sábado, 26 de abril de 2025

II Domingo de Pascua (C): Señor mío, Dios mío de la Misericordia.

“Paz a vosotros”

La palabra misericordia significa amor, amor que se expresa desde las entrañas; también puede significar “te perdono”, “creo en ti”, “no temas”, “te envío”.


Paz a ustedes, la duda
Incrédulo Tomás de Bernardo Strozzi

 

II Domingo de Pascua

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

Una historia vergonzosa. Pero ¿cuál es la historia?

Los llamó amigos, les confió su madre, les enseñó las claves del sentido de la vida, les mostró una gran misión, conocieron su dimensión divina y humana. Estos amigos, escaparon y seguían temblando de miedo ante el poder de la guardia romana. Uno lo entregó con un beso, otro lo negó, y otros salieron corriendo. Cualquier jefe de una banda les estaría buscando para degollarlos.

 

Pero no juzguemos rápido. Realmente estamos viendo sólo el poder de las armas y la ética de soldado. Pero acá nos referimos al poder de la fe en la Palabra de Dios y la fidelidad a una misión. ¿Qué harías ante un poder militar que atrapa a tu mejor amigo? ¿pedirías asilo político, te esconderías de cualquier manera?

 

Pero hay un miedo del cual no se puede huir por mucho tiempo. Duele más el haber ofendido que ser ofendido. Traicionar y engañar son filudas chavetas que perforan la conciencia, por más que te metas al palacio más seguro. El remordimiento y el miedo puede generar tanta angustia y sufrimiento en el alma. Los discípulos encerrados, miedosos, solos no pueden quitar su pecado. En ese contexto aparece el amigo, no para pedirte explicaciones, sino para ofrecerte la paz, la paz, la paz.

 

Los discípulos se alegran de ver a Jesús resucitado, pero sus corazones necesitan paz. El corazón de Jesús capaz de dar paz y amor. Es el corazón misericordioso, puede dar más que un “perdón” frío y diplomático, restaura la amistad, la confianza, los proyectos, la alegría. 

 

Las llagas que producimos

Entonces, cuando se trata de la duda de Tomás el Mellizo, también se trata de los pecados personales de los otros discípulos. Por ello, la paz viene con perdón, por pura misericordia. Jesús es un maestro que con su vida y palabras sigue anunciando la vida eterna a la  humanidad. La pascua de la resurrección nos explica en la vida práctica de Tomás. El Mellizo ha sido llamado a ser discípulo como cada ser humano, especialmente bautizado, pero también el Maestro le da una semana para seguir procesando el aprendizaje de la Pascua, la fe en Jesús resucitado, no en el condenado y sepultado. Si todas nuestras dudas nos llevarían a decir: "Señor mío, Dios mío", nuestra vida gozaría de la alegría de la esperanza. Las llagas de Cristo son las llagas producidas por la violencia y la injusticia, por la traición, la mentira, etc. Jesús asume las llagas, los pecados, de todos. No se trata de comprobar que fue crucificado. Jesús muestra las llagas para decirle que las llagas son especialmente expresión del amor grande, de la misericordia divina.

 

“Señor mío, Dios mío”

En este domingo de la Misericordia expresada en la Pascua, que puedas decirle como Tomás: “Señor mío, Dios mío”, de la Misericordia. Porque pese a todas las llagas ocasionadas viene para darte la paz, su amor, y sigue confiando en ti: Predicar el Evangelio por el mundo entero. El evangelio de la vida, del corazón misericordioso de Dios. En este sentido, la paz es el perdón, libera, da comunión. Es el fruto de su resurrección que lo renueva todo.

 

Palabra del papa Francisco:

Hermana, hermano, ¿quieres una prueba de que Dios ha tocado tu vida? Comprueba si te inclinas ante las heridas de los demás. Hoy es el día para preguntarnos: “Yo, que tantas veces recibí la paz de Dios, que tantas veces recibí su perdón y su misericordia, ¿soy misericordioso con los demás? Yo, que tantas veces me he alimentado con el Cuerpo de Jesús, ¿qué hago para dar de comer al pobre?”. No permanezcamos indiferentes. No vivamos una fe a medias, que recibe pero no da, que acoge el don pero no se hace don. Hemos sido misericordiados, seamos misericordiosos. Porque si el amor termina en nosotros mismos, la fe se seca en un intimismo estéril. Sin los otros se vuelve desencarnada. Sin las obras de misericordia muere (cf. St 2,17). Hermanos, hermanas, dejémonos resucitar por la paz, el perdón y las llagas de Jesús misericordioso. Y pidamos la gracia de convertirnos en testigos de misericordia. Sólo así la fe estará viva. Y la vida será unificada. Sólo así anunciaremos el Evangelio de Dios, que es Evangelio de misericordia.

 

Santa Misa de la Divina Misericordia (11 de abril de 2021) | Francisco

 

Lectura del santo Evangelio según San Juan 20, 19-31

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».

Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».

Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».

Contestó Tomás:
«Señor mío y Dios mío!».

Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

domingo, 20 de abril de 2025

Domingo de Resurrección (C): La fe en la resurrección de María Magdalena, de Pedro, de Juan, y la tuya

“Vio y creyó

Jesús ha resucitado, tal como lo prometió y explicó a sus discípulos. Pero la resurrección no sólo es salir de las fauces de la muerte, sino especialmente pasar a la vida eterna, allí todo tiene sentido, ya no hay ataduras, ni angustias. 

La tumba de Jesucristo

Domingo de Resurrección

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)


Hoy puedes reflexionar sobre tu propia vida, tus búsquedas, y cómo enfrentas los momentos de vacío y desesperanza.


La resurrección también suele acarrear dudas y crisis de fe. No se trata de preguntarse si existe la resurrección porque ya es histórica, sino de cómo la resurrección da sentido a la vida que tengo hoy; no sólo a nivel moral, sino en el sentido que le doy a mis pensamientos y acciones. Más que relativizar la muerte, es darle su respectivo lugar, pues llegará el día menos pensado, pero no todo se acabará porque Jesús ha resucitado y nos da un camino de una auténtica vida, para siempre.

 

En este Domingo de Resurrección es importante acompañar a los discípulos en sus pasos hacia la tumba vacía, es como un camino de fe, un paso a paso del creyente.

 

María Magdalena, la discípula.

Es una testigo de la resurrección, ha descubierto la ausencia del cuerpo, la losa dejaba ver el vacío en la tumba. Como tú o como yo, acudimos a la tumba de los seres queridos; pero el acontecimiento de la pasión no encajaba en la lógica de su experiencia con Jesús, cómo una persona que te ama tanto y la amas puede quedarse en una tumba fría. El Jesús que ha predicado la vida, el amor, la alegría, con su sinceridad arrolladora, ha realizado milagros, cómo puede ser que con la muerte acabe todo, simplemente desaparezca. El camino del discernimiento de María Magdalena es el nuestro, cómo acudimos a la tumba con un montón de recuerdos, con el misterio “de polvo eres al polvo volverás”, pero con la intuición de que la muerte nos muestra un camino para estar próximos a la eternidad. Jesús, se acercará de manera particular y personal, y la seguirá llamando por su nombre, y al verlo su vida resplandecerá del amor auténtico. 

 

San Pedro, el primo entre pares

Pedro va al sepulcro, está desconcertado, si la tempestad fue aplacada por Jesús, si en la transfiguración sus vestiduras eran blancas, si curó al soldado que Pedro le cortó la oreja, entonces unas vendas y una tumba tampoco le pueden detener. Toda la intimidad de las enseñanzas y palabras de Jesús germinaron en el corazón de Pedro. Ahora, si el miedo hizo negarlo, le queda donar la vida, ¿cuál vida?, la que tenemos suele ser pasajera, engañosa, ilusoria; sin duda, no le importará sufrir la cárcel y ser crucificado por dar testimonio del Resucitado.

 

Juan, el discípulo amado

El discípulo amado, va con la velocidad de un águila, también con el ojo de la contemplación. ¿Qué vio? No vio nada, a sus ojos el vacío de la tumba adquiere gran contenido. A Dios se le ve en el silencio, en  la realidad del Espíritu de Dios. La presencia de Jesús entre nosotros ya no es física, su voz resuena en los oídos del corazón con sed de eternidad, su luz resplandece en la oscuridad de la fe. Comprende que Dios se ha revelado para que los seres humanos podamos vivir cerca de él, por eso la resurrección no puede ser rechazada porque es como rechazar la oferta de una vida para siempre.

 

Nuestras formas de acercarnos o ser llamados por Dios es diferente, pero no puede prescindir de la muerte, de la vida, de la resurrección. En este día, tienes la oportunidad de acercarte a la tumba vacía de la mano espiritual de María Magdalena, de Pedro o de Juan; desde la ausencia del cuerpo material, o las vendas desatadas, o la contemplación de una escena que confirma lo vivido a lado de Dios, de su palabra, de las experiencias de vida, y de las intuiciones internas más allá del valle de lágrimas o de las praderas abundantes, la vida eterna es la cura para las peores crisis de fe, de alegría, de esperanza, de amor.


Feliz Pascua de Resurrección, ¡Aleluya!

 

Palabra del papa Francisco. 

Nuestro Dios es un Dios de las sorpresas”- dijo. La segunda pista es “la prisa” mostrada por las mujeres, por los discípulos: “Las buenas noticias se difunden así: con prisa”. El tercer camino es “una pregunta: ¿y yo? ¿Estoy abierto a las sorpresas de Dios? ¿Soy capaz de ir de prisa o lo postergo para mañana? Juan y Pedro fueron corriendo al sepulcro... Y [se dice, de cada uno de ellos, que] creyeron. ¿Y yo?”. 

(Urbi et Orbi , abril de 2018)

 

Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 1-9

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: 
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

domingo, 13 de abril de 2025

Domingo de Ramos (C): Donarse por amor en la Eucaristía, la Cruz, la Vida

«Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu» 

El Domingo de Ramos es la puerta de la Semana Santa, y por ello, reflexionamos la vida a la luz del compartir, el amor, la vida.

 

Oración en el huerto

La oración del huerto (El Greco, Andújar)

Domingo de Ramos

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

El valor de la eucaristía. 

El pan y el vino son el cuerpo y la sangre de Cristo. Tiene el valor fundamental de la entrega, de la ofrenda de la vida, del gesto más generoso del amor de Jesucristo para todos sus seguidores. La eucaristía es la vida misma expresada en el amor que se brinda a los demás.

 

La oración. 

Jesús va al monte de los olivos para orar, es un momento muy triste, lleno de angustia, de sueño para los discípulos. La traición y la confusión terminan incrementando el miedo y el dolor. Es la vida misma llena de penurias y de una gran luz.

 

Negar a Jesús. 

En los momentos amenazantes es difícil mantener la identidad de discípulo. Solemos negarle en varios momentos de la vida, pero Jesús nos muestra su misericordia. Sucederá en esta semana que varios se negarán a vivir el triduo pascual.

 

Condenar a Jesús. 

Los inocentes y pobres suelen recibir ajusticiamiento, no justicia. Prefieren que los delincuentes anden sueltos, liberan a Barrabás y condenan a Jesús. El interés político es mantener el poder. Jesús calla ante las preguntas superficiales. Su silencio es la protesta ante la mentira, la manipulación, el juicio tendencioso.

 

Jesús perdona. 

El peso de la cruz y el dolor de los latigazos no le impiden tener compasión, consolar a las mujeres, prometer el paraíso al ladrón arrepentido. “Hoy estarás conmigo en el paraíso” es una promesa que traspasa lo humano, además, es pura esperanza incluso en los momentos últimos de la vida.

 

Jesús muere en la cruz

Su confianza en el Padre hasta la cruz, hasta que su cuerpo pierde sangre y oxígeno. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. La muerte es el castigo radical, pero se convierte en una gran oportunidad para la vida eterna. Miles de cristianos han dado su vida en el servicio y el martirio hasta la cruz, el dolor, la injusticia.

 

👉 Que en este Domingo de Ramos podamos reflexionar y mejorar nuestra vida compartiéndola como pan eucarístico. No olvidemos la oración incluso con el miedo y las lágrimas, sepamos que, aunque lo negamos él es fiel y sigue perdonándonos los pecados. Dios ha mostrado su amor a la humanidad, y nosotros queremos ser agradecidos.


EL PUEBLO QUE FUE CAUTIVO

(Himno de Laudes. Liturgia de las horas)
El pueblo que fue cautivo
y que tu mano libera
no encuentra mayor palmera
ni abunda en mejor olivo.
Viene con aire festivo
para enramar tu victoria,
y no te ha visto en su historia,
Dios de Israel, más cercano:
ni tu poder más a mano
ni más humilde tu gloria.

¡Gloria, alabanza y honor!
Gritad: «¡Hosanna!», y haceos
como los niños hebreos
al paso del Redentor.
¡Gloria y honor
al que viene en el nombre del Señor! 
Amén.

 

Palabra del papa Francisco

Hermanos y hermanas, un amor así, todo para nosotros, hasta el extremo, el amor de Jesús, es capaz de transformar nuestros corazones de piedra en corazones de carne. Es un amor de piedad, de ternura, de compasión. Este es el estilo de Dios: cercanía, compasión y ternura. Así es Dios. Cristo abandonado nos mueve a buscarlo y amarlo en los abandonados. Porque en ellos no sólo hay personas necesitadas, sino que está Él, Jesús abandonado, Aquel que nos salvó descendiendo hasta lo más profundo de nuestra condición humana. Está con cada uno de ellos, abandonados hasta la muerte.

 

Homilía del Santo Padre Francisco

Plaza de San PedroDomingo, 2 de abril de 2023

domingo, 6 de abril de 2025

V Domingo de Cuaresma (C): Cuando soltar la piedra es el primer paso hacia la libertad

“Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”

(Evangelio según San Juan, 8,11)

Esta escena del Evangelio —la mujer sorprendida en adulterio— nos invita a un ejercicio incómodo pero necesario: vernos a nosotros mismos en ella. ¿Qué haríamos si estuviéramos en su lugar? ¿Qué brota de nuestro corazón cuando nos enfrentamos al pecado ajeno: odio o misericordia? ¿Justicia o compasión?


mujer adúltera
Hans Kermer. Jesús y la mujer sorprendida en adulterio. 


V Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)