Desamores prohibidos
Hola, te miré, me llamaste la atención, te califiqué como buena persona, me gustaría ser tu amigo, creo que la sinceridad no te es lejana, podemos dialogar, coincidimos en muchas ideas. Aunque a veces digo que coincido por caerte bien. Mi hipocresía tiene buena intención. Hay cosas que me molestan, pero debemos pasar el filtro. Creo que necesitamos saber que somos amigos. Necesito saber más de ti, tu dirección, tu E-mail, tu fono, lo que te gusta, lo que odias. Prohibido ser indiferente, hay gente importante en tu vida.
Aquel día que les visité, nunca fue con la idea de enseñarles algo, el estar con ustedes hace que afloren las ideas, he preparado las sesiones de aprendizaje y cuando cumplo con el objetivo me siento pleno, pero principalmente por ustedes me enseñan mucho, recuerden que me enseñaron a aceptar mis errores, a aceptar que debo aprender, les aseguro que me estimularon a investigar más y a llevarles mejores noticias. Prohibido creer que lo sabes todo, la verdad venga de donde venga.
Esta mañana amanecí con muchas ganas de trabajar, estudiar. Amo lo que hago, aunque a veces postergo mis actividades. Amo la vida, la salud, la tranquilidad interior. Amo saber que el amor de Dios se manifiesta en cada instante, en quienes me rodean. Incluso amo que me digan las verdades, me duele, pero luego mi amor crece. El amor a lo que hago es más que “ponerme la camiseta”, es un amor que me da calidad de vida, sentido a mi existencia. Prohibido la desidia y el aplazar la vida.
Amo cada detalle, incluso los que son ofensivos. Los paso por alto, porque mi objetivo es tener un proyecto contigo. No quiero que cada instante se pase con mucha bulla en mi interior, tampoco abonando la cizaña, menos buscando tus defectos para dejar de amarte. Te amé, incluso sabiendo tus defectos, amo tus berrinches y tus juegos. Pero sería un desdichado vivir sin ti. Prohibido matar el amor con el cerebro, y menos si no lo entiendes.
Si amo a mis amistades, a mi trabajo, a mis actividades, a una persona muy especial,… ¿Cómo podría negar que Dios es amor? Si no puedo negar el amor, tampoco podré negar que Dios se manifiesta de esa manera. Mi existencia toma sentido cuando valoro (AMO) lo que soy, lo que digo y lo que leo. ¿Qué es mejor amar u odiar? ¿Cuál sana de manera efectiva? Como decía San Agustín: “Ama y haz lo que quieras”, si evalúas lo que quieres no siempre te conduce al amor.
“Ante una vida sin sentido. Jesús nos revela la vida íntima de Dios en su misterio más elevado, la comunión trinitaria. Es tal el amor de Dios que hace del hombre, peregrino en este mundo, su morada: “vendremos a él y viviremos en él” (Jn 14, 23)” (Documento de Aparecida 109). Ante la desesperanza de un mundo sin Dios, que sólo ve en la muerte el término definitivo de su existencia, Jesús nos ofrece la resurrección y la vida eterna en la que Dios será todo en todos (cf. 1Cor 15,28). Ante la idolatría de los bienes terrenales, Jesús presenta la vida en Dios como valor supremo: “De qué le sirve al uno ganar el mundo, si pierde su vida?” (Mc 8, 36)” (Documento de Aparecida n° 109)
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