En Consecuencia

En Consecuencia


Si sientes que no te entienden o no has entendido bien, no te desesperes, sencillamente pide que te repitan o repite el mensaje, que te aclaren o aclara lo que te quieren o quieres decir, no respondas, analiza. Eso podría llevarnos a evitar conflictos, mal entendidos, crisis, no imaginar falsos sentimientos, insultos, y brindar mejor atención, expresar buenos sentimientos, relacionarnos con alegría.

Recuerdo los momentos en que las palabras taladran mi imaginación, mi interioridad. Normalmente son palabras que desenmascaran lo que llevo oculto, que desvisten mi vida, mis sentimientos, mis pensamientos. Esas palabras que te hacen entrar en crisis también te permiten repensar tu vida, la dureza de corazón se quiebra, ocasionan momentos de silencio largo, hacen valorar la honestidad.

No sé a ti, pero a mí no me molestaría que me digan que soy lo máximo, una mentira universal: “no cambies, sigue así”. Soy tan humilde que me gustaría que me engañen “eres el crack”, “el number one”, el “Schumaker en el auto”, “el Brad Pitt”,… en fin “las monerías” nos encantan. El golpe se siente cuando te dicen que eres incapaz en todo; aunque estés seguro que no lo eres, te afecta.

Pero todos estos piropos o mentiras “aduladoras” te mantienen en pie, aunque en un piso resbaloso. Cuando tienes que asumir tu realidad te encantaría seguir engañado, pero hay una fuerza que busca la claridad. Los amigos o amigas de los piropos vuelan juntos con sus palabras. Sólo algunos o alguno te acompaña en la crisis. Porque al darte cuenta de otra realidad debes asumirla, yo sinceramente temo asumir las consecuencias.

No duele que te quiten los piropos o los privilegios, lo que más duele es asumir las consecuencias. Podemos preguntarle a Pedro, todo el “berrinche” que hizo con Jesús para asumir que su nueva realidad, como discípulo, implicaba seguirlo hasta la muerte. Nuestra vida se hace virtuosa superando y asumiendo las consecuencias de nuestras propias decisiones.

Las propias y libres decisiones te ponen en una nueva realidad। Anhelas la antigua, si no la valoraste seguramente no es tan buena para ti. Fijar tus ojos en el pasado es algo que no te dejará caminar, no te lleva a tus objetivos. Para que sea más fácil, siéntate, escucha el mensaje, aclara ideas, date tiempo para respirar el nuevo ambiente. El que quiera conservar su vida así, termina perdiéndola. Hay que ser más generosos, confiar, esperar, amar.


DOCUMENTO DE APARECIDA
“Quienes se sintieron atraídos por la sabiduría de sus palabras, por la bondad de su trato y por el poder de sus milagros, por el asombro inusitado que despertaba su persona, acogieron el don de la fe y llegaron a ser discípulos de Jesús…” (Documento de Aparecida n° 21)

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