domingo, 15 de junio de 2025

La Santísima Trinidad (C): Creer en la Trinidad… aunque tiemble la fe

  "El Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena"

Dios habita tus miedos, no abandona, es la Trinidad, no estás sólo, sino para la comunión, la señal de la Cruz no es una rutina, sino una Misión.

Santísima Trinidad

La Santísima TrinidadMuseo Nacional de Arte, INBA Transferencia, 2000. ExPinacoteca Virreinal de San Diego.


La Santísima Trinidad

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

Dios habita tus miedos, no abandona, es la Trinidad, no estás sólo, sino para la comunión, la señal de la Cruz no es una rutina, sino una Misión.


Jesús, el reflejo encendido de la Trinidad

Jesús lanza sus palabras como si fueran un reflector que alumbra y apaga, no por inseguridad, sino con prudencia divina. Sabe cuándo mostrar y cuándo esconder, cuándo calmar y cuándo provocar. Sus palabras no son tibias, sino fuego: iluminan la ausencia, el miedo, el futuro incierto. Su deseo es claro: no evitar el dolor, sino acompañarlo con una promesa más fuerte.


Y esa promesa es esta: no estarán solos.
La Trinidad es el fundamento invisible que sostiene a los discípulos cuando todo lo demás parece derrumbarse. Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo: una comunión eterna que se abre paso hasta nosotros, que nos incluye, que nos cobija con amor a través del Espíritu.


Miedo real, consuelo profundo

La comunidad de los Doce se mueve en un pueblo pequeño, donde todo se sabe. Saben que los líderes religiosos, humillados públicamente por el milagro del ciego, no se quedarán de brazos cruzados. La reacción del poder herido no es la conversión, sino el castigo. Y en este caso, el castigo es la exclusión:


“Quien confiese a Jesús como el Cristo, será expulsado de la sinagoga.”


Una sentencia así no era sólo un castigo religioso: era una muerte civil, un golpe a la identidad, una herida al corazón espiritual del pueblo. Significaba ser declarado impuro, indigno, apartado.

Jesús lo sabe. Por eso habla con claridad.
No endulza la realidad, pero sí siembra esperanza:

“El Espíritu les conducirá a la verdad plena.”


 Trinidad: Dios en auxilio de nuestras dudas

Hoy, en la Solemnidad de la Santísima Trinidad, no celebramos un concepto filosófico. Celebramos que Dios no se repliega, sino que sale al encuentro. El Padre crea y sostiene. El Hijo salva y revela. El Espíritu guía, consuela y transforma.

Dios no es soledad, es comunión eterna que se comunica.
Y nosotros, hechos a su imagen, no estamos llamados al aislamiento, sino a la relación, al vínculo, a ser reflejo de esa comunión divina.


Hoy, haz la señal de la cruz… con conciencia

Cada vez que haces la señal de la cruz, estás diciendo:

“Creo en este Dios que se dona, que es amor en relación, y que me envía a ser parte de ese amor.”


¿Tienes dudas? Está bien.
La fe no borra las dudas, las habita con esperanza.
Ese es el desafío: vivir como reflejo de la Trinidad,
aunque el miedo esté presente, aunque la oscuridad aún pese.

Hoy, no estás solo.


Estás habitado por el Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Y ese Dios quiere habitar también en tus relaciones,
en tu comunidad, en tu manera de amar y servir.

 

Palabra del Papa Francisco

Dios trino y uno, queridos hermanos y hermanas, hay que mostrarlo así, con los hechos antes que con las palabras. Dios, que es el autor de la vida, se transmite menos a través de los libros y más a través del testimonio de vida. Él que, como escribe el evangelista Juan, «es amor» (1 Jn 4,16), se revela a través del amor. Pensemos en las personas buenas, generosas, mansas que hemos conocido: recordando su manera de pensar y actuar podemos tener un pequeño reflejo de Dios-Amor. Y, ¿qué quiere decir amar? No sólo apreciar y hacer el bien, sino antes incluso, en la raíz, acoger, estar abierto a los otros, hacer sitio a los otros, dejar espacio a los otros. Esto significa amar, en la raíz.

Lectura del santo Evangelio según San Juan 16, 12-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

- «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.

Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

domingo, 8 de junio de 2025

Domingo de Pentecostés (C) ¿Hablas en lenguas, pero entiendes al otro?

«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo»

Pentecostés: el cumpleaños de la Iglesia, la irrupción del Espíritu, el fuego que transforma y envía. Hoy celebramos no solo un hecho del pasado, sino una realidad que debe arder en el presente: el Espíritu Santo como fuerza que da vida, claridad y misión a los seguidores de Jesús.

Pentecostés

Domingo de Pentecostés

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)


🔥 La necesidad urgente del Espíritu Santo

Jesús pasó sus últimos años formando a sus discípulos: los llamó amigos, los renombró, los confrontó, los rescató. Vivieron milagros, parábolas, persecuciones, alegrías… y sin embargo, no entendieron todo. Después de su Ascensión, regresaron a Jerusalén y, como muchas veces nosotros, volvieron al refugio de las costumbres y los ritos.

Por eso Pentecostés no es un simple recuerdo, es una llamada urgente.
Necesitamos que venga el Espíritu Santo no solo a consolarnos, sino a sacudirnos, a enviarnos de nuevo al mundo.

🙏 Falsas fidelidades

La fidelidad a la fe no consiste en aferrarse a los trajes litúrgicos, ni en repetir fórmulas vacías, ni en mirarse el ombligo desde una torre de superioridad moral.

Ser fiel a la fe es ser fiel al Evangelio, y eso exige apertura, escucha, compasión y una profunda conciencia de que no somos dueños de la verdad, sino servidores del Reino.

¿Necesitamos al Espíritu Santo? Sí, urgentemente. Para oxigenar una fe que muchas veces está encerrada, ahogada o domesticada.

🌍 Una Iglesia que respira en el Espíritu

Este Pentecostés nos plantea preguntas profundas:
¿Cómo se renueva hoy la Iglesia?
¿Cómo se replantea la sinodalidad, el diálogo con el mundo digital, la inteligencia artificial, la cultura del descarte?

El Papa Francisco ha insistido: la evangelización es obra de Dios.
Somos instrumentos, sí, pero sin Espíritu no hay fruto, sin Espíritu no hay novedad, sin Espíritu no hay Iglesia.

El Papa León XIV, recuerda en la Vigilia de Pentecostés que necesitamos volver a las Bienaventuranzas como hoja de ruta:
pobres de espíritu, hambrientos de justicia, pacificadores, limpios de corazón. No depredadores disfrazados de piedad, sino peregrinos en busca del Reino.

💡 Renovación personal: una fe que se atreve

Hoy es momento de renovarte por dentro.
Recupera la perseverancia de los apóstoles, que aunque fueron tercos y lentos para entender, no se detuvieron jamás. No temas a lo nuevo. No te refugies en tu zona de confort. Atrévete a salir del encierro ideológico, del miedo al mundo, del cristianismo tibio.

Tal vez te toca hacerte estas preguntas:
— ¿Crees en el Espíritu Santo?
— ¿Habita en tu vida, en tu entorno, en tu comunidad?
— ¿O lo has convertido en una palabra más del Credo?

👉 Que el Espíritu te mueva... y te envíe

Que en este Pentecostés no celebremos una paloma, sino una transformación real.
Que el Espíritu te empuje a ser testigo: no solo con palabras, sino con actitudes, con decisiones, con una vida encendida de Evangelio.

Que el Espíritu Santo mueva tu alma, tu corazón y tu cuerpo.
Y que el mundo lo note, porque tú fuiste enviado.


👂Palabra del Papa León XIV

La familia es signo de paz y de futuro

La unidad de la Iglesia-familia de Dios también es la unidad de las familias-Iglesia doméstica: León XIV lo reafirma, haciendo referencia a esa “unión universal” que es “signo de paz” y de “futuro para los pueblos”. Porque el mundo actual necesita de la alianza conyugal para “conocer y acoger el amor de Dios y superar, con su fuerza que unifica y reconcilia, las fuerzas que desintegran las relaciones y las sociedades”.

(Vigilia de Pentecostés, 7 de junio de 2025)

📖 Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».


(ww.dominicos.org - homilias)

sábado, 7 de junio de 2025

Pentecostés no fue un show espiritual. Fue envío radical.

Pentecostés: 50 días, 50 lenguas, 50 llamas…

Llegamos como peregrinos bajo el sol ardiente,

con el polvo del camino y la fragancia de las flores,
con 50 días de espera,
50 cruces a cuestas,
50 cerrojos en el alma,
50 temores por vencer…
y una sola esperanza: entendernos desde lo alto.

Hoy es Pentecostés.
Hoy el Espíritu viene a romper los muros invisibles.
Viene a hablarnos en nuestra lengua interior,
esa que no domina el poder ni el ego,
sino la autenticidad del alma ante Dios.

Pentecostés
Mosaico que representa Pentecostés.


🔥 Hoy llega el Defensor… y nos transforma:

— Para susurrarnos con un lenguaje único
 ¿Romperá el colonialismo de la palabra?

— Para abrirnos al entendimiento profundo
 ¿Seguirán existiendo privilegios que excluyen?

— Para enseñarnos todo
 ¿Desde una cátedra… o desde la herida?

— Para hacernos recordar las palabras de Cristo
 ¿Dónde están hoy sus testigos vivos?

— El Padre envía al Espíritu en nombre del Hijo
 ¿Viene por todos… y tan pocos lo anuncian?

— “Paz a ustedes”
 ¿Acabarás con el encierro, el miedo al riesgo?

— “Como el Padre me envió, así los envío yo”
 ¿Cómo reconocer hoy a los enviados,
 entre selfis, pantallas y transmisiones?

— Para perdonar pecados
 ¿Podremos volver a sentir la urgencia del perdón?


Pueden existir 50 preguntas.
Cada uno guarda sus 50 respuestas
en lo íntimo de su relación con Dios.

Pero hoy, todo es presencia,
100% cara a cara con el misterio,
100% del fuego que no quema,
sino que enciende el testimonio.


Hoy Pentecostés no es solo un recuerdo.

  • No es paloma, es fuego que incomoda;
  • no es show espiritual, sino envío radical;
  • ¿Espíritu Santo o espíritu cómodo?
  • Dios sopla, y tú ¿todavía respiras?


Es un llamado a dejar que el Espíritu Santo nos funda
en comprensión, en compasión,
en fuego divino que habla todas las lenguas
y entiende todos los anhelos.

🕊️ Ven, Espíritu Santo. Háblanos al alma. Amén.

sábado, 31 de mayo de 2025

VII Domingo de Pascua (C): La Ascensión del Señor Jesucristo para desbloquear mentes

 Y los sacó hasta cerca de Betania y, levantando sus manos, los bendijo.

Y mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo.

Ascensión, de la Resurrección a la Iglesia. Oraciones por los comunicadores en el día Mundial de las Comunicaciones Sociales.

 
John Singleton Copley, 1775.
John Singleton Copley, 1775.


VII Domingo de Pascua

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

¿Dónde está Dios? ¿a dónde se fue? Jesús antes de ascender al cielo, les lleva a Betania para bendecirlos. Los discípulos una vez bendecidos caminan hacia Jerusalén. Pero no debieron ir a Jerusalén, entonces, sólo el Espíritu Santo les podrá indicar el camino auténtico.

 

¿Dónde vive Dios? 

Es una pregunta frecuente. Si se fue a lo alto es porque en su época Dios vive en los cielos. ¿Sabes dónde vive ahora? Aunque la pregunta es atrevida, tu respuesta tiene la punta del hilo, o dicho de otra forma, lo más interesante es que la divinidad de Dios no se desliga de la vida de las personas. Es una relación tan profunda que anula distancias, fortalece relaciones, limpia corazones, une lo humano a lo divino. Su arraigo en la vida de cada ser humano se plenifica por medio del Espíritu Santo.

 

¿Los discípulos no saben dónde vivir?

Los discípulos resultan testarudos, interpretan su camino como pecador arrepentido delante de una iglesia sin santísimo. El mismo Jesús les saca de Jerusalén para Betania porque después de la resurrección ya la Palabra, el Templo, las Leyes tienen como centro a Jesucristo. Pero los discípulos regresan de Betania a Jerusalén tratando de ser piadosos en el templo, bajo la seguridad de las normas. No se trataba de seguir sometiéndose al formalismo legal de un lugar, sino de anunciar al Resucitado, de testimoniar su Palabra, de ser libres para amar como Cristo amó, de buscar la justicia siguiendo al Justo.

 

El Espíritu Santo desbloquea las mentes

Aunque los discípulos han descubierto al Resucitado necesitan madurar en su fe. El Resucitado combatió la falsedad del culto, la hipocresía, la injusticia contra los débiles. Están atrincherados en su tradición, se quieren arraigar en la continuidad, sus mentes están bloqueadas y no tienen ojos para nuevos caminos. Este trabajo será del Espíritu Santo: desbloquear miedos, prejuicios, vendas.    

 

En este domingo de la ascensión de Jesucristo, el mensaje para la vida es: mantener la unión con la dimensión divina de nuestra existencia, avivar la vida con la luz de la Palabra de Jesús, y pedir al Espíritu Santo que venga a quitarnos las oscuridades de fe y amor en nuestra vida.

 

En la Jornada de las Comunicaciones Sociales, una oración por los comunicadores que buscan siempre el auxilio del Espíritu Santo para busca la verdad, para ser profetas en sus propios contextos.

 

Palabra del Papa Francisco:

Intentar practicar una comunicación que sepa sanar las heridas de nuestra humanidad.

Dar espacio a la confianza del corazón que, como una flor frágil pero resistente, no sucumbe ante las inclemencias de la vida sino que florece y crece en los lugares más impensados: en la esperanza de las madres que rezan cada día para ver a sus hijos regresar de las trincheras de un conflicto; en la esperanza de los padres que migran entre mil riesgos y peripecias en busca de un futuro mejor; en la esperanza de los niños que logran jugar, sonreír y creer en la vida incluso entre los escombros de las guerras y en las calles pobres de las favelas.

Ser testigos y promotores de una comunicación no hostil, que difunda una cultura del cuidado, que construya puentes y atraviese los muros visibles e invisibles de nuestro tiempo.

Contar historias llenas de esperanza, teniendo en cuenta nuestro destino común y escribiendo juntos la historia de nuestro futuro.

Todo esto pueden y podemos hacerlo con la gracia de Dios, que el Jubileo nos ayuda a recibir en abundancia. Rezo por esto y los bendigo a cada uno de ustedes y a su trabajo.

Mensaje por la JM de las Comunicaciones SocialesRoma, San Juan de Letrán, 24 de enero de 2025, memoria de san Francisco de Sales.

Evangelio según San Lucas 24, 46-53

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.

Vosotros sois testigos de esto. Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre; vosotros, por vuestra parte, quedaos en la ciudad hasta que os revistáis de la fuerza que viene de lo alto».

Y los sacó hasta cerca de Betania y, levantando sus manos, los bendijo.

Y mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo.

Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

domingo, 25 de mayo de 2025

VI Domingo de Pascua (C): El amor y la paz, el Espíritu Santo para responder al desamor y la violencia

"El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él"

  

Tú estás creado o creada para el amor y la paz. Sin el amor y sin la paz vives una pasión sin sentido: el desamor y el conflicto. Incluso, el amor y la paz que puedas vivir son sólo una muestra del corazón amoroso y misericordioso de Dios. Tú eliges amar, generar paz, -ser la morada de Dios- él ya te eligió, invítalo a vitalizar tu existencia.


Amor y Paz

Jesús dando el Discurso de despedida (Juan 14-17) a sus discípulos, después de la Última Cena, de la Maestà (Duccio) de Duccio, 1308-1311.


VI Domingo de Pascua

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

Amor y Palabra ante la traición y violencia

Son momentos tensos, ha subido la presión, se está hinchando el corazón, la mirada a lo alto es una súplica, las palabras de sus “amigos” suenan a cilindro vacío, las alarmas transmiten inminente muerte de Jesús. Como un maestro desahuciado busca qué dejarles a sus discípulos, las claves para enfrentar la maldad que se adhiere como un pique a la inteligencia emocional de los hombres, de algunos lideres. Qué palabras decir cuando tu amigo te vende y te entrega con un beso; es un chiste cruel; un accidente de la paupérrima maldad.

 

Entonces, lo deja en condicional: “si alguien me ama,…”. Amor y Palabra. Un amor genuino, auténtico, un amor a prueba de la Cruz, un amor hasta las tormentas de lágrimas. Aquí, cada persona está llamada a forjar amistad con Dios. Una amistad que transmite espontaneidad, emoción, honestidad, respeto, verdad, dolor, escucha, palabras claras, etc. Y la Palabra, queda como semilla en el corazón y en sus páginas sagradas, en la práctica cotidiana; su Palabra es como espada de doble filo, es luz en la oscuridad, conforta, inspira esperanza; y lo principal, es una promesa que se encarna en la historia de cada ser humano.

 
Amor y Espíritu Santo para dinamizar los corazones

La despedida de Jesús está escrita con el toque del amor, con su Espíritu. No significa que él desaparece y deja en su reemplazo al Espíritu Santo. Donde vive el Padre vive el Hijo y también el Espíritu Santo. El mismo espíritu de Dios -vive- en la creación está dinamizando la vida de las personas. El Espíritu, el Defensor, el amor sigue, ya no solo con la capacidad humana de amar, sino como un Don divino para que el amor sea fértil, recree las ilusiones y las esperanzas aplacada por el beso traicionero. Entonces, viven, el amor y el amor de Jesús (Espíritu Santo) en tu corazón. Pueda que el desamor humano licue la bilis de los estómagos de la maldad, amargue tu corazón, pero el gran amor de Jesús, el Espíritu Santo, supera las indigestiones y decepciones, las tristezas y los pecados veniales. Por ello, nuestro corazón necesita de pedir con mucha oración la fuerza transformadora del Espíritu Santo.

 

La paz y el amor para ser mejores hermanos

Nos deja la paz, nos da su paz. Pero no está diciendo que mágicamente ausenta toda clase de conflictos, los arrebatos de las miserias humanas, ni que una aureola te protegerá como chaleco antibalas. En este punto está la frontera entre la decepción y la convicción. Se apela a otra capacidad humana sensible, difícil, se requiere experiencia, y especialmente humildad: la confianza, la fe. Dos da su paz y requiere nuestra confianza, nos trae su paz y debemos fortalecer nuestra fe. Esa fe que él mismo tiene cuando dice “me voy, pero volveré a ustedes”, sabe que va resucitar. Su confianza en Dios Padre está firme. Sabe que su Padre es fiable, es un Hijo fiable, un Espíritu Santo. El gran valor del amor paterno para vivir el amor humano.

 

En este domingo, debes de saber que si sufres el desamor no es por culpa de los demás, en este sentido, qué le podrías decir a Jesús que fue crucificado como un delincuente. Si eso hicieron con Dios, no tendrán, o no tendremos, reparo en hacerlo con otro ser humano. La respuesta es obvia en Jesús, sus claves de vida son: amor y paz. Considero que la primera preocupación será: Qué debo sanar, limpiar, superar en mi casa; qué debo reflexionar en mi corazón; qué necesita mi vida. El qué sanar, limpiar, curar en mi corazón, para darle un puesto importante al amor y a la paz.

 

Palabras del Papa León XIV

"Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes, el diálogo, siempre abierta a acoger [...] con los brazos abiertos a todos, a todos los que necesitan de nuestra caridad, nuestra presencia, del diálogo y del amor. Estas palabras iban dirigidas a la Iglesia de Roma. Y ahora las repito pensando en la misión de esta Iglesia hacia todas las Iglesias y el mundo entero, para servir a la comunión, a la unidad, en la caridad y en la verdad”

 

A los funcionarios de la Curia Romana (24 de mayo de 2025)

León XIV: Sean custodios de la memoria y constructores de la unidad

 

   

Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 23-29

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.

El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.

Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.

La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo, Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis».

sábado, 17 de mayo de 2025

V Domingo de Pascua (C): Tips para alcanzar la gloria, el mandamiento nuevo del amor.

En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros

 

Todo gira en torno al amor de Dios a la humanidad, desde su creación sigue la historia del amor acompañando a la humanidad, se consuma este amor o llega a su glorificación en el momento de la muerte, y se sigue quedando en el amor como mandamiento para los unos con los otros. Es decir, el único distintivo de los seguidores de Jesucristo es que saben amar.

 


La Última Cena (Juan de Juanes)


V Domingo de Pascua

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)  

 

domingo, 11 de mayo de 2025

Feliz día de la Madre. A las madres de mi tierra, en su día

 Mamá hablaba con las manos a la tierra indomable

Día de la madre
A las madres de mi tierra, en su día

Pencas, eucaliptos y zarzamoras surcaban el perímetro de aquella tierra indomable. Nadie se atrevía a cultivarla. El agua escapaba por grietas secretas, los ratones eran sus dueños invisibles y los perros vagos tendían el heno como si fuera su parque de diversiones.

Parecía condenada a vivir enredada entre gramas y tréboles. Hacia 1985, la cabecera del terreno aún pertenecía a don Jacobo. Renegaba con bastón en mano cada vez que cruzábamos unos metros de su parcela para alcanzar el canal de regadío. Desde su balcón, la vecina Lila —agricultora, ganadera, y buena amiga— nos pedía con fastidio que “quebráramos la acequia” porque el agua estaba inundando su casa. Protestaba, pero comprendía.


Entonces, unas manos de acero y un corazón indomable comenzaron a surcar pequeñas acequias, como arterias, para irrigar el cuerpo entero del terreno. A mamá se le unió su compañero de vida, pala en mano, para arrancar malas hierbas, alinear las zarzas y reducir el espesor de las pencas.


Mamá, como si realizara un antiguo ritual, esparcía cenizas y guano de cuy y conejo. Papá parchaba las porciones de tierra reseca con semillas de heno. Ambos sudaban “la gota gorda” algunas tardes. Al riego se sumaban los zorzales y ruiseñores, atraídos por las lombrices. Los ratones huían, convertidos en festín de los gatos techeros.


Y así, poco a poco, la tierra indomable comenzó a rendirse. Brotaron pastos más verdes. Muchas veces, mamá desaparecía de escena para llamarnos luego a disfrutar de un chocolate caliente con panes de yema que papá solía traer de Celendín.


Hoy, aunque mamá sigue mostrando su madera de roble y papá ha empezado a olvidar algunas melodías, esta historia de la tierra indomable es también la historia de cada madre que construye su hogar con sudor y lágrimas. Madres capaces de domar la tierra, la vida, a sus esposos y a sus hijos. Este es solo un reflejo del tesoro labrador, artesano, terapéutico que hay en cada una de ellas.


Si tienes una madre capaz de desafiar la maldita topografía de tus campos, las miradas rebeldes, o la mezquindad del tiempo, entonces también eres capaz de transformar tu
desierto en un paraíso de sapos, luciérnagas, babosas, aves, flores y hierbas aromáticas.


Hoy, abrázala. Bésale las manos de fierro, el rostro zanjeado por tus rebeldías, el cabello pintado por tantos pensamientos en silencio.
Y si ya la tienes en el cielo, recuerda que parte de ti habita ya en la eternidad, orando ante Dios por cada segundo de tu vida.


¡Feliz día a las madres!

¡Feliz día a las madres que hacen florecer hasta a la tierra más difícil!

IV Domingo de Pascua (C): La vocación del Buen Pastor

"Yo y el Padre somos uno"

“Yo y el padres somos uno” podría semejarse a In illo uno unum ("En el único somos uno") que es el lema del Papa León XIV. Hoy se pide por las vocaciones, por las santas decisiones y por las madres que son las primeras catequistas en la iglesia doméstica de la casa.

 

El buen Pastor

«buen pastor» en las catacumbas de san Calixto.


IV Domingo de Pascua

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

La unidad de Jesucristo con Dios Padre

La unión expresada por Jesús es el modelo fundamental para todo pastor. Pastor se entiende como la persona que cuida en sentido amplio de sus ovejas. Se encarga de ver lo que las alimenta y los peligros que las amenazan. Pero, todo lo que implica ser pastor está sostenido en la unión con Dios. El pastor puede ser muy inteligente, pero si su corazón no está inundado de fe, si Dios no le es fundamental, entonces, las ovejas se convierten en carne y piel. Es el gran peligro de un pastor sin fe y con poca inteligencia, desnaturalizar su misión de pastor, tergiversar la comunión, el sentido de libertad, y en definitiva, el amor del mismo Dios.

 

La ventaja del pastor es que Dios da la confianza de que nadie le pueda arrebatar de las manos a sus ovejas. Pero el pastor necesita de esas capacidades que las madres suelen comunicar en la crianza, en el hogar, para que su vocación sea firme, llena de fe, de amor y de servicio

 
La unidad en torno al Pastor

El Papa León XIV ha iniciado con el llamado a la Paz, al Diálogo, destacando su compromiso con una iglesia cercana y dialogante. Durante su homilía inicial manifestó su deseo de ser fiel administrador y llamó a que la iglesia se identifique por la santidad de sus miembros, no por sus edificios, alineándose así con el Papa Francisco. El papa León valiente y con fortaleza ante las guerras y los egoísmos invita también a no despegarse de la intercesión de la Madre, la Virgen María.

 

Mamá, las primeras pastoras de nuestra existencia.

En varios países se celebra el día de la Madre. Además, se pide por las vocaciones. Felicidades a las Madres. Y oramos por las vocaciones llenas de Dios y de amor por el servicio.

  

Las madres tienen la noble misión de ir identificando y haciendo descubrir a sus hijos la vocación que dará sentido a su vida. Cada madre, como la Virgen María, cuida a su hijo o hija desde su vientre cuidándose ella misma. El impacto de la madre es esencial para el desarrollo en el amor, la resolución de conflictos, el respeto a los demás, el significado de Dios en la existencia, … Las madres son las que escuchan las voces de sus hijos, identifican sus penas y alegrías, respetan sus límites, piden a Dios desde su corazón para acompañar a su hijo o hija. La madre puede testimoniar cada paso de la vida, la primera palabra, el primer gol, la primera fiesta, la primera… las madres suelen registrar en su corazón cada evento de sus hijos. Por ello, pedimos a la Virgen Madre que acompañe a las madres, que lleve al cielo a todas las mamás, y hoy se encargue de darles un gesto de su presencia y del amor que se merecen.

 

Palabras del papa Francisco

Las ovejas que escuchan y saben que son conocidas siguen: escuchan, se sienten conocidas por el Señor y siguen al Señor, que es su pastor. Y quien sigue a Cristo, ¿qué hace? Va donde va Él, por el mismo camino, en la misma dirección. Va a buscar a quien está perdido (cfr. Lc 15,4), se interesa por quien está lejos, se toma en serio las situaciones de quien sufre, sabe llorar con quien llora, tiende la mano al prójimo, se lo carga sobre los hombros. ¿Y yo? ¿Me dejo solo amar por Jesús y del dejarse amar paso a amarlo, a imitarlo? Que la Virgen Santa nos ayude a escuchar a Cristo, a conocerlo cada vez más y a seguirlo en el camino del servicio. Escuchar, conocerlo y seguirlo.

 

Regina Celi, 8 de mayo 2022

 

 

Lectura del santo Evangelio según San Juan 10, 27-30

En aquel tiempo, dijo Jesús:
«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.

Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre.

Yo y el Padre somos uno».

domingo, 4 de mayo de 2025

III Domingo de Pascua (C): Jesús interroga sobre el amor a Pedro y también a ti

«Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero»

 

Cada discípulo, persona, pez, oveja, barca, etc. están o estamos en las manos de Jesús; sin su voluntad, sin su presencia, todo camina al fracaso. Es el Señor, solo su providencia puede quedar seducida por el amor y abrirnos el camino, la red abundante, la misión fértil. 

 

la pesca
Cristo en el lago Tiberíades. (Cristo nel lago di Tiberiade). Scene from John's Gospel. Tintoretto

 

III Domingo de Pascua

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

¡Vamos a almorzar!

Qué sentimientos están raspando los corazones antes del almuerzo. Los siete discípulos han regresado al lago de Tiberíades; el punto y la cantidad perfectas, con miedo y hambre, saben que deben ganarse el pescado de cada día. Revisando en su interior ante la inmensidad y bravura de las aguas aquello que ha sucedido en su vida y no logran clarificarlo. Cada discípulo con su propia carga interior. Con las redes vacías responden como autómatas y lanzan las redes, el desconocido tiene voz conocida y no les ha dado tiempo para refutarlo como en la primera vez; sólo lanzan las redes. Si es Jesús, qué vergüenza, no me comporté como discípulo ni como amigo. 

 

Unos peces a la brasa les esperan, ellos contemplan la escena con un silencio sepulcral, se acercan al fuego de Jesús, lo han reconocido ya, pero hay algo que no les deja expresarlo. La escena se extiende con las preguntas a Pedro.

 

La actualidad del discipulado – “Es el Señor

En este lago redescubren a Jesús. Volvieron al lago donde el Maestro les llamó por primera vez y les envió a ser pescadores de hombres. La red está vacía, pues su misión de pescadores sigue con la visión del resucitado, deben continuar y pescar hombres para la iglesia. Aunque ellos pensaron que habían abandonado a Jesús, pero Jesús nunca les abandonó. Seguía a su lado, invisible, pero presente. Tan cerca, con el fogón encendido para alimentarles porque el camino a recorrer finaliza en la eternidad; el joven Pedro no tendrá otro camino que el del resucitado hasta más allá de su crucifixión. No tiene la opción de ser el anciano Pedro, sólo de la sabiduría y de una vida para siempre. “Sígueme” es el verbo que sella el reinicio de la iglesia que hoy está buscando elegir al representante de Pedro, al Vicario del mismo Cristo.

 

El interrogatorio sobre el amor

Las preguntas de Jesús ponen en el centro la misión de Pedro, y de cada discípulo. Si Pedro se arrojó al mar al escuchar la voz de Jesús, ahora le será difícil aprovechar el pescado a la brasa al ser interrogado sobre el amor. Sentarse a comer con el Maestro significa continuar la historia, pero desde la resurrección, desde la mesa con pan y pescado con Jesús que ha dominado la muerte y vive.


Aunque el interrogatorio remueve las tripas a Pedro es también restaurado interiormente. Cualquier duda sobre su amor está clarificada; su falta, perdonada. Si se pensaba que se quebró el amor a Dios, este dialogó lo recargó. Pero, la primera evidencia es que Jesús lo precede todo, sin él las redes seguirán vacías.


Las redes son medios de pesca, instrumentos necesarios para la eficacia de la evangelización, del camino reemprendido en Tiberíades. 

Los peces, la humanidad, pierde la misión de fortalecer los huesos, de alimentar a las criaturas de Dios. En esta pesca Dios está presente y pide la colaboración de sus discípulos. Los discípulos comprenden que solo con la Palabra de Jesús es posible una pesca abundante.

El discípulo ama a Jesús y es amigo; ama a Dios, pero es libre para usar su creatividad al servicio de su misión; ama a Jesús con el gran amor que puede amar una persona sedienta y transparente ante el Señor que todo lo sabe. Así, pueden cantar los gallos más de tres veces y no aturdirán a Pedro sino que evocarán el tamiz del amor, el proceso del perdón, la fuerza para sonreír y seguir en la misión de la comunicación de la Palabra del Resucitado.


En este primado de Pedro la misión es apacentar las ovejas, pero no son de él, son de Jesús. Por ello, el cuidado en referencia al dueño del rebaño es más detallista, desde el vientre hasta la eternidad, su fe, su libertad interior, sus buenas costumbres. 

 

Señor, tú lo sabes todo, desde que me llamaste Cefas, la poca fe al caminar sobre las aguas, las soberbias palabras como piedras de satanás, lávame la cabeza y el cuerpo y los pies, la reacción violenta con la oreja de Malco, los cantos del gallo, y hoy, quiero cubrir mi desnudez dentro del agua, y hoy, tú sabes, mucho más, cada acierto, cada equivocación, sabes que en el fondo también amo. Gracias por tu confianza, la misma que me despierta el amor, que me hace confiar, amar, y seguirte. Amén.

 

Palabra del papa Francisco

En aquella exclamación: «¡Es el Señor!», está todo el entusiasmo de la fe pascual, llena de alegría y de asombro, que se opone con fuerza a la confusión, al desaliento, al sentido de impotencia que se había acumulado en el ánimo de los discípulos. La presencia de Jesús resucitado transforma todas las cosas: la oscuridad es vencida por la luz, el trabajo inútil es nuevamente fructuoso y prometedor, el sentido de cansancio y de abandono deja espacio a un nuevo impulso y a la certeza de que Él está con nosotros.

 

Papa FranciscoRegina CoeliPlaza de San PedroDomingo 10 de abril de 2016

 

Lectura del santo Evangelio según San Juan 21, 1-19

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:
Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.

Simón Pedro les dice:
«Me voy a pescar».

Ellos contestan:
«Vamos también nosotros contigo».

Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

Jesús les dice:
«Muchachos, ¿tenéis pescado?».

Ellos contestaron:
«No».

Él les dice:
«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».

La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro:
«Es el Señor».

Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces.

Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.

Jesús les dice:
«Traed de los peces que acabáis de coger».

Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.

Jesús les dice:
«Vamos, almorzad».

Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.

Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?».

Él le contestó:
«Sí, Señor, tú sabes que te quiero».

Jesús le dice:
«Apacienta mis corderos».

Por segunda vez le pregunta:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas?».

Él le contesta:
«Sí, Señor, tú sabes que te quiero».

Él le dice:
«Pastorea mis ovejas».

Por tercera vez le pregunta:
«Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?».

Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez:
«¿Me quieres?»

Y le contestó:
«Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero».

Jesús le dice:
«Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras».

Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió:
«Sígueme».