Espiritualidad del periodista
Estimados compañeros de la
Asociación Nacional de Periodistas (ANP), a todos los directivos de la Escuela
de Periodismo Jaime Bausate y Meza. Hoy rendimos homenaje a don Francisco
Antonio Cabellos y Meza, quien con el seudónimo de Jaime Bausate y Meza editó
el 1 de octubre de 1790 el Diario de Lima, primer cotidiano de América Latina
que diera génesis a la institucionalización del Día del Periodista.
1. Ser y hacer: Es Dios y actúa
Aunque muchos sufren el pesimismo
existencial del modelo de periodista, la noble labor está en nuestras venas que
palpita al escribir una nota, presentar la fotografía, preparar un audiovisual.
El ser periodista es una vocación profunda de amor por la verdad. Por ello cada
producción lleva nuestra impronta, está teñida de nuestra intensión sutil. Con
pena, a veces nuestro interior se rasga ante los dilemas éticos presentados en
el ejercicio. Porque cada información está influenciada por quiénes somos, eh
allí la gran responsabilidad, la necesidad de la honestidad, la cabeza fría
para la imparcialidad, la prudencia para la objetividad.
Algunos elementos básicos de la
actitud de Jesús en la comunicación:
Ser atentos, estar a la escucha.
Jesús ensalza la fe de la Cananea y el clamor de todo pecador (Mt 15, 21-28),
Jn 9,31 1Jn 5,14).
Amar el silencio. Se aparta al
monte y pasa la noche en oración (Lc 6,12; Mt 14,23), varias veces al amanecer (
Mc 1,35; 6,46), le gusta estar solo (Jn 6,15) porque el silencio es la fuente
de la comunicación auténtica.
Jesús tiene una misión específica
y la conoce y practica (Lc 4, 16-21; Mt 13,53): “El Espíritu del Señor está
sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha
enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los
cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar
el año agradable del Señor.”
Es decir, no parezca extraño que
tenga credibilidad en la gente y le sigan muchos (Cfr. Mt. 4,25; 8,1 Jn 1,41; 4,28,
etc) no porque crea cortinas ni burbujas para entretener, sino porque expresa
lo que piensa y hace lo que dice, analiza la realidad. Su coherencia es su
mejor imagen, él mismo es imagen y mensaje del mismo Dios.
2. Su palabra es sencilla y provocan cambios:
Sus palabras son sencillas y
sostienen un diálogo, su mensaje es una gran novedad en los escenarios de su
tiempo. Su palabra es profética, el profeta habla en nombre del mismo Dios, es
una revelación no por sus músculos ni por sus opiniones escandalosas sino
porque anuncia el amor misericordioso y revolucionó nuestra historia con el
primer mandamiento: el amor. Su perspectiva no es la mera crítica ni negociar
su palabra, sino la construcción de una sociedad en los sólidos cimientos de la
justicia y de la paz.

Estas personas después de un
encuentro o diálogo con Jesús ven la vida de otra manera. Sus palabras han generado
cambios en la vida misma, con Zaqueo Jesús se auto invita (Lc 19, 1-10), la
mujer adúltera es salvada de ser lapidada a pedradas (Jn. 8,1-11), en Mateo no
mira un cobrador de impuestos sino un corazón dócil (Mt 9,9), en Lázaro y sus
hermanas Martha y María ve grandes amigos y discípulos. Es decir, las personas
se sienten dignas de Dios, por ejemplo, el samaritano, el levita, el saduceo,
Nicodemo, María Magdalena, hasta el buen ladrón y nosotros.
3. Sondea el corazón en la cultura de la imagen
La imagen es evocadora no
subliminal. Utiliza imágenes conocidas para expresar lo desconocido, sus
parábolas abrazan una realidad social y religiosa en referencia a los intereses
profundos del ser humano. Por ejemplo en la parábola del hijo pródigo (Lc 15)
el Padre misericordioso recibe al hijo arrepentido pero el hijo mayor, bueno y
obediente no tiene la capacidad de amar y perdonar a su hermano; en la parábola
del samaritano critica el culto, la dureza de corazón ante la desgracia de los
demás, algo así como “chapa tu caído y ayúdale a levantarse”.

Desnuda el corazón y aclara el
horizonte con sus frases antagónicas: “quien quiere ganar la vida la pierde”, “no
he venido a ser servido sino a servir”, “ama a tus enemigos”, “vende todo lo
que tienes y sígueme”, “si te abofetean en una mejilla ofréceles la otra”, “deja que los muertos entierren a sus muertos”,
“el que se ensalce será humillado”, “no he venido por los justos sino por los
pecadores”, etc.
No sólo las parábolas, las
noticias antagónicas, sino también los diálogos cortos, inquietantes, clarificadores:
-
"¿Quién dice la
gente que es el Hijo del hombre?
... ¿Y ustedes quién dicen que
soy?" (Mateo 16,13-16).
-
Los fariseos buscan causales para acusarle: le
preguntan si es lícito pagar impuestos y él responde “¿de quién
son esta imagen y esta inscripción? - Del
cesar, contestaron. Denle, pues al cesar lo
que es del cesar, y a Dios lo
que es de Dios” (Marcos 12,16-17).
-
Jesús le respondió: Si he hablado mal, da
testimonio de lo que he hablado mal; pero si hablé bien, ¿por qué me pegas? (Jn
18,23).
-
Cuando ya comienza el proceso que lo llevaría a
su Pasión y Muerte, Jesús, interrogado por Pilatos, “¿Eres el Rey de los
Judíos?”, no lo niega, pero precisa: “Pero mi Reino no es de aquí, no es de
este mundo” (Jn. 18, 36).
Finalmente, tenemos este gran modelo
para ser lo que decimos ser y hacer según nuestro ser, que las palabras
produzcan el efecto especial del cambio positivo en la existencia y que esta
cultura de la imagen no nos cree figuritas coleccionables sino imágenes
profundas, significativas, convincentes, seguras, evocadoras, analíticas,… esas
que se expresen como el arcángel Gabriel.
Se les presentó el Ángel del
Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El
Ángel les dijo: "No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será
para todo el pueblo; os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que
es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto
en pañales y acostado en un pesebre". (Lc, 2-12).
Muchas felicidades a todos los periodistas en su día. Jesús les siga inspirando y fortaleciendo la fe en esta vocación loable, sacrificada y fundamental en la ejemplaridad pública y participación ciudadana. Gracias por permitirme decirles algunas palabras, como socio honorario cuenten con mis oraciones.