Busca un profeta en el caso Conga
Domingo XIV del tiempo ordinario – Ciclo B (Marcos 6, 1-6) 9 de julio de 2012
“No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.”
Hablar del espíritu del verdadero profeta es un imperativo en nuestro contexto nacional. Me encantaría nombrar el profeta o los profetas anónimos que luchan por la justicia y la paz. Es una tentación señalara buenos y malos, a “profetas” y a quienes negocian los intereses comunes. Rompería todo pronóstico señalar decididamente que los medios de comunicación cumplen un papel profético.
Señalo algunas cualidades del espíritu del profeta: recibe el Espíritu del Señor, no se vende a nadie, ni a los reyes ni a los poderosos, sino que su corazón, su alma y su palabra pertenecen al Señor. En la historia, los profetas siempre han sido perseguidos, su ‘patología’ es vivir y abrirse a la verdad en medio de un pueblo acostumbrado a los falsos y mentirosos profetas. Esta sería una verdadera misión para los medios de comunicación social, aunque serían puestos en entredicho, pero no tendrían miedo porque su debilidad es la gracia (Charis) que le hace fuerte.
Estas cualidades de un profeta, según el Espíritu de Jesús, parece ilógico aplicarle al papel que cumplen los medios de comunicación en la cobertura del conflicto Conga. En Celendín y en Bambamarca la policía ha matado a 5 personas, ha detenido a varios líderes y les trasladan fuera de su jurisdicción para juzgarles. En este contexto, ya quisiéramos señalar profetas.
Pero el papel de los profetas no es sólo criticar, también avivan la esperanza. Los líderes de Cajamarca y el gobierno están de acuerdo que el Monseñor Hector Cabrejos y el P. Gastón Garatea sean quienes faciliten el diálogo. Ambos han expresado su disponibilidad. El Mons. Cabrejos ha invocado a los involucrados en el conflicto a la serenidad y a participar de buena voluntad en el diálogo. Esperamos que sea profeta en su tierra, como buen Chotano.
Tanto ha esperado la torpesa política para designar o pedir ayuda en este diálogo clamado a voz viva y desesperada por los cajamarquinos. El Mons. Cabrejos como presidente de la Conferencia Episcopal demostró sagacidad y prudencia en temas difíciles; obviamente le viene una misión difícil, facilitar el diálogo entre mudos y a sordos, sangrando y llorando, impotentes y perseverantes,... Jalarles la lengua y darles a cada uno su turno va ser una misión que con el espíritu de Dios llegará a buenas conclusiones.
El P. Gastón Garatea voceado ya por la Defensoría del Pueblo, por la Primera Dama y por el mismo Santos también abre la esperanza en este gran salón violento y penoso donde el aprendizaje con sangre está entrando.
Tú y yo estamos también llamados a vivir y aprender del espíritu profético. No esperes que se te bajen los bonos para tomarte tragos amargos, tampoco que alguien muera para preocuparte. La violencia siempre aumentará la violencia; la buena comunicación llevará al desarrollo humano.
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