Solemnidad de Santa María, Madre de Dios: ¡tenemos tanto que pedirte para el nuevo año!
"María, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón"
Theotokos
¡Somos pedigüeños!
Nos ayuda la Madre
Hoy comenzamos el año con un lenguaje universal: Mamá. “Mi mamá me mima”, “soy la sangre de mi madre”. Entonces, iniciar el año arrojados a los brazos de la Madre de Dios es grandioso.
Somos lanzados al nuevo año, 2021, talvez vacunados contra la desesperación y la soberbia. La vida continúa, aunque refresquemos el calendario mágicamente amarillo en círculos rojos para no contagiarnos.
Anoche, lanzamos avellanas de fe pidiendo 'salvación', quizá como Pedro, o la del huérfano Juan, especialmente la fe de María, la Madre que le “dio la hora” a su Hijo.
Hoy, actualicé el almanaque, consiente de mi contingencia, silencios, olvidos y equivocaciones. Pues, el tiempo revelador es de Dios, como el amor, aunque varias veces los perdí o los desperdicié. Perdón, Dios del amor, infúndenos la confianza de la Madre para superar el 'año de las lágrimas'.
Dios de la eternidad, dueño del futuro. En este 2021, dales tu sabiduría, alegría y salud a los seres humanos con quienes comparto la vida y el trabajo; a mis familiares, a mis viejos amigos y a los nuevos, a quienes me aman y dejaron de amarme.
Te pido señor por los hogares donde el hambre, la enfermedad, la muerte, … han desgarrado corazones. Bendice allí donde una madre, un padre, buscan el pan cotidiano, la salud corporal y eterna, la vida y ganas de vivir,...
Te pido también la sabiduría y prudencia para decir palabras edificantes, nunca falsas, siempre sanadoras. Y bajo la protección de tu Madre, quiero aprender a creer en tus palabras, a ser atrevido en el camino, a amar con sudor y lágrimas,…
Esta tarde, Señor, tu querido cosmos sopla fuerte, los vientos llevan las hojas muertas, algún techo flojo y los pesares del año viejo. Los árboles se han cerrado al frío y no han muerto, esperan pacientemente brindarnos sus nuevas hojas y flores en el 2021.
Tenemos tanto que pedirte, tanto que confiar por medio de la Santísima Madre de Dios.
¡Amén!
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacia Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Theotokos
Theotokos (en griego antiguo, Θεοτόκος, en latín, Deīpara o Deī genetrix) es una palabra griega que significa Madre de Dios(literalmente, 'la que dio a luz a Dios').[1][2] Su equivalente en español, vía latín, es Deípara. Theotokos es el título que la Iglesia cristiana temprana le dio a María en referencia a su maternidad divina, título que se definió dogmáticamente en el Concilio de Éfeso de 431.
La Virgen con el Niño como Madre de Dios
La mayor difusión la tienen las múltiples representaciones de la Virgen con Niño, que a su vez tienen marcadas o sutiles diferencias, codificadas en Oriente con denominaciones específicas:[20]
- Theotokos ("Madre de Dios"), en la cristiandad latina Deipara o Dei Genetrix (como tipologías artísticas, Maiestas Mariae -"Majestad de María", Maestà en italiano- o Sedes sapientiae -"trono de sabiduría"-). El mismo concepto y tipología (sentada en un trono con el niño en su regazo), se designa con los nombres Kyriotissa, Nikopoiao Panakranta ("la Señora", "la que produce la victoria" –en Occidente "Santa María de la Victoria" es equivalente como advocación, pero diferente en iconografía– o "la que todo lo gobierna").[21] Refleja el dogma fijado en el Concilio de Éfeso (431).[22]
- Galactotrofusa (Galaktotrophousa -"la Virgen de la leche", en italiano Madonna Litta-, que amamanta al Niño; cuando se representa al Niño tomando sus primeros alimentos sólidos, se denomina "la Virgen del cacillo", "de la cuchara" o "de la escudilla", "Madonna della scodella", "Madonna della pappa", "Virgen de la papilla", "de las sopas", "de las sopas de leche" o "de las gachas"[30]).
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