La virgen que pisa el mal en la cabeza
Hoy celebramos la solemnidad de la Virgen Inmaculada Concepción, llenos de peticiones por todo lo que pueda significar para nuestras vidas.
María es hija de Joaquín y Ana, una pareja de santos esposos al servicio de Dios, luchadores y trabajadores para conseguir el pan cotidiano. Dios se encarga de darle un don especial a María, de ser concebida sin pecado original, por ello se la venera tradicionalmente como la Purísima Virgen.
La presencia de la Virgen Inmaculada Concepción en la historia del cristianismo nos lleva a plantearnos la importancia de la pureza. Un corazón puro es posible. Las buenas intenciones elevadas a lo sublime y en las manos providenciales de Dios es un camino para nuestras buenas y durables relaciones. Aunque la pureza parecería ser sólo una campaña de marcas de detergentes es primero una virtud humana.
"Llena de gracia"
La Inmaculada Virgen no sólo es virtuosa, en la tradición también se la llama “llena de gracia”. Es decir, hay muchas virtudes que podemos lograrlas con el esfuerzo humano, pero no llegan a ser perfectas si no son concedidas por Dios. María, “llena de gracia” es la que dice sí a Dios y se convierte en una protagonista de la encarnación del Hijo de Dios, Jesucristo. Tiene las virtudes y las gracias para ser parte de la ejecución del proyecto de salvación de Dios misericordioso.
La inmaculada concepción la virginidad y la maternidad están intrínsecamente relacionadas a Jesucristo. El arcángel Gabriel la llama "llena de gracia" (Lc. 1,28), y ella responde: "He aquí la sierva del Señor. Que él haga de mí lo que dicen tus palabras". Su prima Isabel exclama: "¡Bendita eres tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu seno!".
Iconografía
Existen varios pintores que intentaron plasmar en sus obras de arte el sentido de la Inmaculada Concepción, en esta vez se destaca la pintura de Pedro Pablo Rubens.
Pintura: La inmaculada Concepción
Autor
Fecha
1628/29
Material
Dimensiones
198 x 134 cm.
Museo
Las estrellas: circulan y dan luz a la hermosura del rostro
La virgen: está en movimiento causado por el giro delicado de los hombros acompasados al avance de la pierna izquierda, lo cual permite a la túnica marcar el muslo y la rodilla. La túnica del martirio psicológico sólo descubre el pie derecho que pisa fuerte el símbolo del mal (serpiente).
La serpiente: simboliza el pecado; la serpiente, fuerte y astuta, tiene una manzana en la boca, y es pisada por la virgen. Sobre la luna y las nubes pintadas con un matiz de tempestad y ocaso, que va blanqueándose en la altura y subida al cielo.
Ángeles desnudos: Uno porta el laurel del triunfo en forma de corona dirigido a la virgen, y el otro la palma del martirio dirigido a la serpiente. Por la ubicación dan sentido de movimiento que sintonizan con la dinámica de la virgen.
Los colores:
Rojo: la túnica roja expresa el sufrimiento que padece al ver sufrir a su hijo.
Azul: es el símbolo del cielo, de la eternidad.
El fondo de tempestades a los pies de la virgen que van dando paso al cielo como fondo de los rayos de luz que iluminan el movimiento de la bella virgen.
Otras obras de arte, como las de Murillo, también necesitarían ser estudiadas en sus conceptos de la Inmaculada Concepción.
Palabra del Papa Francisco
"El Señor no necesita grandes medios ni nuestras sublimes habilidades, sino nuestra humildad, nuestra mirada abierta a Él y a los demás". (
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