Carta a mis padres por Navidad
Adoración de los Pastores. Autor anónimo. Museo del Prado. |
Natividad del Señor
Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)
Ciudad Eterna, 24 de diciembre de 2019
Queridos: mamá y papá,
Algunas veces estuvieron vigilantes y nerviosos. Un niño o una niña nacía. Con frecuencia cada parto es un momento decisivo para la vida de la madre o del bebé. Ustedes tampoco dejaron de ser forasteros en su propia tierra porque también migraron buscando seguramente algo que les haga felices. Entonces, comprenderán, somos peregrinos del sentido de la vida, forasteros, migrantes. Si recuerdan cada nacimiento de sus hijos, van a tener diversas anécdotas para contar a los nietos.
Faltando horas para el nacimiento, recordarás mamá, la sensibilidad emocional sube, aumentan tus dolores, en una cama del hospital o de la casa. Por ello, cada palabra puede ser muy dolorosa. Imaginen cómo se sienten, mamá y papá, si encuentran actitudes como: les tiran la puerta en la cara, les miran como sospechosos, no tiene seguro social, no les atienden porque son pobres,… Así, aumenta el dolor. Y aunque los dolores se incrementan, la vida se revela, te sorprende: en una fiesta, en la cocina, en la frontera, pastoreando las ovejas,… Pero, sorprende más el dolor cuando no hay sitio para nacer.
Al nacer, paradójicamente, el llanto es signo de buena salud. Y así, sus hijos nacimos llorando, hemos crecido, dibujándoles sonrisas, sorpresas y más llantos. En este sentido, los padres nacen de nuevo y van acunando el sitio para vivir, para defender una familia. Por eso, son irremplazables y también un signo indeleble en los corazones de sus hijos, en sus recuerdos, en sus esperanzas.
Cada llanto se disipa con la confianza. Esa fe y esperanza en procurar que los hijos “sean”, no que “tengan”. Y si destapan el baúl de los recuerdos todavía quedan esperanzas. En aquella casa, echa por todos, con sudor y lágrimas, sus hijos éramos afortunados.
Éramos felices en Navidad y no necesariamente teníamos regalos. Bailábamos los villancicos, se sentía la fiesta, esperábamos averiguar cómo nace Jesús durante la ‘noche buena’. Comíamos juntos en la mesa, con gusto y hasta saciarnos, no siempre el mejor jamón ni el pavo horneado, pero había hueso para el caldo. Girábamos en torno a un pesebre construido por el pueblo en la iglesia, caminábamos kilómetros, victoriosos traíamos arbustos poco comunes. El pesebre tenía árboles, riachuelo, aves, el gallo era infaltable, y los ángeles estaban siempre en el cielo. Construíamos la casa común e ideal. Y lo bueno de ésto, no necesitábamos pedir permiso para pasar horas de creatividad e imaginando cómo era el pueblo de Jesús y cómo sería si va nacer en nuestra tierra.
Entonces, queridos, mamá y Papá, éramos ricos porque no necesitábamos tanto. La buena voluntad era más valiosa que 30 monedas.
Por ello, en esta navidad nos extrañamos a fondo. Y aunque nuestras oraciones y mejores deseos fluyan y crucen fronteras, seguimos juntos, “vivitos”, y hoy deseamos que la mamá siga “dándonos a luz” (sin dolor) y el papá “la fortaleza de su amor” (sin miedos).
“No tengan miedo”, ya no les escondemos las cosas, ni nos buscan en el río ni en el campo de fulbito. Hemos entrenado para seguir aprendiendo a jugar la vida, a esquivar los zapatazos y a no ahogarnos en las pozas. Ah, también seguimos siendo los mismos hijos: dormimos hasta tarde, no siempre respondemos con asertividad, estamos trabajando en la paciencia, y un gesto de amor suyo siempre nos alegra el día.
Seguimos felices de tener unos padres que cada día oran por nosotros, sigan dándonos luz, conviértannos en luz, en estrella guía para los demás. Cada uno de nosotros necesitamos de sanar esas heridas que enfriaron los corazones y no hicieron un hogar para que la Virgen María “diera a luz” a Jesús. Y, nuestras oraciones con mayor fuerza, para que la maldad de Herodes no haga sufrir a José con aquellas amenazas de muerte. Para que nunca hagamos sufrir a los demás con los delirios de persecución de poder, de la injusticia y las malas intenciones.
“Gloria a Dios en el cielo y hoy en la tierra paz a todas las madres y padres de buena voluntad”.
Feliz de haber nacido. Felices ustedes que hicieron posible la vida.
Felices de celebrar el nacimiento de Jesús, sin él la vida sólo sería un sin sentido.
Te amo mamá
Te amo papá
De corazón,
¿Tu niño? no, ya muy grande, mejor: ¡Tu hijo!
Homilía y Reflexión,
https://andina.pe/agencia/noticia-nacimientos-inspirados-culturas-regionales-peruanas-se-ofrecen-feria-artesanal-536441.aspx |
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 1-14
Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio.
Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad.
También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.
En aquella misma región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.
De repente un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor.
El ángel les dijo:
«No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
«Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad».
Homilía y Reflexión,
“Èl salvará a su pueblo”
Homilía y Reflexión,
La historia de un famoso Emmanuel comienza así.
Vivir la eternidad por un sueño. Hola, tú como varón o mujer, podrás identificar esta pregunta: ¿alguna vez tu novia, antes de vivir juntos, hizo un ritual para decirte: “estoy embarazada”? Así comienza la historia, cómo se desarrolle ya dará como resultado un Jesús o un Nerón, o un Barrabás, etc. Esta es la historia de un famoso: Emmanuel.
Después de la noticia, llegan las preguntas, las diversas reacciones, se van revelando tus intenciones, piensas en la nueva vida que inicias, en el dinero, en la comprensión personal, en la honestidad y la fidelidad, en la fama, dónde acabarán tus proyectos, etc. Sin embargo, la reacción que imprimas no evitará ni apurará el desarrollo de la vida, es ya un ser existente en un vientre, en unas circunstancias y con personas concretas.
En la historia de José puedes identificar a un hombre justo, obediente, con dudas, en un sueño que le compromete para la eternidad. La nueva generación ha iniciado y necesita de José, de la estirpe de David.
Siguiendo con la historia, José se entera del embarazo de María y tiene las mejores intenciones para “no difamarla”. Hay una duda, la situación sobrepasa su lógica de la fertilidad, en justicia él no es el padre y decide salir del problema sin dejar de cuidar de María.
María y José esperan a un descendiente de David, y nacerá en Belén (Mt 1,20). Ambos judíos piadosos llenos de esperanza, José identifica en María una mujer sin mentiras, llena de Dios; pero la quiere dejar para que siga con su gestación, con su propia verdad. José quiero lo mejor para María, lo justo, pero Dios le mostrará que no bastan las buenas intenciones, le invitará también a ser protagonista.
Si tienes pánico cuando tu novia te dice: “debemos hablar”, imagina que a José lo sorprendieron en un profundo sueño. Lo bueno de estas conversaciones es que te aclaran las dudas, no la duda de quién es el padre, eso José lo tiene claro, y María con mayor iluminación. En esta circunstancia Dios le aclaró el panorama a José: no cuides solo a María, sino con urgencia al niño. Le facilitó el nombre: Jesús (recuerda no había almanaque todavía). Y Jesús con una misión clara: “Salvador” “Dios con nosotros”.
Si José esperaba tener a un hijo súper artista en la carpintería, o un rabino ilustrado, o un rico comerciante, Dios ha roto sus parámetros humanamente concebidos. Un sueño le ha llevado a asumir la tarea de cuidar a un rico sin dinero, a un artista de la creación, a un protagonista de la Sagrada Escritura.
Sin la docilidad de José a esta historia le faltaría el linaje davídico, y Dios siempre hace su voluntad, entonces sólo queda poner nuestros sueños al servicio de Dios con Nosotros, a confiar en las palabras del ángel: “No temas en recibir a María, tu esposa, porque (si bien) lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo, ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús” (vv. 20-21: griego “gar” y “de”).
Homilía y Reflexión,
Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 18-24
La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por medio del profeta:
«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por medio del profeta:
«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.
El sueño de José. Philippe de Champaigne, vers 1642. The National Gallery, Londres |
El sueño de José
Philippe de Champaigne vers 1642. The National Gallery, Londres.
Homilía y Reflexión,
El santo varón trata de conciliar el sueño, antes de partir. Philippe de Champagne nos lo muestra vestido, preparado ya para el viaje, con un manto dorado, sobre túnica azulada, recostado en una robusta butaca. Los pliegues de su manto, la posición de sus manos, los mismos pies que asoman descalzos junto a sus desabrochadas sandalias, transmiten una sensación de gran dignidad. Los instrumentos de su trabajo, sierra, martillo, escoplos... abandonados en el suelo. Va a huir.
No halla remedio más oportuno a su dolor. Sabe que su esposa es perfecta, no ve en Ella nada que no la acredite por santa, pero no puede negar la evidencia: está en cinta. Y no alcanza ese misterio. No quiere ofender su virtud repudiándola oficialmente. Reza con fervor ante lo que no comprende y, encomendándose a Dios, toma la resolución de repudiarla en privado, abandonarla sin dar explicación. Será tachado de malvado, pero la honra de su esposa permanecerá intacta.
Pero en la quietud de la noche, sumergido en un sueño muy próximo a la consciencia, un ángel del cielo le habla al oído. En el rostro de San José, rendido, los labios entreabiertos, con la cabeza reclinada sobre ese gran almohadón, conseguimos escuchar el eco de las angélicas palabras: “José, hijo de David, no temas de recibir contigo a María, tu mujer, pues su concepción es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás el nombre de Jesús; porque Él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo, 1, 20-21).
María aparece en segundo plano, arrodillada. Conocía la angustia de su marido y no le habían pasado desapercibidos sus preparativos. Serena, en la distancia, se mantiene en silencio y confía en el Señor.
Homilía y Reflexión,
https://www.elpandelospobres.com/el-sueno-de-jose
¡A los pobres se les anuncia la Buena Noticia!
III Domingo de Adviento - ‘Gaudete’
Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)
Homilía y Reflexión
El Niño Jesús y San Juan. ESCALANTE, JUAN ANTONIO DE FRÍAS Y. Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado |
¿Qué cosas o quién te puede colmar de alegría esta navidad? En cuerpo y alma estás esperando disfrutar de los días de vacaciones. Anhelas con ansias reencontrarte con tus seres queridos, saludar a quien vendrá desde muy lejos para visitarte. Te ilusiona la reconciliación para celebrar una navidad familiar. Esperas el nacimiento de un bebé y vas ilusionándote en abrazarle, enseñarle, aprender de sus primeras palabras y de su espontaneidad. Tienes tantos motivos para alegrarte hoy y siempre.
También, podemos traslucir, en una lectura teológica, la alegría de Juan el Bautista. Tiene dudas de si su predicación tenía sentido, para completar la alegría necesitará decodificar el lenguaje del profeta Isaías. “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?”. Juan no se cansa de aprender, el Mesías allana los caminos con la misericordia y sus palabras tienen el fuego del amor. Esto, seguro le mantienen en vilo.
La alegría de Juan se complementa con las palabras de los labios de Jesús, le llama “grande, más que un profeta”. Esa alegría y reconocimiento de su coherencia de vida, ese júbilo que tú también sentirías si tu jefe reconoce tu trabajo, esas palabras que dan sentido son expresadas por Jesús: “¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué salisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito: “Yo envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”. En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él”.
Esta alegría es contagiante, es un gran testimonio que arrastra a los discípulos, a los pecadores, a los excluidos. Esa alegría del Niño Dios que: antes de navidad te encuentra ciego y te permite ver, sabe de tu ‘lepra’ y te limpia, estás cojo y te hace caminar, eres sordo y logras el equilibrio de la escucha, hace tiempo haz muerto y en Navidad te resucita, vives desesperado y te anuncia su paz y su justicia. Este lenguaje de comunicar alegría es propio de un Mesías, de un redentor que va nacer pronto en el pesebre de tu casa interior, en tu familia. Tú podrías ser un gran comunicador de esta noticia para que nazca también en la sociedad, especialmente para acompañar a quienes estarán solos, hambrientos y pobres. (Is 29:18; 35:6; 26:19; 61:1; 34; 61:5-7).
Juan recibe la Buena Noticia, una clave del Mesías de Isaías que le confirma. Entonces, la cárcel en Maqueronte ya no es su límite, el poder de Herodes sólo gobierna un territorio pero no el cielo, su cabeza seguirá siendo una ofrenda a la justicia, una llamada a la conversión, seguirá allanando con humildad el camino de regreso en los corazones embriagados por el orgullo y la lujuria.
Si Dios te ha dado las inteligencias múltiples seguramente deberás cultivar los grandes dones. Si la alegría de la virgen María, de los ángeles, de los pastores, de los reyes magos y la tuya existe este mes es especialmente porque: Nace el Hijo de Dios en nuestra cultura, hablando nuestro lenguaje e involucrándose con nuestra vida. Ojalá puedas tener la alegría de sentir que todo lo hecho y dicho ha tenido sentido.
Caravaggio “Salomé con el jefe de Juan el Bautista” |
Homilía y Reflexión
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 2-11
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle:
«¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?».
Jesús les respondió:
«Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo:
los ciegos ven, y los cojos andan;
los leprosos quedan limpios y los sordos oyen;
los muertos resucitan
y los pobres son evangelizados.
¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí!».
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan:
«¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué salisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta?
Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito:
“Yo envío mi mensajero delante de ti,
el cual preparará tu camino ante ti”.
En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él».
«¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?».
Jesús les respondió:
«Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo:
los ciegos ven, y los cojos andan;
los leprosos quedan limpios y los sordos oyen;
los muertos resucitan
y los pobres son evangelizados.
¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí!».
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan:
«¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué salisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta?
Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito:
“Yo envío mi mensajero delante de ti,
el cual preparará tu camino ante ti”.
En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él».
Homilía y Reflexión
Pintura del artista italiano Caravaggio “Salomé con el jefe de Juan el Bautista”. El tamaño del cuadro es 116 x 140 cm, óleo sobre lienzo. La pintura muestra al pintor, presumiblemente, el bailarín Salomé, Herodías y Herodes Antipas.
Herodías se casó con su tío Felipe y tuvo una hija adulta, Salomé, pero se dejó llevar por una conexión criminal con el hermano de su esposo, el rey galileo Herodes Antipas.
Esta historia de amor causó una gran impresión en todos los habitantes de Galilea; La gente murmuraba diácono, pero no se atrevía a expresar sus sentimientos. Luego, el vengadorde la ley moral desafiada fue hecho por Juan el Bautista, quien se mostró audaz al tirano y le dio un reproche amargo. Herodes Antipas, incapaz de soportar acusaciones por tener una conexión ilegal con Herodías, concluyó a Juan el Bautista en prisión, donde el precursor de Jesucristo fue víctima de la maldad de Herodías.Salomé bailó tan bien para el rey Herodes Antipas que juró cumplir cualquiera de sus peticiones.Su madre, Herodías, que buscaba la posibilidad de vengarse de Juan el Bautista, persuadió a Salomé para que le pidiera a Herodes el jefe de Juan el Bautista. Esta pintura es la última obra del artista Michelangelo Merisi da Caravaggio, escrita durante los últimos tres años de su vida, posiblemente terminada por un pintor en Nápoles, donde vivió desde 1609 hasta 1610.
“¿Cómo será eso…?
De Eva a María Inmaculada
- La Inmaculada. Bartolomé Esteban Perez Murillo. *
Si tienes la tentación de culpar a los demás por tus errores, si tus respuestas son una lavada de manos o un escape, entonces te pareces mucho a la madre y al padre de la humanidad.
Pero este camino de culparnos no cura las heridas. Vayamos más a las fuentes: la propuesta del mal (serpiente) es un dulce veneno: obsesión por lo prohibido, ronda buscando cómo devorar, incapaces de postergar los gustos. Aparecen los argumentos incluso señalando a un Dios mentiroso, a quien se lo niega para lograr el objetivo. A pesar de todo, Dios sigue atento, “¿Dónde estás?... ¿qué has hecho?”. Y llega la verdad sin culpa, algo como: “me ofreció del fruto y comí”. En conclusión, puedes ser muy inteligente y hábil para argumentar, pero Dios es más sabio, “desnuda” tu mentira.
Esta historia de una humanidad desesperada por la ‘eternidad’ de la mano de la maldad es muy conocida, los hijos se fueron matando, los reinos se dividieron, los imperios van cayendo, las grandes instituciones plagadas por la decadencia ética, etc. Esta historia, puede ser distinta con la participación de la Madre de los cristianos, encargada por el mismo Jesucristo, es María, la madre de la Esperanza ¡mucha fe!
En este edén, la Inmaculada, la Virgen María es la gran protagonista del personaje central de nuestras vidas: Jesús, nuestro Salvador, nace.
- María, un paradigma de mujer. Los grupos que intentan reivindicar a las mujeres podrían tener un modelo de mujer joven, con madurez espiritual, asume con perseverancia en ser la gran discípula de Jesús. No en vano, Jesús tiene un trato tierno y liberador con las mujeres: la viuda, la prostituta, la enfermiza, etc.
- La pureza de corazón: no brilla por sus hermosas palabras sino por sus verdaderas intenciones. No protesta para dejar de ser madre, sino para entender cómo serlo. La vida es su motivo principal de lucha. Junto a José, con niño en los brazos, son migrantes perseguidos y en una situación vulnerable. Salvan al Salvador de las obsesiones del poder de turno.
- Unas normas que matan. María, la virgen Inmaculada, es hija de una sociedad que trata mal a las mujeres. Por cierto, en estos países no se ven las grandes protestas a favor de las mujeres como podemos verlas en Estados Unidos o en Latino América, ¿por qué? ¿Es una pasión gastronómica o una pasión con argumentos sólidos? Las esperanzas son necesarias en los lugares dramáticos.
- Acoger al diferente. Esta capacidad de acoger la diversidad de opinión, propuesta por San Pablo, ayuda al diálogo, a la conversión. Los peligros de no dialogar son hirientes, los prejuicios deprimen e imposibilitan todo camino.
- La inmaculada Concepción. La experiencia de una vida al servicio de Dios y de los demás es gozosa y por ello una propuesta: Jesucristo es el sentido de la vida. La limpieza de corazón puede sufrir con desesperación la contaminación de la maldad. Ya Eva, los padres de la humanidad, vivieron el dolor de sentirse avergonzados, del engaño. La insatisfacción de un libre albedrío desviado del camino. Esta humanidad sería muy tonta de querer vivir la libertad matando a los suyos, profundizando las brechas de desigualdad, enfrentando las familias, generando conflicto en las nuevas generaciones.
No necesitamos regresar a ser "maculistas" para sentirnos más humanos. La Virgen María seguirá siendo un propuesta para la humanidad
Homilía y Reflexión,
Dogma de la Inmaculada Concepción
La definición del dogma, contenida en la bula Ineffabilis Deus del 8 de diciembre de 1854, promulgada por el papa Pío IX, dice lo siguiente:
[...] Para honra de la Santísima Trinidad, para la alegría de la Iglesia católica, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra: Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si además osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho
.
Bula Ineffabilis Deus.1
Pío IX, contemplando el mar agitado de Gaeta, escuchó y meditó las palabras del cardenal italiano Luigi Lambruschini (1776-1854): 'Beatísimo Padre, Usted no podrá curar el mundo sino con la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción. Sólo esta definición dogmática podrá restablecer el sentido de las verdades cristianas y retraer las inteligencias de las sendas del naturalismo en las que se pierden.[cita requerida]
El historiador Francesco Guglieta, experto en la vida de Pío IX, señala que el tema del naturalismo, que despreciaba toda verdad sobrenatural, podría considerarse como la cuestión de fondo que impulsó al papa a la proclamación del dogma: «La afirmación de la Concepción Inmaculada de la Virgen ponía sólidas bases para afirmar y consolidar la certeza de la primacía de la Gracia y de la obra de la Providencia en la vida de los hombres». Guglieta señala que Pío IX, pese a su entusiasmo, acogió la idea de realizar una consulta con el episcopado mundial, que expresó su parecer positivo, y llevó finalmente a la proclamación del dogma.
Si quieres leer toda la historia del Dogma de la Inmaculada Concepción de María te recomiendo: Hacer Click
Homilía y Reflexión,
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
Esta obra es una de las Inmaculadas de Bartolomé Esteban Murillo con aspecto más juvenil, lo que la vincula con la tradición sevillana del también pintor sevillano Francisco de Zurbarán, y con las recomendaciones sobre la representación de este tema manifestadas por Francisco Pacheco en su Arte de la pintura, que escribió en 1649. Además, hay varios dibujos preparatorios para esta obra ejecutados por Murillo, lo que demuestra que el pintor sevillano se preparó concienzudamente para ejecutarla, y es conocida como Inmaculada del Escorial porque aparece citada por primera vez en las colecciones reales del monasterio de El Escorial en 1788, durante el reinado de Carlos IV de España.
“Separar el trigo de la paja”
La Virgen con el Niño, santa Isabel y san Juan Bautista del Museo Thyssen-Bornemisza. |
Domingo 2 de Adviento - Ciclo "A"
08 de Diciembre de 2019
Tú como padre o madre seguro te preocupas por le pan nuestro de cada día, y junto a tus hijos disfrutan de cereales, del salvado, los queques y las pizzas. Ojalá alguna vez tengas la experiencia de sembrar, deshierbar, esperar, segar, trillar, limpiar, secar, tostar, moler, y preparar.
Segadoras 1 |
Para un agricultor es importante tener jornaleros, la hoz filuda y un día veraniego para segar el trigo. Se corta el trigo formando gavillas y se las traslada hasta una explanada (llamada también “era”). Allí, un jornalero de pie, al centro como un eje va guiando los caballos atados a una cuerda o soga. Después de varias vueltas, los caballos han pisado la paja, el trigo se va desprendiendo de su espiga y cae. Se le junta en montones, el trigo todavía está mesclado con paja, tierra, piedras. Se lanza la paja triturada al aire con una orqueta de madera (forma de un tenedor), es llevada por el viento y se va separando del trigo.
Para limpiar el trigo se necesita de hombres o mujeres con harneros, con buena visión para identificar lo que no es trigo. Parece que esta experiencia la tuvo Juan el Bautista, hijo de Isabel y primo de Jesús. Un agricultor, por cuestiones ecológicas ya no quema toda la paja pero sabe que ser como ésta significa: no tiene peso, se pudre o se quema en poco tiempo, flota con poco aire. En cambio, ser como el trigo es ser un alimento básico para la existencia.
Para trillar el trigo se alista una explanada, se la limpia y debe estar seca para no estropear al trigo. Las gavillas son cargadas de acuerdo a la fuerza del jornalero. La trilla es como una fiesta a la generosidad de Dios que fertiliza la tierra con agua, y por ello, vienen los vecinos, llegan las amistades hambrientas del alimento base y también del compartir. Muchas veces, las trillas suelen ser acompañadas de silbos y cantos. Disfrutar de una sopa del trigo cosechado permite saborear la reconciliación, el compañerismo, la justicia, la paz.
La cosecha no puede darse sin escucharse, sin organizarse. Los jornaleros trabajarían molestos si algunos de ellos tienen actitudes de una víbora, si es hipócrita, perezoso, altanero,… Naturalmente, en un corazón desértico no germina el trigo alimenticio de la alegría, de la perseverancia, del pan compartido. Podría aparentar grandeza como la paja.
Y así, como el campesino no deja de usar la paja o las piedras para los linderos de sus tierras y la construcción de sus viviendas, Dios es capaz de cosas más maravillosas, siguiendo a Isaías (11, 1-10):
“Habitará el lobo con el cordero, la pantera se echará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos y un muchachito los apacentará. La vaca pastará con la osa y sus crías vivirán juntas. El león comerá paja con el buey. El niño jugará sobre el agujero de la víbora; la creatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No hará daño ni estrago por todo mi monte santo, porque así como las aguas colman el mar, así está lleno el país de la ciencia del Señor. Aquel día la raíz de Jesé se alzará como bandera de los pueblos, la buscarán todas las naciones y será gloriosa su morada”.
Esperamos la Navidad, en la búsqueda de la justicia y la paz. Para ello, somos trigo o paja, lobo o cordero, pantera o cabrito, novillo o león, vaca u oso, … La gran esperanza es que la fragilidad de un niño habitará, apacentará, meterá la mano, en esta sociedad líquida e injusta.
Evangelio (Mt 3, 1-12)
Lectura del santo Evangelio según San Mateo
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: “Arrepiéntanse, porque el Reino de los cielos está cerca”. Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán: confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río. Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: “Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda? Hagan ver son sus obras su arrepentimiento y no se hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto, será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido; pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. El los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. El tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no extingue”. Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: “Arrepiéntanse, porque el Reino de los cielos está cerca”. Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán: confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río. Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: “Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda? Hagan ver son sus obras su arrepentimiento y no se hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto, será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido; pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. El los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. El tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no extingue”. Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.
Homilía y Reflexión,
La Virgen con el Niño, santa Isabel y san Juan Bautista
hacia 1618
Óleo sobre lienzo.
Nº INV.
151 x 113 cm
Colección Thyssen-Bornemisza, en depósito en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC)
Nº INV.
349
(
1936.3
)
En la ingente producción de Rubens, que abarca todos los géneros pictóricos —todos ellos tratados con igual maestría—, ocupa un lugar destacado, por número y riqueza, la pintura religiosa, dentro de la cual el artista realizó tanto grandes piezas monumentales y decorativas para el culto público en las iglesias como, en una clave más modesta, cuadros de devoción de proporciones menores y destinados a la piedad privada. Dentro de éstos tenemos que situar el lienzo La Virgen con el Niño, santa Isabel y san Juan Bautista del Museo Thyssen-Bornemisza.
Este lienzo está fechado hacia finales de la década de 1610, entre dos de los encargos más importantes que tuvo en esos años el pintor: El Juicio Final para la iglesia de los jesuitas en Neuburg, de 1616 (hoy en la Alte Pinakothek de Múnich) y La lanzada, instalada en 1620, para el altar mayor de la iglesia de los Recoletos en Amberes. En esos años Rubens respondió además a numerosas solicitudes particulares, entre las que se encontrarían varias con la Sagrada Familia, un tema que estuvo presente a lo largo de toda su carrera y que el pintor trató de formas muy diversas. En este caso, la fuente en la que bebió Rubens, una vez más, parece encontrarse en Italia, concretamente en La Sagrada Familia de Rafael, conservada en el Museo del Prado, conocida como La Perla. Este óleo, encargado a Rafael por el conde Ludovico de Canossa en torno a 1518, fue adquirido a su sucesor, Galeazo de Canossa, en 1604 por el duque de Mantua, Vicencio Gonzaga, protector de Rubens durante su estancia en Italia. Según apuntó Oldenbourg, Rubens tuvo la posibilidad de ver el cuadro en el palacio ducal de Mantua y empleó su composición no sólo para el cuadro del Museo Thyssen-Bornemisza, sino para otras Sagradas Familias. De hecho, es indudable que tanto la postura de Jesús, en las rodillas de su Madre, como la de san Juan recuerdan a la obra de Rafael.
Fuente: https://www.museothyssen.org/coleccion/artistas/rubens-peter-paul/virgen-nino-santa-isabel-san-juan-bautista
Segadoras 1:
- Country: Peru
- Category: Painting
- Technique: Oil
- Medium: Canvas
- Theme: Landscaping
- At Artelista since: Saturday 9th of June 2007
- Tags: segadoras
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