Rafael. Visitación de María a su prima Sana Isabel
IV Domingo de Adviento
Ciclo: C
Color: Morado
Tema: la confianza
Personaje: María, la madre de Dios.
¿Cómo confiar en el mundo de la desconfianza?
Dos mujeres oriundas de pueblos marginados, allí (y aquí) el género femenino no es valorado con igualdad. Sin embargo, son mujeres que sus gestos de lucha, entrega y amor superarán la historia y la ciencia. Dos mujeres confiables para vivir el sentido de la maternidad, de la familia.
María e Isabel, están experimentando, a su corta edad, el embarazo; los cambios físicos, psicológicos y emotivos no las distrae de los propósitos de ser madres. Ambas son madres de manera misteriosa, sólo Dios hace posible esa maternidad. Es verdad que la maternidad es valorada, pero Isabel ya había asumido su esterilidad y no paraba de pedir junto a su esposo Zacarías un hijo; y María, adolescente, es capaz de dar un sí eterno, con la confianza de una perseverante hija de Dios.
Con la misión que tienen, la desconfianza enmudecerá a Zacarías y será combatida en los sueños y en el corazón de José. El sacerdote Zacarías recibe esbozos del profeta que está en camino. El obrero José es alertado para proteger al gran artesano de la vida, Jesús. De tras de la gran historia de la visitación están dos hombres encargados de fortalecer la misión de la maternidad con su silencio, cuidado, acompañamiento y protección. La confianza en la verdad de las mujeres es robustecida también por la intervención divina.
El camino de la virgen María es un camino de la iglesia, contiene la gran noticia de la vida que palpita en su vientre. Es un gesto evangelizador reconocido por su prima Isabel. Un estilo de misión-acción. Acompaña experimentando los mismos síntomas. Imagina cómo sería la conversación de dos embarazadas. Ellas mismas ven sus embarazos como extraordinarios. Sienten que fueron escuchadas, enviadas, con una tarea grande: proclamar la vida, cuidarla, hacerla grande, incluso sufrir con ella.
La confianza fuerte de María lleva una certeza, ninguna palabra será superior a la de Dios, incluso la sabiduría humana se sostiene en cuanto está referida a Dios. Es bienaventurada por creer en la Palabra de Dios.
En el mundo de la desconfianza nos toca celebrar esta Navidad, sin olvidar que la desconfianza sólo ha generado heridas, lágrimas, marginación, pero la confianza hizo posible la salvación, la alegría, la justicia, el amor. Siguiendo el actuar de María e Isabel es una buena oportunidad confiar, celebrar la Navidad confiando en que Dios se hace hombre para salvar al hombre y encaminarlo al sentido de la eternidad.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 39-45
En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a un a ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».
Recuerda el momento en el que el María visitó a su pariente Isabel.
¿Cómo ser más alegres?
Joven con el cordero. De Caravaggio - Web Gallery of Art: Imagen Info about artwork., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15452168
III Domingo de Adviento
Ciclo C
Color: Morado/ rosado
Tema: la alegría del cambio, misión de Juan Bautista.
Personaje: Juan el Bautista.
Ser muy agradecidos.
Muchos familiares están esperando regresar a la casa cuna para encontrarse con los suyos. Después de la Pandemia – COVID19- la alegría tiene un sentido distinto, más que la alegría de encontrarnos es el agradecimiento de estar vivos y volvernos a ver.
Para muchas personas todavía siguen siendo noches largas de oscuridad, sufrimiento y desesperación, como fueron los dolores de María, la búsqueda de abrigo hospitalario de José. Ojalá celebren la alegría de volver a ver a las personas que aman, a tener proyectos, ilusiones y los afanes que nos entretienen en este lapso de existencia.
Darle sentido a la vida.
Una gran misión que tenemos es vivir bien la vida. Sin fantasías, en la realidad, con sus desiertos y praderas, con sus cumbres y valles. Esta vida necesita de la dosis de la alegría para mirarla con otros cristales. Juan el Bautista mira el sumergimiento en las aguas del Jordán como el inicio limpio de una nueva travesía de la vida.
El sentido de la vida o darle sentido a la vida pasa por el termómetro de la alegría. Y dicho termómetro, Juan el Bautista no lo pone en las normas ni las leyes, sino en la calidad de vida; su mirada desde el desierto anhela fértiles valles en los corazones de sus contemporáneos, una vida llena de la alegría espiritual para todos como Dios lo pide.
Actuar con generosidad
Una actitud difícil pero posible es la generosidad. Es la invitación a que ricos y pobres acepten el nuevo Reino de Dios con la alegría de la generosidad. Despojarse de los privilegios y de una mentalidad de discriminación es un reto. El corazón generoso suele ser libre y cosecha alegrías.
Juan Bautista, hace sus propias túnicas y se alimenta de frutos naturales que el busca con actitud penitente, no busca el restaurante light que por lo general es costoso. Entonces pedirles que compartan vestimenta y alimento apunta a dejar la lujuria para abrigar y alimentar al más pobre, pero él es el ejemplo áspero.
El Papa Francisco llama la práctica de la fraternidad, integrarse en la vida del Santo Pueblo fiel de Dios: La fraternidad en las comunidades, especialmente las religiosas: “En el discernimiento y el acompañamiento, hay ciertas atenciones que deben mantenerse siempre vivas. Atención a los fundadores que a veces tienden a ser autorreferenciales, a sentirse los únicos custodios o intérpretes del carisma, como si estuvieran por encima de la Iglesia. Atención a la pastoral vocacional y a la formación propuesta a los candidatos. Atención a cómo se ejerce el servicio de la autoridad, con especial atención a la separación entre el foro interno y el externo, - tema que me preocupa tanto - la duración de los mandatos y la acumulación de poderes. Y atención a los abusos de autoridad y poder.” (plenaria de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, recibidos en audiencia este sábado 11 de diciembre. )
Ser justos
A los que cobran impuestos a su pueblo y ajustan el cuello de los más pobres les pide que no exijan más de lo establecido. Y a los soldados les exhorta a no extorsionar. Ojalá en nuestros contextos ya no encontremos a gobernantes que ajustan los impuestos a los pobres y a militares que extorsionen; cada quien tiene su respuesta. Allí radica la alegría de la justicia.
La alegría de la venida de Jesús
La alegría consiste en saber separar la paja del trigo. El peso de la vida no equivale al bulto de la fantasía. El trigo es el pan, alimento de vida. Es el que se convierte en símbolo del amor.
Entonces, la gran alegría de una vida agradecida, va adquiriendo sentido en la generosidad y la justicia, vista desde los mismos cristales de Jesucristo. Que el domingo de la alegría sea reconfortante para los corazones tristes.
Palabra del Papa Francisco
Hoy es el tercer domingo de Adviento, llamado también domingo de Gaudete, es decir, domingo de la alegría. En la liturgia resuena repetidas veces la invitación a gozar, a alegrarse. ¿Por qué? Porque el Señor está cerca. La Navidad está cercana. El mensaje cristiano se llama «Evangelio», es decir, «buena noticia», un anuncio de alegría para todo el pueblo; la Iglesia no es un refugio para gente triste, la Iglesia es la casa de la alegría. Y quienes están tristes encuentran en ella la alegría, encuentran en ella la verdadera alegría. (Angelus 15 de diciembre 2013)
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 3, 10-18
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: «¿Entonces, qué debemos hacer?».
Él contestaba: «El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: «Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?».
Él les contestó: «No exijáis más de lo establecido».
Unos soldados igualmente le preguntaban: «Y nosotros ¿qué debemos hacer?».
Él les contestó: «No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga».
Como el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga».
Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo el Evangelio.
Joven con un cordero es una obra de Caravaggio, que representa a Juan Bautista. Fue pintada en 1602.
Conocido como Joven con un cordero, de esta pintura existen dos versiones idénticas, ambas situadas en Roma. La primera de ellas se encuentra en los Museos Capitolinos y la segunda, en la Galería Doria-Pamphili.
Hacia 1602, Cupido, de Caravaggio —hoy conocido como El amor victorioso—, causó sensación entre el refinado círculo de pintores romanos. Esta obra fue hecha para el banquero Vincenzo Giustiniani. Ese mismo año, otro banquero, Ciriaco Mattei, encargó a Caravaggio un Juan Bautista, para celebrar el onomástico de su hijo mayor. Esta relación fue propiciada por Asdrubale Mattei, hermano de Ciriaco y amigo de Caravaggio. Para la solicitud de Mattei, Caravaggio empleó al mismo modelo que en El amor victorioso.
Este Juan Bautista tuvo inmensa popularidad en su tiempo, al extremo de que se hicieron varias copias, de las cuales sólo se han identificado once como de Caravaggio. Actualmente se exhibe en la Galería Doria-Pamphili —donde también se encuentran Descanso en la huida a Egipto y Magdalena penitente—. Algunos coleccionistas suponen que es una irónica imitación del Ignudi, de Miguel Ángel (1508-1512). Pero Caravaggio, en lugar de idealizar neoplatónicamente a su modelo, lo hace con un toque de realismo, alejando drásticamente su obra de la de Miguel Ángel.
Hoy celebramos la solemnidad de la Virgen Inmaculada Concepción, llenos de peticiones por todo lo que pueda significar para nuestras vidas.
María es hija de Joaquín y Ana, una pareja de santos esposos al servicio de Dios, luchadores y trabajadores para conseguir el pan cotidiano. Dios se encarga de darle un don especial a María, de ser concebida sin pecado original, por ello se la venera tradicionalmente como la Purísima Virgen.
La presencia de la Virgen Inmaculada Concepción en la historia del cristianismo nos lleva a plantearnos la importancia de la pureza. Un corazón puro es posible. Las buenas intenciones elevadas a lo sublime y en las manos providenciales de Dios es un camino para nuestras buenas y durables relaciones. Aunque la pureza parecería ser sólo una campaña de marcas de detergentes es primero una virtud humana.
"Llena de gracia"
La Inmaculada Virgen no sólo es virtuosa, en la tradición también se la llama “llena de gracia”. Es decir, hay muchas virtudes que podemos lograrlas con el esfuerzo humano, pero no llegan a ser perfectas si no son concedidas por Dios. María, “llena de gracia” es la que dice sí a Dios y se convierte en una protagonista de la encarnación del Hijo de Dios, Jesucristo. Tiene las virtudes y las gracias para ser parte de la ejecución del proyecto de salvación de Dios misericordioso.
La inmaculada concepción la virginidad y la maternidad están intrínsecamente relacionadas a Jesucristo. El arcángel Gabriel la llama "llena de gracia" (Lc. 1,28), y ella responde: "He aquí la sierva del Señor. Que él haga de mí lo que dicen tus palabras". Su prima Isabel exclama: "¡Bendita eres tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu seno!".
Iconografía
Existen varios pintores que intentaron plasmar en sus obras de arte el sentido de la Inmaculada Concepción, en esta vez se destaca la pintura de Pedro Pablo Rubens.
Las estrellas: circulan y dan luz a la hermosura del rostro
La virgen: está en movimiento causado por el giro delicado de los hombros acompasados al avance de la pierna izquierda, lo cual permite a la túnica marcar el muslo y la rodilla. La túnica del martirio psicológico sólo descubre el pie derecho que pisa fuerte el símbolo del mal (serpiente).
La serpiente: simboliza el pecado; la serpiente, fuerte y astuta, tiene una manzana en la boca, y es pisada por la virgen. Sobre la luna y las nubes pintadas con un matiz de tempestad y ocaso, que va blanqueándose en la altura y subida al cielo.
Ángeles desnudos: Uno porta el laurel del triunfo en forma de corona dirigido a la virgen, y el otro la palma del martirio dirigido a la serpiente. Por la ubicación dan sentido de movimiento que sintonizan con la dinámica de la virgen.
Los colores:
Rojo: la túnica roja expresa el sufrimiento que padece al ver sufrir a su hijo.
Azul: es el símbolo del cielo, de la eternidad.
El fondo de tempestades a los pies de la virgen que van dando paso al cielo como fondo de los rayos de luz que iluminan el movimiento de la bella virgen.
Otras obras de arte, como las de Murillo, también necesitarían ser estudiadas en sus conceptos de la Inmaculada Concepción.
Palabra del Papa Francisco
"El Señor no necesita grandes medios ni nuestras sublimes habilidades, sino nuestra humildad, nuestra mirada abierta a Él y a los demás". (Ángelus, 8 de diciembre de 2021)
“Preparen el camino del Señor”
Juan y Jesús de niños en un cuadro de Murillo. Según Lucas sus madres eran parientes.
II Domingo de Adviento
Año litúrgico 2021 - 2022 - (Ciclo C)
Tiempo litúrgico: Segundo Domingo de Adviento
Personaje: Juan el Bautista
Tema: La conversión.
Color: Morado
Realidad histórica de Dios hecho hombre
A finales del 2021todavía la Pandemia mundial del COVID19 sigue en su cuarta versión cobrando vidas. La crisis económica se agudiza con crueldad para los países pobres que siguen siendo destrozados por la inestabilidad política. El mundo ecológico clama auxilio para evitar el caos producido por la contaminación.
Esta historia, dentro de 30 años, seguirá siendo narrada con dolor, pero su auditorio no logrará captar la intensidad de las emociones de quienes sufrieron el ataque del COVID19. Como sucede a los jóvenes de hoy que no logran imaginar las pandemias mundiales, el dolor que trajeron las guerras, las lágrimas de los familiares de los asesinados por el terrorismo, etc.
La historia es ciencia. Los registros históricos existen. El evangelista San Lucas narra una historia, al mismo estilo de las crónicas del Inca Garcilaso de la Vega en sus “Comentarios Reales”.
En el año 30, d.C. Palestina es dominada por el Imperio Romano, por la opresión religiosa de los fariseos y saduceos. En Grecia, el año 80: ”En aquella época, los cristianos consideraban al profeta Juan Bautista como el “precursor inmediato” del Mesías.” (Ver Julian Riquelme)
En este contexto histórico Jesús inicia su vida pública: el emperador Tiberio sucesor de Augusto; el prefecto romano en Palestina que era Poncio Pilato; Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande, como tetrarca de Galilea, donde comenzó a resonar la buena noticia para los hombres; al igual que Felipe, su hermano, que lo era de Iturea y Traconítide; los sumos sacerdotes fueron Anás y Caifás.
Una realidad que necesita de la salvación
Juan el Bautista, primo de Jesús, usa un lenguaje profético para decir con voz alta la necesidad de la conversión. Ya la salvación no es enfocada como exclusiva de los que parecen más puros, sino como una oferta para todos, incluso para los personajes dominadores de su época.
Es electrizante su mensaje en un contexto que está lleno de gente que domina la política y la religión, pero no salva. Ese es parte de nuestro problema, que la religión y la política busquen dominar y no salvar. No es lo mismo dominar el mercado que procurar superar la pobreza. Jesús no enfatiza las estadísticas de sus milagros ni de los convertidos, el principal punto de sus palabras es la salvación de los hombres, sale en busca, se hace el encontradizo, ora por los demás, etc.
¿Cómo enderezar caminos en un mundo de redes?
¿Y la salvación? Disculpen si soy crudo, necesitamos de la salvación ofertada por Jesús, ¿sobre qué base? Una sociedad en la que hemos ido introduciendo la apatía a: una historia crítica, al sentido de lo divino, a la base espiritual, la importancia de la familia, al buen ejemplo, etc. …
Hace unos años se hablaba de los “niños macetero” para criticar a los padres que por causa del trabajo no interactuaban lo suficiente con sus hijos. Muchos de ellos ahora se enfrentan a la inteligencia artificial invadiendo la educación y los valores familiares, también de sus hijos. De seguro que muchas veces se les cae la red, las emociones, el sentido de la existencia, el dolor de la insatisfacción. ¿Cómo enderezan los caminos?
El llamado de Juan el Bautista parece sencillo: enderezar los caminos para que llegue el Salvador. Reconciliarnos para que Jesús Nazca en nuestro corazón. Es decir, puedes enderezar los caminos del diálogo roto con tus vecinos, amigos y familiares. Pero para ello necesitas o necesitamos un momento de reflexión personal, superar el orgullo, pensar en positivo, ser consientes de que la vida nos da la oportunidad para reconciliarnos, pedirle a Dios que nos ayude a superar aquello que impide pedir perdón, perdonar, y romper las barreras que nos hacen sufrir.
¿Cómo educas a un niño en el sentido de Dios si, como nativo digital, Dios no está en sus contactos ni en TikTok?
El reto para enderezar caminos es que nos enderecemos primero nosotros, sabiendo que eso mismo depende de Dios y no sólo de nuestra autosuficiencia. La primera gran red es la familia. Los primeros influencers son los padres. El gran canal de comunicación en también la palabra del diálogo y la buena noticia para la vida es la Palabra que libera, Jesús.
El P. Johan Leuridan Huys en el “El Misterio de nuestra Existencia” lo explica con mejor talante intelectual: “¿Porqué existe algo y más bien nada? Existe la tentación de rebajarnos a una casualidad relativa sin sentido. El pensamiento moderno construye, pero no tiene una base de principios. Se puede ampliar o mejorar los principios, pero no reemplazarlos por otros.
La única esperanza auténtica es la que no depende de nosotros. El misterio no elimina las actividades del ser humano sino le abre un horizonte diferente para esperar más allá del cálculo de nuestras posibilidades… El ser humano crea su propio espacio de intereses. Esto le puede encerrar en un círculo de ver el mundo con cierta visión que lo aliena. Se puede perder la disponibilidad para el verdadero sentido de la vida. Se ha construido su propio mundo y se ha encerrado en su “seguridad”, pero no puede evitar la conciencia angustiosa de que no puede garantizar su propia vida. La entrega a un mundo de problemas le quita la posibilidad de tener esperanza. Al contrario, una reflexión sobre nosotros mismos nos concientiza que la vida se desarrolla en el misterio. Mi vida y todo lo que se presenta en mi vida y me permite desarrollar y gozar de la vida es un don gratuito. Se puede vivir con esperanza porque sabe que la vida no le pertenece.”
Palabra del Papa Francisco
En este tiempo de Adviento, dejémonos guiar por la exhortación del Bautista: “Preparad el camino al Señor, allanad sus senderos”. Nosotros preparamos el camino del Señor y allanamos sus senderos cuando examinamos nuestra conciencia, cuando escrutamos nuestras actitudes, cuando con sinceridad y confianza confesamos nuestros pecados en el sacramento de la penitencia. En este sacramento experimentamos en nuestro corazón la cercanía del reino de Dios y su salvación. La salvación de Dios es trabajo de un amor más grande que nuestro pecado; solamente el amor de Dios puede cancelar el pecado y liberar del mal, y solamente el amor de Dios puede orientarnos sobre el camino del bien.Que la Virgen María nos ayude a prepararnos al encuentro con este Amor cada vez más grande que en la noche de Navidad se ha hecho pequeño pequeño, como una semilla caída en la tierra, la semilla del reino de Dios. ÁNGELUS 4 de diciembre de 2016
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 3, 1-6
En el año decimoquinto del imperio del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanio tetrarca de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: «Voz del que grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; los valles serán rellenados, los montes y colinas serán rebajador; lo torcido será enderezado, lo escabroso será camino llano. Y toda carne verá la salvación de Dios».
Icono de Jesús entronizado en un pendón maniqueo, descubierto en Kocho, siglo ⅹ
10 datos de Adviento
👉
Adviento:“llegada” de Jesús.
Tema central: esperanza. Espíritu de vigilancia y preparación.
Valores: Esperanza, Conversión, Alegría, amor.
Color: Morado
Ciclo: inicia litúrgicamente el ciclo C
Evangelista: Lucas. El Evangelio según San Lucas es leído durante el Ciclo C.
👉
Primer Domingo de Adviento: ¡Despierta!Lc. 21,25-28.34-36: “Estad siempre despiertos”.
Segundo Domingo de Adviento: ¡Ponte en camino!Lc. 3,1-6: “Preparad el camino al Señor”
Tercer Domingo de Adviento: ¡Busca como servir!Lc. (3,10-18: La gente le preguntaba a Juan el Bautista: “¿qué debemos hacer?”.
Cuarto Domingo de Adviento: ¡Un Corazón que acoge!. Lc.1,26-38: “…y bendito el fruto de tu vientre”
“Estén en vela”
Estar en vela o “vigilar” nos lleva a la imagen de una persona encargada de la seguridad. El vigilante está atento a las personas que ingresan, cómo se comportan, qué traen y llevan. Pero también está vigilante el médico de los síntomas de su paciente. En el sentido de adviento, no es el pánico sino la esperanza, es estar vigilante del gran médico que llega para curar tus heridas.
En el adviento, “llegada”, entonces se centra en una actitud de mantener abiertos los ojos del alma, corazón y vida. La clave es la oración contemplativa ante las grandes decisiones de la vida. Es decir, esperar, no con temor, sino con alegría, vigilantes y seguros de que Dios viene por nosotros, sólo por amor.
El camino contemplativo del Adviento nos pone en pie a un tiempo durante el cual esperamos la vida, y paradójicamente nos preparamos para la muerte. Esperamos a Jesús que nazca, pero hoy ponemos nuestros ojos en el Jesús que viene como Rey del universo. Es el nacimiento y la muerte. La muerte nos da temor, pero el sentido resulta ser liberador, de alegría, de esperanza.
La fortaleza y esperanza nos vienen bien en el contexto de un mundo con crisis económica y sanitaria. La esperanza en que la humanidad se esfuerza por ser más honesta, justa y aman la vida.
Palabra del Papa Francisco:
Hoy empieza el Adviento, el tiempo litúrgico que nos prepara para la Navidad, invitándonos a levantar la mirada y abrir nuestros corazones para recibir a Jesús. En Adviento, no vivimos solamente la espera navideña, también estamos invitados a despertar la espera del glorioso regreso de Cristo —cuando volverá al final de los tiempos— preparándonos para el encuentro final con él mediante decisiones coherentes y valientes. Recordamos la Navidad, esperamos el glorioso regreso de Cristo y también nuestro encuentro personal: el día que el Señor nos llame. Durante estas cuatro semanas, estamos llamados a despojarnos de una forma de vida resignada y rutinaria y a salir alimentando esperanzas, alimentando sueños para un futuro nuevo. […] El sueño interno viene siempre de dar siempre vueltas en torno a nosotros mismos, y del permanecer encerrados en nuestra propia vida con sus problemas, alegrías y dolores, pero siempre dando vueltas en torno a nosotros mismos. Y eso cansa, eso aburre, esto cierra a la esperanza. Esta es la raíz del letargo y de la pereza de las que habla el Evangelio. El Adviento nos invita a un esfuerzo de vigilancia, mirando más allá de nosotros mismos, alargando la mente y el corazón para abrirnos a las necesidades de la gente, de los hermanos y al deseo de un mundo nuevo. Es el deseo de tantos pueblos martirizados por el hambre, por la injusticia, por la guerra; es el deseo de los pobres, de los débiles, de los abandonados. Este es un tiempo oportuno para abrir nuestros corazones, para hacernos preguntas concretas sobre cómo y por quién gastamos nuestras vidas. ÁNGELUS, 2 de diciembre de 2018
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21,25-28.34-36
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación. Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».
Icono de Jesús entronizado en un pendón maniqueo, descubierto en Kocho, siglo ⅹ.
El gnosticismo es un conjunto de religiones heterogéneas que florecieron cuando las religiones locales de Asia entraron en contacto con el helenismo. A pesar de su diversidad de contenidos, comparten algunos rasgos, a veces de estilo y, a veces, de contenido. Por ejemplo, era muy común en ellas atribuir al mundo un origen maligno o defectuoso. Para algunas religiones gnósticas, el mundo había sido creado por malignos demiurgos que tenían al hombre encerrado en la existencia terrenal e ignorante de su condición de prisionero. Para otras, el mundo era el fruto de un fracaso o tragedia creativos. Los que conocían (gnosis) esta verdad podían intentar escapar.