"¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto"
La duda suele ser la culpable de varias omisiones en la vida. Dudas qué carrera profesional estudiar, con quién comprometerte, el matrimonio, la consagración, un viaje,… Pero la duda se ha
ce más fuerte cuando no hay quién la aclare y se agudiza cuando uno mismo no quiere aclararla.
La duda, respecto a la otra persona y específicamente a la que amas, suele cocer prejuicios graves y hacen sufrir, sin misericordia, a las personas. Ante la duda, misericordia; el prejuicio, la claridad; la imaginación, la palabra; la tristeza, Dios.
Mucho se clarifica con el parecer de los demás, las personas solas suelen decidir bajo sus paciones y emociones pasajeras; de pronto asuman su error pero no serán felices. A Tomás, el Mellizo, le sucede que anda solo, miedoso, prejuiciado, decepcionado, triste, indeciso; él no cree en lo que le dicen los discípulos, quiere pruebas fehacientes.

ne el de crucificado, o el de pura imaginación.
La duda va de la mano con la fe, sólo Dios conoce la interioridad de las personas, unas creen más que otras. Quiero creer más pero no puedo. Quiero dejar de dudar pero algo me desespera. Repito, la fe es un don de Dios. Unos tendremos que buscarla y pedirle a Dios que nos la dé, dichosos los que creen.

La duda nos ayuda a buscar la verdad, no debería profundizar el miedo, la decepción. La fe nos ayuda a no sentirnos solos, a confiar, a respetar la libertad, a no presionar, evita la desesperación. La misericordia lleva a amar a los demás con todas las entrañas… El amor, paradójicamente duele, aunque distinto. Misericordia Señor.
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