Autoconocimiento- transparencia- Dia de la amistad


“Sé auténtico, ... y tendrás AMIGOS”

Después de valorar la amistad también destaquemos la autenticidad, la transparencia de un mismo. Profundizar en la amistad nos lleva a ir contra las grandes cadenas de mentiras, pues éstas no tienen raza, ni estatus, ni religión. El camino es posible hacia la transparencia, el autoconocimiento. Es decir, la autenticidad manifestada con prudencia pone en evidencia nuestros  defectos, además muestra quienes realmente no dejarán de amarnos, de ser amigos.
Recuerdo la primera entrevista con uno de mis maestros. Le conté mi procedencia serrana, la sencillez de mis padres, la sobriedad de mi hogar. El ejercicio de la transparencia pasa por el autodescubrimiento, por salir de la reclusión de prejuicios. No soy rico ni influyente, pero estoy para servir. El maestro después de escucharme con atención dijo: “Me alegro, Sé auténtico, hijo”.
Esta frase ha sonado en mi vida, aunque este autodescubrimiento me lleva a coincidir con el gran apóstol Pablo: “Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago” (Gal 5, 15). El buscar cobijarnos como la ‘tortuga’ y el querer mostrarnos como ‘monos’ es un debate en el perfil de nuestra personalidad; construimos fachadas para tener amigos, pero pronto les perdemos. ¿Cómo entender que una de las instituciones más corruptas es el poder judicial y los actos inmorales suelen darse en las iglesias?
 El Papa Juan XXIII, “tenía su ángel”, era obeso, proveniente de una familia campesina y cuando fue a visitar la cárcel Regina Coeli, en Roma, recordó que visitaba a su primo encarcelado. Juan Pablo II pidió perdón por los errores de la iglesia en la historia.  Las personas transparentes tienen muchas críticas y muchas amistades sólidas.
La crítica es el pan de cada día; parece que en nuestras casas no nos educan para la amistad. Suelen alabar al joven que controla cualquier situación, que confía en sí mismo y que es un tosco individualista. De hecho es admirable, pero no amigable. En el fondo puede existir un profundo miedo al rechazo, por ello es devastador que una persona se aleje, esté fuera de su control ¿eso es amistad? En este sentido, la transparencia evita el utilitarismo en la amistad, es un seguro para la salud interior futura.
Un termómetro de la transparencia y del autoconocimiento, irónicamente, puede ser el tema del sexo, un poco satanizado. No hablo de los diálogos ficticios que ciertos jóvenes sostienen en los baños. Tampoco de las clases sobre planificación familiar. Sino del tema educativo. La parejas suelen hablar poco del tema, parece que en el fondo temen descubrirse utilitaristas. En los matrimonios suele ser un descubrimiento cómplice para avivar el amor y reforzar la confianza. Y entre amigos se mide el nivel de confianza cuando se habla del tema con la libertad para expresar las alegrías, los miedos e inseguridades.
El mostrarse con autenticidad a otra persona es un gran mecanismo de autoconocimiento, de confianza, de esperanza y de fe. Precisamente en este punto la iglesia católica tiene el sacramento de la reconciliación, tender puentes con un mismo, con los demás y con Dios. El contarle todo da lo oportunidad de mirar otros horizontes, y si va con la gracia de Dios, visionar un horizonte con sed de eternidad.
Por ello, cómo no extrañar a los amigos que no se molestan con nuestras extravagancias, aunque no aprueben nuestro comportamiento, nunca nos censuran. No se miden las palabras, no van llenas de maldad, no quieren recompensa por ser buenos, valen las iniciativas. Eso es transparencia, la misma que muestra Jesús con sus amigos (Jn 15,15), también al encontrarse con la Samaritana en el pozo. Ella inicia discutiendo con Jesús, pero él le pone en evidencia el valor de la transparencia, ella comienza a dejarse conocer. Tiene la gran experiencia de dejarse conocer, aceptar a Dios y contar su gran experiencia de autodescubrimiento y de las palabras del profeta, de una auténtica amistad.

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