XXVI Domingo del tiempo ordinario (A): La parábola de los dos hijos, arrepentimiento

«¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero». Pero después se arrepintió y fue.

Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue.


¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?».

La parábola de los dos hijos nos insta a la sinceridad, el arrepentimiento y la obediencia en nuestra relación con Dios. Aquellos que inicialmente parecen desobedientes, pero luego se arrepienten y obedecen son más bienvenidos en el reino de Dios que aquellos que hacen promesas vacías de obediencia, pero no las cumplen. 

 

Parábola de dos hijos
Los fariseos cuestionan a Jesús, obra de James Tissot que se encuentra en el Museo Brooklyn.


XXVI Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A) 

En la parábola encontramos contrastes claros: 

- Los que dicen sí pero no obedecen, ¿Piadosos incoherentes? ¿Idealistas procrastinadores? 

- Los que dicen no pero en seguida lo piensan y obedecen ¿maduran en su fe, capaces de arrepentirse?  

 

Un solo llamado para todos

Tú y yo nos identificamos con algún personaje del mensaje de hoy. Cada personaje es un tipo de respuesta a Dios, una experiencia de fe. El mensaje central es la gratuidad del Reino de Dios para quienes se arrepienten y hacen la voluntad del Padre.

 

El llamado es único para el público que escucha a Jesús: sacerdotes, ancianos, publicanos, prostitutas. Es un público identificado con el hijo obediente o con el hijo desobediente. La invitación se concreta en una respuesta a la pregunta ¿Quién de los dos hizo la voluntad de su padre? Acá viene la pregunta más personal: ¿digo y hago lo que he prometido a Dios?

 

El sacerdote, se cree popularmente que es santo, o que el anciano es un sabio, los del tiempo de Jesús y los actuales. Por ello, es chocante, una bofetada que un pecador público y una prostituta seamirados con la misma misericordia y oportunidades. El dueño de la vid pone la fuerza de su llamado en la libertad de cada persona para responder: conversión.

 

En este sentido la justicia que Dios ofrece, su misericordia podrían parecedesproporcionadas como: perdonar setenta veces siete, el viñador misericordioso, la gratuidad de la salvación, los labradores malvados y los que entregan la cosecha a tiempo.

 

La fe es una respuesta

Con frecuencia escuchamos críticas a los católicos: “se va a la iglesia y sigue siendo egoísta”, “dice ser un sabio, pero no es muy fraterno”, “es muy piadoso, pero no deja de ser envidioso”. Pero, también tengamos en cuenta que muchos sacerdotes y ancianos sí son santos ante los ojos de Dios y modelos de vida.

 

El pecado que vemos en el otro no nos hace más santos. Jesús no está señalando a las prostitutas y publicanos como modelos de vida. Sino al hecho que muchos considerados pecadores, conocieron a Jesús y se arrepintieron, hicieron un cambio en su vida, corrigieron sus errores. 

 

El hijo que ha sido capaz de convertir un “no” en un “sí”, su libertad, su reflexión le ha llevado a obedecer. Dios ha esperado pacientemente. Esa es la oportunidad de nuestra vida: Dios espera nuestro “sí”. Un sí de corazón, no importan los oficios, ni la fama, sólo importa un corazón capaz de gozar la fe y agradecer la cercanía del Padre. Al final, Dios es el único dueño de la viña, es quién nos conoce en lo profundo de nuestro corazón contrito.

 

 Pidamos que Dios nos siga dando la fortaleza para convertirnos, para ser los hijos obedientes pese a las negaciones que tenemos cada día en nuestro mundo.No basta decir "sí", o “señor, señor”, y no ir a la viña, no podemos quedarnos en el "quisiera" como un idealista incoherente, y menos procrastinar la gratuidad y amor de Dios.

 

El contexto histórico que motiva a Mateo es el siguiente: las comunidades están conformadas por judíos y paganos, convertidos al cristianismo. Antes, los judíos se sientieron el pueblo elegido y no cabía en su lógica que otro pueblo sea reconocido por Dios. En aquel momento Jesús les aclara que les une el bautismo y poner en práctica el evangelio.

 

La aplicación actual es que cada día el mundo necesita de Dios, las personas necesitan la salud espiritual. Esos gritos internos de la sed de sentido deben ser escuchados.

 

Palabra del papa Francisco

 «¿Qué hizo esta gente» para merecer tal juicio? «No ha escuchado la voz del Señor —explicó el Papa—, no ha aceptado la corrección, no ha confiado en el Señor». Alguien podría decir: «Pero padre, qué escándalo que Jesús diga esto, que los publicanos, que son traidores de la patria porque recibían los impuestos para pagar a los romanos», precisamente ellos «irán los primeros al reino de los cielos». ¿Y lo mismo sucederá con las «prostitutas que son mujeres de descarte»? De aquí la conclusión: «¿Señor tú has enloquecido? Nosotros somos puros, somos católicos, comulgamos cada día, vamos a misa». Sin embargo, destacó el Papa Francisco, precisamente ellos «serán los primeros en ir si tu corazón no es un corazón que se arrepiente». Y «si tú no escuchas al Señor, si no aceptas la corrección y no confías en Él, no tienes un corazón arrepentido».

El Señor, continuó el Pontífice, «no quiere» a estos «hipócritas que se escandalizaban» de lo que «decía Jesús sobre los publicanos y las prostitutas, pero luego a escondidas iban a ellos, o para desfogar sus pasiones o para hacer negocios». Se consideraban «puros», pero en realidad «el Señor así no los quiere».

(Misas matutinas, Santa Martha, 16 de diciembre de 2014)

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 21, 28-32

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero». Pero después se arrepintió y fue.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue.
¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?».
Contestaron:
«El primero».
Jesús les dijo:
«En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».


Pintura 🎨


Los fariseos cuestionan a Jesús, obra de James Tissot que se encuentra en el Museo Brooklyn.

En el marco de una controversia en la cual los sumos sacerdotes cuestionaron la autoridad de Jesús de Nazaret, él responde relatando la parábola de los dos hijos.

 

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