Domingo XXXII Ordinario – Ciclo A (Mateo 25, 1-13) – 6 de noviembre de 2011
Inteligentes Prudentes
“(...) no saben ni el día ni la hora”
No sólo nos quedemos en lo filantrópico, hay que dar el paso a una mirada de desarrollo humano sostenible. No es un asunto de organizaciones sino de todo el país.
¿Qué acto sería inteligente y prudente? ¿El gobierno ayuda sosteniblemente con la recaudación de ropa y frazadas que cobijen a los niños? ¿No sería mejor tener un programa de prevención integral?
Sucede algo parecido con el fenómeno de “El niño” en nuestro esplendoroso Perú. “el Niño”- travieso- se manifiesta en el mar por temperaturas altas, con aguas cálidas que avanzan en sentido contrario, de norte a sur. Se presentan anomalías en el plancton, la anchoveta y la sardina se alejan, algunas aves guaneras mueren.
Este fenómeno trae fuertes lluvias en la costa norte que originan desastres naturales como inundaciones. Estas consecuencias son sufridas por muchas poblaciones azotadas ya por la pobreza. ¿Por qué no se previene? ¿Por qué no adquieren el aceite para las lámparas con mucha prevención?
Sin embargo, este fenómeno también trae ventajas, como la regeneración de los bosques del norte por las intensas lluvias, Actualmente, con la ayuda de satélites meteorológicos es posible, hasta cierto punto, detectar a tiempo las anomalías y prevenir los desastres, alertando a la población y tomando las medidas preventivas necesarias. En los tiempos modernos los impactos producidos en la costa son mayores por el aumento de la población humana y los centros poblados.
No sólo en los fenómenos naturales, también en el sentido espiritual hay que estar preparados porque no sabemos ni el día ni la hora. “De qué sirve llorar sobre la leche derramada”. El novio, aunque demora tanto y parece que no va llegar necesitamos estar como las vírgenes atentos, con el aceite del amor, prevención, fortaleza,…
"La sabiduría es radiante e inmarcesible, la ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los que la buscan; ella misma se da a conocer a los que la desean".
Ver: El fenomeno del niño.
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