V Domingo de Pascua (C): “Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a otros como yo los he amado”

El mandamiento del amor puede salvar al mundo  y a las personas. Es un mandamiento fácil y difícil a la vez. Es parte del proceso de la vida de cada persona que quiere seguir a Jesucristo.


La creación de Adán es un fresco en el techo de la Capilla Sixtina, pintado por Miguel Ángel alrededor del año 1511.

!Libres para amar! ¡Amar para ser libres!


V Domingo de Pascua
Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)

Hoy te escribo sobre el amor, no sé si para ti es difícil, si se iluminan tus ojos, si lo encuentras vital, o si quizá prefieras mandarle bien lejos.

Es un tema más amplio que tu vida misma y tan próximo como tu corazón; entonces, es como la cárcel, el hospital o el cementerio, “si no caes, resbalas”. Por eso, será mejor evitar accidentes, estructurarlo: contigo mismo, con el prójimo y con Dios.

1. ¿Te amas? 

Seguro te remite a juzgar cómo tratas a tu cuerpo, a tu inteligencia, a tu voluntad. Esta convivencia ecológica no deja de ser integral. No te hablo solo de que te hagas la manicure o te masajees con tu crema hidratante; tampoco de que seas una enciclopedia; menos de que tengas estricta disciplina. Aunque, no vienen mal practicarlos en el camino a la virtud (ojo, esta palabra ya la cambiaron por eficiente; o sea, en sentido animal, “reproductor”, luego nos quejamos de violencia).

 Insisto: ¿Te amas? Piénsalo. ¿Tu corazón vive para ser feliz o para reclamar. Tu alma busca ser libre o piensas que te liberas, pero te alienas. Tu inteligencia gira la rueda de todo ser vivo o de un ser humano, y aquí esta el eslabón, somos seres en relación, como las plegarias a Dios, un corazón contrito con plegarias por los demás? 

Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros; como yo los he amado, ámense también entre ustedes. Esta será la señal por la que conocerán todos que ustedes son discípulos míos: que se amen los unos a los otros.” (Juan 13, 31-33a. 34-35).
Alegoría de la pintura y escultura (1637)
Descripción: Óleo sobre lienzo. 114 x 139 cm.
Localización: Galleria Nazionale d'Arte Antica. Roma
Autor: Guercino

2. ¿Amas al prójimo? En el sentido del ser amado y las personas. 
Quien esté más cerca de tu vida, esa “media naranja”. A menudo, es un espejo, de tu alegría o de tu tristeza; si eres bipolar lo controlas y dura hasta el corte circuito o hasta la aceptación de tus cruces eléctricos, te quiero - te odio. Si aceptas que cada uno se debe amar, por qué quieres convertirla a tu imagen y semejanza, ya ni Dios te supera. El amor tiene obras, pero nunca individuales, es acción en relación. El amor lo puede todo si tú también lo puedes. Quieres cambiarlo, cambia también tú. ¿Es más fuerte tu amor o con tu orgullo? 

Recuerda, Quino en la historieta de “Mafalda”, Susanita dice: "yo amo a la humanidad lo que me revienta es la gente".  

¿Amas al prójimo? Tantos ejemplos de desamor, pero tu, yo, los otros, deberíamos ser testimonios del amor. Jesucristo lo plantea como un mandamiento: coinciden: Confucio al estilo “regla de oro”; el libro hindú Mahabarata; Tobías 4,5; el Judaísmo; el Corán (83, 1-3). Y en sentido positivo lo plantea Mateo: “todo cuanto quieran que les hagan los hombres háganlo con ellos” (Mateo 7, 12; Lucas 6, 31)

Además, Jesús va mas allá del mero mandamiento, invita al testimonio. Será porque quien ama con limpieza de corazón nunca se equivoca. No recuerdo haber leído los reclamos de Jesús como: “antes te ame y ahora te odio”, “me vengaré sin que lo veas”, “un clavo saca a otro clavo”, “maldito el día que te conocí”, etc. Jesús, ofreció su vida en la cruz, libremente, solo por amor. No para encararnos, sino para mostrarnos la importancia del amor. "El Señor es clemente y compasivo, lento a la ira y rico en amor” Salmo 145 (144).
Allegory of Charity / Alegoría de la Caridad //
Circa 1655// Francisco de Zurbarán
Museo Nacional 
Del Prado

3. Amor a Dios. Solo como evaluación: Si alguno dice "Yo amo a Dios’ y aborrece a su hermano, es un mentiroso. Pues el que no ama a su hermano, al que ve, no es posible que ame a Dios, a quien no ve”. (1ª Carta de Juan 4,20).

Es como la mentira de los que proclamamos el amor y no amamos, de quienes dicen amar a la humanidad y sus actos son inhumanos, de los “sabios y justos” prostituyendo la justicia.

En la mentira del amor podemos vivir mucho tiempo. Entrampas tu vida en el desamor, alucinas que es amor. Pero recuerda, ese amor personal, no el egoísmo, debe estar capacitado para amar y ser amado; el amor cura la bipolaridad, no el orgullo; la poca expresividad, no la indiferencia; la decisión conjunta, no la verticalidad.

Este es el difícil camino del amor; de la autenticidad, del perdón y la reconciliación. Ser libre para amar, amar para ser libre.  "Un cielo nuevo y una tierra nueva", simbolizados en la imagen de la nueva Jerusalén descrita en el Apocalipsis (21,1-5a), Jeru-salem: lugar de paz. 


Homilia y Reflexión

Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según San Juan 13, 31-33a. 34-35

Cuando salió judas del cenáculo, dijo Jesús:

–Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él. (Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará).

Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros.

Homilia y Reflexión


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