El patrocinio de la Virgen a la Orden de Predicadores




Oración Jubilar Dies Natalis Sancti Dominici

Oh Dios,
nuestro Creador, Redentor y Paráclito,
unidos en oración, te presentamos nuestra alabanza,
nuestra bendición y nuestra predicación.

Hace ochocientos años,
llamaste a santo Domingo
a entrar en la vida eterna
y a reunirse contigo en la mesa del cielo.

En la celebración de este Jubileo,
aliméntanos y llénanos de tu gracia
para que podamos realizar nuestra misión
de predicar el Evangelio para la salvación de las almas.

Ayúdanos a nutrir a tu pueblo
con tu Verdad, tu Misericordia y tu Amor,
hasta aquel día prometido
en que nos reunirás a todos, junto a los bienaventurados.
 
Te lo pedimos
como Familia Dominicana,
por la intercesión de María,
en el nombre de Jesús.

Amén.

 

 

 

 

 



LA VIRGEN MARÍA EN LA VIDA DE SANTO DOMINGO Y DE LA ORDEN DE PREDICADORES

 

 

-       Introducción: La celda de Santo Domingo. Fui a su celda y encontré el santísimo. Una gran imagen de la Virgen entregándole el Santo Rosario. Y recordé: “Durante la noche no había nadie más asiduo en las vigilias y en las oraciones, durante el día nadie más sociable que él (nemo communior) con los hermanos nadie más alegre» (Libellus, 104-105).

-       Quiero destacar la relación de Domingo con las mujeres, los monasterios y el patrocinio de la virgen en la Orden de Predicadores.

-  Son textos seleccionados para un trabajo comunitario.


 


 

1.  Antecedentes históricos:

-       1171/1174, Domingo nace en Caleruega (Burgos, España). 1221, muere en Boloña, Italia.

-       Domingo no escribió, pero conocemos su vida porque Jordán de Sajonia(sucesor) redactó un libro en latín LIBELLUS que fue parte de la documentación del proceso de canonización. Además del gran testimonio de Cecilia, una monja dominica que conoció a Santo Domingo.

-       Concilio de Éfeso (431), con la declaración solemne de la maternidad divina de María, se expandió por todo el mundo cristiano el reconocimiento de la Virgen María como un gran signo y modelo de vida creyente, de santidad y de intercesión, todo lo cual acrecentó́ la devoción hacia ella y se expresó de diversas maneras. Los debates sobre la maternidad divina de María, sobre su virginidad, su concepción inmaculada y su tránsito o dormición, así como sobre su papel en la obra redentora de Cristo, tienen una larga trayectoria.

-       San Bernardo de Claraval (1091-1153), “Mariología”. Un siglo antes de la fundación dominicana, había promovido con especial empeño apostólico la devoción mariana en Europa. En “la atmósfera espiritual de la cristiandad medieval” y, por supuesto, en tiempos de Santo Domingo de Guzmán y de los comienzos de la Orden, la devoción filial mariana es uno de los componentes sobresalientes de la religiosidad popular. Ora et labora.

-       Contexto en Europa: Guerras, la Peste Bubónica, Jerarquías. ¿Por qué es Luz de la Iglesia?



 





2.   Santo Domingo y el testimonio de las mujeres

 

-       Varón evangélico, entregó su virginidad al servicio de la predicación. 

DE LA MUERTE DE SANTO DOMINGO (Cap. LIV). Fray Jordán narra de esta forma la muerte del “Maestro Domingo” (Agosto 1221. Cardenal Ugolino presidió las exequias) en Libellus, 92-94):

 

Entre tanto, acercándose el tiempo de su peregrinación, el Maestro Domingo enfermó gravemente en Bolonia. 

Estando en el lecho del dolor, llamó a doce de los frailes más discretos y empezó a exhortarles al fervor, al celo por la Orden y a la perseverancia en la santidad inculcándoles que evitasen todo trato que pudiera parecer sospechoso con mujeres, sobre todo jóvenes. 

Porque es siempre halagador y muy a propósito para seducir a las almas todavía no purificadas. “A mí –añadió– hasta esta hora, la misericordia divina me ha conservado en la incorrupción de la carne. Confieso, sin embargo, no haberme librado de la imperfección de haberme agradado más conversar con las jóvenes que con las mujeres de mucha edad.

Antes de su muerte aseguró confiado a los frailes que les sería más útil después de muerto. Sabía a quién había confiado el depósito de sus trabajos y de su fecunda existencia, no dudando que le estaba preparada la corona de justicia, alcanzada la cual sería tanto más poderoso en obtener gracias cuanto más seguro entrase en los dominios del Señor.

Aumentándose el dolor de sus padecimientos, minado a la vez por el flujo y la fiebre, aquella alma piadosa, desligada de la carne, voló al Señor, que la había creado, trocando este lúgubre destierro por el consuelo eterno de la celeste morada

 

 

TESTIMONIO DE SOR CECILIA Y SOR ANGÉLICA (Miracula Sancti Dominici de sor Cecilia, 1272/1278). 

-       Sor Cecilia, Roma (1200/1203-1290). “Porque fue la primera hija del bienaventurado Padre santo Domingo, que recibiera el hábito de la orden de los frailes Predicadores, la primera Madre de todas las hermanas dominicas”.

-       Sor Cecilia describe físicamente a un Domingo de 50 años. “de estatura mediana, cuerpo delgado, semblante hermoso y tirando a rubio, cabellos y barba un poco rubios, ojos bellos. De su frente y entrecejo irradiaba un cierto esplendor, que atraía a todos a la reverencia y amor. Permanecía siempre sonriente y alegre, a no ser que se conmoviera por la compasión hacia cualquier sufrimiento del prójimo. Tenía unas manos largas y hermosas. Su voz era potente, bonita y sonora. No fue nunca calvo, sino que tenía íntegra toda la corona del cerquillo, con pocas canas diseminadas.”

-       Sor Guillermina: “Comió́ a la misma mesa con él más de doscientas veces, pero no lo vió tomar nunca en la comida más de la cuarta parte de un pescado, o más de dos yemas de huevo, ni beber más de un vaso de vino mezclado con tres partes de agua.”

-       Noguiere de Tolosa, tras suscribir los testimonios anteriores, añadió́ “que ella tejía el cilicio que usaba, hecho con cerdas de animales salvajes y machos cabríos”, y la monja Beceda, del monasterio de Sainte-Croix, dijo que ella también “reunió́ rabos de buey para hacerle un cilicio, y otro para don Fulco, obispo de Tolosa”. Beceda contó además que el santo no dormía en la cama que ella le preparaba, “por la mañana la encontraba dispuesta tal como la había dejado cuando la hizo”, ni siquiera cuando estaba enfermo y seguía acostado en el suelo destapado; entonces, recordó́,“lo cubría, pero cuando daba otra vuelta lo hallaba orando, en pie o postrado” .

-       Hay otros milagros como: la curación del hijo de una viuda, la curación de sor Bona (Roma) que tenía gusanos en los senos, y de otra mujer con los ojos llenos de gusanos, etc

Beata JUANA. Nacimiento de Domingo en Caleruega


La fecha exacta del natalicio de santo Domingo es incierta: según las investigaciones históricas más recientes sería alrededor del 1174 en Caleruega, un pequeño pueblo de la Vieja Castilla en España. Siguiendo las fuentes antiguas sobre su vida, sus padres se llamaban Félix y Juana; tuvo, adicionalmente un hermano sacerdote y otro, Manés, que le siguió en la Orden. La madre, una mujer de profunda oración, reconocida por la compasión y el celo en la caridad hacia los pobres de la región, hasta el punto que se conocen algunos milagros por ella cumplidos en favor de los necesitados. Antes de que Domingo naciese, vió en un sueño un cachorro con una llama ardiente. Este sueño se entiende como un anuncio del cielo que el niño sería estado «dado como luz a las gentes» (Jordán de Sajonia, Libellus de principiis Ordinis Praedicatorum, I). La madrina, por otra parte, vio sobre su frente una estrella: “Queriendo el Señor mostrar de antemano que algo grande iba a suceder, manifestó de este modo una visión en sueños a una noble señora, la misma que le sacó de la fuente bautismal. Parecía, pues, a aquella. su madre espiritual, como si el niño Domingo tuviera una estrella en la frente, con la que iluminaba toda la tierra. Lo cual daba a entender que sería dado algún día como luz de los moradores de la tierra, para iluminar a los que están sentados en tinieblas y en sombras de muerte. En verdad, resplandeció en el mundo como una estrella matutina, y daba la impresión de que con él nacía como una nueva luz, cuya claridad se ha difundido ya por toda la tierra. Esta matrona era noble quien, atónita por la magnitud de la visión, refirió con inmenso gozo a su madre lo que había visto.” (Humberto di Romans, Legenda Maior, 4 – de ahora en adelante abreviado como LM con el número del parágrafo). En el Medioevo se atribuía un particular valor profético a estos signos que acompañaban el nacimiento de algunos personajes: eran interpretados como un anuncio sobrenatural de su futura santidad. En consecuencia, estas imágenes soñadas habrían continuamente acompañado también la figura iconográfica de Domingo, a menudo representado con una estrella, metáfora luminosa de su celeste sabiduría.

El chiquillo, por su parte, parecía colmar desde la más tierna edad, las expectativas que se tenían sobre él. Refieren, de hecho, las fuentes hagiográficas, retomando un topos constante desde la antigüedad en la Vida de los santos y santas, aquel del puer senex, que el pequeño Domingo era “de naturaleza muy afable”; joven en edad más anciano “Por la madurez de vida y la solidez de las costumbres” y que desde siempre caminó “por la vía inmaculada” y “conservó intacto hasta el final el esplendor de su virginidad” (Libellus 8).

Los padres hicieron que se le instruyera en las disciplinas eclesiásticas por un tío arcipreste “para que desde la misma niñez, se embebiera cual vasija recién fabricada, del perfume de la santidad” (Libellus 5). Más tarde fue enviado a la universidad de Palencia, donde, finalizados los estudios de las ciencias profanas, emprendió el estudio de la teología. De este periodo se cuenta que, con ocasión de una hambruna que golpeó la dicha ciudad, Domingo, vendió su preciosisimos libros en pergamino para alimentar a la población:

Por el tiempo en que continuaba estudiando en Palencia se desencadenó una gran hambre en casi toda España. Entonces él, conmovido por la necesidad de los pobres y ardiendo dentro de sí en amor de compasión se resolvió, con un solo acto, obedecer a la vez los consejos del Señor y reparar en cuanto pudiera la miseria de los pobres que morían de hambre. Vendió, pues, los libros que poseía, aunque le eran verdaderamente necesarios, con todo su ajuar, fundando una cierta limosna. Distribuyó y donó lo suyo a los pobres. (Libellus, 10).

El episodio, recordado también por los testigos en el proceso de canonización, es muy significativo: el estudio siempre ha sido un valor importante para los Dominicos, y la vocación intelectual un elemento particular de su identidad, casi un carisma de la Orden. Sin embargo, con este recuento se resalta que ni siquiera los libros y la cultura podían ser antepuestos a la compasión y el amor por el prójimo(Fr. Gianni Festa OP)

 

Ver infografía

 



3.   LOS MONASTERIOS DE MONJAS DOMINICAS

Fanjeaux:

 1206-1216: Es la época en que Santo Domingo está predicando. Se encuentra con el problema de que hay mujeres sin protección, entregadas al disfrute de los cátaros. Había insipientes monasterios de mujeres recogidas. En Fanjeaux decide fundar la primera comunidad de monjas predicadoras (1206 o 1208). La primera fundación fueron las monjas contemplativas, se necesitaba de la contemplación para la acción.

Roma:

En 1219, el papa Honorio III enco- mendó a Domingo de Osma la tarea de reformar las monjas de Roma, congregándo- las en el convento de San Sixto cuya edificación había iniciado Inocencio III en 1208. No fue tarea fácil ya que muchas se negaron a dejar su antigua casa. A principios de 1220 las monjas hicieron una primera “profesión” o promesa de dejar Santa Maria in Témpulo y trasladarse a San Sixto, pero no fue hasta febrero de 1221 cuando sor Cecilia, la primera, hizo una nueva “profesión” e ingresó en San Sixto con varias compañeras; ocho hermanas del monasterio de Prouilles, al sur de Tolosa, se unieron a la comunidad a la que atendió cuidadosamente santo Domingo. 


Bologna:

En 1223, dos años después de la muerte del fundador, se fundó una casa en Bolonia, con varias monjas del convento romano de San Sixto, en particular sor Cecilia, y sor Diana de Andalò quien había tomado el hábito de los Predicadores en 1219. 


Caleruega:

1266: se funda el convento de las dominicas de caleruega. En Sevilla lo firma el rey y lo acompañan 27 obispos, 4 años mas tarde llegan a Caleruega a fundar el convento con el Rey 72 obispos, los acompañaban como consejeros.


 

 

 

4.   Patrocinio de la virgen en la Orden de Predicadores

El patrocinio de María en la Orden, se celebró en la liturgia en coincidencia con el aniversario de la bula de fundación el 22 de diciembre de 1216, pero ante la debida preferencia de las ferias de Adviento inmediatas a Navidad, se propone su celebración para el día 8 de mayo.

El 22 de diciembre de 1216, el papa Honorio III, mediante la bula “religiosam Vitam”,confirmó la Orden de Predicadores. Para recordar este hecho se instituyó la fiesta del patrocinio de la Virgen María sobre la Orden, que en todo hace honor a María. 

 

Santo Domingo contó que el Señor se le apareció en nuestro convento romano de Santa Sabina, y le dijo: “He entregado tu Orden a mi Madre”. 

 

Reginaldo de Orleans

Habiendo llegado a Roma, fue preso de una grave enfermedad, en el transcurso de la cual le visitaba de vez en cuando el Maestro Santo Domingo. Exhortándole éste a abrazar la pobreza de Cristo y asociarse a su Orden, dio su libre y pleno asentimiento, de tal manera que hasta hizo voto de abrazarla.

Fue ciertamente librado de aquella mortal dolencia y trance peligrosísimo, mas no sin la intervención milagrosa de Dios.

En medio de los ardores de la calentura, la Reina del cielo y Madre de misericordia siempre Virgen María, se le apareció visiblemente, y ungiendo sus ojos, oídos, narices, boca, pecho, manos y pies con cierto bálsamo que traía, dijo estas palabras: "Unjo tus pies con óleo santo como preparación del Evangelio de la paz" y le mostró el hábito completo de la Orden.

Al punto quedó sano, y tan repentinamente recuperó las fuerzas corporales, que los médicos, que habían casi desesperado de su curación, testigos ahora de los claros síntomas de salud, estaban maravillados.

Contó este insigne prodigio Santo Domingo a muchos que aún viven, estando yo presente en una ocasión en que lo refirió en París ante muchas personas.

Fray Enrique,

Canónico de la iglesia de Utrecht. Teología en Paris.

Habiendo ido Enrique aquella misma noche a Maitines a la iglesia de la bienaventurada Virgen, permaneció allí hasta el amanecer orando e instando a la Madre de Dios que se dignase doblegar su voluntad ante aquel propósito. Mas como le pareciese que nada adelantaba orando, ya que sentía la misma dureza de corazón, comenzó a compadecerse de sí mismo y a preparar la retirada, diciéndose: “Bien veo, Virgen bienaventurada, que no soy digno que me escuches, no hay lugar para mí entre los pobres de Cristo.” Acuciaba su corazón el anhelo de aquella perfección, fruto para él de la pobreza voluntaria. Habíale mostrado el Señor en cierta ocasión cuán segura se presentaría la pobreza ante el rostro del divino Juez.

 

 

 

 

Salve Regina

DE LA INSTITUCIÓN DE LA ANTÍFONA "SALVE REGINA" DESPUÉS DE COMPLETAS (Cap. LXII)

Esta vejación tan cruel de fray Bernardo fue la causa que nos movió a ordenar en Bolonia se cantase después de Completas la antífona Salve Regina. De esta casa comenzó a propagarse por toda la provincia de Lombardía y al fin en toda la Orden triunfó la piadosa y saludable costumbre. ¿Cuántas lágrimas de devoción no arrancó esta santa alabanza de la santísima Madre de Cristo? ¿Cuántos afectos no conmovió al cantarla o al escucharla, qué dureza no ablandó y a quiénes no excitó piadosos deseos en sus corazones? ¿O no creemos que la Madre de nuestro Redentor gusta de tales alabanzas y se recrea con estos elogios?. 

Contóme un varón religioso y fidedigno haber visto con frecuencia en espíritu mientras los frailes cantaban “Ea, pues, abogada nuestra”, que la Madre de Dios se postraba ante la presencia de su Hijo rogándole por la conservación de toda la Orden.

He querido recordar esto para excitar más en adelante hacia la Virgen la devoción de los frailes que esto lean.

 

“Finalmente, recordando que santo Domingo había encomendado el cuidado de la Orden a la Virgen María, como a su patrona especial, y considerando también que el Señor en el Evangelio no les había dejado más que un apoyo, es decir, a su Madre, se acogieron a la piadosísima Virgen, como a esperanza única, y determinaron que en su honor se hiciera una solemne procesión hasta su altar después de las completas. Todos los frailes se reunirían para cantar devotamente la antífona Salve Regina [...]. Reconociendo, pues, los frailes que había recibido tantos beneficios de la Virgen Madre de misericordia, por el canto de la antífona Salve Regina, y también con la esperanza de recibir en lo sucesivo otros muchos, determinaron que se observara por toda la Orden este modo de hacer la mencionada procesión” (de Cerrato, 48; Cf. de Frachet, I, cap. 7; Jordán, 120, Vicaire, 559-560). 

Al final del canto de la salve Regina, se proclama un responso que invoca la protección de la Virgen, así́: Dignare me laudare te Virgo sacrata./ Da mihi virtutem contra hostes tuos. Concédeme que te alabe Virgen sagrada./ Dame fuerza contra tus enemigos. También suele cantarse un breve himno que exalta la pureza de maría y su gracia intercesora: Inviolata, intacta et casta es María..., así́ como el más conocido: Ave maris stella... Textos piadosos que han formado parte de la tradición orante de los frailes dominicos. 

La mencionada procesión mariana nocturna, para culminar el rezo de las Completas, el cual corresponde una de las tradiciones y ritos litúrgicos de gran arraigo y recordación a lo largo de la historia dominicana, la cual tiene especial esplendor en los conventos de formación y genera gran impacto en los laicos cuando tienen la oportunidad de participar en ella o de observar esta práctica devocional en honor de la Virgen, la cual se ha conservado inmodificable duran- te ocho siglos. Suele representarse la escena en una pintura en la que aparece la Virgen mientras se hace una aspersión de agua bendita a los frailes que cantan la “salve regina”.

 

Carta de Gregorio IX

CARTA ENCICLICA SOBRE LA TRASLACIÓN DEL CUERPO DEL BIENAVENTURADO DOMINGO

“Sanan los apostemas y resplandecen clarísimamente otros muchos milagros, leídos y expuestos en su canonización delante del Sumo Pontífice y los señores cardenales. Ni es de maravillar que pudiera hacer estas cosas reinando con Dios quien, vestido de carne mortal, sacó ileso de las llamas el libro de la fe; conoció proféticamente que la Virgen Madre asistía a un fraile enfermo; contuvo la lluvia con la señal de la cruz; encendió con su oración una candela en el bosque; libró a un novicio de los ardores con que le abrasaba el vestido seglar; ahuyentó el demonio con la cruz; anunció a dos la muerte del cuerpo y a otros dos la del alma; en Roma resucitó a dos muertos; en la hora de la muerte vio a Cristo que le llamaba; a un discípulo que estaba diciendo misa se le apareció coronado, y a otro fue mostrado en un trono de gloria que subían en dos escalas blancas María Santísima y su Hijo.”

Fueron dadas estas letras en la ciudad de Bolonia, a 24 de mayo del año del Señor 1233, indicción VI, ocupando la Sede romana Gregorio IX y gobernando el Imperio Federico II, a honra y gloria de Nuestro Señor Jesucristo y de Su siervo fidelísimo el bienaventurado Domingo.”

 

Otras historias tradicionales:

(R.M. Domenica Salomonia de Jesús a quien se encomendó, en 1652, la redacción de una historia del monasterio de San Sixto de Roma, primera fundación romana de santo Domingo.)

Pero un elemento mucho más personal entre los que resaltó sor Cecilia, lo constituye la devoción a la Virgen María, en gran parte promovida por Bernardo de Claravalle y los cistercienses. Sor Cecilia había tomado el hábito en Santa María del Témpulo, monasterio situado en la Via Appia, a la salida de la Puerta Latina de Roma, donde se conservaba una pintura de la Virgen acheiropoietos, o sea no hecha por manos humanas. La representación era objeto, no sólo de la devoción de las monjas, sino de la del pueblo romano entero. Las monjas pidieron a Domingo, cuenta sor Cecilia, que la Virgen las acompañase a su nueva casa. Tras unas peripecias, las monjas se sometieron y se impuso la clausura en Santa María. Cuando los frailes se trasladaron a Santa Sabina, las monjas fueron enviadas a San Sixto y, la noche siguiente, por temor a la reacción de los romanos, la Virgen fue llevada a San Sixto por Domingo y dos cardenales. Las hermanas que “esperaban la imagen con los pies descalzos, puestas en oración”, pudieron ver como llegaba, acompañada por una gran multitud, “caminando todos con los pies descalzos y portando muchas antorchas”.  


Todos los que le conocieron subrayaron la devoción de Domingo hacia la Virgen. Coincidían en ello con sor Cecilia, y ésta no dejó de relatar la aparición de “tres señoras muy hermosas” a Domingo en el dormitorio: la Virgen iba acompañada con santa Cecilia y santa Catalina, bendiciendo a los frailes y explicándole al Maestro que era aquella a quien se recitaba el Salve Regina. Domingo fue luego “arrebatado en espíritu ante Dios, y vio al Señor, y sentada a su derecha a la Santísima Virgen”. Alrededor se encontraban religiosos de todas las órdenes, pero ningún Predicador, y Domingo se puso a llorar amargamente. Pero la Virgen lo llamó, abrió́ el manto “zafiro” que la cubría y “debajo cobijaba a una gran muchedumbre de hermanos”, porque Dios había encomendado a su Madre el especial cuidado de la orden. En el sermón que hizo el día siguiente, Domingo contó esa visión y exhortó́ a todos “al amor y devoción hacia la Santísima Virgen María”.

 

Profesamos obediencia a la Virgen.LCO

La fórmula de la profesión, prometiendo obediencia a Dios y “a la bienaventurada Virgen María”, como se lee en el libro de las Constituciones de los frailes, donde se afirma que: En nuestra profesión, movidos de piedad filial, prometemos también someternos a la Virgen María, Madre de Dios, como madre benevolentísima de nuestra Orden (LCO, 189, § III)… Yo, fray NN., hago profesión y prometo obediencia a Dios y a la bienaventurada María y al bienaventurado Domingo y a ti, Fray… (LCO, 199,§ I). Lo cual significa entrega al servicio de ella y confianza en su protección maternal.

 

“Aprecien cordialmente la tradicional devoción de nuestra Orden a la Virgen Madre de Dios, Reina de los Apóstoles y ejemplo de meditación de las palabras de Cristo y de docilidad en la propia misión. 

Reciten cada día la tercera parte del Rosario, en común o privadamente, según determinación del Capítulo Provincial y teniendo en cuenta su conveniente ordenación a la liturgia. Esta forma de orar nos lleva a la contemplación del misterio de la salvación, en el que la Virgen María se une íntimamente a la obra de su Hijo” (LCO, 67, § II). 

“Puesto que el Rosario es camino para contemplar los misterios de Cristo y escuela para formar la vida evangélica, debe ser considerado como un modo de predicación conforme con la Orden, en el cual se expone la doctrina de la fe a la luz de la participación de la bienaventurada Virgen María en el misterio de Cristo y de la Iglesia. 

Así́, pues, los frailes prediquen fervientemente la práctica del Rosario que debe ser tenida como característica peculiar de la Orden, a fin de que cada día tenga mayor vitalidad, y promuevan sus asociaciones” (LCO, 129; Cf. Cap. Méxi- co, 258, Cap. Caleruega, 129). 

 

Conventos con el nombre de la Virgen

 

Por otra parte, es ilustrativo e interesante recordar que algunos conventos, 

parroquias e instituciones educativas y pastorales de origen dominicano o regentadas por los frailes llevan el nombre de la Virgen, especialmente en la advocación de nuestra Señora del Rosario, como testimonio de su origen dominicano y rasgo de su identidad institucional, así́: 

La Provincia de Nuestra Señora del Rosario (Filipinas), Provincia de la Asunción de la Virgen María (Australia), Provincia de la Anunciación de la Virgen María (Suiza), Provincia Reina de los Mártires (Vietnam); en Colombia, el Colegio Mayor del Rosario (Universidad fundada por el obispo dominico Fray Cristóbal de Torres, el 18 de diciembre de 1653), las Parroquia que en Colombia llevan el nombre de nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. El sello antiguo de la Universidad Santo Tomás de Colombia representa al Santo patrono postrado en actitud contemplativa en medio de la imagen de Cristo crucificado y de la Virgen María, y todo el escudo está circundado por un rosario. Se mencionan las anteriores entidades solo como una muestra de esta relación entre instituciones dominicanas y el nombre de la Virgen María. Igualmente es importante tener en cuenta que muchos monasterios y congregaciones de religiosas e institutos de vida apostólica fundados o asociados a la Orden, llevan el nombre mariano en su denominación (La Presentación, la Anunciata, Nazaret, Betania, Rosario, etc.).

La Orden Dominicana, además, regenta pastoralmente algunos santuarios marianos: Madonna dell’Arco (Nápoles), La Virgen del Camino (León- España), Nuestra Señora de Montesclaros (España -Cantabria), Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá́ (Colombia), santuario del Santísimo Rosario (Lima), Reina del Rosario de Fátima (Montreal-Canadá), Nuestra Señora del Rosario (Santiago-Chile), la Basílica Santa María la Mayor (Roma), denominada “palacio de María”, y considerada como el primer santuario mariano en el mundo, encomendado actualmente al cuidado de los frailes dominicos, especialmente para el ministerio de la penitencia y la reconciliación, entre otros. 

 

Tradición intelectual de la Orden

Alberto Magno (1206-1280). Ilustre maestro de Tomás de Aquino en la Uni- versidad de París y defensor de su discípulo cuando los contradictores querían condenar algunas de sus enseñanzas. Dentro de sus innumerables obras teoló- gicas y comentarios bíblicos, dedicó algunos escritos a la Virgen María, como el “Mariale”, en torno al comentario sobre el misterio de la Anunciación y el cántico del Magnificat, en el que expone varios asuntos de la doctrina sobre María. Se refiere a la santidad y maternidad de la Virgen María, a sus prerrogativas frente a los demás seres de la creación, la confianza profunda en su ayuda, utiliza muchas expresiones de alabanza con imágenes simbólicas, reconoce una especial media- ción de la Virgen para recibir, a través de ella la gracia divina, por lo cual dice que la expresión Madre de misericordia es el nombre más propio de la Virgen María. San Alberto decía: 


La bienaventurada Virgen María es llamada propiamente puerta del cielo, pues por ella salieron todas las gracias creadas e increadas que llegaron y han de llegar a este mundo, ya que ella es la madre de todos los bienes, madre de la gracia y madre de misericordia, y aún la misma gracia increada como acueducto salió por ella y vino al mundo. Igualmente, por ella pasaron todos los bienes que del cielo a la tierra bajaron (En: Gelabert, 1958, p. 1132). 


A este propósito de la mediación de María, el calendario dominicano anterior al Concilio Vaticano II celebraba la Fiesta de la Santísima Virgen María, Media- dora de todas las gracias, el 7 de junio. La Orden celebra la fiesta litúrgica de San Alberto Magno el 15 de noviembre. 


Tomás de Aquino (1225-1274). Los principales asuntos tratados por Santo Tomás se hallan en los comentarios a la Sagrada Escritura, a los libros de las Sentencias de Pedro Lombardo, la Suma Teológica, en el contexto de la Cristología, (S.Th. III, q. 27-30) y el comentario a la salutación angélica o Ave María. Las cuestiones centrales que aborda se refieren a la maternidad divina de María, su relación con la redención, la virginidad de María, los privilegios, la sobreabundancia de la gracia en ella y la Asunción, en un esfuerzo por mantener una armonía teológica entre el misterio de la virgen-madre y el misterio del hombre-Dios, así́ como la dimensión universal de la salvación, apoyado en la revelación divina y en la enseñanza de los Padres de la Iglesia. Se celebra su fiesta el 28 de enero, aunque tradicionalmente se celebró el 7 de marzo, fecha de su muerte. 


San Pedro de Verona (+1252). Había recibido el habito dominicano de manos del santo fundador y fue un insigne predicador y gran devoto de la Virgen María, devoción que extendió́ entre los seglares a quienes motivaba al compro- miso en el apostolado. Instituyó “las Cofradías para la alabanza de la Bienaventurada Virgen María”, como una forma de apostolado en el pueblo; por otra parte, se considera como el primer mártir de la Orden, la cual celebra su memoria el 4 de junio. 


Enrique Susón (+1366). Es uno de los insignes místicos de la Orden Dominicana; cultivó una profunda y tierna devoción a la Virgen María, la cual formó parte de su reconocida experiencia mística, según se expresa en varios pasajes de su autobiografía espiritual. Se dice que celebraba el mes de mayo en honor de la Virgen con especial cuidado y ternura. En el calendario dominicano se le recuerda y celebra como bienaventurado o beato el 23 de enero. 


Fra Angélico, Juan de Fiésole (1395–1455), reconocido especialmente en el arte de la pintura, fue un hombre profundamente piadoso que “Con gran fidelidad a la misión religiosa de su vida proponía con su arte celestial los divinos misterios que contemplaba en la oración y en el estudio de la sagrada verdad” (Liturgia de las Horas, OP); supo plasmar en diversas obras la figura de María en su relación con Santo Domingo y con la comunidad, así́ como la devoción al rosario. Pintó varias veces la Anunciación, la Virgencon el Niño, en el pesebre, ante el crucificado y en el sepulcro, la visitación, la dormición, el desposorio con san José́, la huida a Egipto, la coronación, entre sus muchas representaciones pictóricas de la Virgen María, para expresar así́ la tradición dominicana en relación con la devoción mariana, obras que se observan en el convento de san Marcos de Florencia y en otros lugares. La Iglesia celebra su fiesta como beato el 18 de febrero. 


Alano de la Roche, o Rupe (1428-1478): Para nuestro tema, debemos anotar que, en relación con el rosario, se dice que “Definió́ su estructura y propagó su práctica de modo extraordinario y eficaz”. Se le reconoce como el fundador de la primera cofradía del rosario, propiamente dicha. (Misal OP, fiesta del Rosario). 


San Pio V, (1504-1572). Con el auxilio de la Virgen María mediante la devoción del rosario, libró a la Iglesia de la invasión de sus enemigos; fue gran propagador del Rosario. Mediante la bula Consueverunt Romani Pontifices, del 17 de diciembre de 1569 determinó la forma definitiva del rosario actual, y en 1572 instituyó la fiesta de “la bienaventurada Virgen María de la victoria”, que luego se denominó del Rosario; su cuerpo descansa a los pies de la Virgen en la Basílica Santa María la Mayor (Roma), como lo había pedido, según su acendrada devoción a la Virgen. La Orden celebra su memoria litúrgica el 30 de abril. 


Se puede decir que, en lo que se ha denominado la “Contrarreforma”, y en el ámbito general de la Iglesia en Occidente, se desarrolló una mariología bastante triunfalista, maximalista y un poco autónoma, si se quiere, durante largo tiempo. 


Bartolomé Longo (1841-1926). Fue un laico dominico italiano que trabajó mucho en la difusión de la devoción mariana a través del rosario, fundó la basílica de nuestra Señora del rosario de Pompeya (1876). La Orden hace memoria litúrgica de Bartolomél el 6 de octubre y lo reconoce como “apóstol del rosario”. 

 

ORACIÓN: “Oh Dios, lleno de misericordia y de fidelidad, que te has dignado encomendar la Orden de Predicadores al patrocinio especial de la bienaventurada Virgen María: te pedimos humildemente nos concedas que, así como ella es para nosotros en esta vida dulzura y esperanza nuestra, así también en el momento de nuestra muerte nos presente misericordiosamente ante su Hijo Jesús” (Fiesta del Patroci- nio, 8 de mayo, calendario OP). 

 

Santos y beatos dominicos

2016 . Un total de 83 santos, 287 beatos, 25 venerables y 119 siervos de Dios conforman la historia de la Orden de Predicadores o frailes dominicos que este año celebran el Jubileo por sus 800 años.

Santoral de la Orden de Predicadores

Luz de la iglesia ¿Por qué?

·      S. XI-XII Sociedad europea jerarquizada. El rey, la nobleza, los artesanos. El papa, obispos, alto clero, bajo clero. 

·      Esta marcada por las reglas de los estados. 

·      La gran peste que diezmaba a la población. 

Ir a la guerra cualquier herida llevaba a la muerte, la peste bubónica, grande contagio. El hambre, la gente vive de las cosechas. Las malas cosechas suponían el hambre.

 

Es la época de las catedrales góticas, desplaza al estilo romano. Parece cierta esperanza, la gente del campo abandona los cultivos, ve trabajo en las catedrales y se llenan las ciudades. La ciudad no esta preparada para recibir a tanta gente, se va organizando una nueva clase social. Pero en la sociedad o eres un buen artesano o te mueres de hambre.

 

Hay unas luchas de poder, internas y externas en la iglesia. Los obispados, las abadías, un clero inculto, pobre. Hay sacerdotes de misa y olla. Sacerdotes al servicio de los señores que les pagan la comida. También hay un alto clero, de familias nobles, ocupan cargos en la corte. 

 

1266: se funda el convento de las dominicas de caleruega. En Sevilla, el acta es firmada por el Rey y lo acompañan 27 obispos. 4 años mas tarde llegan a Caleruega a fundar el convento, con el Rey, 72 obispos, los acompañaban como consejeros.

Los monasterios. Grandes terratenientes. Llega la reforma de Cluny, que luego será una de las abadías mas ricas de Europa. Hay una gran preocupación por la muerte, por la guerra, peste, hambre. Escasa preparación intelectual. Las misas por el descanso de los difuntos.

 

Monasterios con grandes bibliotecas, pero no hay formación para el pueblo.

 

En este mundo nace Santo Domingo. Nace de Felix Ruiz de Guzmán y de doña Juana Graces de Aza, hija del infante de Castilla, recibe el señorio de Caleruega como carta de casamiento. Hombre rico suficiente para vivir, y tiene algunos soldados a su servicio.

 

A esta época, los musulmanes ya eran expulsados por el rio Duero. Castilla no tiene buenas cosechas. El temor a la reconquista por parte del Islam está presente. Se hacen pequeños pueblos para repoblar las zonas devastadas.

 

Domingo tiene dos hermanos: Antonio y Manes (sacerdote). Santo Domingo va a estudiar Gumiel de Izán, la escuela parroquiales, las escuelas catedralicias, las escuelas monásticas. Santo Domingo estudia con su tío, Gonzalo, arcipreste de Gumiel de Izán. Su hermano Antonio ha hecho un hospital para peregrinos. El señorio de Caleruega no tiene heredero aparente. Luego le salen parientes a domingo porque había terrenos.

 

Lo llaman un niño viejo, por ser maduro, ora, se conmueve por los pobres, ayuda en la iglesia. Santo domingo está llamado a ser el defensor de su señorío, del feudo.

En Palencia hay un estudio general y allí va Santo Domingo. Dará lugar a la primera universidad de España.

 

En la universidad se estudiaban el tridium (gramática, dialéctica y retorica) y Cuatribium(aritmética, música, geometría y astronomía). 

 

 Hay una doble tradición. Se dice que estudia en la escuela monástica de Silos. Pero éstos eran estudios especiales para monjes.

 

Santo Domingo vive en Palencia 10 años. Destaca su gusto por el estudio y sus convicciones religiosas y de gran compasión. Hacia el año 1185, hay una gran hambruna de cosechas, en la Castilla del s. XIII es difícil. Santo Domingo vende sus libros y su ajuar (mesa, silla). “No quiero ni puedo estudiar en pieles muertas mientras mis hermanos los hombres se mueren de hambre”.

 

Al crear una especie de despacho de caridad para ayudar a los que se mueren de hambre por la hambruna de Palencia. Los otros estudiantes eran ricos y los profesores eran del alto clero.

 

HUMILDAD: Con los estudios que tiene podría conseguir los cargos que se le plazca. Pero Santo domingo no aceptó los cargos. Otro ejemplo, es el obispado de Ceunca, Don Julian vendió todo lo que tenia para los pobres, el obispo luego tenía que mendigar comida.

 

Martín de Bazán, es un obispo formado en Francia, que ha visto la necesidad de la reforma de la iglesia y quiere instalar en Osma con los nuevos canónicos regulares. Un canónico regular sacerdotes con vida y bienes en común. Sin posesiones propias, sin acumular riquezas. Los Canónicos tomaron la Regla de San Agustín, la oración y la predicación.

 

Osma, es una época de las ventajas de la vida en común. Hay un inicio de la vida apostólica. En el siglo XIII sólo predicaban los obispos.

 

El obispo Diego de Aceves, Martín de Bazán y Domingo quieren reformar al clero. Cuando Diego de Aceves es nombrado obispo de Osma, escoge a Santo Domingo para acompañarlo. Los obispos eran los que podían hablar el latín que era el idioma de todas las cortes y por ello tenía misiones diplomáticas como la de conversar el matrimonio del príncipe Fernando.

 

Al llegar al Sur de Francia, se encuentran con una realidad eclesial distinta, con los albigenses, en torno a la ciudad de Albí, predican a un Cristo espiritual, desencarnado. Era un movimiento revolucionario contestatario ante los nobles e iglesia aburguesada. 

 

Dios y el demonio. Dios es espiritual, el demonio lo material. Se debe combatir lo material. Habría que castigar el cuerpo. Los albigenses no solo tienen un problema doctrinal sino también es política, rompe la idea humana de un Dios cercano, que salva, bendice, y se muestra con las mimas penurias pero que te da esperanza. Los albigenses viven pobremente y la gente les sigue. El albigense predica que no hay que amar al dinero y no pagar impuestos. Santo domingo se da cuenta que el éxito está en la pobreza.

Entre 1203-1206 está al sur de Francia. Pide al obispo Fulco, de Toulouse, a predicar allí. Diego regresa a Osma porque la novia del príncipe Fernando muere y se había acabado dicha misión.

 

El Papa Inocencio III convoca una cruzada para detener a los albigenses. Muchas veces se ha dicho que santo Domingo 

 

La inquisición: se fundo en España por los reyes católicos (s. XV). No fue Santo Domingo inquisidor y no forma parte de esta cruzada, a la época ya estaba muerto.

 

1206-1216: Es la época en que Santo Domingo está predicando. Se encuentra con el problema de que hay mujeres sin protección, entregadas al disfrute de los cátaros. Había insipientes monasterios de mujeres recogidas.

 

En Fanjeaux decide fundar la primera comunidad de monjas predicadoras (1206 o 1208). La primera fundación fueron las monjas contemplativas, se necesitaba de la contemplación para la acción.

En Toulouse, comienza a reunir a jóvenes clérigos para fundar la primera comunidad.

Destaca Pedro Seilah como el que da la primera casa para fundar los frailes.

 

Santo Domingo quiere ser predicador de la gracia en un mundo predicador de las desgracias, el hombre evangélico, poner una luz en medio de la oscuridad eclesial. Por ello no quería ser un monje.

 

El Obispo Fulco y Santo Domingo se presenta al Papa. Santo Domingo no quiere dedicarse a la cruzada, lo considerada que no es el método adecuado. 

 

Mandan que la ciudad de Carcasona que sea arrasada, por una cuestión de fe y doctrina. Un núcleo de resistencia para pagar impuestos.

 

1215 se presenta al papa y éste le prohíbe fundar ordenes nuevas. Porque muchos eran grupos vagos. Ante la insistencia del obispo de Toulouse le piden que elija na regla existente: san Benito, cisterciense, los Norbertinos, y San Agustín que permitía el ideal evangélico.

 

Cuando en el S. XIII, la democracia era tema de los griegos Santo Domingo hace cosas revolucionaras:

-       Sistema de decisiones comunitarios

-       La representatividad será por parte de los integrantes de la comunidad

-       Sustituye el trabajo manual por el estudio. Vio la mala experiencia de los monjes Ora et labora.

-       Seremos itinerantes.

-       Se pide una vida austera. Dos hábitos y una sola capa, la lana negra era muy cara, teñirla más.

-       Se crean frailes, son hermanos, iguales, no son monjes de estructura piramidal.

1216, 22 de diciembre. cuando el papa aprueba la confirmación de la orden “Aquellos que llamas predicadores” y Santo Domingo pide rectificar “Aquellos que son predicadores”. El papa en la bula dice que estamos para la salud y la salvación de las almas. Porque en la salvación de las almas está la propia salvación.

 

Santo Domingo los dispersa, no quiere los curas comodines “el trigo amontonado se pudre…” Madrid, Paris, Roma, los lugares de las mejores universidades en Europà.

 

Santo Domingo muere con 51 años, Europa está llena de fundaciones de monasterios y conventos.

Muere el 6 de agosto de 1221. Una Europa con esperanza. Luz de la Iglesia. Muchas universidades en el mundo son fundadas por los predicadores. A partir de ello, santos y santas en todo el mundo.

 

Imágenes de Domingo y la Virgen

 

Aparición de la Virgen a una comunidad de dominicos

1493 - 1499. Óleo sobre tabla, 130 x 86 cm

 

https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/aparicion-de-la-virgen-a-una-comunidad-de/4bd0bea0-25f4-4ab0-894f-aabf746ae1c6

La Aparición de la Virgen a una comunidad de dominicos, adscrito al retablo de santo Domingo, pintado para el convento de Santo Tomás en Ávila entre 1493 y 1499, se ha relacionado con la vida de estos primeros frailes que sufrieron frecuentes ataques de demonios, a los que hicieron desaparecer a través de una intensa devoción mariana. Concretamente, la pintura representa, además de dos de esos ataques, el inicio del canto sabatino de la Salve por parte de la comunidad frente a un altar con una escultura de la Virgen María y el Niño, y la milagrosa aparición de la Virgen rodeada de ángeles músicos, que contemplan unos fieles desde la puerta que se abre a la izquierda.

 

Enlaces consultados:

-       Libellus. Jordán de Sajonia.

-       Cartas de Diana de Andalo y de otras religiosas. Colección Guzmán.

-       Santo Domingo en Oración. El Greco.

-       Muerte de Santo Domingo. Pintura. Perú

-       Beata Juana de Aza y su Hijo Domingo. 

-       Santo Domingo. Coello Claudio. Iconografía

-       Patrocinio de la Virgen. Miguel Cabrera, México.

-       Curación milagrosa de Reginaldo de Orleans. Zurbarán

-       Aparición de la Virgen a una comunidad de Dominicos. Berruguete Pedro. SalveRegina.

-       Tu Orden la he encomendado a mi Madre. Explicación de la Pintura.

-       Madonna col Bambino, san Pietro martire e un donatore. Lorenzo Lotto. 1503

-       Pedro José Díaz Camacho. La devoción mariana en la Orden de Predicadores. Una narrativa hermenéutico-teológica 

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