III Domingo de Adviento (B): Una voz grita en la Amazonía: Paz

«Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”

 Hoy Juan el Bautista, en este tercer domingo de Adviento, nos da testimonio de su alegría. Es una alegría relacionada con la convicción de su misión, con su fe, con su vida. Me alegra decirles una palabras en este mes dominicano por la Paz, tal como me lo pidieron mis hermanos. (Roma, 17 de Dic. 2023).

Juan el Bautista

Virgen del prado (1505-06) Kunsthistorisches Museum de Viena, de Rafael

III Domingo de Adviento

Año litúrgico 2023 - 2024 - (Ciclo B)

Convicción de la Misión

La alegría de tener una misión clara, de ser la voz de la Palabra, de ser el mensajero que anuncia la venida del Hijo de Dios. Su humildad destruye toda soberbia.

 

Su público triste

La alegría de muchas personas que vienen para ser bautizadas. Es una alegría basada en la necesidad de un Dios que cura, que acompaña, que salva. La tristeza generada por los impuestos y el abuso imperial se traduce en un grito por un liberador.

 

Su forma de ser. 

Juan el bautista es el profeta que une su misión a su forma de ser: sencillo, humilde, austero. Es un profeta que ha ido liberándose de las necesidades creadas por la gula o la lujuria. La tentación de poder que hoy tanto nos asalta está en grado cero a cambio del servicio en grado 100.

 

Entonces, el Bautista con su testimonio de vida quiere ser una huella de Dios, una trompeta anunciadora de la venida de Jesús. Busca enderezar los caminos con la humildad, la verdad, la esperanza, la claridad y la coherencia.

 

En este contexto de la misión de Juan el Bautista, de adviento, del mes Dominicano por la paz, les invito a reflexionar y responder a una pregunta:


¿Qué significa enderezar los caminos en la Amazonía?

 Los frailes dominicos o la Orden de Predicadores tenemos una misión en la Amazonía, específicamente en el Vicariato de Puerto Maldonado, Perú.

Además, la Orden, dedica el mes de diciembre (desde el primer domingo de Adviento hasta Epifaníoa) a orar por la paz y focaliza su oración, su ayuda espiritual y material en una región que lo necesite.

 El Mes de la paz por la Amazonia tiene como slogan “Comprometidos por la Amazonía” que es una invitación a ser corresponsables de la misión y del anuncio del evangelio en aquella región. El primer reto es comprometerse, acá vale decir “por sus obras los conocerán”.

En este punto, podemos hacer el ejercicio, con Juan el Bautista: 

“Comprometidos con la Amazonia para enderezar los caminos”.

Enderezar los caminos en la amazonia es una imagen recurrente, porque la selva suele germinar y tapar los caminos. Los nativos de la Amazonía suelen llevar un gran machete en las manos para poder allanar los caminos. No sólo caminos, también puentes, y todo lo que signifique unir, acercar.

Pero Juan el Bautista no se refería a traer un caterpilar/tractor y enderezar los caminos de su región; no.  Los caminos de humanidad, los caminos donde la justicia y la paz se han roto, los caminos del respeto y valorización del otro como hijo de Dios, la dignidad es básica en el rostro de los cristos nativos.

Estos caminos, en el proyecto del Papa Francisco, con “querida Amazonia”, en el plan pastoral del Obispo de Puerto Maldonado y en el plan de evangelización de la Provincia Dominicana del Perú son llamados: Gritos, el grito en el desierto es tan fuerte como el grito en la amazonia. El grito de gritos por la ausencia de Dios, por la indiferencia que corroe.

👉Los gritos son cuatro: 

1.    El grito de la tierra: 

“Sueño con una Amazonía que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas” (Querida Amazonía). 

Es un grito que compromete a todo el mundo. Sabemos de los países desarrollados que llevaron sus fábricas a países en desarrollo para alejar la contaminación, pero también sabemos que cualquier indicio de contaminación está afectando el pulmón de cada ser humano. En este sentido, podemos estar en el monte del Aventino y sentirnos afectados por lo que le sucede al pulmón de la humanidad: la Amazonía.

Entonces, cualquier acto en favor o en contra es la gota de agua que falta o la que hace germinar la esperanza entre la foresta. 


2.    El grito de los pobres:

 “Sueño con una Amazonía que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad promovida”.

Ese grito debería comprometernos, es el grito del mismo Jesucristo desfigurado por el mercurio, despojado de la esperanza por el alcohol, sumido en la pobreza de los ríos contaminados, estropeado por la prostitución. 

Cómo no estar comprometidos con la Amazonia desde esta tierra que también sufrió guerras y abusos en su historia. La Amazonía es cada vez más saqueada e invadida. Se extraen sus riquezas como la madera, el gas, petróleo, fruta, etc. Pero, cada vez más se agudiza la pobreza. 

Por la historia sabemos que sin la lucha por la reconciliación y el respeto de los Derechos Humanos no estaríamos al menos estadísticamente con estabilidad económica, aunque no emocional. Parece que hay males que perduran en el tiempo. Dicen que este convento en una de las veces que fue expropiado lo convirtieron en hospital de enfermedades raras, ahora ya no está el hospital, espero que tampoco las enfermedades.

Entonces, el grito de los pobres es nuestro grito, somos pobres enviados a anunciar la libertad, la justicia. Ustedes jóvenes, obedezcan a ese rastro de dios que grita en su interior para comprometerse en el auxilio al pulmón de la humanidad. 


3.    Un sueño cultural - Mejora Educativa

“Sueño con una Amazonía que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana”.

A nivel de costumbres, de folklor, de música, de arte, … la sensibilidad amazónica es una pincelada de Dios. Los frailes y hermanas, por más de 100 años están gestionando centros educativos a los niños en su idioma nativo y en español, también se buscan becas para estudiantes universitarios con el fin de ayudar a sus comunidades. 

Este sueño cultural necesita de muchos sueños, de tantas acciones por dos sencillas y crueles razones. 

  1.         Luchar para que las grandes empresas sean más justas lo encomendamos a las monjas, a todos en sus oraciones, ya sabemos que los grandes poderes son difíciles, pero no imposibles. Así lo retaba San Agustín al gran Imperio Romano (Civita Dei). Sin embargo, la urgencia es hacer de la educación el gran tesoro personal de cada nativo.
  2.      La educación de calidad en el Perú es muy costosa. Es fácil acceder a la educación, pero corres el riesgo de ser incompetente y corrupto. La industria educativa ha cambiado la recta conciencia por la laxa y consumista. El nivel profesional no está a la altura de los talentos. Por ello, el proyecto educativo se ha convertido en el reto de promover una educación de alta calidad para los más pobres. El dinero que se recolecte en el mes de la paz será destinado a la educación de niños y jóvenes. 


4. Un sueño eclesial - Voluntariado

el papa Francisco escribía: “Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonía, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos”.

El proyecto en el que los frailes queremos comprometerles es apoyando en las diferentes obras y campos de misión: colegios, emisoras radiales, parroquias, etc. En estos bellos lugares se necesita de sus bellos talentos como comunicadores, educadoras, médicos, etc. La invitación está hecha. Las puertas de la Amazonía peruana, especialmente en el vicariato de Puerto Maldonado, están abiertas. La sonrisa de los nativos te cambiará la vida. Las comunidades nativas tienen mucho que enseñarnos, y ustedes muchas ganas de aprender.

No quiero alargar el río Amazonas en esta homilía, ya es el más grande del mundo para ustedes que quieren ser gigantes, aunque los remolinos vayan muy dentro de las aguas calmadas. El grito de Juan el Bautista en la Amazonía, es ahora, “Compromiso” con la ecología, con la superación de las pobres, con una mejor educación y con un sentido de iglesia, de familia, de comunidad.

Allanar los caminos es una gran preparación para que Jesús nazca en nuestra vida, en nuestra familia, en la comunidad. Sólo somos la voz de la Palabra, sólo unos misioneros que anuncian la alegría del Evangelio.

Pidamos por la Provincia San Juan Bautista que en honor a su santo patrón siga trabajando para que los gritos sean escuchados en el Perú. Por el Obispo Fray David Martínez, OP, nuestro hermano que afila el machete de la Palabra pero que también pide su oración y acompañamiento. Por las hermanas que desde hace mucho tiempo dedican su servicio, sus ilusiones, sus proyectos, sus alegrías a la Querida Amazonía.

Muchas gracias, que el Niño Dios venga a sus vidas con señales amazónicas, que nazca en sus corazones el amor por una misión clara, llena de retos, de experiencias inolvidables en cada una de sus vidas. Gracias infinitas. En este domingo es un alegría hablarles de los retos que tiene la humanidad y la orden de Predicadores en la Amazonía peruana.


Recursos didácticos para promover el Mes Dominicano por la Paz


Pintura

Virgen del prado (1505-06) Kunsthistorisches Museum de Viena, de Rafael

Virgen del prado (1505-06) Kunsthistorisches Museum de Viena, de Rafael

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