La Procesión del Señor de los Milagros al Vaticano por los peruanos en Roma
El Señor de los Milagros también es llevado en procesión hasta la Basilica de San Pedro en el Vaticano, Roma. La cuaresma peruana pinta de morado al Vaticano.
El tercer domingo de octubre tiene un especial sentido para los peruanos que con la imagen del Señor de los Milagros peregrinan a visitar la tumba de San Pedro, en el Vaticano.
Para un peruano es evocador ver el habito morado con el cordón blanco y el pequeño estandarte del Señor de los Milagros prendido a la altura del pecho. El himno al Señor de los milagros marca el paso devoto en la Plaza San Pedro. Se escuchan voces: “son peruanos”, “es el Señor de los Milagros”, “es una procesión muy grande”; los turistas impresionados detienen su recorrido turístico para orar, tomarse fotos, incluso un selfie.
La imagen del Cristo Moreno fue portada por la Hermandad desde la iglesia de Santa María de la Luce hasta la Plaza San Pedro. Desde muy temprano, los devotos iban pintando de morado una parte de la Plaza para la Eucaristía presidida por el Papa Francisco con motivo del día de las Misiones (10.30 a.m.). En seguida, el rezo del Ángelus (12hrs), la bendición, los gritos y aplausos de los peruanos se hicieron sentir al escuchar las palabras del Papa Francisco: “En particular saludo y bendigo con afecto a la comunidad peruana de Roma, aquí reunida con la venerada imagen del Señor de los Milagros” (en italiano) “¡Conserven siempre la fe y las tradiciones de su pueblo!”(en español) (20 de octubre de 2019).
Por la Vía de la Conciliazione, los devotos se apresuraban para pasar los controles policiales con anticipación y entrar a la Basílica San Pedro. Allí, la eucaristía fue presidida por el Cardenal Pedro Ricardo Barreto Jimeno, S.J.
La homilía del Arzobispo de Huancayo (Perú).
En su homilía, el cardenal invitó a vivir cada día del año en oración al Señor de los Milagros y la Virgen de la Nube, además destacó que el Señor de los Milagros ya no es patrimonio sólo del Perú sino del mundo, pues Jesús, el Nazareno, es universal.
Entre los concelebrantes estaban el Monseñor Pierpaolo Felicolo, Director de la Oficina de Migrantes de la Diócesis de Roma, el Reverendo Padre Gabriel Pinzón, Capellán de la Iglesia latinoamericana, el Moseñor José María Serrano y varios sacerdotes compatriotas.
En esta segunda salida de la venerada imagen del Señor, cabe destacar el trabajo de la Hermandad del Señor de los Milagros de Roma y el Padre Gabriel Martín Pinzón, Capellán de la Iglesia Latinoamericana. En este sentido, se escucho en el agradecimiento de la señora María Elvira Velásquez Rivas Plata, Embajadora del Perú ante la Santa Sede: “Que gracia tan especial poder rezar como comunidad el Angelus con el Santo Padre y recibir su bendición. Que privilegio poder rendir homenaje a nuestro Cristo Morado en el corazón de la Iglesia, a unos pocos pasos de la tumba de San Pedro y en donde podemos tocar la historia de la Iglesia universal”.
La embajadora recordó el viaje del Santo Padre al Perú: “Nos embargó una gran emoción verlo orar ante el Cristo Morado en el Santuario de las Nazarenas y que nuestra sagrada imagen lo acompañara en la solemne misa de despedida en la Base de las Palmas”. Además, en el contexto del Sínodo por la Amazonía recordó: “el Santo Padre, valoró nuestra rica pluralidad cultural a la que consideró el alma de nuestro pueblo; nuestros valores de solidaridad; nuestra creatividad; nuestra condición de país “ensantado” como él nos llama; así como el dinamismo y entusiasmo de nuestros jóvenes”.
Muchos compatriotas lucían su hábito morado, algunos representaban a sus hermandades de ciudades y países cercanos a Roma. El coro interpretó cantos andinos y como acción de gracias la soprano venida desde Amsterdam, Margarita Catalina Holguín, interpretó el Ave María.
Después de la eucaristía, con paso lento, los cargadores de la hermandad se turnaban, las zahumadoras cantaban y perfumaban el aire con incienso y palo santo. En la plaza esperaba una banda de músicos italianos para interpretar el himno al Señor de los Milagros.
Repetimos el pensamiento de Monseñor Barreto, la imagen del Señor de los Milagros no se guarda, está siempre en la iglesia Santa María de la Luce, en la capellanía de la Iglesia latinoamericana; aún más, está cada circunstancia de nuestra vida.
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