Homilía y Reflexión

Homilía para "Reflexionar la vida terrena a la luz de la Sagrada Escritura"

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Lázaro y el rico, dos tipos de extremos llevados por la injusticia. No se trata sólo de los ricos, algunos son generosos y justos.


Lázaro y el rico Epulón. BASSANO, LEANDRO. Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado



























¿Llagas incurables?

XXVI Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)


¿Es bueno para Dios ser como Lázaro, pobre, con llagas y comiendo desperdicios?

La pobreza no es lo que quiere Dios. No se goza con el sufrimiento de la mayoría de la población mundial, pobre y mal nutrida. No les da premios de gloria a los que se arrastran, llenos de llagas, a las mesas de la minoría mundial. No se maravilla de la mano estirada para recibir migajas. No creo en un dios depravado.

¿Es mejor sufrir la pobreza en este mundo para esperar la gloria en el otro? 
No hay balanzas para pesar lo bueno versos lo malo, no hay pesos intermedios; Dios es eterno. Este mundo es “el mas bueno” desde la creación, a imagen y semejanza. Cada día estamos llamados a ser semejantes, porque imagen de Dios está en tu rostro y el mío, esa es nuestra particularidad, esa dignidad no depende de ti ni de mí, aunque para muchos dependa de “cuánto tienen”.

¿Realmente crees que es malo ser rico? Considero que nos gusta la riqueza, aquella que se logra con el trabajo digno, no cometiendo fraudes ni injusticias. Aunque en el fondo dirás: “así, pocos lo logran y no mucha”. 
Tampoco querrás ser como el pobre Lázaro. No me gustaría insistir en sólo las migajas. Y eso, que al menos le dejan comer las migajas, ahora los ricos se aseguran de que ni las migajas les quiten. 

Me atrevo a decir que varias veces soy ese “rico epulón”: indiferente con los que necesitan atención y con aquellos que con una sonrisa transformarían su día, insociable con el saludo a quien identificamos solo, omitimos ser caritativos. Tanta bulla en nuestra vida para llamar la atención con comida y vestidos suntuosos. El rico y sus invitados, tienen un complejo de superioridad al ver a los pobres a sus pies. Cómo comer tranquilo cuando los estómagos vacíos suenan cerca.

No se trata sólo de los ricos, algunos son generosos y justos. Se trata de tipos de seres humanos con llagas de: lujuria, de orgullo, de pereza, resentimientos, frustraciones, indigencia mental, miserables, … Globalizada la llaga de la indiferencia humana necesitamos de esa justicia misericordiosa de Jesús, de ese toque del corazón humano para ser lo que Dios nos comunicó: la revolución del amor para curar las llagas que nos destruyen cada día.

Homilía y Reflexión

Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 16, 19-31

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
–Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico, pero nadie se lo daba.
Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió que se murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán.
Se murió también el rico y lo enterraron. Y estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno, y gritó:
–Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas.
Pero Abrahán le contestó:
–Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida y Lázaro a su vez males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces.
Y además entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros.
El rico insistió:
–Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento.
Abráhán le dice:
–Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen.
El rico contestó:
–No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán.
Abrahán le dijo:
–Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.



Homilía y Reflexión
Tenemos que reconocer a un administrador trabajador, aunque para la injusticia, pero con mayor ahínco para ser agradable a Dios y a los hombres.



El cambista y su mujer, de Quentin Massys. Museo del Louvre, París (Francia)

El administrador astuto
Homilía XXV Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)


Hola, Tú eres un administrador y seguro conoces varias situaciones. ¿Has escuchado esta frase: “Métete con todo, menos con mi bolcillo”? Presta dinero y conocerás a la persona cuando la cobres; cómo se administra el dinero en tu familia (“sólo de amor no se vive”), cómo administran el dinero los ancianos (ahorran y no comen), quiénes les quitan su dinero a los ancianos (hijos vividores, caja de pensiones). Aclárate: San Pablo decía que debemos alimentarnos con el sudor de nuestra frente, ‘no con el sudor del que tenemos al frente’; la manipulación emocional y el aprovechamiento es nuestra gran pobreza que lleva consigo el delirio de acumulación y la obsesión por el dinero.

Entonces, queda al menos claro: la obsesión por el dinero unida a la permanente insatisfacción, no te hace libre. Mira la historia, los bienes materiales por abundantes no han cubierto las necesidades humanas. 

Los que dicen ser ricos “hablan como quieren”, pero al hablar muestran sus miserias. Hoy, los grandes filósofos de la economía mundial no logran superar la pobreza, todavía miles de niños y personas mal nutridas siguen atrapados en la pobreza.

Un administrador obsesivo por el dinero pierde la brújula del producto de calidad que debe brindar. Abusa del neuromarketing. Su punto de referencia satisfactorio es el volumen de la ganancia y no la satisfacción del cliente. Por ello, es capaz de minar su mercado con publicidad engañosa, sobre costos, malos productos.

Además, el administrador lleva ese eslabón arrastrando en su vida: acumular. Tendrá plata y seguirá siendo pobre. Ya no es confiable, hace sus negocios secretos. Egocéntrico: se compra todo con filosofía consumista, la marca del mercado, la belleza externa con ojeras de infeliz. Va matando la solidaridad, es capaz de exprimir a los que están a su lado porque su fachada es de ‘pobre material’ (de seguro también “espiritual”). Además, es muy difícil que este administrador deje el negocio, su cerebro parece tener conexión wi-fi a su carta de crédito. En sus pensamientos no está el compartir un helado, menos dar un regalo (suele dar cuando hay ofertas); compartir significa en su obsesión: “fuga de capital”. Es asceta y maniqueo con los demás.   
  
Si sigues la cadena: obsesivo por el dinero, eterno insatisfecho, victimario o víctima de la injusticia, ciencias económicas fracasadas, egocéntrico, poco solidario, etc. 

Estimado amigo, te he descrito la vida vergonzante de un administrador injusto. ¿Por qué Dios le premia? Para nuestro criterio, me aterra ser algo parecido (lo soy), pero abre una ventana: el administrador revisa sus ahorros y le da miedo el desamor y la vergüenza de volverse pobre; entonces comienza a capitalizar a sus víctimas. Se reconcilia con ellos, renegocia las deudas. Los capitales limpios de injusticia por su mismo verdugo comienzan a ser abundantes, aliviando de las deudas. 

Tenemos que reconocer a un administrador trabajador, aunque para la injusticia, pero con mayor ahínco para ser agradable a Dios y a los hombres. Salió de esa faceta maniquea y acética para ser un discípulo de Jesucristo o quizá sólo lo que le conviene.


"No se puede servir a Dios y al dinero"


 Homilía y Reflexión, 


Lectura del santo Evangelio según San Lucas 16, 1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
–¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido.
El administrador se puso a echar sus cálculos:
– ¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo, y dijo al primero:
¿Cuánto debes a mi amo?
Este respondió:
– Cien barriles de aceite.
El le dijo:
– Aquí está tu recibo: aprisa, siéntate y escribe «cincuenta».
Luego dijo a otro:
– Y tú, ¿cuánto debes?
El contestó:
– Cien fanegas de trigo.
Le dijo:
– Aquí está tu recibo: Escribe «ochenta».
Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.
Y yo os digo: Ganaos amigos con el dinero injusto, para que cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es de fiar en lo menudo, también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo, tampoco en lo importante es honrado.
Si no fuisteis de fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro quién os lo dará ?
Ningún siervo puede servir a dos amos: porque o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.


Homilía y Reflexión, 

¿Es tan difícil el camino de regreso a casa? ¿Es tan difícil vivir con el Padre y no compartir la mesa con tus hermanos?


El Regreso del hijo pródigo, de Rembrandt

“Me alegra encontrarte”


XXIV Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)



Tú tienes la oportunidad de amar, de abrir tus brazos a quien reconoce su error, de escuchar a quien confía sus palabras, de mirar a quien tus ojos se irritan, de besar a tu hermano aunque te suene equivocado, de amar con la misericordia de Jesucristo. 



Cada día nos falta alegría auténtica, la fría indiferencia rompe esperanzas, las palabras racionalmente justas son pedradas. ¡Encontrarse! la moneda, la oveja, un hermano -'perdidos'- sólo evidencia nuestra perdición cuando no nos produce ¡alegría!  Nos sentíamos los engreídos de la casa y en realidad éramos los “infantiles” caprichosos incapaces de alegrarse por el hermano, de obedecer al mismo Dios. 

El peligro de sentirse “convertidos” es: la “autoridad” para desautorizar a Dios; es nuestra justicia para reemplazar al Juez misericordioso; es creerse el “buen hijo” para manipular al Padre; es sentirse convertidos sin necesidad de conversión.

No hay conversión sin humildad, sin verdad, sin discernimiento, sin amor. No podemos ser nuestro referente, no somos nuestro modelo. Somos hijos necesitados permanentemente del amor de Dios, de amar como Dios nos ama.

El hijo pródigo se va lejos pero también está en casa. El hijo pródigo se fue de casa y su regreso ha mostrado la codicia, la envidia, el materialismo, la manipulación, etc.

Lee con atención Lc 15, y de pronto vas a remar en la profundidad del corazón del Padre misericordioso o de los hijos.

"Señor mis pies destrozados por las espinas de los caminos,
mis lágrimas humedecen mi culpa,
mis manos temblorosas por mis equivocaciones,
mi corazón agitado por mis desamores,
mi ropa manchada y mal oliente,
mi rostro avergonzado  y encorvado,
mi historia llena de otros caminos,
mis palabras seguramente no creíbles,
... Acabas de transformarme la vida con tu abrazo, tus lágrimas, la mesa, tu corazón roto por tus hijos, con tu alegría"


  Explicación de la Pintura del Hijo Pródigo de Rembrandt


Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 15, 1-32

En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los letrados murmuraban entre ellos:

–Ese acoge a los pecadores y come con ellos.
Jesús les dijo esta parábola:
–Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
–¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido.
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, reúne a las vecinas para decirles:
–¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido.
Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.
También les dijo:
Un hombre tenía dos hijos: el menor de ellos dijo a su padre:
–Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país, que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer.
Recapacitando entonces se dijo:
–Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros.»
Se puso en camino adonde estaba su padre: cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y echando a correr, se le echó al cuello, y se puso a besarlo.
Su hijo le dijo:
–Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.
Pero el padre dijo a sus criados:
–Sacad en seguida el mejor traje, y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.
Y empezaron el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba.
Este le contestó:
–Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud.
El se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Y él replicó a su padre:
–Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado.
El padre le dijo:
–Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, estaba perdido, y lo hemos encontrado.

La libertad es tu sueño y el mío.  No la libertad de esclavos, ni de nativos, menos del dominio internacional.  No hablo de protocolos internacionales sino interpersonales.



Jesús y la samaritana en el pozo - Guercino | Museo Nacional Thyssen-Bornemisza


Homilía Reflexión

XIII Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)


Ser libres para servir


Te sugiero algunas preguntas: ¿Con qué rostro caracterizas a un ladrón? ¿Con qué vestimenta identificas a una prostituta? ¿Qué piensas de la honestidad en los políticos? ¿Quiénes son tus amigos (grupos) en tus redes sociales? ¿A quiénes invitas para la fiesta de tu cumpleaños?

El colador de tus relaciones interpersonales incluso puede ser muestra de calidad, ese filtro purificador sin renovar. Analiza quién son “descartables” o en jerga peruana: “ficha quemada”.

Museo Del Prado
Te cuento una anécdota infantil; alguna vez un hombre le faltó el respeto a mi padre, no pude hacer nada, pero me ha quedado por años las ganas de darle una lección violenta. Con los años, una vez lo encontré y me saludo como si hubiera encontrado a un hermano, no correspondí al saludo, de lo cual todavía me arrepiento. Un día pregunté a mi padre por dicho “agresor” y me habló muy bien, eran amigos, confidentes y una buena ayuda en un momento difícil; entenderás por qué todavía me duele no haber correspondido al saludo y ya no me quedó ganas de preguntar cómo se dio el perdón.

Si te liberas de tus prejuicios de odio, de tus resentimientos. Si miras con objetividad, analizas los contextos, de pronto debas pedir perdón, o al menos corresponder el saludo, o callar. Simplemente, callar, respetar los prejuicios y complejos de los demás. A Jesucristo, los Samaritanos no le reciben por puro prejuicio, sus discípulos (Santiago y Juan)- también llenos del orgullo de su raza, de ser compañeros del Nazareno - quieren quemarlos al estilo Elías (ver 2 Reyes 1), pero Jesús les encamina por una reflexión personal: “deja tus prejuicios, miedos, “broncas”, y sígueme”. No es fácil dar lecciones a quienes están ciegos por la pasión, pero Jesús les muestra la otra pasión por la misericordia, por la vocación, por el amor. Jesús los llamará a Santiago y Juan: “Hijos del trueno”, por sus personalidades escandalosas y violentas (Marcos 3:17).

Si no eres capaz de ser libre de lo que te arrincona y te puede noquear, ese rincón te llenara de heridas y de fracasos. Clarificar la vida. Las dependencias generan esclavitudes, no libertades. Y lo peor es que esclaviza a quien considera ser libre para ordenar a los otros, regir la vida de los demás, hacer del otro un molde o un maniquí, etc. No es lo mismo “hacerse servidores” que “hacer servidores a los demás” (ref. Gal. 4-5). 

Jesús, va con pie firme y libre camino a la cruz, aquella peregrinación por la vocación al servicio de sus discípulos, por su libertad y responsabilidad. Ellos, los que cambiarán el mundo deben primero ser libres. En este sentido, la libertad tiene vena cristiana, los cristianos esclavos por las leyes y los prejuicios son los que con el arado en mano, hacen lo que los bueyes no pueden, mirar atrás.

Jesús, nunca tomo represalias contra los “patriotas” samaritanos, lo conocían pero les habría gustado que Jesús vaya al templo Garizín y no al de Jerusalén.  Jesús nos dejó escenas hermosas como la parábola del Buen Samaritano (Lc. 10, 25-37); conversa el mismo tema con la Samaritana (Jn 4), incluye a Samaria en la predicación de los discípulos (Hch 1,8), curó a un leproso Samaritano (Lc. 17,16), etc.

Homilía Reflexión

 Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 51-62

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante.

De camino entraron en una aldea de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: –Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?
El se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.
Mientras iban de camino, le dijo uno:
Tiziano Vecellio
–Te seguiré adonde vayas.
Jesús le respondió:
–Las zorras tienen madriguera y los pájaros, nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza.
A otro le dijo:
–Sígueme.
El respondió:
–Déjame primero ir a enterrar a mi padre.
Le contestó:
–Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios.
Otro le dijo:
–Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.
Jesús le contestó:
–El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios.

  “Despide a la gente, para que vayan a descansar y a buscar comida”


El Corpus Christi. Hacia 1887. Óleo sobre lienzo, 95 x 140 cm.. MAS Y FONDEVILA, ARCADIO. Gracia, Barcelona, 1852 - Sitges, Barcelona, 1934

Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)
Homilía y Reflexión,

Una eucaristía saludable

En Lima (Perú) existen diversos platos suculentos para la mañana: chicharrón al estilo limeño, pescado al estilo costeño, sopa al estilo andino, etc. Algunas mañanas teníamos desayunos grupales en algún restaurante después de una eucaristía venía un desayuno saludable.

En el restaurante, la camarera finalizaba ya la limpieza de algunas mesas, nos atendió con amabilidad, pero se extrañaba de nuestros pedidos; no era peruana. Al fin, terminamos el desayuno, la camarera recogía los platos, y al trasladarlos se comía los pedazos de pescado del plato. El contraste entre los que dejamos pedazos de pescado y la camarera que se los comía escondiéndose de los clientes y de los dueños me generaron muchas preguntas aquel día.

Recordaba, cómo me aconsejaba una experimentada chef, comer todo el plato, porque algunos restaurantes lavan el arroz dejado en los platos para convertirlos en sabrosos platillos.

En Chimbote, hermoso puerto pesquero de la costa norte, tiene un mar generoso, algunas mañanas me gustaba comer pescado con yuca, una ensalada de cebolla con limón y café (a veces mesclado con trigo o sebada tostados) y el lugar preciso era el mercado porque se puede ver la preparación de la comida y es más barato. 

Muchas experiencias de hambre seguro te son familiares. En muchos lugares el tenor es el mismo, gente buscando comida en los contenedores de desperdicios. En una de las ciudades más caras del mundo, me impresionaba cómo, una pareja con un niño y dos perros, se chupaban los dedos de felicidad al encontrar hamburguesas y restos de refrescos en los contenedores.

En un diálogo sobre los inmigrantes una dama narraba su trabajo en casa, ella sólo comía una vez al día, su comida era seleccionada y pesada; lo que le obligaba a comer los restos de los desayunos y cenas. 

El Papa Francisco ha tratado de hacer carne el “Buen Samaritano” para alimentar a muchas personas y ha sido criticado. Pero más que las estadísticas, se deja entrever lo que el Papa llama “globalización de la indiferencia” a la mezcla de individualismo mas utilitarismo que se riega en las redes sociales generando “la cultura del descarte” (mensaje del santo padre Francisco para la jornada mundial del migrante y del refugiado 2019, 29 de setiembre).

Alrededor de 795​ millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. Eso es casi uno de cada nueve personas en la tierra. La gran mayoría de personas que padecen hambre en el mundo viven en países en desarrollo, donde el 12.9% de la población presenta desnutrición. (https://es1.wfp.org).

Una vida saludable y activa no sólo es el problema de los gobiernos cuando nos llega directamente a los pobres. No podemos esperar el 2030 para solucionar el hambre. Jesús lo planteó hace mas de 2000 años: “Denles de comer ustedes mismos”, los organiza en grupos, toma el pan, levanta los ojos al cielo, pronuncia la bendición, parte los panes, los entrega a los discípulos para repartir a la multitud. 

Si nos planteamos la eucaristía como una vida saludable, entonces, seamos generosos, superemos el hambre y sigamos colaborando con Jesús, siendo el pan que se parte y alimenta. Dejemos la desnutrición espiritual, la física y la intelectual.


Homilía y Reflexión, 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 11b-17

En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar a la gente del Reino de Dios, y curó a los que lo necesitaban.
Caía la tarde y los Doce se le acercaron a decirle:
–Despide a la gente que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida; porque aquí estamos en descampado.
El les contestó:
–Dadles vosotros de comer.
Ellos replicaron:
–No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío. (Porque eran unos cinco mil hombres.)
Jesús dijo a sus discípulos:
–Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta.
Lo hicieron así, y todos se echaron.
El, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos.

"Muchas cosas me quedan por decirles"


Caro, Francisco (Atribuido a). La Santísima Trinidad. Siglo XVII. Museo Del Prado



Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)

Hola, hoy debemos hablar de la Santísima Trinidad. No te asustes. Trinidad se refiere a la comunicación íntima y amorosa del Padre con el Hijo y con el espíritu Santo. El amor que inspira esta comunicación es una auténtica manifestación del amor de Dios para todos los hombres. A lo largo de la Sagrada Escritura en muchos momentos se manifiestan eternamente juntos, estas referencias han calentado el fervor de los investigadores teólogos.

Por otro lado, nos empecinamos en ponerle sobre el campo meramente racional y con frecuencia nos frustramos si somos hijos acostumbrados a los resultados de una ciencia precisa, pero si somos hijos prudentes con espíritu de asombro de pronto esa carencia nos remita a ver los límites de nuestro campo, es una realidad eterna, no depende de nuestros cerebros, existe antes de la creación, durante y después. No tenemos instrumentos para esculcar el corazón de Dios, pero sí sabemos de su admirable creación: 

“Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, 

la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, 
el ser humano, para darle poder?  
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, 
lo coronaste de gloria y dignidad, 
le diste el mando sobre las obras de tus manos. 
Todo lo sometiste bajo sus pies: 
rebaños de ovejas y toros, 
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar, 
que trazan sendas por el mar”. (Sal 8, 4-5. 6-7. 8-9)


La Santísima Trinidad es “pan de adultos” pero también papilla para tu vida; implica “escrutar misterios” y también verlos en la realidad de las personas; es “mucha luz para nuestros ojos” pero estamos llamados a ver la luz intermitente de esta vida; es “muy grande para nuestra inteligencia” y muy importante para nuestra confianza. De hecho, leer este artículo te seguirá dejando con la curiosidad o el sin sabor de quienes aman una verdad plausible.

A modo de oxígeno a nuestra fe leamos con Para alegrar tu corazón podríamos iniciar con las palabras de la Sabiduría de Dios: “El Señor me estableció al principio de sus tareas al comienzo de sus obras antiquísimas. En un tiempo remotísimo fui formada, antes de comenzar la tierra… Cuando ponía un límite al mar: y las aguas no traspasaban sus mandatos; cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo estaba junto a él, como aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su presencia: jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos de los hombres”. (Prov. 8,23)

El mismo Jesucristo según el evangelio de San Juan nos advierte e invita a tener paciencia y disponerse a escuchar al Espíritu de la verdad que comunicará muchas cosas de la perfecta comunicación con el Padre y el Hijo. “El me glorificará, porque recibirá de mí lo que les irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso les he dicho que tomará de lo mío y les lo anunciará”.

homilia y Reflexión


Andrei Rublev


Lectura del santo Evangelio según San Juan 16, 12-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
–Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora: cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
El me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará.


Pintura: 

La Santísima Trinidad. Siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 125,5 x 125,3 cm.

El Hijo, sosteniendo la cruz de su pasión y semidesnudo para mostrar la llaga de su pecho, está sentado a la derecha del Padre que, vestido totalmente, sostiene en su mano el cetro; mientras, la paloma del Espíritu Santo, con las alas extendidas, revolotea entre ambos.
Es probable que en esta pintura exista, además de la mera representación del misterio trinitario, una clara alusión a la idea de creación y redención del género humano, tanto mediante el ademán que el Padre y el Hijo hacen con sus manos al señalar o bendecir el globo del mundo, que aparece en la parte inferior sostenido por angelitos, como por la simbología de Cristo varón de dolores, redentor o intercesor del género humano.
Detalles aquí
Explicación del Icono de la Santísima Trinidad


Icono de la Trinidad
ArtistAndrei Rublev
Year1411 or 1425-27
MediumTempera
Dimensions142 cm × 114 cm (56 in × 45 in)
LocationTretyakov Gallery, Moscow
En la obra se puede apreciar que Las Tres Personas tienen un rostro muy semejante, para representar su igualdad y su co-eternidad, ya que no hay momento en que el Padreestuviera sin el Hijo, porque en la eternidad no hay momentos.  El Hijo tiene su cabeza vuelta hacia el Padre, que es quien lo engendró; el Espíritu Santo tiene su cabeza vuelta hacia el Hijo y el Padre, pues procede del Padre y del Hijo. El Padre tiene la cabeza erguida, el Hijo algo inclinada, y el Espíritu Santo un poco más inclinada aún, indicando estas mismas relaciones de origen 
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Hola, soy Javier Abanto. Escribo reflexiones, vivencias y anécdotas. Publico artículos de teólogos y poetas. Estudie teología y comunicación. Desde el 2005 me dediqué a la docencia universitaria y a la gerencia de emisoras de corte cultural y religioso. La vida necesita de alegría y esperanza. Necesitamos a Dios en nuestra vida.
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¿Qué es "Luciérnaga"?

"Luciérnaga" Surge para expresarme de manera sencilla. Las luciérnagas remiten a mi origen rural - andino. Son visibles al caer la noche y hacen volar la imaginación con sus luces intermitentes, propias y naturales.

Luciérnaga se dirige a las personas de buena voluntad que buscan vivir con justicia y paz. Necesitamos del humor y la alegría. Y, sin duda, el mundo necesita de Dios.

Gracias por leer y compartir, no olvides comentar.

Javier Abanto Silva
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