III Domingo de Adviento (C): "Alégrense siempre en el Señor"

¿Cómo ser más alegres?

Joven con el cordero. De Caravaggio - Web Gallery of Art:   Imagen  Info about artwork., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15452168

 III Domingo de Adviento

Ciclo C

Color: Morado/ rosado

Tema: la alegría del cambio, misión de Juan Bautista.

Personaje: Juan el Bautista.

 

 

Ser muy agradecidos.

Muchos familiares están esperando regresar a la casa cuna para encontrarse con los suyos. Después de la Pandemia – COVID19- la alegría tiene un sentido distinto, más que la alegría de encontrarnos es el agradecimiento de estar vivos y volvernos a ver.

 

Para muchas personas todavía siguen siendo noches largas de oscuridad, sufrimiento y desesperación, como fueron los dolores de María, la búsqueda de abrigo hospitalario de José. Ojalá celebren la alegría de volver a ver a las personas que aman, a tener proyectos, ilusiones y los afanes que nos entretienen en este lapso de existencia.

 

Darle sentido a la vida.

Una gran misión que tenemos es vivir bien la vida. Sin fantasías, en la realidad, con sus desiertos y praderas, con sus cumbres y valles. Esta vida necesita de la dosis de la alegría para mirarla con otros cristales. Juan el Bautista mira el sumergimiento en las aguas del Jordán como el inicio limpio de una nueva travesía de la vida. 

 

El sentido de la vida o darle sentido a la vida pasa por el termómetro de la alegría. Y dicho termómetro, Juan el Bautista no lo pone en las normas ni las leyes, sino en la calidad de vida; su mirada desde el desierto anhela fértiles valles en los corazones de sus contemporáneos, una vida llena de la alegría espiritual para todos como Dios lo pide.

 

Actuar con generosidad

Una actitud difícil pero posible es la generosidad. Es la invitación a que ricos y pobres acepten el nuevo Reino de Dios con la alegría de la generosidad. Despojarse de los privilegios y de una mentalidad de discriminación es un reto. El corazón generoso suele ser libre y cosecha alegrías. 

 

Juan Bautista, hace sus propias túnicas y se alimenta de frutos naturales que el busca con actitud penitente, no busca el restaurante light que por lo general es costoso. Entonces pedirles que compartan vestimenta y alimento apunta a dejar la lujuria para abrigar y alimentar al más pobre, pero él es el ejemplo áspero.

 

El Papa Francisco llama la práctica de la fraternidad, integrarse en la vida del Santo Pueblo fiel de Dios: La fraternidad en las comunidades, especialmente las religiosas: “En el discernimiento y el acompañamiento, hay ciertas atenciones que deben mantenerse siempre vivas. Atención a los fundadores que a veces tienden a ser autorreferenciales, a sentirse los únicos custodios o intérpretes del carisma, como si estuvieran por encima de la Iglesia. Atención a la pastoral vocacional y a la formación propuesta a los candidatos. Atención a cómo se ejerce el servicio de la autoridad, con especial atención a la separación entre el foro interno y el externo, - tema que me preocupa tanto - la duración de los mandatos y la acumulación de poderes. Y atención a los abusos de autoridad y poder.” (plenaria de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, recibidos en audiencia este sábado 11 de diciembre. )

 

Ser justos

A los que cobran impuestos a su pueblo y ajustan el cuello de los más pobres les pide que no exijan más de lo establecido. Y a los soldados les exhorta a no extorsionar. Ojalá en nuestros contextos ya no encontremos a gobernantes que ajustan los impuestos a los pobres y a militares que extorsionen; cada quien tiene su respuesta. Allí radica la alegría de la justicia.

 

La alegría de la venida de Jesús

La alegría consiste en saber separar la paja del trigo. El peso de la vida no equivale al bulto de la fantasía. El trigo es el pan, alimento de vida. Es el que se convierte en símbolo del amor.

 

Entonces, la gran alegría de una vida agradecida, va adquiriendo sentido en la generosidad y la justicia, vista desde los mismos cristales de Jesucristo. Que el domingo de la alegría sea reconfortante para los corazones tristes.

 

Palabra del Papa Francisco

 

Hoy es el tercer domingo de Adviento, llamado también domingo de Gaudete, es decir, domingo de la alegría. En la liturgia resuena repetidas veces la invitación a gozar, a alegrarse. ¿Por qué? Porque el Señor está cerca. La Navidad está cercana. El mensaje cristiano se llama «Evangelio», es decir, «buena noticia», un anuncio de alegría para todo el pueblo; la Iglesia no es un refugio para gente triste, la Iglesia es la casa de la alegría. Y quienes están tristes encuentran en ella la alegría, encuentran en ella la verdadera alegría. (Angelus 15 de diciembre 2013)

 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 3, 10-18

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
«¿Entonces, qué debemos hacer?».

Él contestaba:
«El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».

Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:
«Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?».

Él les contestó:
«No exijáis más de lo establecido».

Unos soldados igualmente le preguntaban:
«Y nosotros ¿qué debemos hacer?».

Él les contestó:
«No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga».

Como el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga».

Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo el Evangelio.


Pintura:

Joven con un cordero es una obra de Caravaggio, que representa a Juan Bautista. Fue pintada en 1602.

Conocido como Joven con un cordero, de esta pintura existen dos versiones idénticas, ambas situadas en Roma. La primera de ellas se encuentra en los Museos Capitolinos y la segunda, en la Galería Doria-Pamphili.

Hacia 1602, Cupido, de Caravaggio —hoy conocido como El amor victorioso—, causó sensación entre el refinado círculo de pintores romanos. Esta obra fue hecha para el banquero Vincenzo Giustiniani. Ese mismo año, otro banquero, Ciriaco Mattei, encargó a Caravaggio un Juan Bautista, para celebrar el onomástico de su hijo mayor. Esta relación fue propiciada por Asdrubale Mattei, hermano de Ciriaco y amigo de Caravaggio. Para la solicitud de Mattei, Caravaggio empleó al mismo modelo que en El amor victorioso.

Este Juan Bautista tuvo inmensa popularidad en su tiempo, al extremo de que se hicieron varias copias, de las cuales sólo se han identificado once como de Caravaggio. Actualmente se exhibe en la Galería Doria-Pamphili —donde también se encuentran Descanso en la huida a Egipto y Magdalena penitente—. Algunos coleccionistas suponen que es una irónica imitación del Ignudi, de Miguel Ángel (1508-1512). Pero Caravaggio, en lugar de idealizar neoplatónicamente a su modelo, lo hace con un toque de realismo, alejando drásticamente su obra de la de Miguel Ángel.


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