Mataron a su esposo este viernes

Mataron a su esposo y ella debe perdonar

En este viernes santo seguro estás impresionado por esa mujer que mataron a su esposo.
Esa mujer desgarrada porque han matado a su esposo. Su esposo es el sentido de su vida, sólo él puede liberarla, y lo han matado, él ha puesto el pecho, libremente, como víctima por los reales culpables.
Esa mujer, joven, anciana, con sus plegarias, sus cantos tristes, sus aclamaciones, sus esperanzas, sus lágrimas, sus lindos recuerdos, sus dudas, sus vestimentas … resiste las negaciones y ataques. Tiene que ser fuerte, aunque por momentos le falte el esposo, debe superar muchas dificultades.
Aunque esa mujer quizá se desespere, y asista a los funerales sin pena, logra asumir la esperanza, la fe. Asume una actitud ya no de víctima, sino de convicción, pues su esposo tenía la mejor lucha, y no la ha perdido, ella está para continuarla, sin perder tiempo, con la clave de la caridad, con la ilusión y el brillo de los ojos de los discípulos de Emaús.
Esa mujer, en viernes santo, al ver a su esposo traicionado por un amigo de su confianza, difamado, apuñalado, empapado de sangre, muerto por esa hemorragia, colgado como el más vil delincuente. Su madre, se acerca, cansada de clamar ¡piedad! Para abrazar y sentir el cuerpo del hijo de sus entrañas. Esa mujer, cual madre, abraza a ese cuerpo inerte, sufre esta tempestad.
La mujer, con la experiencia de la vida, va transformado el amor. Hoy, con el corazón añicos no tiene apetito, un pedazo de pan que sobró la cena anterior, sólo toma agua para recobrar el sudor y lágrimas. Se ha cubierto con su velo negro para no mostrar sus ojeras.
La mujer tiene en el corazón a su esposo, cierra los ojos y revive cada momento de amor que lo hace eterno, cada palabra original y transformadora, las enseñanzas, los caminos recorridos, etc.
Sus ojos vencidos por el cansancio y e sueño se van refrescando, brillando. Siente al esposo presente. Ahora ya tienen sentido cada acto y palabras. Su camino de soledad ha finalizado. Ya no puede dejar de hacer lo que él quiso. 
Si esta dama no llora, no revive cada detalle de seguro terminará en los brazos equivocados, o amargada, frustrada, soberbia, lujuriosa, excluyente, condenadora, etc. Si el amor la llevó al dolor, con dolor nació para el amor. 
Es decir, la esposa y el esposo se amarán por siempre.
Cristo, el esposo, con mucho sacrificio y con amor, ha escogido a la iglesia para ser Su esposa (Efesios 5:25-27). Tal como hubo un período de desposarse en tiempos bíblicos, durante el cual la novia y el novio estaban separados hasta la boda, así mismo la esposa de Cristo está separada de Su esposo durante la era de la iglesia. La responsabilidad de la novia durante el período de esponsales, es ser fiel a Él (2 Corintios 11:2; Efesios 5:24). En la segunda venida de Cristo, la iglesia estará unida con el esposo, y se llevarán a cabo las "bodas", y de esta manera se restaurará la eterna unión de Cristo y Su esposa (Apocalipsis 19:7-9; 21:1-2).

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