Epifanía del Señor. C. Fiesta de los Reyes Magos


Epifanía del Señor.
Ciclo C (Mateo 2, 1-12) 6 de enero de 2019



Dios se muestra y al hombre



Pesebre 2018. - Basílica San Pedro Roma.













Manifestarse, mostrarse, autentico, original, y realidad. Es decir, este día se manifiesta Dios hecho hombre, pero también pone de manifiesto aquello que al hombre no le gusta de Dios.

-   Ser la verdad. Dios es la verdad infinita, el hombre es el fin de la verdad. El agnosticismo y el relativismo han hecho de Dios una negación, una duda, una fantasía, una proyección psicológica.
-   Corazón universal. Dios ama a la humanidad. Jesús es esperado por sus paisanos, pero no le reciben, es identificado por el signo de la estrella por los reyes y lo buscan y le ofrecen lo mejor que tienen. El hombre, en cambio, encarna al Herodes que teme perder poder; comienza a engañar y matar empujado por su frustración psicológica, por su miedo obsesivo.
-   Dios es una alegría manifiesta para los sencillos. Los humildes tienen esa capacidad de alegrarse, los pastores, los “reyes magos” y, obvio, los ángeles. La soberbia humana invierte mucho dinero para evitar y matar a la vida humana.

-   La luz que disipa las tinieblas es un signo del camino a la verdad, del buscar y saber caminar, como los reyes ante Herodes, salvando trampas que posibilitan el encuentro con Dios.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 2, 1-12


Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes.
Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo. »
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron:
«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta:
"Y tú, Belén, tierra de Judea, 
no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea, 
pues de ti saldrá un jefe 
que será el pastor de mi pueblo Israel."»
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
«Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.»
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.



0 Comments