I Domingo de Cuaresma (C): Las tentaciones de olvidarse de Dios y del prójimo

«Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan»

Hemos iniciado la Cuaresma, no es un tiempo de sufrimiento, es una oportunidad para superar las tentaciones que nos hacen infelices y consumen nuestro interés por lo principal. Dios es primero, el diablo se retira, pero volverá pronto para intrigarte contra tu prójimo y ridiculizar a Dios; sin importar tiempos, espacios ni circunstancias.

 

Tentaciones de Jesús

La tentación de Cristo, por Simon Bening


I Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)

Desierto

La primera propuesta es el desierto. Allí donde no hay más que vacío, sequedad, abandono, anonimato... allí también está Dios. Sí, lo ilógico de ponerle oídos al silencio es que puedes identificar los ruidos, la música de la naturaleza, los sonidos que despiertan temor en nuestro interior. Mi vida es un desierto en el que Jesús re-encuadra el foco de la existencia, del servicio, del amor, del espíritu.   

 

El diablo

El desierto es para encontrarse con Dios, Dios te lleva al desierto para amarte. El desierto puede ser para encontrarte con tus propios demonios, aquellos que te infunden maldad. Es decir, el diablo no es un sueño, ni un mito, existe y como león rugiente anda buscando a quien devorar. Somos presa fácil, lo sé, pero podríamos estar más alertas, y tener las raíces en tierra fértil de la Palabra de Dios.

 

Dios

Tú tienes una misión en este mundo, Dios te la ha dado desde tu existencia, cualquiera sea tu realidad, origen o el momento que estés pasando. Dios no te enviaría a dar palabras de amor donde abunda el amor, sino allá, en tu casa donde la gente se siente incomprendida, no valorada, poco amada. Pero, la astucia del diablo, en este mismo momento está motivando tu agnosticismo: “tú no tienes una misión”, “no te metas y vive tu vida”, “Dios no existe”, “tú no necesitas de Dios”.

 

Es decir, necesitas de paz en tu familia, de superar el desamor, de que Dios te inspire fuerza e inteligencia, y escuchas la voz interior que te dice, “no, esas son tonterías”, y tu interior sigue diciéndote a la vez: “estoy triste, vivo una felicidad falsa, estoy aparentando”, “debe haber algo más profundo que mis propias superficialidades internas". Dios es primero, no un accidente. La tentación de este mundo es buscar la tranquilidad anulando o minimizando a las personas.

 

El mal

El diablo sería estúpido para decirte que hagas el mal. En el primer segundo lo identificarías. Ya no sería tentación. El diablo te ofrece poder y pan. Hasta los corazones más espirituales sucumben a la tentación del poder. Y el tener para el placer es ya como normalizado en la vida. Te sorprenderás, el poder y el placer tienen una apariencia más real que Dios. Esta encrucijada entre el poder y Dios puede evidenciar cómo estamos llevando adelante nuestra existencia.

 

Petición

Pedimos a Dios que se muestre, que nos dé evidencia de su existencia. ¿por qué no acabas con el hambre, con la violencia, con la maldad, con los corruptos,…? Ensaya alguna respuesta: Dios dio de comer en el desierto, Jesús multiplicó los panes, él mismo es el Pan de vida eterna, es en la Eucaristía el pan y el grano de trigo que muere para que otros, nosotros tengamos vida. También podrían decirte: “si crees en Dios pídele a tu Dios que me sane, o que dé pan a los hambrientos”.

 

Finalmente, en cuaresma podemos analizar nuestro corazón, la calidad de amor que ofrece; si nuestra vida está en el nivel de servicio o de oportunismo. Naturalmente, a Dios no podrás encontrarlo físicamente, pero tú si podrás testimoniarlo con tu vida misma.

 

Feliz y renovadora cuaresma! Alerta, no dialogues con el diablo.

 

Palabra del papa Francisco

«otra cosa que debemos hacer: estar atentos y no dialogar con el diablo. Eva cayó por dialogar. Él vino: “Pero come, por qué...” — “No, pero si el Señor...”, Pobrecilla: se creyó una gran teóloga y cayó». Sin embargo «no dialogar», visto que «Jesús nos da el ejemplo. En el desierto, cuando el diablo lo lleva a la tentación —las tres tentaciones— ¿cómo responde Jesús»? Se preguntó el Papa. «Con las palabras de Dios —fue la respuesta decidida— con la palabra de la Biblia. Nunca con una palabra suya; no dialoga con él. Jesús expulsa a los demonios, les expulsa o responde con la palabra de Dios. Algunas veces, pregunta el nombre. No hace otro diálogo con ellos». En resumen «con el diablo no se dialoga, porque él nos vence, es más inteligente que nosotros. Es un ángel; es un ángel de luz. Y muchas veces se acerca a nosotros haciendo ver esta luz, pero ha perdido la luz, y se disfraza como ángel de luz, pero es un ángel de sombra, un ángel de muerte».

 

MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA 
DE LA DOMUS SANCTAE MARTHAE

Martes, 8 de mayo de 2018

 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 4, 1-13

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo.

En todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan».

Jesús le contestó:
«Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”».

Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos de! mundo y le dijo:
«Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo».

Respondiendo Jesús, le dijo:
«Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”».

Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te cuiden”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece contra ninguna piedra”».

Respondiendo Jesús, le dijo:
«Está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».

Acabada toda tentación, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

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