XXX Domingo del tiempo ordinario (B): Jesús sana al ciego de Jericó, Bartimeo.
No me veo
XXX Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2020 - 2021 - (Ciclo B)
Señor, Señor, soy Bartimeo,
Estoy al borde del camino, en el destierro,
y esperaba la mano guía de Timeo.
Una sola capa para el sol, la lluvia y el viento,
Un bastón y en el espejo no me veo.
¿Qué puedes hacer para que un ciego te siga?
Al margen de Jericó o de la sinagoga,
Hoy no haré caso a todo lo que la gente diga,
¿Es mi ceguera pecado? Esta duda me ahoga,
“Hijo de David”, dame más que la uva y la espiga.
Tú también te pierdes entre la muchedumbre
Si escucho tu voz tú podrás escuchar mis gritos,
Haz de la periferia una plegaria visible,
Rompe estadísticas, protocolos e insultos
¿seguiré siendo incomodo y descartable?
“Hijo de David”… ¿y ese silencio?... ¡Me llamas!
De un solo salto llego guiado por tu voz
Mi esperanza estalla y ya me brotan lágrimas,
Sólo quiero ‘ver’ y no perderte mi Dios,
Dame tu claridad en el camino que peregrinas.
“Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado”
Eso también dije cuando me encontraste al borde,
Estás fuera de la ciudad santa, sangrando y juzgado,
¿Cuándo, el amor y la justicia sonarán un acorde?
¿Y, superaremos el drama del hombre vendado?
“ ¿Qué quieres que haga por ti?
En esta misma línea, hay ciegos con conciencias sectarias. En la escena, quieren evitar los gritos escandalosos de Bartimeo para no incomodar al Maestro. Ya tienen el grupo en camino, casi formado, el ciego no pertenece a ese círculo, no esta ‘autorizado’ y sus modales no siguen el protocolo regular.
Las actitudes represivas y sectarias son evidenciadas por Jesús como contrarias a la comunión, al discipulado, a la espiritualidad de la sinodalidad.
La curación del ciego | ||
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Año | 1567 | |
Autor | El Greco | |
Técnica | Óleo sobre lienzo | |
Estilo | Manierismo | |
Tamaño | 65,5 cm × 84 cm | |
Localización | Gemäldegalerie Alte Meister, Dresde, ![]() | |
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