Estimados amigos de Radio Santo Domingo.

rios de la palabra de los oyentes.
Desde mi experiencia puedo testimoniar la emoción de una acción comunicativa comunitaria, social, popular, o como quieran clasificarla. Esa comunicación que nace de la palabra del ciudadano; allí donde “las papas queman”, donde el sol seca la garganta y no falta un vaso de agua, en la voz impotente e ignorada, en los gritos de justicia, … allí está la vocación de cada uno de ustedes con reportera o cámara en mano; sin horarios; identificados con el sentimiento de nuestra gente.

Pero las intuiciones proféticas nacen de los cuestionamientos cotidianos, sería indigno que la inteligencia no ¡Despierta el cambio! Los ojos periodísticos van más allá de la jugada publicitaria, la semiótica vomita otra lectura. En este sentido, me atrevo, desde la lejanía, proponerles algunos retos:
- Un observador político: la dimensión ética de RSD tiene suficiente autoridad ética para reflexionar de manera profesional y con estadística la marcha política de la provincia del Santa. No se verá real si no se lo inicia.
- La programación radial que responde a una propuesta radial o a lo que le gusta la gente. Un dolor de cabeza porque sin instrumento de medición referente, el ensayo resulta siempre un error o una ilusión.
- La optimización digital. Teniendo en cuenta que toda quinceañera tiende a ser adulta, es necesario la renovación de equipos de computación y de transmisión.
- La estructura del edificio. Cuando quieres a tu casa la arreglas, reconstruyes, la preparas para recibir a tus visitas. El espacio envidiable de RSD puede ser escenario de sostenibilidad y propuesta cultural para Chimbote.
- La propuesta periodística. El gran nicho es un periodismo responsable. Dicen de los católicos que anunciamos el evangelio como actores en el teatro y no como los que vivimos esa Buena Nueva. La rutina puede frustrar las ilusiones. Hay que darle materialmente el tiempo y lo necesario para trabajar con quienes se entusiasman por la propuesta.
- La administración: Más allá del control de horarios es bueno plantearse cómo aprovechar el talento humano. Más que un trabajo es una vocación. Vivimos en tiempo de especialistas, pero eso es “puro oropel” en la ‘cancha’. Los resultados y el tiempo nos evidencian los horizontes o pasos que dimos. Nunca me arrepentiré de que la radio sea una propuesta de los dominicos y de sus equipos de trabajo.
Disculpen la carta larga, mi atrevimiento descarado o mi entusiasmo utópico. Pero creo en sus capacidades y sé que ustedes seguirán escribiendo la historia con su propia pluma.
Mis buenos recuerdos, mi estima y bendiciones. Feliz 15 años RSD.
Javier Abanto
Fotos: Cabina RSD, Fiestas patrias 2010.
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