanza

Virgen de la Esperanza con ángeles músicos. Juan Sariñena (Aragón, 1545 - València, 1619)

© Museo de Bellas Artes de Valencia


I Domingo de Adviento

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

 

Iniciamos el primer domingo de Adviento. El tiempo de adviento sirve para ejercitar la esperanza, la fe y la caridad como preparación para celebrar mejor el Nacimiento de Jesucristo, la Navidad. Así, el misterio de la Encarnación cobra vida en nuestra existencia.

 

¿Cómo mantener la esperanza a pesar de que no podemos controlar la naturaleza?

Si le das una ojeada al mapa de desastres naturales y artificiales del planeta te sorprenderá, el Apocalipsis queda patentado, desde terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas, hasta zonas de riesgo biológico o acercamientos de asteroides a la Tierra. Es decir, los signos cósmicos pueden ser monitoreados, pero no controlados. Por ejemplo, la inundación más devastadora conocida es la del río Misisipi (1927) en Estados Unidos, el desborde del Río Amazonas en 1953, las inundaciones de la DANA en España (2024) entre otras generaron controversias sobre la prevención.

 

Ante estos fenómenos no podemos dejarnos arrastrar por la desesperación y el miedo. Es la oportunidad para fortalecer la esperanza. Los fenómenos traen consigo un cambio radical en el orden del mundo.  Entonces, si todo lo creado está bajo el dominio de Dios significa que debemos confiar en su promesa, leer los signos temporales y agradecer por el aire, el sol, el agua, la tierra, etc que Dios nos ha dado para ser administradores prudentes y respetuosos.Humildemente necesitamos prevenir los desastres en nuestras relaciones, especialmente con Dios.

 

¿Cómo mantener la esperanza en medio del caos humano?

Las catástrofes en realidad son imágenes de la maldad que corroe nuestro corazón. A propósito, el Documento Final del Sínodo de Obispos, publicado en octubre de 2024, señala las conversiones en las relaciones. Cómo evitar las relaciones catastróficas con uno mismo, con el prójimo y con Dios. Estas mismas relaciones pueden trastornar la relación con la naturaleza.

 

Ejemplos de ello los tenemos a la mano: nuestras relaciones turbulentas con las personas, la intolerancia, la falta de respeto. Las guerras. La clase política altamente capacitada para robar y matar, salvo poquísimas excepciones. Los sistemas educativos jalados a la ignorancia práctica. 

 

Lo inútil de todo ello es que las relaciones turbulentas tienen consecuencias más allá de las ojeras y la panza, el estrés, las enfermedades crónicas y en lo más profunda del alma la falta de paz, mucha amargura, dolor, impotencia. El caos se va generando porque el sujeto roto se va alejando progresivamente de Dios, de su familia, de sus amigos. La violencia solapada es como una pesadilla y se necesita más vigilancia en las palabras, las acciones, los gestos, las expresiones. Pero, la vida según el evangelio traspasa el autocontrol personal. Dios puede sondear el alma humana, sanar las grietas escondidas, restaurar el brillo opacado.

 

¡Mi alma espera en ti Señor!

Han comenzado a suceder estas cosas catastróficas, Jesús pidió a sus discípulos que levanten la cabeza porque se acerca la liberación. Así, mientras que otros tiemblan de miedo, los creyentes tienen razones para esperar con confianza. También se puede decir que nacerá el niño Jesús para liberarnos de las fuerzas opresoras, la fe para darnos la capacidad de vivir con esperanza activa, conscientes de que Dios está actuando incluso en medio de la crisis.

 

El llamado es a la vigilancia y a la oración. "Tengan cuidado, no sea que sus corazones se entorpezcan por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida".  Los momentos de oración son de gran intimidad con Dios, es un diálogo sincero y sanador. Dios escucha nuestras plegarias, nos acompaña en los momentos más turbulentos. 

 

La venida de Dios en esta navidad nos encuentre en medio de la crisis, pero con esperanza firme, con preocupaciones, pero no al margen del amor, con muchos desafíos pero sabiendo que contamos con su ayuda y presencia; en todo, Dios tiene la última palabra.

 

Palabra del papa Francisco

Es la oración la que mantiene encendida la lámpara del corazón. Especialmente cuando sentimos que nuestro entusiasmo se enfría, la oración lo reaviva, porque nos devuelve a Dios, al centro de las cosas. La oración despierta el alma del sueño y la centra en lo que importa, en el propósito de la existencia. Incluso en los días más ajetreados, no descuidemos la oración. Ahora estaba viendo, en el programa “A su imagen”, una bella reflexión sobre la oración: nos ayudará verla, nos hará bien. La oración del corazón puede ayudarnos, repitiendo a menudo breves invocaciones. En Adviento, acostumbrémonos a decir, por ejemplo: "Ven, Señor Jesús". Solo eso, pero decirle: “Ven, Señor Jesús”. Este tiempo de preparación para Navidad es hermoso: pensemos en el pesebre, pensemos en la Navidad, y digamos con el corazón: “Ven, Señor Jesús, ven”. Repitamos esta oración a lo largo del día y el ánimo permanecerá vigilante. “Ven, Señor Jesús”: es una oración que podemos repetirla tres veces, todos juntos. “Ven, Señor Jesús”, “Ven, Señor Jesús”, “Ven, Señor Jesús”.


Ángelus, 28 de noviembre de 2021 | Francisco

 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 25-28. 34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».


Pintura: 

Virgen de la Esperanza con ángeles músicos. Juan Sariñena (Aragón, 1545 - València, 1619)

© Museo de Bellas Artes de Valencia

domingo, 24 de noviembre de 2024

XXXIV Domingo del tiempo ordinario (B): La solemnidad de Jesucristo Rey del universo

«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz»

El diálogo entre Jesús y Pilato sobre la verdad y el reino. Los temas actuales de esta vida son la verdad y el reino, las falsas acusaciones de los líderes religiosos, y el falso poder del líder político.


Juicio de Pilato  Pilato lavándose las manos   


XXXIV Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2023 - 2024 - (Ciclo B)

 

Un rey que testimonia la verdad responde a un rey que es signo de mentira y esclavitud. El rey creador de este mundo le aterriza a un rey que quiere dominar el mundo pequeño. El rey de la paz habla del cielo a un rey violento. Pilato se debió sentir perdido en un pueblo que lo odia y ante un judío que le dice ser escuchado por quienes aman la verdad de Dios.

 

Pilato

A Jesús le han acusado de hacerse llamar “rey” lo cual para el derecho romano es penado con la muerte. Pilato se niega a juzgar, pero debe examinar y encontrar razones para mandarlo matar. Pilato entiende el “reino” en términos meramente políticos, y si alguien se proclama rey comete el reato de lesa majestad.

 

Pilato es sólo una pieza del ajedrez de la mentira, como las acusaciones de considerarse “Mesías”, la burla de los soldados, los gritos populares “crucifícalo”; en el camino de la pasión se le va restregando al ser humano sus capacidades para mentir, juzgar, matar, huir, etc. En los escenarios de la mentira la verdad debe ser apagada, escondida, crucificada. En cada corazón codicioso y plagado de maldad anidan el desamor, la violencia. Llega a obsesionarse por defender ciegamente la mentira, a maquillar de legal su poder.

 

Jesús

El profeta judío está ante Pilato, antes de la pasión en la cruz. Su poder divino no busca conquistar tierras ni dominar los imperios. No tiene ejército, sólo discípulos armados con su Palabra. En un contexto de deshumanización y esclavización resuenan sus enseñanzas por liberar, por humanizar, por poner en el centro su predilección por los débiles de “este mundo”. 

 

“Yo soy rey” es una afirmación clara y la explica de inmediato. Vincula a la verdad como un mensaje claro de parte de Dios para con su pueblo. Jesús es el testimonio de la verdad, a dar a conocer el sentido de la vida iluminada por Dios. Pilato está cuestionando a la Verdad misma sin saber que la tiene al frente, no necesitaría preguntar más. 

 

En este día, en honor a la verdad, supera las tentaciones de las aparentes verdades que traen la muerte. Vayamos más allá de la curiosidad de Pilato y del reino de este mundo, allá donde el amor y la paz son verdaderas luces para nuestra existencia. Si al menos hoy dejamos que Dios nos hable su verdad, si buscamos escuchar su voz, si amamos como Dios manda, …

 

Palabra del papa Francisco

Jesús hoy nos pide que dejemos que Él se convierta en nuestro rey. Un Rey que, con su palabra, con su ejemplo y con su vida inmolada en la Cruz, nos ha salvado de la muerte, e indica —este rey— el camino al hombre perdido, da luz nueva a nuestra existencia marcada por la duda, por el miedo y por la prueba de cada día. Pero no debemos olvidar que el reino de Jesús no es de este mundo. Él dará un sentido nuevo a nuestra vida, en ocasiones sometida a dura prueba también por nuestros errores y nuestros pecados, solamente con la condición de que nosotros no sigamos las lógicas del mundo y de sus «reyes».

 

(Ángelus, 25 de noviembre de 2018).

 

 

Lectura del santo Evangelio según san Juan 18, 33b-37

En aquel tiempo, Pilato dijo a Jesús:
«¿Eres tú el rey de los judíos?».
Jesús le contestó:
«¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?».
Pilato replicó:
«¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?».
Jesús le contestó:
«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí».
Pilato le dijo:
«Entonces, ¿tú eres rey?».
Jesús le contestó:
«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».