Domingo de Resurrección: Está vivo!

“¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo?”

Far Angelico. Resurrection of Christ and Women at the Tomb (Cell 8)


Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C) domingo de Resurreccion Homilía/Reflexión


¡Felices pascuas de resurrección! Es el saludo y buena noticia que recorre al cristianismo en este domingo. Si yo hubiera resucitado me habría ido ante Pilatos, el sanedrín, Herodes, a decirles “acá estoy para arreglar cuentas”, pero la pedagogía de Cristo es puro amor.
Son días difíciles.  Desde la última cena, no has sonreído, estás asustado, descepcionado, escondido,… tu amigo Judas se suicidó, Pedro, lo ha negado tres veces y varios han huido. Posteriormente, ya Pedro reemplaza a Judas porque comprenden que la mediocridad no puede arruinar el plan de Dios. Estás noches pavorosas te han generado preguntas: ¿es auténtico su mensaje? ¿por qué no usó su poder? ....
¿Qué entiende cuando dices: “Felices Pascuas de Resurrección? Después de la muerte de tu gran amigo es lógico que estés triste, pero si alguien te dice que tu amigo está vivo de hecho te alegrarás mucho, pero necesitarás verlo. la noticia comienza a ser misteriosa, difícil de creer, el mismo apóstol Tomás es celebre por su “ver para creer”.
Ya sea por amistad o curiosidad te acercas al sepulcro, aunque los judíos no lo hacían porque las consideraban impuras. Aquel sepulcro vacío te genera innumerables preguntas y también lanzarías, cual Magdalena, alguna hipótesis : –«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.» ¿Quiénes lo robarían? Algunos infieren una vieja costumbre: los guardias han sido sobornados.

Entonces, no podemos con carbono 14, ni con el teorema de Pitágoras mostrar la resurrección. Sólo nos quedafiarnos de los testimonios de las personas más cercanos, se apareció a las mujeres, a su madre María, a los apóstoles y como a 500 más. Después de ver como mataron a Cristo y a los cristianos, no sé si te quedaría ganas de testificar como lo hicieron miles de mártires de la fe.

Recuerda, sin la resurrección el cristianismo sería una falacia, una iglesia de cobardes y mediocres. Estos testimonios del resucitado están en las Sagradas Escrituras y nos queda fiarnos de ellos: los apóstoles, la virgen, los testigos; 

Jesús, siempre se refiere trabajar por un mundo de justicia y de paz, sin esta caridad, no hay cielo; ni resurrección. Si Jesús, sólo se quedaba en la muerte, sería un personaje filantrópico, incluso revolucionario, pero no sería necesaria la fe. Esta fe nace en el acontecimiento de la mañana, ante el sepulcro vacío; allí la luz vence a las tinieblas y el amor al odio.

En el relato del sepulcro vacío causa curiosidad que las primeras en descubrir, escuchar y anunciar que Cristo ha resucitado sean las mujeres. Y más curioso, ni los apóstoles las creen; menos las autoridades romanas o judías.

En el fondo, las autoridades son superadas por la resurrección, porque resucitar autentifica a Dios hecho hombre, y las multitudes dejarían de ser esclavas, de creer en la autoridad opresora. Jesús no usa su poder divino para apabullar a las autoridades, no cedió a esa tentación pese a que le pidieron y forzaron, hizo guardar la espada a Pedro; no importó ser avergonzado porque Dios llama, no violenta, a tu puerta (cfr. Apoc 3). Los tiranos sólo te pueden llevar a la muerte, allí es su límite, Dios resucita. 

¡Feliz Pascua de resurrección! Es el grito de un amigo, de un discípulo que se alegra de corazón y vida como para estar convencido de que Dios una vez resucitado entre los muertos ya no muere más, con la seguridad de los discípulos: “Nosotros hemos comido y bebido después de la resurrección”.




Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 1-9

Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)

 

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo:
–«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

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