Pascua 2011



¿Diste el paso?

Ya estamos en Pascua, en el paso de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz, del pecado a la gracia, de la perdición al encuentro, de la confusión a la claridad, del desamor al amor, de los no bautizados a los bautizados, de los bautizados a la renovación de las promesas bautismales… Esto es lo que simbólicamente celebramos con la Vigilia Pascual.

La Vigilia Pascual contiene tantos símbolos, desde el fuego purificador, la luz de Cristo iluminando por medio del cirio pascual a la iglesia oscura, los cirios de la asamblea, las lecturas del antiguo Testamento escuchadas a oscuras y las del nuevo testamento con el altar iluminado.

El triduo pascual es esperado con ansias, es para algunos y puede o debe ser para todos una oportunidad para renovar las promesas bautismales. Si nuestros padres prometieron en nuestro bautismo educarnos en la fe, no les debemos desautorizar o poner en evidencia su poca diligencia…

El triduo pascual, acompañado de un feriado largo, es la oportunidad para regenerar nuestra existencia. No es un tiempo triste, es un verdadero testimonio del amor de Dios en este tiempo que nadie da un centavo por nosotros. Hay que alegrarnos, Dios ha mostrado que la vida es más importante que la muerte.

Sólo me queda en la garganta la necesidad de mayor catequesis. Por ejemplo: el Domingo de Ramos es la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén, no la feria de los ramos; el Jueves Santo es la solemne institución de la Eucaristía, no se queda sólo en el rito del lavatorio de los pies aunque necesitamos poner el servicio a su máxima expresión; se preocupan tanto por la visita a las siete iglesias, no por la visita al monumento donde está expuesta la Eucaristía; visitan iglesias sin criterio, el Viernes Santo siguen recorriendo iglesias y no viviendo la pasión y el amor de Dios.

La Vigilia Pascual ya no tiene multitudes, el recorrido bobo agotó a los peregrinos al azar.

Un gran desafío: reavivar la fe, encaminar el sentido de la fe, focalizar lo que creemos, celebrar la resurrección más que la muerte, no apresurarse,… el centro es Jesucristo resucitado. Ojalá podamos tener rostros de resucitados en los cristianos con sentido del Dios de la vida.

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