Domingo Ordinario XII – Ciclo C (Lucas 9,
18-24) 23 de junio de 2013
“(...) el que quiera salvar su vida, la
perderá”
De cada 5 niños 4 pueden acceder a fumar,
felizmente ya están prohibidas las zonas de fumadores, sino sería fácil encontrarse
con un niño de 12 o 13 años. En el mundo más de 50 millones de personas han
muerto en la última década por el consumo de productos de tabaco.[1]
El cáncer y el corazón están relacionados con el tabaco y están entre las
principales causas de muerte en nuestro país[2].
Entre los problemas profundos de nuestro
país no sólo pinta el tabaco, también la inseguridad ciudadana, la corrupción,
entre otros. Pero en el tabaquismo, cabe una pregunta evidente ¿Por qué fuman
los niños, adolescentes, jóvenes y adultos?: por imitación, ser parte de un
grupo, sentirse importante, por aparentar la edad, mucho frío, el estrés,… y
muchas causas, la preocupante es querer solucionar problemas de identidad o
inseguridades con un cigarrillo en la boca.Buscar la “buena vida” lleva a la muerte. Las consecuencias son conocidas por los adictos pero no les dan su peso real. Así sucede en la vida, en la fe, en la religión. Desgastamos la vida en aquello que significa la muerte paulatina, confiamos en lo que nos aleja de Dios, profesamos un credo de la muerte y no de la resurrección.
Además significa que gastamos la vida sin causas profundas, en aquello sin retorno, en lo que va secando la esperanza. La gastamos ‘alegremente’ para evadir las “cruces de la vida”. Nuestra vida se va como el humo contaminando y dañando a los demás, a inocentes.
Sin embargo, siempre hay una oportunidad, siempre el camino de ida puede tener retorno, de hecho serás ya otra persona y, ojalá de las que aprenden de sus errores.
“Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero que pierda la vida por causa mía, la salvará”.
[1] http://elcomercio.pe/actualidad/1483110/noticia-mas-50-millones-murieron-ultima-decada-consumo-tabaco
[3] Hermann
Rodríguez Osorio, S.J. Sacerdote jesuita, Decano académico de la Facultad
de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá