I Domingo de Adviento (A): Recomenzar la vida hacia la luz de la Navidad
"Estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre"
El tema central del Primer Domingo de Adviento es la esperanza, la vigilancia. Ambas van en el mismo yugo, en el trabajo y, en especial, en el sentido de vivir, la alegría de renovar la vida.
I Domingo de Adviento-Año litúrgico 2025 - 2026 - (Ciclo A)
El entendimiento
El entendimiento remite a un instrumento cognoscitivo, entender mejor. ¿qué entiendo mejor? Entiendo mi propia historia y preparo el futuro. Entiendo las circunstancias y decido hacer lo correcto. Entiendo a las personas con quienes convivo. Entiendo las consecuencias de mis actos. Para sintetizar, ¿Entiendo lo que realmente es importante en la vida?
Esta ignorancia es muy contagiosa en tiempos de adviento, porque la preparación del nacimiento del Hijo de Dios pierde su centro. Mira y escucha a tu alrededor, las preocupaciones tuyas o las de los otros visionan la Navidad como un asalto mercantil.
El centro sigue al margen, no sólo en la preparación navideña, sino también en los liderazgos políticos y económicos. El centro ya no es Dios en un mundo gobernado por los más ricos. Las guerras, los atentados a la vida, tienen el mismo giro económico. El pueblo de a pie, parece terminar siendo parte de lo insignificante. La urgencia de la paz y la justicia exigida por los profetas es cada vez más actual y urgente.
¿Cómo rehacer la historia?
El profeta Isaías ante la urgencia de rehacer la historia les anuncia la llegada de un salvador, de Jesús. Las reacciones son tan conocidas: unos súbditos de los explotadores y los que se alimentan de migajas están contentos con la explotación, aunque sepan que es indigno; otros, que sueñan con la justicia y la paz entregan su palabra y vida para anunciar las verdades que pronto son reprimidas por los poderes. El profeta muere, pero su palabra vive como una incómoda referencia a las conciencias abusivas. Los explotados que tienen pan pronto se vuelven ignorantes y siguen siervos fieles de los poderes económicos. Para los que ven la vida con sentido de justicia, de honradez, de trabajo, de estudio, … el mundo parece darles la espalda, y deben discernir servir a los poderes de este mundo o llenar de la esperanza de Dios y perseverar.
Rehacer la historia necesita de centrar objetivos, ilusiones, pensamientos, misiones. Si en éstos, Dios está ausente, será como comer pavo y panetón sin Dios. Ese es el inicio de pérdida de objetivos en la vida, vivir al margen de el Salvador que nos trae su Palabra para ser libres.
El apóstol Pablo recoge este “sentido del sin sentido”, pone como luces referentes a la justicia y la paz para revestirse de Jesús y vivir el proyecto del Evangelio, lo cual supone un cambio radical de vida, vivir una experiencia transformadora desde la interioridad, revestirse del Señor Jesús.
El adviento es tiempo para reiniciar la vida, no se puede formatear la propia historia, pero si se puede vigilar en lo que más nos lleva a la equivocación, al pecado. El sentido de la vida pasa por la autoevaluación, por la renovación como después del diluvio, de la torre de Babel, de la venida de Cristo, de Pentecostés. En este domingo podrías analizar cómo recomenzar la vida con la luz y la misión de la Navidad.



0 Comments