Fe vigilante - Adviento 1
Primer Domingo de Adviento – Ciclo A (Mateo 24,
37-44) 1 de diciembre de 2013
“El Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen”

Por ello, prefiero hablarles de los temas que nos
presenta Isaías, él es nuestro maestro en esta primera semana.
Mateó y todos los evangelios no pararán de decirnos
que viene Jesús, es infalible, de todas maneras vendrá, el problema es si rebota
de las paredes de tu casa, “vamos alegres a la casa del Señor” (salmo 121), ¿Isaías
tiene una gran visión, como la presenta? Isaías intenta seducirnos, y ojala
nuestro duro corazón, se deje ilusionar por las imágenes espectaculares y
hermosas que nos presentará.
Es el Señor de la Paz. “Será el árbitro de las
naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las
lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán
para la guerra”… (2,1-5). Los países derrochan millones de dólares en armamento
y no han solucionado la pobreza, las guerras continúan… Entonces estate
vigilante: no te prepares para hacer la guerra sino la paz, no para derrochar,
sino para alimentar al pobre.

Una meta en la vida. Isaías invita a una gran
peregrinación, no siguiendo los mapas de google, sino a caminar a la escuela de
sabiduría, escenario de la justicia, morada de la paz. Un camino para llegar y
una trasformación que nos deben hacer distintos: “Aquel día, brotará un renuevo
del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el
espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y
valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del
Señor”. Entonces estate vigilante, tus caminos te conducen a la paz, sabiduría,
justicia, te ha distinto…?

Si esperamos que Cristo venga, la muerte es sólo un
accidente, Dios ha derribado a la muerte, entonces, lo que hagamos tendrá direccion
de vida eterna, iluminados por la luz del Señor. “Visión de Isaías, hijo de
Amós, acerca de Judá y de Jerusalén: Al final de los días estará firme el monte
de la casa del Señor en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas.
Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos. Dirán:
"Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob: él nos
instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la
ley, de Jerusalén la palabra del Señor." Casa de Jacob, ven, caminemos a
la luz del Señor.”
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