I Domingo de Cuaresma (A): Las tentaciones de Jesús. "Vete, Satanás, porque está escrito..."

“Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”

Las tentaciones en el desierto son superadas con la auténtica interpretación de la Palabra de Dios. Ante el poder, tener, saber es mejor no apartarse de la Sagrada Escritura.

Tentaciones en el desierto
Le Christ au désert (Rivière, 1898)

Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A)

Libertad y tentación

Leer las tentaciones es como evocar momentos de la propia historia. En cada una de nuestras vidas encontramos experiencias claves: desazón, pesimismo, hambre, desmotivación; también ínfulas de superioridad, de jactancioso y salvador (de nada); de un clasismo descontextualizado, con aires de poder.

 

Aunque la fuerza debe estar en la obediencia a la Palabra de Dios para superar toda tentación, no deja de saltar la alarma interna de “tentadores”, “milagreros”. Así inician los abusos de poder, las sectas y las mafias. El gran peligro será entonces tener un hambre desmedido, querer ser sólo servido, no valorar a las personas y menos creer en Dios. Dominar y ser infeliz, tener y ser infeliz, saber y ser infeliz.

 

Es curioso que en el diálogo es usada la Palabra de Dios por Jesús y también por el satanás. Jesús va aclarando la distorsión de la interpretación del satanás. Una distorsión peligrosa, pues sin la clarificación podríamos sucumbir rápidamente: sería más fácil convertir las rocas en pan que esperar la solidaridad/trabajo humano; es más cómodo creer en los actos espectaculares de Dios y sus ángeles que en la mejor prueba del amor divino; y suena genial dominar, comprar y saber, incluso a costa de la propia libertad y de la dignidad de servir y trabajar por los demás. En el fondo, las tentaciones rompen la misión y sentido de la vida, mejor si la replantean.

 

Finalmente, está en juego tu libertad. Somos libres incluso de usar la Palabra para engañar, distorsionar, manipular. Pero el mundo es redondo, y si juegas con la libertad y el amor de los demás en el fondo hay un vacío, una patología, una herida que atender urgentemente.

 

Por qué convertir el pan y saciar tu hambre si puedes usar la inteligencia y la solidaridad regaladas por Dios para multiplicar el pan y compartirlo con más hambrientos, somos muchos. Por qué minar la confianza en Jesús, pedimos pruebas de su divinidad y queremos ver acciones estúpidas, si la demostración de amor ya viene descrita desde la creación, liberación, alimentación, cuidado, crucifixión, resurrección, comunión, …  Y lo más triste es adorarte a ti mismo; idolatrarte o creerte que todo lo que ocurre en tu casa o en tu comunidad es por tu genialidad, es una distorsión que hace daño a los otros y no te das cuenta, ¿Por qué quieres ser el pequeño dios? Dios es servidor, tú eres servidor, no un ídolo.

 

Hoy, busquemos la tentación ante la que hemos dicho: "Es más fuerte que yo", y luchemos contra ella. No solos. Dios no nos ha cambiado por los reinos del mundo y su gloria, es decir, para él valemos más que todo ello. Es una gran estrategia para vivir mejor la cuaresma.

 

Palabra del papa Francisco

Jesús, enfrentando estas pruebas en primera persona, vence la tentación tres veces para adherirse completamente al plan del Padre. Y nos indica los remedios: la vida interior, la fe en Dios, la certeza de su amor, la certeza de que Dios nos ama, de que es Padre, y con esta certeza superaremos toda tentación. Pero hay una cosa, sobre la que me gustaría llamar la atención, una cosa interesante. Jesús al responder al tentador no entra en el diálogo, sino que responde a los tres desafíos solo con la Palabra de Dios. Esto nos enseña que con el diablo uno no dialoga, uno no debe dialogar, se le responde solamente con la Palabra de Dios.

(Ángelus, 10 marzo 2019)

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 4, 1-11

En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre.
El tentador se le acercó y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes».
Pero él le contestó:
«Está escrito: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”».
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”».
Jesús le dijo:
«También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».
De nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los
reinos del mundo y su gloria, y le dijo:
«Todo esto te daré, si te postras y me adoras».
Entonces le dijo Jesús:
«Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”».
Entonces lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.


Pintura

Le Christ au désert (Rivière, 1898)


🙏 Reflexiones del evangelio dominical:


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