IV Domingo de Adviento (B): La Anunciación de la Santísima Virgen María

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra»


Hoy leemos la anunciación, sólo la fuerza histórica del Evangelio de Lucas puede tener la delicadeza de presentarnos a una mujer con sensibilidad profética. Si bien Juan Bautista nos inició en la reflexión y preparación para la Navidad, la virgen María la lleva al grado máximo de un “Sí” con mayúscula. Así, desde entonces la joven María es nuestra madre que nos da el abrazo y la fortaleza para enfrentar la vida.

 

La Anunciación
Retablo creado por Fra Angelico, artista del Quattrocento, que lo pinto para el convento donde vivío; Santo Domingo (Fiesole).


IV Domingo de Adviento

Año litúrgico 2023 - 2024 - (Ciclo B)

 

 

“Claves para el empoderamiento femenino”

El “empoderamiento femenino” pretende darle relevancia al papel de la mujer. En la historia hay muchas mujeres empoderadas, a nivel católico tenemos las santas y mártires, pero de forma innegable y con una aureola y estrellas que pueden desde mover corazones a generar diálogos diplomáticos es María, una joven de la aldea de Nazareth, desconocida hasta el momento en que fue elegida para ser la Madre de Jesús, la Madre de Dios.

 

He preguntado a ChatGPT ¿cuáles son las claves del empoderamiento femenino? y me ha respondido que mi pregunta no es apropiada ni ética porque el empoderamiento debe ser superado por la igualdad, “donde mujeres y hombres, merecen respeto y oportunidad de vivir una vida plena y significativa; es importante eliminar los estereotipos dañinos”. Pero sí respondió a la pregunta ¿cualidades de una gran mujer? A continuación, les presento una selección de cualidades y también cambio el subtítulo: “cualidades de una gran mujer”.

 
Cualidades de una gran mujer

1.    Colaboración

En la “anunciación” la aptitud es colaborativa, disponible, al amor de Dios. Se alegra de saber que su prima, mujer de la aldea vecina, está esperando un hijo, Juan el Bautista. Ambos niños son concebidos en un marco de colaboración y obediencia a Dios. El corazón de María late por el amor de Dios y el amor de su Hijo, de sus hijos, nosotros. El amor maternal, la fidelidad y la obediencia están ligados a la colaboración.

2.    Confianza en sí misma. 

Se siente segura de tomar decisiones y enfrentar desafíos. Dicen que la mujer puede con todo, y hoy, María puede decir sí a tener un hijo. Su confianza está fortalecida por la confianza en Dios. Su humildad para aceptar la voluntad de Dios es poderosa en cuando su “Sí” es un sí de la humanidad a Dios.

3.    Autoconocimiento. 

Una mujer que conoce su corazón, su virginidad, la voz de Dios, las profecías de un nuevo salvador, la venida del Enmanuel (Dios con nosotros). Sus fortalezas y debilidades, sus metas personales, las pone en manos de Dios. “Esto le permite tomar decisiones alineadas con su auténtico yo”.

4.    Resiliencia.

Es la clave para adaptarse y seguir adelante enfrentando los desafíos. Una mujer de la cual se sospecha infidelidad; camina días para cuidar a Isabel, su prima embarazada y de avanzada edad; camina embarazada para obedecer a la ley (censo nacional) y debe improvisar entre el calor de la mula y el buey para dar a luz a su hijo; tiene que huir a Egipto para salvar a su hijo y salvarse junto a José, el santo carpintero; nunca deja de seguir a su hijo incluso cuando le consideran loco; sufre junto a su hijo durante la pasión y muerte en la cruz, acompaña a los discípulos, etc.

5.    Habilidades para establecer límites

Saber decir “sí” o “no” para mantener relaciones saludables y cuidar de sí misma. Para el sentido y el carácter educativo de una madre es fundamental está habilidad ligada a la fortaleza, perseverancia, pureza, compasión. Establecerse límites y establecer a los demás. Así, Jesús pudo crecer en estatura, sabiduría y gracia. Sin esta capacidad no podría tener un hogar, la sagrada familia, teniendo en cuenta que el egoísmo y el relativismo carcomen la estabilidad de las familias.

6.    Empatía

Reconocer en el otro a un ser humano, digno, hijo de Dios. Comprender la situación de los demás, compasión, misericordia, pureza de corazón. En la historia de la virgen María es empática con su prima Isabel, con su mismo esposo (es un gran signo actual), con los pastores, los reyes magos, los peregrinos, migrantes, los apóstoles. Empática con los sacerdotes cuando Jesús les dio su primera cátedra en el templo; con sus críticos, en la fiesta del matrimonio cuando les falta el vino; la clave reflexiva de “benditos los pechos que te amamantaron” tendría mucho que inspirar.

7.    Liderazgo

Inspira a otros a través de su ejemplo. Lidera en diferentes contextos. En la tradición cristiana la Virgen María es respetada y venerada, es una figura maternal y espiritual. Acompaña a los apóstoles que liderarán las fundaciones de las primeras comunidades cristianas. Se podría decir que María es una mujer con liderazgo profético, en el sentido de que Juan Bautista es la voz profética y nos prepara, la Virgen, es la que lleva a la plenitud la venida del Hijo de Dios.

8.    Madre humilde. 

No sólo coherente con su naturaleza humana sino también con la voluntad divina. La decisión de ser madre es muy personal, por ello su maternidad es un signo de la gran María. Su Maternidad es un camino para la santidad, solidaridad, responsabilidad social, compromiso, buscar justicia, acompañar, ser signo visible en medio de la gente. Su papel en la acción salvadora de Dios es discreto y misterioso, posible y eterno, humildemente lo entrega todo: su juventud, su fama, sus proyectos, su feminidad, su maternidad, su agenda, sus desvelos, su libertad, su sí, su compromiso, su amor, su fe, su existencia, su éxito, sus preocupaciones financieras, su carrera profesional, su salud, … lo entrega todo pese a la condiciones sociales, religiosas y medioambientales.

9.    Educación continua. 

Deseo constante de mejorar, busca oportunidades de crecimiento personal y social. Esto ya es un lenguaje moderno, el sistema educativo de su tiempo, hace más de dos mil años, se centraba en cuestiones prácticas y transmisión de valores y tradición en el hogar. Su progreso educativo se potencia en virtudes como la obediencia, la fe, la humildad. Muchas mujeres santas han sido científicas y con educación de alta calidad, seguidoras fieles de las virtudes marianas. En Navidad, no se puede prescindir del papel de la Virgen María, naturalmente, tampoco del personaje central de la fiesta: Jesucristo.

10. Amor maternal. 

Hemos señalado no sólo madre humilde, también el amor maternal, amar con las entrañas, como la misericordia de Dios, como las madres potencian su corazón en estas fiestas natales, cada hijo les dio la oportunidad de semejarse en síntomas y virtudes a la Madre de Dios. Pero, también es una fiesta de la pureza, de la ternura de quienes no son madres, y no dejan de sentir la protección de la Virgen, tampoco se quieren privar del abrazo de su madre, de las hijas que quieren “empoderar a sus madres” como las grandes mujeres virtuosas para sus vidas. Jesús nos regala esa alegría: “Madre allí tienes a tu hijo, hijo allí tienes a tu madre” aunque su sentido es plural, para todos, lo dice en singular para llegar de manera personal a cada ser humano y donarle la gracia de la protección maternal de María. María dijo Sí a Dios en nombre de la humanidad, Jesús entregó su madre a su discípulo Juan, en Juan estamos representados.

 

 

Estas son las cualidades de una gran mujer para grandes hombres, para la humanidad. La humanidad necesita de estas grandes mujeres para traer la paz, el amor, la reconciliación entre los seres humanos. 

 
Palabra del papa Francisco: 

Sin lugar a dudas la joven de Nazaret no salía en las 'redes sociales' de la época. Ella no era una influencer, pero sin quererlo ni buscarlo se volvió la mujer que más influenció en la historia. Le podemos decir con confianza de hijos: María, la influencer de Dios. Con pocas palabras se animó a decir 'sí' y a confiar en el amor, a confiar en las promesas de Dios, que es la única fuerza capaz de renovar, de hacer nuevas todas las cosas. Y todos nosotros hoy tenemos algo que hacer nuevo adentro, hoy tenemos que dejar que Dios renueve algo en mi corazón. Pensemos un poquito: ¿Qué quiero yo que Dios renueve en mi corazón?

 

(Fiesta de la Anunciación, 25 de marzo de 2021)

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.

Pintura: 🎨

Retablo creado por Fra Angelico, artista del Quattrocento, que lo pinto para el convento donde vivió; Santo Domingo (Fiesole).

En una capilla de la iglesia de Santo Domingo, de Fiesole, hay de su mano, en una tabla, la Anunciación del arcángel; parece un trabajo realizado en el cielo. En el fondo del paisaje se ve Adán y Eva, que fueron causantes de que la Virgen encarnase al Redentor.

 

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