Homenaje a María Alvarado Trujillo


LA RADIO COMO ESPACIO DE LUCHA Y CAMBIO


“Mujer andina”, “Ayer te viiiiiiii”, “Río Santa”, entre otras canciones nos deleitaban por los altoparlantes de mi pueblo, también han sido las primeras canciones que mi padre hizo interpretar a mis hermanos acompañándoles con su acordeón. Hoy, como director, agradezco a Luz Elena y a Kimilsun Romero Alvarado por permitirme adentrarme en la pasión radial de su querida madre, María Alvarado Trujillo en esta su casa por 25 años, Radio Santa Rosa.

Nuestra Radio nació hace 54 años, para anunciar la Buena Nueva al pueblo, por eso sería un pecado que hoy no sea la “radio al servicio del pueblo”. La pasión por la radio es parte del desarrollo de la vocación del comunicador; su magia se traduce en la vida y es ejecutada con armonía por los acordes de los dones que Dios nos premia. María Alvarado Trujillo estuvo dotada por esta magia; la dulzura y potencia de su voz no menguaron la fortaleza de sus palabras.

Lo que escribo es una síntesis de los testimonios oculares y auditivos de “Pastorita Huaracina” en su programa: “Canta el Perú profundo”. Los ex directores, operadores y algunos frailes coinciden en señalarla como una persona que identificó a la radio, una buena amiga, defensora del folklore, y defensora de la justicia.

- Identificó a la radio, se puso la camiseta de RSR. Llegaba muy temprano a participar de la eucaristía de 7.00 a.m. en la Basílica del Rosario del convento de Santo Domingo. Iniciaba su programa a las 8.00 a.m., con alegría y dando gracias a Dios. Consciente de la misión de RSR daba mensajes y defendía la autenticidad de la fe para iluminar el día a sus miles de oyentes.

“La virtud, entre otras muchas, de esta gran mujer radicaba en la dignidad construida a tropezones, con esfuerzo y tenacidad, entretejida con la dura historia de su vida y sazonada con las vivencias de la gente humilde del pueblo. A través de su canto y su bella voz, colocaba en el escenario público, el relato de la historia de su vida, las vivencias simples y profundas de la vida del pueblo y la belleza del campo. Temas como el amor, la denuncia, la alegría, cobraban vida a través de sus canciones transmitidas por la radio. El complejo tema del racismo y la discriminación hacia el serrano, el campesino y la mujer, recobraba dignidad en la voz de Pastorita Huaracina, ya sea en su canto así como a través de la conducción y animación de su propio programa. El arte de luchar, de amar, la belleza, la denuncia, la justicia, la tenacidad, la capacidad para vencer obstáculos para ser feliz, fueron siempre los temas cotidianos tratados por Pastorita Huaracina, una mujer ejemplar”. (Asunta Montoya)

- Una buena amiga, los frailes recuerdan, agradecidos, a una amiga cercana, presente en los momentos de celebración y bondadosa en los tiempos de crisis. En el Cuzco y en Lima ofreció algunas presentaciones a favor de las personas necesitadas y de las obras de la Orden de Predicadores. Su voz era infaltable en las actividades; invitaba a otros artistas, grande como su repertorio. Su perseverancia y disciplina la hizo ser una amiga fiel hasta su partida a la casa del Padre. Por ello, el convento “quedó chico” el día de su velorio.

“Pastorita Huaracina, María Alvarado Trujillo, fue una de las mejores comunicadoras. Hablaba siempre con el corazón. Sus palabras, amasadas de vivencias y sentidos, lograban siempre “tocar” el corazón de su público o “radioescuchas” como ella solía decir, tejiendo un diálogo ameno, sincero y de respeto con las personas que “religiosamente” sintonizaban su programa “Canta el Perú profundo”, un espacio habitual por 25 años en su casa Radio Santa Rosa”(asunta Montoya).

- Defendíó el folklore, La presentación de los grupos folklóricos en una radio limeña era algo insólito. Estaba en la dirección el P. Jorge Cuadros y por la misma época también se emitió el programa “añoranzas cajamarquinas” quienes tienen también gratísimos recuerdos de “Pastorita Huaracina”. No mezclaba el género musical en sus programas, buscaba la pureza de las notas, la armonía con su voz, el colorido de la vestimenta y el aporte a la cultura. En este contexto, sus presentaciones llenaban teatros “no entraba un alfiler”. Así, fue integralmente un patrimonio de los andes, promocionó el folklore, no sólo el propio, muchos cantantes y grupos fueron impulsados por ella.
“La Pastorita Huaracina, desde las ondas de Radio Santa Rosa no sólo nos enseñó a amar nuestro folklore. También nos enseñó a amar al Perú y a sus tradiciones culturales. Era una persona con los pies en la tierra. Era una defensora de la Democracia y de la política que defienda los intereses de la gente. Siempre nos animaba a quienes laborábamos en los espacios informativos o de reflexión a ser críticos y duros contra la corrupción o la represión de los gobiernos de turno” (Pedro Sánchez)

- Defensora de la justicia. Devota del Señor de la Justicia. Sabía expresarse, formó grupos folklóricos para salir al extranjero. Le encantaba viajar a corea del Norte. Criticaba las borracheras en las fiestas. Los frailes testimonian que nunca tuvieron que llamarla para corregir sus palabras, al contrario sabían que toda opinión estaría bien fundamentada y expresada con respeto. “Era bien derecha, disciplinada, no le gustaba hacer negocios bajo la mesa. Puntual. Era bien devota del Señor de la Justicia” (Eduardo torres).

“Pastorita Huaracina, sin ser una “profesional de la comunicación”, como ella misma decía, ensayó espontáneamente, los mejores comentarios sobre temas espinosos como la política, como por ejemplo el régimen autoritario de Fujimori y Montesinos. Con un lenguaje construido con claridad, sencillez, enarbolando la bandera de la justicia, fustigaba al poder político y ensalzaba al humilde“ (asunta Montoya).

La radio era muy crítica con las injusticias. Siempre lo ha sido y lo seguirá siendo. “La verdad los hará libres” dice San Juan. Al Padre cuadros varias veces lo llamaron a una oficina que regulaba a los medios de comunicación social, tipo vigilancia de los medios para responder a un montón de denuncias. Lo mismo sucedió con el P. Juan Sokolich.

“Habló muy claro contra las dictaduras militares y contra la corrupción y violación de los derechos humanos en la época de Fujimori. Condenó el terrorismo, pero nunca dejó de criticar los abusos del poder y la mafia montesinista que robó, asesinó y compró a muchos medios de comunicación. La Pastorita Huaracina, no tenía muchos estudios, ni licenciaturas, ni mucho menos maestrías... Pero opinaba y levantaba la voz con autoridad moral y valentía mientras en el Perú callaban la boca quienes tenían que hablar y
 defender la democracia” (Pedro Sánchez)

“Al Chino Fujimori: le decía sus verdades, luchaba por la libertad de expresión. El shock… que causó hambre… Apoyó a Alejandro Toledo, éste le quiso nombrar con un cargo público, pero ella no aceptó… Y por eso, el P. Villena que era su amigo, aceptó para velarla en el convento, la gente no permitió que la lleven en carroza, sino en hombros, yo acompañé su cajón hasta su casa” (Eduardo torres)

A los once años de su partida a la casa del Padre, sólo queda imitar su integridad personal. Para los artistas un gran ejemplo, un gran desafío. Identificarse con la radio, ser buenos amigos, defender el folklore y la justicia nos trae una gran tarea para cada día. Que su música siga sonando al igual que la de otros artistas “olvidados”.


(Derrama Magisterial, Killqay - Diálogos de cultura de Identidad - Mesa de diálogo -  la Pastorita Huaracina).






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