Ser hombre como los hombres

Hay que mojarse los pies


Rocío Huamancondor

En el segundo año de la universidad, el profesor nos contó un caso interesante: un hombre había sido asesinado y, a su costado, fueron hallados una persona ensangrentada y un cuchillo sobre el piso. ¿Quién lo mato?, preguntó. Casi todos estábamos de acuerdo: el hombre junto al cadáver.

Luego de pasar revista, dirigiéndose a nosotros el profesor exclamó: “Muchachos, hay que ver más allá. Aparentemente hay señales que nos llevan a esta conclusión, pero en realidad sus huellas no estaban en el cuchillo”.

Probablemente la misma sensación que tuvimos en el aula universitaria, la tuvieron hace más de dos mil años los seguidores de Juan al verlo bautizando, proclamando el evangelio y viviendo de manera austera, pues estas eran señales… señales de ser el Mesías, pero no miraron más allá. Por eso Juan, al igual que mi profesor, aclaró el asunto diciéndoles: “Yo no soy, hay alguien más que viene detrás de mí al que no soy digno de desatarle las sandalias”.

Es muy importante saber reconocer al protagonista de la historia, sobre todo cuando se va a planificar acerca de la pastoral en la Iglesia local. Precisamente esta semana se llevará a cabo en Chimbote la Asamblea Pastoral, y concientes de que es Jesús el que nos mueve, en esta reunión se tomaran acuerdos muy importantes.

“Una de las cosas que tiene mucha importancia es que la Iglesia se mire a sí misma, no para decir qué buenos somos y qué bien lo hacemos, sino sencillamente para ver las debilidades y las fortalezas, y al mismo tiempo para construir lo que tiene que construirse”, explica Mons. Ángel Francisco Simón Piorno, Obispo de Chimbote.

El protagonista del bautismo y de la historia se moja los pies en el Jordán, se acerca a los hombres, quiere sentir lo que somos como parte de su misión. De igual manera, al planificar las estrategias de pastoral, debemos mojarnos los pies con la realidad social.

“Es muy importante que tratemos el tema de la familia y de la vida, tan amenazadas, y de ese colectivo tan importante que es la juventud, sus problemas, angustias y aspiraciones, y ver cómo la iglesia los puede acompañar. Queremos tener un clero sensible a la sensibilidad de los hombres, pero un clero que también se sienta acogido y respaldado por la comunidad cristiana”, precisa el Obispo.

No podemos estar ciegos frente a las necesidades y problemas de la sociedad. Hay que “mojarse los pies” como lo hizo Jesús al bautizarse. Hay que ayudar a construir el reino de Dios aquí y ahora. (Informe radial de Rocío Huamancondor – RSD).
Documento de Aparecida:

“Al recibir la fe y el bautismo, los cristianos acogemos la acción del Espíritu Santo que lleva a confesar a Jesús como Hijo de Dios y a llamar a Dios “Abba”. Todos los bautizados y bautizadas de América Latina y El Caribe “a través del sacerdocio común del Pueblo de Dios”, estamos llamados a vivir y transmitir la comunión con la Trinidad, pues “la evangelización es un llamado a la participación de la comunión trinitaria”: Documento de Aparecida, 157.

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