sábado, 26 de abril de 2025

II Domingo de Pascua (C): Señor mío, Dios mío de la Misericordia.

“Paz a vosotros”

La palabra misericordia significa amor, amor que se expresa desde las entrañas; también puede significar “te perdono”, “creo en ti”, “no temas”, “te envío”.


Paz a ustedes, la duda
Incrédulo Tomás de Bernardo Strozzi

 

II Domingo de Pascua

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

Una historia vergonzosa. Pero ¿cuál es la historia?

Los llamó amigos, les confió su madre, les enseñó las claves del sentido de la vida, les mostró una gran misión, conocieron su dimensión divina y humana. Estos amigos, escaparon y seguían temblando de miedo ante el poder de la guardia romana. Uno lo entregó con un beso, otro lo negó, y otros salieron corriendo. Cualquier jefe de una banda les estaría buscando para degollarlos.

 

Pero no juzguemos rápido. Realmente estamos viendo sólo el poder de las armas y la ética de soldado. Pero acá nos referimos al poder de la fe en la Palabra de Dios y la fidelidad a una misión. ¿Qué harías ante un poder militar que atrapa a tu mejor amigo? ¿pedirías asilo político, te esconderías de cualquier manera?

 

Pero hay un miedo del cual no se puede huir por mucho tiempo. Duele más el haber ofendido que ser ofendido. Traicionar y engañar son filudas chavetas que perforan la conciencia, por más que te metas al palacio más seguro. El remordimiento y el miedo puede generar tanta angustia y sufrimiento en el alma. Los discípulos encerrados, miedosos, solos no pueden quitar su pecado. En ese contexto aparece el amigo, no para pedirte explicaciones, sino para ofrecerte la paz, la paz, la paz.

 

Los discípulos se alegran de ver a Jesús resucitado, pero sus corazones necesitan paz. El corazón de Jesús capaz de dar paz y amor. Es el corazón misericordioso, puede dar más que un “perdón” frío y diplomático, restaura la amistad, la confianza, los proyectos, la alegría. 

 

Las llagas que producimos

Entonces, cuando se trata de la duda de Tomás el Mellizo, también se trata de los pecados personales de los otros discípulos. Por ello, la paz viene con perdón, por pura misericordia. Jesús es un maestro que con su vida y palabras sigue anunciando la vida eterna a la  humanidad. La pascua de la resurrección nos explica en la vida práctica de Tomás. El Mellizo ha sido llamado a ser discípulo como cada ser humano, especialmente bautizado, pero también el Maestro le da una semana para seguir procesando el aprendizaje de la Pascua, la fe en Jesús resucitado, no en el condenado y sepultado. Si todas nuestras dudas nos llevarían a decir: "Señor mío, Dios mío", nuestra vida gozaría de la alegría de la esperanza. Las llagas de Cristo son las llagas producidas por la violencia y la injusticia, por la traición, la mentira, etc. Jesús asume las llagas, los pecados, de todos. No se trata de comprobar que fue crucificado. Jesús muestra las llagas para decirle que las llagas son especialmente expresión del amor grande, de la misericordia divina.

 

“Señor mío, Dios mío”

En este domingo de la Misericordia expresada en la Pascua, que puedas decirle como Tomás: “Señor mío, Dios mío”, de la Misericordia. Porque pese a todas las llagas ocasionadas viene para darte la paz, su amor, y sigue confiando en ti: Predicar el Evangelio por el mundo entero. El evangelio de la vida, del corazón misericordioso de Dios. En este sentido, la paz es el perdón, libera, da comunión. Es el fruto de su resurrección que lo renueva todo.

 

Palabra del papa Francisco:

Hermana, hermano, ¿quieres una prueba de que Dios ha tocado tu vida? Comprueba si te inclinas ante las heridas de los demás. Hoy es el día para preguntarnos: “Yo, que tantas veces recibí la paz de Dios, que tantas veces recibí su perdón y su misericordia, ¿soy misericordioso con los demás? Yo, que tantas veces me he alimentado con el Cuerpo de Jesús, ¿qué hago para dar de comer al pobre?”. No permanezcamos indiferentes. No vivamos una fe a medias, que recibe pero no da, que acoge el don pero no se hace don. Hemos sido misericordiados, seamos misericordiosos. Porque si el amor termina en nosotros mismos, la fe se seca en un intimismo estéril. Sin los otros se vuelve desencarnada. Sin las obras de misericordia muere (cf. St 2,17). Hermanos, hermanas, dejémonos resucitar por la paz, el perdón y las llagas de Jesús misericordioso. Y pidamos la gracia de convertirnos en testigos de misericordia. Sólo así la fe estará viva. Y la vida será unificada. Sólo así anunciaremos el Evangelio de Dios, que es Evangelio de misericordia.

 

Santa Misa de la Divina Misericordia (11 de abril de 2021) | Francisco

 

Lectura del santo Evangelio según San Juan 20, 19-31

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».

Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».

Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».

Contestó Tomás:
«Señor mío y Dios mío!».

Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

domingo, 20 de abril de 2025

Domingo de Resurrección (C): La fe en la resurrección de María Magdalena, de Pedro, de Juan, y la tuya

“Vio y creyó

Jesús ha resucitado, tal como lo prometió y explicó a sus discípulos. Pero la resurrección no sólo es salir de las fauces de la muerte, sino especialmente pasar a la vida eterna, allí todo tiene sentido, ya no hay ataduras, ni angustias. 

La tumba de Jesucristo

Domingo de Resurrección

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)


Hoy puedes reflexionar sobre tu propia vida, tus búsquedas, y cómo enfrentas los momentos de vacío y desesperanza.


La resurrección también suele acarrear dudas y crisis de fe. No se trata de preguntarse si existe la resurrección porque ya es histórica, sino de cómo la resurrección da sentido a la vida que tengo hoy; no sólo a nivel moral, sino en el sentido que le doy a mis pensamientos y acciones. Más que relativizar la muerte, es darle su respectivo lugar, pues llegará el día menos pensado, pero no todo se acabará porque Jesús ha resucitado y nos da un camino de una auténtica vida, para siempre.

 

En este Domingo de Resurrección es importante acompañar a los discípulos en sus pasos hacia la tumba vacía, es como un camino de fe, un paso a paso del creyente.

 

María Magdalena, la discípula.

Es una testigo de la resurrección, ha descubierto la ausencia del cuerpo, la losa dejaba ver el vacío en la tumba. Como tú o como yo, acudimos a la tumba de los seres queridos; pero el acontecimiento de la pasión no encajaba en la lógica de su experiencia con Jesús, cómo una persona que te ama tanto y la amas puede quedarse en una tumba fría. El Jesús que ha predicado la vida, el amor, la alegría, con su sinceridad arrolladora, ha realizado milagros, cómo puede ser que con la muerte acabe todo, simplemente desaparezca. El camino del discernimiento de María Magdalena es el nuestro, cómo acudimos a la tumba con un montón de recuerdos, con el misterio “de polvo eres al polvo volverás”, pero con la intuición de que la muerte nos muestra un camino para estar próximos a la eternidad. Jesús, se acercará de manera particular y personal, y la seguirá llamando por su nombre, y al verlo su vida resplandecerá del amor auténtico. 

 

San Pedro, el primo entre pares

Pedro va al sepulcro, está desconcertado, si la tempestad fue aplacada por Jesús, si en la transfiguración sus vestiduras eran blancas, si curó al soldado que Pedro le cortó la oreja, entonces unas vendas y una tumba tampoco le pueden detener. Toda la intimidad de las enseñanzas y palabras de Jesús germinaron en el corazón de Pedro. Ahora, si el miedo hizo negarlo, le queda donar la vida, ¿cuál vida?, la que tenemos suele ser pasajera, engañosa, ilusoria; sin duda, no le importará sufrir la cárcel y ser crucificado por dar testimonio del Resucitado.

 

Juan, el discípulo amado

El discípulo amado, va con la velocidad de un águila, también con el ojo de la contemplación. ¿Qué vio? No vio nada, a sus ojos el vacío de la tumba adquiere gran contenido. A Dios se le ve en el silencio, en  la realidad del Espíritu de Dios. La presencia de Jesús entre nosotros ya no es física, su voz resuena en los oídos del corazón con sed de eternidad, su luz resplandece en la oscuridad de la fe. Comprende que Dios se ha revelado para que los seres humanos podamos vivir cerca de él, por eso la resurrección no puede ser rechazada porque es como rechazar la oferta de una vida para siempre.

 

Nuestras formas de acercarnos o ser llamados por Dios es diferente, pero no puede prescindir de la muerte, de la vida, de la resurrección. En este día, tienes la oportunidad de acercarte a la tumba vacía de la mano espiritual de María Magdalena, de Pedro o de Juan; desde la ausencia del cuerpo material, o las vendas desatadas, o la contemplación de una escena que confirma lo vivido a lado de Dios, de su palabra, de las experiencias de vida, y de las intuiciones internas más allá del valle de lágrimas o de las praderas abundantes, la vida eterna es la cura para las peores crisis de fe, de alegría, de esperanza, de amor.


Feliz Pascua de Resurrección, ¡Aleluya!

 

Palabra del papa Francisco. 

Nuestro Dios es un Dios de las sorpresas”- dijo. La segunda pista es “la prisa” mostrada por las mujeres, por los discípulos: “Las buenas noticias se difunden así: con prisa”. El tercer camino es “una pregunta: ¿y yo? ¿Estoy abierto a las sorpresas de Dios? ¿Soy capaz de ir de prisa o lo postergo para mañana? Juan y Pedro fueron corriendo al sepulcro... Y [se dice, de cada uno de ellos, que] creyeron. ¿Y yo?”. 

(Urbi et Orbi , abril de 2018)

 

Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 1-9

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: 
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

domingo, 13 de abril de 2025

Domingo de Ramos (C): Donarse por amor en la Eucaristía, la Cruz, la Vida

«Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu» 

El Domingo de Ramos es la puerta de la Semana Santa, y por ello, reflexionamos la vida a la luz del compartir, el amor, la vida.

 

Oración en el huerto

La oración del huerto (El Greco, Andújar)

Domingo de Ramos

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

El valor de la eucaristía. 

El pan y el vino son el cuerpo y la sangre de Cristo. Tiene el valor fundamental de la entrega, de la ofrenda de la vida, del gesto más generoso del amor de Jesucristo para todos sus seguidores. La eucaristía es la vida misma expresada en el amor que se brinda a los demás.

 

La oración. 

Jesús va al monte de los olivos para orar, es un momento muy triste, lleno de angustia, de sueño para los discípulos. La traición y la confusión terminan incrementando el miedo y el dolor. Es la vida misma llena de penurias y de una gran luz.

 

Negar a Jesús. 

En los momentos amenazantes es difícil mantener la identidad de discípulo. Solemos negarle en varios momentos de la vida, pero Jesús nos muestra su misericordia. Sucederá en esta semana que varios se negarán a vivir el triduo pascual.

 

Condenar a Jesús. 

Los inocentes y pobres suelen recibir ajusticiamiento, no justicia. Prefieren que los delincuentes anden sueltos, liberan a Barrabás y condenan a Jesús. El interés político es mantener el poder. Jesús calla ante las preguntas superficiales. Su silencio es la protesta ante la mentira, la manipulación, el juicio tendencioso.

 

Jesús perdona. 

El peso de la cruz y el dolor de los latigazos no le impiden tener compasión, consolar a las mujeres, prometer el paraíso al ladrón arrepentido. “Hoy estarás conmigo en el paraíso” es una promesa que traspasa lo humano, además, es pura esperanza incluso en los momentos últimos de la vida.

 

Jesús muere en la cruz

Su confianza en el Padre hasta la cruz, hasta que su cuerpo pierde sangre y oxígeno. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. La muerte es el castigo radical, pero se convierte en una gran oportunidad para la vida eterna. Miles de cristianos han dado su vida en el servicio y el martirio hasta la cruz, el dolor, la injusticia.

 

👉 Que en este Domingo de Ramos podamos reflexionar y mejorar nuestra vida compartiéndola como pan eucarístico. No olvidemos la oración incluso con el miedo y las lágrimas, sepamos que, aunque lo negamos él es fiel y sigue perdonándonos los pecados. Dios ha mostrado su amor a la humanidad, y nosotros queremos ser agradecidos.


EL PUEBLO QUE FUE CAUTIVO

(Himno de Laudes. Liturgia de las horas)
El pueblo que fue cautivo
y que tu mano libera
no encuentra mayor palmera
ni abunda en mejor olivo.
Viene con aire festivo
para enramar tu victoria,
y no te ha visto en su historia,
Dios de Israel, más cercano:
ni tu poder más a mano
ni más humilde tu gloria.

¡Gloria, alabanza y honor!
Gritad: «¡Hosanna!», y haceos
como los niños hebreos
al paso del Redentor.
¡Gloria y honor
al que viene en el nombre del Señor! 
Amén.

 

Palabra del papa Francisco

Hermanos y hermanas, un amor así, todo para nosotros, hasta el extremo, el amor de Jesús, es capaz de transformar nuestros corazones de piedra en corazones de carne. Es un amor de piedad, de ternura, de compasión. Este es el estilo de Dios: cercanía, compasión y ternura. Así es Dios. Cristo abandonado nos mueve a buscarlo y amarlo en los abandonados. Porque en ellos no sólo hay personas necesitadas, sino que está Él, Jesús abandonado, Aquel que nos salvó descendiendo hasta lo más profundo de nuestra condición humana. Está con cada uno de ellos, abandonados hasta la muerte.

 

Homilía del Santo Padre Francisco

Plaza de San PedroDomingo, 2 de abril de 2023

domingo, 6 de abril de 2025

V Domingo de Cuaresma (C): Cuando soltar la piedra es el primer paso hacia la libertad

“Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”

(Evangelio según San Juan, 8,11)

Esta escena del Evangelio —la mujer sorprendida en adulterio— nos invita a un ejercicio incómodo pero necesario: vernos a nosotros mismos en ella. ¿Qué haríamos si estuviéramos en su lugar? ¿Qué brota de nuestro corazón cuando nos enfrentamos al pecado ajeno: odio o misericordia? ¿Justicia o compasión?


mujer adúltera
Hans Kermer. Jesús y la mujer sorprendida en adulterio. 


V Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

sábado, 29 de marzo de 2025

IV Domingo de Cuaresma (C): ¿Qué clase de hijo soy? Reencuadrando la parábola del Padre misericordioso

Porque este hermano tuyo…"

«Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y ha sido encontrado» (Lc 15,31-32).


Cuando escuchamos la parábola del Hijo Pródigo, solemos identificarnos con el "hijo". Es natural: todos somos hijos, hijas. Sabemos que Dios es un Padre misericordioso. Pero este relato nos invita a ir más allá: no se trata solo de saber Quién es Dios, sino de preguntarnos Qué tipo de hijos somos nosotros.


Hijo Pródigo

El retorno del hijo pródigo. (Terugkeer van de Verloren Zoon en neerlandés) es una obra del pintor holandés Rembrandt.

IV Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

sábado, 22 de marzo de 2025

III Domingo de Cuaresma (C): Lecciones de la higuera: de la esterilidad a la fructificación

“Señor, déjala todavía este año

 y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”

 

Esta historia subraya la importancia de estar preparados ante lo incierto y de no permitir que la esterilidad espiritual impida la manifestación de buenos frutos en nuestras vidas.

higuera seca

La Virgen del árbol secoPetrus Christus

©Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid


III Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

Recordemos que, aunque la gracia de Dios es segura, la desgracia futura es incierta. Debemos confiar en la Providencia divina, ya que no hay garantía más sólida que la prometida por Jesucristo. Las adversidades pueden surgir de corazones llenos de maldad o de los accidentes de la vida. Es fundamental comprometernos a no acumular resentimientos ni malas intenciones en nuestro interior. Algunas desgracias pueden prevenirse, pero otras pueden sobrevenir en cualquier momento, independientemente de nuestra condición moral.


Para enfrentar estas eventualidades, es esencial estar preparados ante el futuro incierto y la posibilidad de la muerte, así como para responder a la maldad en los corazones de las personas. No permitamos que la esterilidad de la higuera bloquee nuestros frutos.

El relato de don Beto ilustra esta enseñanza. 

Recuerdo cuando don Beto me envió un mensaje solicitando oraciones por su salud, ya que percibía respuestas evasivas por parte de los médicos. Era un maestro experimentado, de esos que imponen respeto en el aula. Aunque en ocasiones tuvimos desacuerdos, de esas tensiones surgió una amistad sincera.


Su hermana, Rita, siempre me pareció una persona humilde y respetuosa, con una firmeza silenciosa. En una ocasión, le comenté a Beto la fortuna de tener una hermana con un corazón de oro. Él, con una sonrisa, expresó su profundo agradecimiento a Dios por Rita, y ambos rieron.


En su juventud, Rita experimentó cierto éxito económico, pero cuanto más prosperaba, más se alejaba de su familia. Las tensiones aumentaron, pero Beto relataba cómo oraban por su conversión. Rita no era mala persona; su soberbia la llevaba a distanciarse, quizás como una forma de castigar el amor excesivo de su familia.


Una enfermedad inexplicable la obligó a regresar al hogar familiar, inicialmente por un mes, luego por un año, hasta que finalmente se quedó definitivamente, acompañando a sus padres y hermanos hasta su fallecimiento. Beto agradecía que, al final, aquellos amores pasajeros que los ilusionaron los abandonaron con la misma rapidez.


Me conmovía ver a Beto empujar la silla de ruedas de Rita, cargándola con ternura para sentarla y servirle sus alimentos.Beto era más que un hermano; era la providencia de Dios hecha persona, su futuro, su alegría y, a veces, la causa de sus enfados. A Rita le costó aceptar la fortaleza de Beto para acompañarla, y a él le resultaba difícil enfrentar la impotencia de no poder calmar los dolores de su hermanita.


"Ayúdeme a rezar, no sé cómo calmar a Rita", me decía. "Envíele un mensaje de audio; ella lo escucha y se acuerda de usted. Beto permaneció firme cuidando de su hermana, pero le resultó muy dolorosa su partida a la casa de Dios.


Meses después, Beto dejó de responder a los mensajes, aunque enviaba comunicados colectivos: "Rece por mí como lo hacía por Rita; estos médicos no me dan esperanzas" es el último mensaje que recibí. Imagino que ahora deben seguir discutiendo con fuerza, pues Rita hubiese preferido ser quien luchara con la soledad y la oración en este valle de lágrimas. Pero, según la voluntad de Dios, Beto seguía pidiendo más tiempo para que floreciera la higuera de la fe y la plena confianza en reencontrarse en el cielo, donde ese amor fraternal se torna más divino.

 

sábado, 15 de marzo de 2025

II Domingo de Cuaresma(C): Transfiguración. "Encuentra tu montaña interior: cómo la oración profunda puede cambiar tu perspectiva"

"Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo"

La transfiguración de Jesús es una invitación a buscar el monte mas cercano y adecuado para Dios para tener la experiencia de los discípulos, el camino, las dudas y la claridad de la vida. 

 

Transfiguración de Jesús
Icono de la Transfiguración del siglo xii.


II Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

Tiempo para orar

Para hacer oración, así como la haces en un rincón de tu casa, también la puedes buscar tu montaña, aquel lugar que consideres alto y silencioso para meditar con Dios sobre lo que estás viviendo, los problemas de salud o de relaciones que te quitan el sueño, también sobre el futuro. Cada día parece que andamos ensimismados en lo espectacular, en querer más de algo. Encontrar el tiempo para orar, pensar, donarse, contemplar, suele estar reservado para los momentos emergentes.

 

Tu fuente de oración

En el Tabor de tu vida, en la Ley de tu comunidad, en tu Sinaí, allí te estás perdiendo la experiencia de saborear un poco muy poco de la eternidad; no permitas que se ausente aquel mañana en una pisca de presente. La transfiguración de Jesús no se desarrolló en la construcción de un templo o sobre el asno humilde que entró a Jerusalén. La transfiguración traspasa un signo material, es una dimensión más allá de lo humano, más profundo que tu propia respiración. En el cuadro espectacular del momento que empaña los ojos de los discípulos, al centro está Jesús, el mismo que dentro de algunas semanas entregará su vida por amor a la humanidad.

 

Oración y acción

El tiempo para orar, la fuente que la inspira y dinamiza no se ve en lo teórico o en una oración de paporreta. Se ve en la calidad y densidad de vida. Entonces, te desconectas de tus vicios y vacíos para nadar como delfín en el mar de la vida, o como focas, morsas y leones marinos en el mar y asumiendo la torpeza del caminar de esta tierra; Pedro lo vivió. En el fondo, tanto Juan como Santiago, son parte de los millones de seres humanos que han encontrado su vida en la oración con Jesucristo, una realización espiritual en la palabra de Jesucristo, una felicidad inexplicable en los efectos de la Palabra de Dios.

 

En esta cuaresma no te niegues un instante para descubrir los ríos eternos de tu existencia, para mirar en la profundidad de tu corazón, para alegrarte por los descubrimientos y el acompañamiento que te regala la Palabra de Dios. A lo mejor Dios quiere que te separes un poco del mundo y subas a un lugar más visible para él. El silencio suele ser pacificador y esperanzador en los proyectos de Jesús. El conocimiento del alto cielo no se parece mucho a la exposición necia de nuestras superficialidades.

 

Palabra del papa Francisco

El redescubrimiento cada vez más vivo de Jesús no es fin en sí mismo, pero nos lleva a «bajar del monte», cargados con la fuerza del Espíritu divino, para decidir nuevos pasos de conversión y para testimoniar constantemente la caridad, como ley de vida cotidiana. Transformados por la presencia de Cristo y del ardor de su palabra, seremos signo concreto del amor vivificante de Dios para todos nuestros hermanos, especialmente para quien sufre, para los que se encuentran en soledad y abandono, para los enfermos y para la multitud de hombres y de mujeres que, en distintas partes del mundo, son humillados por la injusticia, la prepotencia y la violencia. En la Transfiguración se oye la voz del Padre celeste que dice: «Este es mi hijo amado, ¡escuchadle!» (v. 5). Miremos a María, la Virgen de la escucha, siempre preparada a acoger y custodiar en el corazón cada palabra del Hijo divino (cf. Lucas 1, 51). Quiera nuestra Madre y Madre de Dios ayudarnos a entrar en sintonía con la Palabra de Dios, para que Cristo se convierta en luz y guía de toda nuestra vida. A Ella encomendamos las vacaciones de todos, para que sean serenas y provechosas, pero sobre todo el verano de los que no pueden tener vacaciones porque se lo impide la edad, por motivos de salud o de trabajo, las limitaciones económicas u otros problemas, para que aun así sea un tiempo de distensión, animado por las amistades y momentos felices.

 

Papa FranciscoÁngelusPlaza de San PedroDomingo 6 de agosto de 2017

 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 28b-36

En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor.

De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén.

Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.

Mientras estos se alejaban de él, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

No sabía lo que decía.

Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube.

Y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo».

Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

domingo, 9 de marzo de 2025

I Domingo de Cuaresma (C): Las tentaciones de olvidarse de Dios y del prójimo

«Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan»

Hemos iniciado la Cuaresma, no es un tiempo de sufrimiento, es una oportunidad para superar las tentaciones que nos hacen infelices y consumen nuestro interés por lo principal. Dios es primero, el diablo se retira, pero volverá pronto para intrigarte contra tu prójimo y ridiculizar a Dios; sin importar tiempos, espacios ni circunstancias.

 

Tentaciones de Jesús

La tentación de Cristo, por Simon Bening


I Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

Desierto

La primera propuesta es el desierto. Allí donde no hay más que vacío, sequedad, abandono, anonimato... allí también está Dios. Sí, lo ilógico de ponerle oídos al silencio es que puedes identificar los ruidos, la música de la naturaleza, los sonidos que despiertan temor en nuestro interior. Mi vida es un desierto en el que Jesús re-encuadra el foco de la existencia, del servicio, del amor, del espíritu.   

 

El diablo

El desierto es para encontrarse con Dios, Dios te lleva al desierto para amarte. El desierto puede ser para encontrarte con tus propios demonios, aquellos que te infunden maldad. Es decir, el diablo no es un sueño, ni un mito, existe y como león rugiente anda buscando a quien devorar. Somos presa fácil, lo sé, pero podríamos estar más alertas, y tener las raíces en tierra fértil de la Palabra de Dios.

 

Dios

Tú tienes una misión en este mundo, Dios te la ha dado desde tu existencia, cualquiera sea tu realidad, origen o el momento que estés pasando. Dios no te enviaría a dar palabras de amor donde abunda el amor, sino allá, en tu casa donde la gente se siente incomprendida, no valorada, poco amada. Pero, la astucia del diablo, en este mismo momento está motivando tu agnosticismo: “tú no tienes una misión”, “no te metas y vive tu vida”, “Dios no existe”, “tú no necesitas de Dios”.

 

Es decir, necesitas de paz en tu familia, de superar el desamor, de que Dios te inspire fuerza e inteligencia, y escuchas la voz interior que te dice, “no, esas son tonterías”, y tu interior sigue diciéndote a la vez: “estoy triste, vivo una felicidad falsa, estoy aparentando”, “debe haber algo más profundo que mis propias superficialidades internas". Dios es primero, no un accidente. La tentación de este mundo es buscar la tranquilidad anulando o minimizando a las personas.

 

El mal

El diablo sería estúpido para decirte que hagas el mal. En el primer segundo lo identificarías. Ya no sería tentación. El diablo te ofrece poder y pan. Hasta los corazones más espirituales sucumben a la tentación del poder. Y el tener para el placer es ya como normalizado en la vida. Te sorprenderás, el poder y el placer tienen una apariencia más real que Dios. Esta encrucijada entre el poder y Dios puede evidenciar cómo estamos llevando adelante nuestra existencia.

 

Petición

Pedimos a Dios que se muestre, que nos dé evidencia de su existencia. ¿por qué no acabas con el hambre, con la violencia, con la maldad, con los corruptos,…? Ensaya alguna respuesta: Dios dio de comer en el desierto, Jesús multiplicó los panes, él mismo es el Pan de vida eterna, es en la Eucaristía el pan y el grano de trigo que muere para que otros, nosotros tengamos vida. También podrían decirte: “si crees en Dios pídele a tu Dios que me sane, o que dé pan a los hambrientos”.

 

Finalmente, en cuaresma podemos analizar nuestro corazón, la calidad de amor que ofrece; si nuestra vida está en el nivel de servicio o de oportunismo. Naturalmente, a Dios no podrás encontrarlo físicamente, pero tú si podrás testimoniarlo con tu vida misma.

 

Feliz y renovadora cuaresma! Alerta, no dialogues con el diablo.

 

Palabra del papa Francisco

«otra cosa que debemos hacer: estar atentos y no dialogar con el diablo. Eva cayó por dialogar. Él vino: “Pero come, por qué...” — “No, pero si el Señor...”, Pobrecilla: se creyó una gran teóloga y cayó». Sin embargo «no dialogar», visto que «Jesús nos da el ejemplo. En el desierto, cuando el diablo lo lleva a la tentación —las tres tentaciones— ¿cómo responde Jesús»? Se preguntó el Papa. «Con las palabras de Dios —fue la respuesta decidida— con la palabra de la Biblia. Nunca con una palabra suya; no dialoga con él. Jesús expulsa a los demonios, les expulsa o responde con la palabra de Dios. Algunas veces, pregunta el nombre. No hace otro diálogo con ellos». En resumen «con el diablo no se dialoga, porque él nos vence, es más inteligente que nosotros. Es un ángel; es un ángel de luz. Y muchas veces se acerca a nosotros haciendo ver esta luz, pero ha perdido la luz, y se disfraza como ángel de luz, pero es un ángel de sombra, un ángel de muerte».

 

MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA 
DE LA DOMUS SANCTAE MARTHAE

Martes, 8 de mayo de 2018

 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 4, 1-13

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo.

En todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan».

Jesús le contestó:
«Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”».

Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos de! mundo y le dijo:
«Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo».

Respondiendo Jesús, le dijo:
«Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”».

Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te cuiden”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece contra ninguna piedra”».

Respondiendo Jesús, le dijo:
«Está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».

Acabada toda tentación, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

sábado, 1 de marzo de 2025

VIII Domingo del tiempo ordinario ( C): Quién soy, autenticidad desde las raíces

“De lo que rebosa el corazón habla la boca"

 

Un viaje al propio interior: tus pensamientos o puntos de vista, tus aprendizajes cotidianos, tus prejuicios, tus virtudes, etc. Tu autenticidad transparenta o es la respuesta a quién eres.

 

buenos frutos
El jardín de las delicias. (De tuin der lusten)
 

VIII Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

 

¿De qué estás hecho?

Esta radiografía podría señalar tus manchas, tus hoyos, tus disfunciones. Pero mejor mira el lado positivo, podría relucir la fortaleza de tus huesos, la vitalidad de tus órganos, tu piel tonificada, tu cuerpo saludable. Pero para hacerlo más propio paso a la primera persona singular.

 

¿De qué estoy hecho? 

Es también ¿Qué tengo en abundancia? O ir más a fondo con la pregunta ¿quién soy en esencia? Pero resulta que los frutos no siempre reflejan mi esencia, entonces debo preguntarme por lo que debo ser o buscar en mi propio interior, lo que me lleva más allá de mis sentimientos y de mis reacciones, de mis respuestas a estímulos externos. Es posible que sólo encuentre consecuencias de no haber encontrado mi configuración humana, mi dimensión de bondad, eternidad, belleza, en fin, de aquello que trasciende más allá; pues, no soy una reacción, ni un juicio, soy algo más, me falta algo para nadar no en lo superficial sino hacia el fondo.

 

¿De qué estoy hecho? ¿quién soy fundamentalmente?

 

  • Quién soy cuando salgo del hoyo, del charco, de los problemas, de las depresiones, …
  • Quién soy cuando he aprendido de las lecciones de humildad, de los testimonios de fe, de los esfuerzos desmesurados y generosos.
  • Quién soy cuando he descubierto mi ignorancia, mis errores, mis prejuicios, mis necesidades.
  • Quien soy cuando pensaba que era bueno y no identificaba el fondo maligno.
  • Quién soy cuando descubro que soy como un árbol, observo profundamente mis raíces, siento el olor de la arcilla, muevo mis ramas, siento el aire fresco, y me preparó para las tempestades y el invierno, quiero más otoños y primaveras.
  • Quién soy cuando descubro mis frutos, olor, sabor, textura, … higo, uva, manzana, fruto del bosque, …
  • Quién soy cuando descubro lo que tengo en mi corazón, ya no es un fruto, es un ser que te lleva más allá del corazón, es como la sangre que alimenta tu existencia.
  • Quién soy cuando hablo desde las entrañas, desde la tierra creadora, desde el aliento eterno.
  • Quién soy cuando intuyo que podría ser inagotable en el amor, la bondad, la misericordia.
  • Quién soy cuando descubro que ese amor, bondad y misericordia sólo pueden tener el toque de Dios, la ofrenda eterna de Cristo en la cruz.
  • Quién soy cuando descubro, que no soy el único, sino que hay otro, también creado por Dios, con raíces, con visiones, con inteligencia para superar los prejuicios. Un prójimo.
  • Quiénes seríamos si cada día nuestra vida fuera la consecuencia de la abundancia de Dios. 
  • En fin, si no descubro de dónde vengo, será muy difícil saber dónde voy y tomar el camino correcto.

 

Palabra del papa Francisco

Junto con la caridad, es necesario «decir la verdad» y jamás «decir una cosa que no es verdadera». En realidad, observó, «cuántas veces en nuestras comunidades se dicen cosas de otra persona que no son verdaderas: son calumnias». O, «si son verdaderas», de todos modos «se arruina la buena fama de esa persona». 

Desde esta perspectiva, un modo de dirigirse al hermano, según el Papa, puede ser el siguiente: «Esto que te digo, a ti, que tú has hecho, es verdad. No es un rumor que me ha llegado». Porque «las habladurías hieren, son bofetadas a la buena fama de una persona, son bofetadas al corazón de una persona». 

Entonces, es necesaria siempre «la verdad», si bien a veces «no es agradable oírla». En todo caso, si la verdad «se dice con caridad y con amor, es más fácil aceptarla». Por eso hay que decir «la verdad con caridad: así se debe hablar de los defectos de los demás». 

Homilía Viernes 12 de septiembre de 2014 

 

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 39-45

En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:
«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.

Pues no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.

El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca».

Pintura:

El jardín de las delicias

En el tríptico abierto se incluyen tres escenas. La tabla izquierda está dedicada al Paraíso, con la creación de Eva y la Fuente de la Vida, mientras la derecha muestra el Infierno. La tabla central da nombre al conjunto, al representarse en un jardín las delicias o placeres de la vida. Entre Paraíso e Infierno, estas delicias no son sino alusiones al Pecado, que muestran a la humanidad entregada a los diversos placeres mundanos. Son evidentes las representaciones de la Lujuria, de fuerte carga erótica, junto a otras de significado más enigmático. A través de la fugaz belleza de las flores o de la dulzura de las frutas, se transmite un mensaje de fragilidad, del carácter efímero de la felicidad y del goce del placer. Así parecen corroborarlo ciertos grupos, como la pareja encerrada en un globo de cristal en el lado izquierdo, en probable alusión al refrán flamenco: “La felicidad es como el vidrio, se rompe pronto”. El tríptico cerrado representa en grisalla el tercer día de la creación del Mundo, con Dios Padre como Creador, según sendas inscripciones en cada tabla: “Él mismo lo dijo y todo fue hecho” y “Él mismo lo ordenó y todo fue creado” Génesis (1:9-13). Obra de carácter moralizante, es una de las creaciones más enigmáticas, complejas y bellas de El Bosco, realizada en la última etapa de su vida. Adquirida en la almoneda del prior don Fernando, hijo natural del gran duque de Alba, Felipe II la llevó a El Escorial en 1593.