Domingo XXVII Ordinario – Ciclo A (Mateo 21, 33-43)
“Flor dulzura mil”
“¿Qué creen ustedes que hará con esos labradores?”
Mujer amada, “viña en flor”, insignia significante para no quedarse sin piso. Toda la laboriosidad de un enamorado, el proteger a la amada, confiar pacientemente en el buen trato, entregarla lo más selecto,… tiempo, sudor, pensamiento, corazón, vida, proyección de futuro, pensar en una vida juntos, quererle bella, esperarla fértil, vestirla, alimentarla, contemplarla,… en fin tantos detalles para que al fin la amada no responda.
Aunque no debes esperar tanto porque la des todo. Pero es natural para quien cimienta una ilusión, un amor, un sentido… “ser agradecido es de bien nacido”. Pero como “de todo hay en la viña del Señor, menos uva” esta vez hay uva pero son agraces.
Esta es la amarga sorpresa de quien ama, su amada no le corresponde como espera. Dios expresa su desilusión, sigue esperando y esperando.
Tú y yo esperamos justicia, no herir, no sangrar ni “respirar por las heridas”. Esperamos honestidad y sinceridad. Paciente espera de un gran cambio, que los gritos de los oprimidos sean escuchados. Que las heridas sean curadas.
Somos quienes esperamos la flor, la dulzura, el amor. En las iglesias esperan a los fieles, seguidores de Jesucristo. Nadie se imagina a un párroco matando la fe de su iglesia. Ningún hombre iría matando el amor de su amada. Ningún superior podría ir matando la espiritualidad, la formación intelectual y humana de los miembros de su comunidad. Ningún director puede ir desestructurando sistemáticamente a su dirigida.
Si tú no te preocupas por tu amada a lo mejor termine descubriendo el amor. Si tu no cuidas tu viña quizá la den a otros viñadores. Si no cuidas a tu iglesia quizá tengamos una sociedad sin fe, individualista, seca y dura, injusta y asesina.
Se me acelera el corazón, me da miedo, qué sucederá. Es una oportunidad para mirar el pasado y proyectar el futuro. Cuidado con la sordera, la ceguera; hay audífono y gafas, pero sin música y paisajes, ¿de qué sirve tener ojos y oídos?
Preparémonos para morir, pero no la muerte. “Flor Dulzura mil”, “viña en flor”, amor Divino, ira, fertilidad espiritual. Tu emblema en el bien y en el mal, en la prosperidad y la pobreza.
“La tierra dará frutos, diez mil por uno. Toda vid producirá mil los sarmientos, todo sarmiento mil racimos, cada raimo mil pepitas, cada pepita exprimirá centenares de litros de vino” (el Apocalipsisi Siriaco de Baruc)
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